Terapias para ayudar a mejorar
tu calidad de vida,
satisfacción y bienestar emocional.
Programación Neurolingüística, PNL. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta. Consulta en Sabadell y Terrassa
La Programación Neurolingüística (P.N.L.), es de las actuales disciplinas de crecimiento y superación personal la más práctica y eficaz. Su versatilidad tanto en psicoterapia como en coaching facilita que se agilicen los resultados incluso en casos difíciles.
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En mi consulta utilizo la PNL con excelentes resultados para el tratamiento de la ansiedad y el estrés, como para problemas de sobrepeso y tabaquismo. También es una excelente ayuda para mejorar la autoestima, la asertividad y las habilidades sociales. Habitualmente, también se la utiliza en equipos de ventas y para mejorar la comunicación en la empresa.
La Programación Neurolingüística, qué es
La PNL se describe como el estudio de la experiencia subjetiva humana. Percibimos la realidad externa a través de los sentidos físicos. Estas experiencias las almacenamos y ordenamos en nuestro interior siguiendo unas formas a las que nos hemos acostumbrado.
Tomando conciencia de nuestro peculiar modo de procesar esta información, podemos aprender nuevas maneras de hacerlo. De este modo podemos respondernos a la típica pregunta:
¿Cómo es posible que dos personas que han vivido una misma experiencia les afecte en modo diferente, y tanto en algunas ocasiones?
Encontrarás información en mi blog acerca de artículos de PNL, puedes empezar, si lo deseas con el siguiente artículo: Programación Neurolingüística, PNL
Y si lo que quieres es iniciarte de un modo práctico y efectivo en esta apasionante disciplina, consulta el modo de hacerlo en el siguiente post: Curso de PNL y coaching
Programación neurolingüística, PNL. Josep Guasch, coaching y psicoterapia. Consulta en Sabadell y Terrassa
Evolución y despertar en tiempos de crisis, Coaching generativo y PNLen Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach.
Peligro y oportunidad. Los caracteres que definen las crisis.
No hace mucho se popularizó el concepto crisis como oportunidad. De hecho la palabra en chino se compone dos caracteres: “peligro” y “oportunidad”. Hasta aquí la teoría que, como siempre, es muy bonita. Pero, ¿cómo materializar esto en épocas de auténticas crisis?
¿Es posible evolucionar y despertar en tiempos de crisis?
En este post presento las bases de este monográfico de coaching generativo: Evolucionar y despertar en tiempos de crisis. Durante el taller profundizaremos, con herramientas específicas, en esta posibilidad.
Evolución y despertar en tiempos de crisis. La oportunidad del coaching generativo.
El coaching, inicialmente, se dirigió al cambio de los comportamientos. Para esto era necesario (a veces aunque no siempre) revisar el nivel de las capacidades y habilidades.
Más tarde se descubrió la importancia de las creencias. Por ejemplo, si creoque soy incapaz de hablar en público, no lo haré. Y esto aun cuando tenga las capacidades y habilidades necesarias.
Sin embargo, y especialmente gracias a Robert Dilts y Stephen Gilligan, esta modalidad de terapia alcanzó niveles más profundos. El llamado nivel de la identidad. El ¿quién soy yo?. O más bien dicho ¿quién CREO que soy?
En el monográfico evolución y despertar en tiempos de crisis ahondaremos en las diferentes implicaciones de este nivel.
El no valgo, no merezco, no soy bienvenido, no tengo nada especial que aportar….
El «no soy suficiente, merecedor» etc… mensajes que limitan la identidad.
En el subtítulo algunos de los mensajes que más atentan a nuestra identidad. Este tipo de mensajes suelen estar profundamente enraizados en el subconsciente. Es por esto que la formulación en palabras es solamente eso, palabras. Sin embargo están presentes de un modo sutil.
En el monográfico “evolución y despertar en tiempos de crisis” trabajamos desde este nivel. Veremos a continuación las expresiones externas de una identidad parcialmente limitada. Pero antes te invito a explorar dos de mis anteriores artículos:
En estos ahondé en el concepto de subpersonalidad.La subpersonalidad es una constelación de creencias mediante las cuales nos identificamoscon una característica nuestra. Por ejemplo: “soy perezoso”, “soy impaciente”, “soy poco constante”, “soy fumador”. Existen otras aún más dañinas como: “soy culpable de”, “soy una carga”, “soy invisible”, “soy incapaz de ser feliz”… Estas junto con las expresadas en el título son creencias que afectan al nivel más profundo de nuestra identidad.
Si yo me identifico con una característica, por ejemplo, soy desconfiado, me niego la otra posibilidad. Es decir no puedo confiar pues yo SOY desconfiado. Este tipo de mensajes surten efecto a un nivel inconsciente muy profundo. Es tanto como decir:
A/ Soy hombre. B/ Los hombres no vuelan. C/ Luego yo no puedo volar.
Es el tipo de “razonamiento” que discurre en el nivel de la identidad. Es por esto que en evolución y despertar en tiempos de crisis utilizamos el concepto “salir de la caja”.
Salir de la caja, necesario y difícil en tiempos de crisis.
Un cliente, una vez me preguntó: ¿Por qué hacer este esfuerzo extra por “salir de la caja” en tiempos de dificultad? La respuesta es sencilla. Porque estamos programados para, en situaciones de estrés, volver a conductas y actitudes conocidas, aun cuando no funcionen. Incluso aun cuando nunca hayan funcionado. Es donde ponemos la conciencia en el taller evolución y despertar en tiempos de crisis.
Salir de la caja o de la zona de comodidad.
Freud llamó a esta vuelta a conductas conocidas como “compulsión de repetición” En el pensamiento Freudiano este concepto tiene implicaciones que van más allá. Sin embargo, en su núcleo esencial de consecuencias inmediatas nos lleva a repetir conductas y actitudes improductivas. Y más aún en situaciones de estrés. Y el estrés es la primera reacción que surge en tiempos de dificultad.
Cada vez que nos sentimos en peligro volvemos a lo conocido. Es como “volver a casa”. Y sé que esto puede parecer una respuesta irracional, yo diría que más que irracional es a/racional. Es decir, obedece a un impulso distinto al del “razonamiento”. En castellano existe un refrán que lo ilustra a la perfección: “Más vale malo conocido que bueno por conocer”.
Y estos programas siguen anclados y son tan poderosos porque están incrustados en nuestra identidad. En la definición secreta que tenemos de nosotros mismos.
Aun cuando parezca extraño, el despertar y la evolución son más posibles en tiempos de crisis.
Emerger de nuestra propia identidad, implica salir de la caja en la que estamos instalados. Como si fuera una cárcel de oro porque nos facilita una falsa seguridad. En el monográfico evolución y despertar en tiempos de crisis facilitamos este proceso de un modo seguro. Con prácticas específicas y comprobadas.
¿Por qué evolución y despertar en tiempos de crisis?
Para Darwin la evolución de las especies se debía a un mecanismo de adaptación que llamó la selección natural. Es decir, que, cuando
Sobrevive quien tiene mayor capacidad de adaptarse, no el más fuerte.
las variables del entorno son amenazadoras, sobreviven los organismos con mayor capacidad de adaptación. Por supuesto que Darwin lo contempló bajo el punto de vista de la supervivencia física. Pero también es extrapolable a los factores de bienestar y avance en otros aspectos de la existencia.
La evolución, en última instancia, tiende a un avance continuo en el que está implicada la identidad. Y es en tiempo de dificultad cuando más acuciante esta esta necesidad de adaptación.
En PNL existe un aforismo que dice: «Si haces siempre las mismas cosas, obtendrás los mismos resultados». En el programa de evolución y despertar en tiempos de crisis estudiaremos y practicaremos qué cosas nuevas podemos hacer. Y como resultado de lo anterior, generar nuevas transformaciones.
Programa evolución y despertar en tiempos de crisis. Fechas y datos prácticos.
¿Cuándo y dónde?
Fechas: Aún por determinar
Horarios: El viernes empezaremos por la tarde a las 18h y terminaremos a las 21h El sábado haremos por la mañana de 10 a 14 y retomaremos por la tarde de 16 a 20h. El domingo el horario será de 10 a 14h.
Dónde: Instalaciones de Espai Obert, C/ Les Valls 28, 4º-6ª 08201 Sabadell
Imparte: Equipo de coaching de Institut Integratiu
Inversión: 150.- €
Si precisas de más información puedes contactar conmigo:
Este es la primera de una serie de publicaciones en las que trataremos una de las dificultades más incomprendidas. Posponer, aplazar, postergar, dejar para después, mañana u otro día, es decir procrastinar. Creo que es necesario empezar por aclarar qué es la procrastinación. En sucesivos artículos ahondaré en tácticas para dejar de procrastinar. Siempre en el bien entendido que lo ideal para superar este tipo de dificultades es un proceso terapéutico personal.
Qué es la procrastinación
La RAE define el término procrastinar con dos sinónimos: diferir, aplazar. En el ámbito del coachingy la psicoterapialo entendemos como postergar o posponer tareas o actividades. Es el clásico “dejar para otro día” o “dejar para mañana”. También puede entenderse como un modo de evadir responsabilidades.
Sin embargo, la respuesta a qué es la procrastinación no nos exime de cierta perplejidad.
El sentido común nos dice que dejar para después no nos libera del trabajo. Es más, a menudo empeora las cosas. Sin embargo casi todos vivimos la necesidad de dejar de procrastinar.
La procrastinación, el asesino furtivo
Tony Robbins respondió a la pregunta qué es la procrastinación de un modo contundente: “El asesino furtivo de la fuerza de proyectos y de la motivación”.
Sin embargo este posponer tareas no es algo extraño ni poco habitual. Veamos que el hecho de procrastinar ocupa un lugar, incluso, en la mitología.
¿Qué es la procrastinación? veamos por ejemplo en un proceso de duelo. Como Síndrome de Penélopese conoce un modo de “dejar para después”, durante un tiempo atribuido a la mujer. No aceptar una separación con la ilusión de volver a restablecerla. Incluso vivir en la fantasía de que la persona amada cambiará de carácter.
Esta forma de “diferir” aceptar una realidad está vinculada a la etapa de la negación en el duelo.
El mito de Penélope describe un modo de procrastinar vinculado a lo emocional, veamos el mito.
¿Qué es la procrastinación en el duelo? El mito de Penélope.
Ulises (Odiseo en el original de la mitología griega) fue un héroe de la mitología clásica famoso por sus hazañas. Es el principal protagonista de la Odisea de Homero. Esta narra cómo estuvo 20 años ausente de su hogar. Diez años luchando y diez años para volver. Su esposa Penélope le estuvo esperando durante todo este tiempo.
Pero ¿Qué tiene que ver esto con dejar de procrastinar?
La negación de la pérdida en el duelo es un modo de procrastinar.
Entre tanta batalla y tempestad, Penélope aguardaba devotamente a su esposo, Ulises. Pero la espera no podía eternizarse, de esta forma adquirió un compromiso. Tejería el manto con el que amortajar a su esposo si, entre batalla y batalla, finalmente perecía. Al terminar de tejerlo, se consideraría libre de su atadura como esposa.
Pero Penélope, inconscientemente, urdió una respuesta a qué es la procrastinación. Tejía por la mañana y por la noche, secretamente, destejía lo realizado.
Esta es, simbólicamente, la respuesta de la negación, evasión, no aceptar una realidad. Como he dicho antes, bajo la perspectiva de la psicoterapia del duelo corresponde a la primera fase, la negación.
Desde algunos de los modelos que definen qué es la procrastinación tiene que ver con la indecisión. Veremos en artículos siguientes algunos de estos modelos.
La indecisión de Arjuna en el Bhagavad-Gita
Procrastinar es algo tan humano que aparecen alusiones incluso en las diferentes mitologías orientales.
Arjuna era un maestro de arqueros y, como buen guerrero, tuvo que enfrentar una decisión. Participar en una dura batalla entre dos ejércitos. Para resumir, él capitanearía las fuerzas del bien contra las fuerzas del mal… Sólo había un pequeño problema: Arjuna descubrió en las filas del enemigo a muchos parientes próximos.
Podemos entender qué es la procrastinación cuando enfrentamos un conflicto de valores opuestos. Es el caso de Arjuna que se sumió en la desesperación entre la lealtad a sus parientes y la fidelidad a sus valores.
Arjuna y la duda en el campo de batalla
Su indecisión, sin embargo, no le libera de matar (sin saberlo) a su hermanastro Karna. Pero a su vez, sufre la muerte de su hijo Abhimanyu en manos de su enemigo.
La conclusión de la metáfora es obvia. Procrastinar no nos libera de lo que espera al enfrentar la decisión. Incluso puede empeorar el resultado final.
Podemos responder a qué es la procrastinación desde distintos ángulos según el origen de esta. Pero básicamente debemos entender que no se trata de un problema de holgazanería. Procrastinar tiene más que ver con una deficiente gestión de las emociones.
Dejar para después y algunas emociones asociadas
En ocasiones evitamos tomar una decisión por miedo a lo nuevo. También por miedo al ridículo o al fracaso. Y, por supuesto, el tan discutido miedo a salir de la zona de confort. Esto puede conducirnos al temido terreno de la indecisióny el desgaste que conlleva.
El miedo a tomar una decisión puede paralizarnos.
El aburrimiento (a veces incluso el miedo al aburrimiento) puede alejarnos de emprender una acción. Por supuesto tiene que ver con la necesidad adulta de enfrentar, en ocasiones, la incomodidad. En estos casos, el dejar para después tiene más que ver con la tareaen sí. No tanto con el carácterde la persona. Esta sería otra respuesta a qué es la procrastinación.
Otro perfil tiene que ver con la persona soñadora y poco realista. El entusiasmo aparece al principio con la expectativa del objetivo, generalmente un sueño grandioso. Sin embargo, la realidad del trabajo para conseguirlo nos pone en contacto con los límites. Bien sea límites personales, de medios o los intrínsecos al poco realismo del sueño. Entonces aparece la frustración con el desánimo asociado.
Podemos incluso responder a qué es la procrastinación como una consecuencia de una baja autoestima. El miedo suele ser el indicador más frecuente en este tipo de postergación de las tareas.
También puede existir una deficiente habilidad para organizarse. Algo típico en los perfiles creativos y soñadores que terminan por abrumarse.
No soy amigo de categorías y etiquetas, sin embargo, en ocasiones pueden ser referentes que arrojen algo de luz. Por esto en el siguiente artículo exploraremos la respuesta a qué es la procrastinación desde una tipología muy utilizada. Esto nos ayudará a entender dónde estamos y, consecuentemente, cuál es la ruta para llegar donde queremos.
¿Qué es la procrastinación? Conclusión
La procrastinación es una bomba de relojería.
Es una tendencia muy humana pero no por ello poco peligrosa. Puede, no solamente hacer fracasar nuestros sueños, sino también el concepto de nosotros mismos. Algunos factores tienen que ver con la personalidad en sí y otros con el tipo de tarea.
En cualquier caso, es aconsejable un proceso personal para superar esta inercia a dejar para mañana, después o más tarde. Puede existir una respuesta académicamente correcta a qué es la procrastinación. Sin embargo los modos de enfrentarla son distintos en función de las peculiaridades de cada persona.
Si lo necesitas y puedo serte de ayuda siéntete libre para conectar conmigo.
Virus mentales en psicoterapiay coaching, Josep Guasch, psicoterapeuta humanista, consulta en Sabadell, Terrassa y online.
La sensación de coherencia interna facilita el bienestar emocional.
Vimos en un artículo anterior cómo los virus mentales afectan a la coherencia de nuestra conducta. Básicamente bajo la estructura “quiero hacer X” y sin embargo hago “Y”. Bajo el punto de vista de la biología un virus es material genético encapsulado en una cubierta de proteína. Esta cubierta de proteína lo mantiene aislado del resto del cuerpo. Sin embargo no impide que interaccione con el mismo.
Es algo parecido a lo que ocurre con los virus mentales. Son partes del inconsciente aislados del resto del sistema nervioso. Visto de otra manera, circuitos neuronales que tienen un funcionamiento autónomo. Es decir sus propios criterios, creencias, idiosincrasia etc.
El aislamiento de los virus mentales hace que estos operen al margen del resto del psiquismo. Incluso dotando a su actividad un significado y propósito que bien pudiera parece opuesto al sentido común.
En este artículo examinaremos los tres tipos principales de virus mentales y sus implicaciones.
Los desencadenantes
El modo en que organizamos nuestra experiencia interna condiciona nuestra conducta.
Este tipo de virus mentales actúan bajo el esquema estímulo-respuesta aprendido, generalmente, por una asociación inconsciente. Huelo, por ejemplo, un perfume y me recuerda a una persona. Veo una playa y me recuerda unas vacaciones especiales. En psicología clásica se conoce como estímulo condicionado. Es similar al concepto de Anclaen PNL.
Así un estímulo de cualquier tipo puede despertar un estado interno en función de un aprendizaje previo. Cuando estos aprendizajes se realizan sin participación consciente y nos inducen estados internos negativos los llamamos virus mentales desencadenantes. Son los más habituales y existen dos tipos:
– Simple: Cuando un estímulo despierta un estado interno desagradable. Por ejemplo oigo el rasgar de unas uñas sobre una pizarra y me pongo nervioso.
– Complejo: También llamado estrategias. Un estímulo despierta una secuencia de representaciones internas que procesan nuestro pensamiento. La Programación Neurolingüística agrupa estas representaciones en tres grupos. Puedes encontrar un resumen en mi anterior post. Despertar Conciencia con PNL. El sistema representacional
Un ejemplo:
1.- Veo los platos por fregar en la cocina (Visual Externo) 2.- Me represento a mí mismo la imagen de tarea y proceso (visual interno) 3.- Y añado la sensación de estar fregando los platos, el jabón, el agua en las manos etc. (sensaciones). 4.- Me digo a mí mismo:»¡¡ufff, qué palo, ya lo haré en otro momento!!»
Los pasos 2, 3 y 4 han sido activados por la percepción de los platos en el fregadero. Esta es una estrategia de procrastinación, uno de los virus mentales más comunes.
Los virus mentales restrictivos
Las creencias nos otorgan o impiden el permiso para ser y hacer.
Esta es otra manera de llamar a las creencias limitantes. Las creencias, en su función creativa, nos permiten comprender la realidad y darle un significado. Si una vez un perro me mordió estará bien que tome ciertas precauciones al acariciarlos. Sin embargo una creencia restrictiva me alejaría automáticamente de los perros.
En la estructura básica de la creencia está la generalización: «Una vez me mordió un perro, luego TODOS los perros muerden».
Como normal general los virus mentales asociados a creencias restrictivas suelen permanecer agazapados en el inconsciente. Muchas veces están vinculados a generalizaciones y consecuencias asociadas a desencadenantes. Es el caso del ejemplo que acabo de citar. La imagen consciente o inconsciente del perro que muerde, junto con las sensaciones, son el desencadenante. A esta vivencia le podemos añadir una relación causa – efecto: “si acaricio a un perro, me morderá”. O bien una relación de significado: “acariciar a un perro es peligroso».
Virus mentales Géminis.
Quiero, por ejemplo, acostarme temprano para descansar y, sin embargo, me quedo viendo la tele. Esta es la estructura básica y desconcertante de los virus mentales géminis. “Quiero X y hago Y”. También puede suceder que experimentemos un estado emocional durante un tiempo. Y pasado este tiempo nos desconcierte nuestra anterior reacción, como si no hubiéramos sido nosotros.
Géminis se ha popularizado como un signo del horóscopo. El término viene etimológicamente del latín, y nos remonta al concepto gemelos.
Las contradicciones internas nos impiden sentirnos libres y completos.
Los virus mentales géminis se caracterizan pues por esta dicotomía entre dos partes. Dos polaridades opuestas que parecen tener creenciasy valorescompletamente distintos.
Una característica común a todos los virus mentales es la de que todos tienen una intención positiva. En los géminis, además, en la estructura profunda, la intención de cada parte suele ser la misma. Por supuesto, esta intención positiva escapa muchas veces al conocimiento consciente. Acceder a esta intención es fundamental en todo proceso terapéutico.
Una combinación mortífera
Existe otra categoría que en realidad es una combinación de los tres anteriores y distinta en cada caso. Son los llamados virus mentales asesinos. Generan adicciones, depresión, compulsiones, comportamientos (auto) destructivos y auto sabotaje.
Muchas veces el auto castigo es sentido por este tipo de dinámica interior como un modo de hacer justicia. Por lo tanto de alcanzar cierta sensación de descanso 😯. Los virus mentales asesinos deben examinarse en el contexto individual de la persona y, en no pocas ocasiones, se enraízan en épocas tempranas.
Los virus mentales pueden conducir a situaciones de extrema dificultad.
He visto a muchas personas esclavas de adicciones con las que consiguen un alivio al desamor que vivieron de pequeños. En estos casos es importante resaltar que la vivencia del niño interior no tiene por qué ser real. Es decir, el niño pudo haber interpretado que sus padres no le quisieron y equivocarse de raíz. Sin embargo, y esto es cruelmente cierto, esta convicción, aunque sea falsa, puede conducirle a un comportamiento autodestructivo.
Hasta aquí una somera descripción de las categorías de virus mentales. Sin embargo sólo son puntos de partida, la complejidad de cada vida, de cada persona es única e irrepetible.
Hasta el próximo artículo recibe un cordial saludo,
Interpretación de la realidad en psicoterapia y coaching, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta y coach. PNL(Programación Neurolingüística) y terapia de virus mentales
Permitirnos la apertura a nuevas posibilidades.
La interpretación de la realidad condiciona nuestra calidad de vida. De tal manera que poner conciencia en cómo lo hacemos nos garantiza una existencia más plena.
La PNL distingue tres modos de evaluar nuestra experiencia. Estas valoraciones están en la base de cualquier proceso de psicoterapia y coaching. Pero muy especialmente en la terapia de virus mentales. Y esto es así por dos motivos:
– Nuestras creenciasson la base de nuestra interpretación de la realidad. Pero a su vez: – Los factores que inciden en la interpretación de la realidad generan nuestras creencias.
Veamos estas tres distinciones desde la óptica de la Programación Neurolingüística.
La interpretación de la realidad según la PNL.
Simplificando bastante dos son las actitudes que dirigen el comportamiento humano:
– Acercarnos a lo que nos hace sentir bien. – Alejarnos de lo que nos hace sentir mal.
Por otra parte, el modo en queevaluamos dolor y placer depende de nuestra interpretación de la realidad. Y para hacerlo utilizamos básicamente tres criterios:
– Nuestra fisiología. – Nuestros modelos de la realidad basados en nuestras experiencias de referencia. – La forma en que estos encajan o no con nuestras expectativas, criterios y valores.
Estos son los tres principales filtros que modelan nuestra percepción e interpretación de la realidad. Por supuesto, la mayoría de las personas no utiliza estos tres criterios de un modo consciente. Adquirir conciencia de los mismos es el primer paso para alcanzar nuestras metas.
La interpretación de la realidad según nuestra fisiología
Salud y coherencia vital para el bienestar emocional
La fisiología estudia las funciones físicas y químicas de los sistemas vivos. Cómo estas llevan a cabo sus funciones y los resultados de las mismas.
Así, no es lo mismo estudiar estando descansados que adormilados. Del mismo modo no estamos de tan buen humor cuando nos duelen las muelas como cuando nos sentimos sanos. Factores como descanso, dieta, relajación, ejercicio, consumo de estupefacientes etc., pueden alterar nuestra interpretación de la realidad.
Otras variables no son tan obvias pero igual o más determinantes para nuestro estado de ánimo. Gestos, respiración, postura corporal.
Existen distintas corrientes terapéuticas que hacen un especial énfasis en esta intervención desde la fisiología. Algunas son la risoterapia, técnicas de respiración, relajación, sonrisa interior,alba emoting, role playing y modelado en PNL.
La fisiología puede tener un profundo valor psicoterapéutico si la sabemos utilizar a nuestro favor. Se han hecho famosos algunos videos de alguien que irrumpe a reír en un transporte público. Adjunto un ejemplo, el resultado es espectacular.
En programación neurolingüística existe una práctica que es la denominada “como si”. Se trata ni más ni menos que de actuar, moverse, gesticular, etc… como si estuviéramos… contentos por ejemplo. Uno de los recursos más socorridos en depresiones leves es sugerir al afectado andar con la cabeza alta.
Nuestros mapas internos
En los talleres que imparto a menudo sugiero a los asistentes pensar en lo siguiente: “Un gato salta por una ventana”. Acto seguido compartimos algunas percepciones:
¿Cómo es el gato que has visualizado? ¿Grande, pequeño, intermedio? ¿De alguna raza en concreto, callejero? ¿Es un gato cualquiera o uno que conoces o has conocido?
¿Cómo es la ventana? ¿Es un primero, segundo, tercer piso o una planta baja? ¿Desde dónde cae el gato al saltar por la ventana?
Y así sucesivamente hasta comprobar que la experiencia de cada asistente es diferente. La interpretación de la realidad sugerida por la frase en cada persona es distinta.
Nuestras representaciones del mundo no son el mundo.
Y esto es así pues todos tenemos mapas distintos de la realidad. Pero, “el mapa no es la realidad”. Este es uno de los aforismos básicos de la PNL. Y existen tantos mapas como personas.
Nuestros sentidos físicos crean una imagen de la realidad distinta en cada especie. Así, por ejemplo, no tenemos la misma visión que una mosca, un gato un ave o un reptil.
Pero además existen otros filtros que repercuten en nuestra interpretación de la realidad. En estos se ven implicados la orientación de nuestra atención así como creencias, valoresy expectativas.
Por defecto, todos creemos que los demás comparten nuestros mismos filtros de interpretación de la realidad. Esto es causa de muchos malos entendidos y lo veo a menudo en terapia de pareja.
Lo que percibimos aparece como un proceso activo en función de tres mecanismos.
Tres mecanismos que influyen en la percepción e interpretación de la realidad.
– Generalización Elementos vivenciales aislados o puntuales los categorizamos como extrapolables a cualquier situación. Por ejemplo, un perro me mordió luego todos los perros son malos.
– Omisión. Prestamos atención selectiva a ciertos elementos de nuestra experiencia y omitimos otros. Por ejemplo damos importancia a cuando nos critican y obviamos cuando nos elogian.
– Distorsión. En este mecanismo influyen muy directamente las expectativas y creencias sobre cómo deben ser las cosas. Básicamente utilizamos la experiencia sensorial para etiquetarla y otorgarle un significado. Por ejemplo, una misma persona puede parecer simpática, frívola o cercana a personas distintas.
Este mecanismo está muy presente en las metáforas y la creación artística. En este último caso la distorsión es muy obvia, sin embargo, ambos son formas de interpretación de la realidad.
El papel de las creencias, valores y expectativas.
Expectativas y creencias sobre la realidad.
Cotejamos nuestros particulares mapas de la realidad con nuestras creencias, valores, y expectativas. Las expectativas, creencias y valores se instalan en nuestro interior por mecanismos de asociación con experiencias del pasado. Y forman parte no solamente de un modo de interpretación de la realidad. También de un modo de aprender lo que tiene sentido, lo que nos conviene o lo que no.
Esto nos permite evaluar lo que vamos experimentando de un modo automático. Pero no solamente lo que nos ocurre a nosotros, también evaluamos a los demás.
El aprendizaje tiene un aspecto positivo. Aprender de la experiencia nos permite evitar errores o experiencias dolorosas. Sin embargo tiene una cara oculta. Estos aprendizajes (no siempre conscientes) pueden ser auténticas jaulas que limitan nuestra percepción de la realidad. Incluso puede llevarnos a malos entendidos en la comunicación con otras personas.
Un ejemplo
Podemos creer que si alguien nos tiene en consideración responderá siempre a nuestras preguntas. Esta es nuestra expectativa. Sin embargo, puede darse el caso que un día alguien no responda a una consulta que le hagamos.
¿Oímos o escuchamos?
Automáticamente podemos llegar a pensar “si no me responde es que no me considera”. Esto en PNL lo conocemos como una equivalencia compleja, un significado atribuido a una conducta determinada. Es la estructura que asume un tipo de creencia. No quiere decir que sea correcta o no, simplemente es una creencia.
Sin embargo, es probable que no contemplemos un aspecto posible (eliminación). Y es el que la otra persona pudiera estar ensimismada en algo que la preocupe especialmente. En nuestra interpretación de la realidad hemos asumido que no nos ha prestado atención.
Cuanto más automáticas sean estas respuestas, más restringida tendremos nuestra interpretación de la realidad.
Nuestra interpretación de la realidad y la terapia de virus mentales.
Vimos en el anterior artículo sobre la terapia de virus mentales el papel de la coherencia en un comportamiento eficiente. En este artículo hemos examinado el caldo de cultivo de los virus mentales, a saber:
Cuando nuestra fisiología no está en coherencia con lo que sentimos, queremos o queremos sentir o conseguir.
Si nuestros mapas internos están encapsulados en generalizaciones, distorsiones y eliminaciones.
Cuando nuestras creencias valores y expectativas no están alineadas con nuestros objetivos. También puede ocurrir que exista un conflicto entre creencias, valores y expectativas opuestas.
Asimismo nuestras creencias pueden ser restrictivas o discapacitadoras. Incluso en nuestros procesos de aprendizaje pueden haberse instalado asociaciones erróneas.
Virus mentales y percepción distorsionada
Estos mecanismos son necesarios, pero es diferente que trabajen para nosotros a esclavizarnos de ellos. La PNL (Programación Neurolingüística) nos ayuda a tomar conciencia y optimizar este trabajo. De este modo nuestra interpretación de la realidad nos capacitará en vez de limitarnos.
Hasta el próximo artículo recibe un cordial saludo.
La biología define un virus como un microorganismo que necesita infectar una célula para replicarse. De esta manera, la función inicial de la célula queda contaminada pudiendo dañarla y hasta destruirla.
Llevado al terreno de la psicoterapiay/o el coachingpodemos establecer un paralelismo. Algo así como “quiero hacer X y, sin embargo, hago Y”. Es decir, una falta de coherencia entre lo que hago y lo que quiero hacer.
Esta falta imposibilita o dificulta la consecución de nuestros objetivos. O incluso genera conductas del todo inapropiadas. La terapia de virus mentales facilita esta coherencia o diluye la falta de la misma. De esta manera podemos conseguir más con menos esfuerzo. E incluso en otros casos, podemos liberarnos de actitudes y/o conductas tóxicas.
Veamos un cuento sobre la falta de coherencia.
Un relato taoísta sobre la congruencia.
Cuentan que un hombre de negocios visitó a un pescador. Lo encontró tumbado en la playa, tomando el sol y fumando tranquilamente.
El primero increpó al segundo: ¿Cómo es que estás tumbado pudiendo salir a pescar?
El pescador le miró tranquilamente. Podríamos decir que era un intuitivo experto en terapia de virus mentales. Preguntó al hombre de ciudad:
Coherencia interior y bienestar.
– ¿Para qué salir a pescar si ya he pescado lo que necesito para comer hoy? – El hombre de negocios le respondió. – Así acumularías más peces para vender y comprarte un barco. De este modo conseguirías una flota entera y pescadores trabajando para ti. – ¿Y para qué iba a querer eso? – Preguntó el pescador. – Pues para vivir más tranquilo trabajando menos.
El pescador respondió entonces…
– Justo lo que tengo ahora.
La terapia de virus mentales, en busca de la coherencia perdida.
Por supuesto esta es una metáfora. Sin embargo es muy próxima a la orientación de la terapia de virus mentales. Dicho en un lenguaje más directo es hacer más con menos. Diluir esos bloqueos que nos impiden conseguir lo que queremos. Y podemos encontrar muchos ejemplos de esto:
La terapia de virus mentales nace con una clara vocación de encontrar nuestra coherencia. La RAE define coherencia como la conexión y relación lógica y consecuente entre cosas, principios etc.
La conducta incoherente genera una sensación de perplejidad y malestar.
El motivo por el que vivimos vidas inconexas tiene mucho que ver con nuestra educación temprana. Del mismo modo con todo tipo de mandatos sociales y culturales que recibimos desde pequeños. Todos estos mandatos van dirigidos a crear un “yo social” aceptable. Pero lo hace a cargo de nuestra verdadera esencia. De esta manera vamos construyendo un Guión de vida que nos parece coherente pero….
La terapia de virus mentales busca pues encontrar estas incoherencias para alquimizarlas. Es importante este concepto de transformaciónde la incongruencia en vez de “eliminación”. Si trabajamos para desterrar estos virus mentales estamos trabajando en contra de nosotros mismos.
Las distintas corrientes terapéuticas, tanto de psicoterapia como de coaching hacen un especial hincapié en esto. Aceptarno es resignarse a…. pero tampoco maldecir lo que no nos gusta en nosotr@s.
Por supuesto, el corolario de este trabajo es la colaboración de los procesos conscientes con el inconsciente.
Terapia de virus mentales y PNL
La PNL (programación neurolingüística) es la disciplina que ha propuesto el término terapia de virus mentales. De la mano de Robert Dilts y en su libro “El poder de la palabra” ya aparece este concepto. Sin embargo fue Donald Lofland quien escribió un libro dedicado exclusivamente a la terapia de virus mentales con PNL.
Encontrarse a y con uno mismo.
Se trata de un libro que aporta una orientación muy adecuada. Sin embargo cabe advertir que, como la mayoría de libros de autoayuda es bastante simplista. En general se sigue vendiendo la programación neurolingüística como una disciplina de “recetas mágicas” para la excelencia.
Por desgracia se sigue obviando la vocación básica de esta disciplina. Explorar en la estructura de la experiencia subjetiva antes de que esta se refleje en conducta. Es decir, un trabajo de indagación, introspeccióny autoconciencia. Sin este elemento fundamental, tanto la pnl como la terapia de virus mentales acaban siendo meras “recetas”. Aplicar de un modo simplista estas fórmulas termina por vaciarlas de contenido y eficacia.
Dos de los libros que, a mi entender, aportan una visión más cercana a la realidad de la PNL son:
– “El camino hacia uno mismo” de Allan Santos y Marta Salvat. – “Pnl Darse Cuenta – Desarrollo de la conciencia y la percepción” de Peter Wrycza.
Por supuesto, lo ideal es seguir el recorrido completo de formación en Programación Neurolingüística.
¿Cuáles son los casos típicos a trabajar con esta modalidad terapéutica?
Como ya he señalado, la terapia de virus mentales apunta a las conductas incoherentes. Por ejemplo quiero hacer dieta pero como chocolate cada noche. Quiero tener una relación estable pero no hay forma.
Veamos a continuación algunos ejemplos:
– Cuando aplazamos continuamente algo que es necesario hacer. Procrastinar. – Temor exagerado al fracaso que provoca bloqueos. – Este es algo más inconsciente pero el temor al éxito también paraliza. – Depresiones(no depresión mayor o con componentes fisiológicos asociados) – Duelosno concluidos. – Compulsiones y adicciones. Tabaquismo, alcoholismo, ludopatía, cannabis, hachís…. – Trastornos de alimentación. La terapia de virus mentales funciona en este caso y en las adicciones si la persona es consciente de tener un problema. – Cuando nos comportamos de un modo distinto a como somos. – Vacilación continua al tomar decisiones. – Comportamientos autodestructivos en general, aun cuando no seamos conscientes del motivo de nuestro auto boicot. – Ansiedady/o temor inespecífico sin causa aparente. – Preocupación, culpa y/o bloqueos sin causa aparente. – Explosiones de ira y/o estado interno de enfado persistente.
Lo que no vemos nos impide ver lo que queremos.
La terapia de virus mentales también puede intervenir en las somatizaciones, alergias. Incluso en enfermedades degenerativas y/o sin causa aparente.
Pueden ser la causa o catalizadores (disparadores) de la somatización. No obstante en estos casos hay que ser muy prudentes pues pueden preexistir causas físicas no detectadas.
Seguiré escribiendo sobre este apasionante tema.
Hasta el próximo artículo recibe un cordial saludo,
Evolución y despertar en tiempos de crisis, Coaching generativo y PNLen Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach.
Peligro y oportunidad. Los caracteres que definen las crisis.
No hace mucho se popularizó el concepto crisis como oportunidad. De hecho la palabra en chino se compone dos caracteres: “peligro” y “oportunidad”. Hasta aquí la teoría que, como siempre, es muy bonita. Pero, ¿cómo materializar esto en épocas de auténticas crisis?
¿Es posible evolucionar y despertar en tiempos de crisis?
En este post presento las bases de este monográfico de coaching generativo: Evolucionar y despertar en tiempos de crisis. Durante el taller profundizaremos, con herramientas específicas, en esta posibilidad.
Evolución y despertar en tiempos de crisis. La oportunidad del coaching generativo.
El coaching, inicialmente, se dirigió al cambio de los comportamientos. Para esto era necesario (a veces aunque no siempre) revisar el nivel de las capacidades y habilidades.
Más tarde se descubrió la importancia de las creencias. Por ejemplo, si creoque soy incapaz de hablar en público, no lo haré. Y esto aun cuando tenga las capacidades y habilidades necesarias.
Sin embargo, y especialmente gracias a Robert Dilts y Stephen Gilligan, esta modalidad de terapia alcanzó niveles más profundos. El llamado nivel de la identidad. El ¿quién soy yo?. O más bien dicho ¿quién CREO que soy?
En el monográfico evolución y despertar en tiempos de crisis ahondaremos en las diferentes implicaciones de este nivel.
El no valgo, no merezco, no soy bienvenido, no tengo nada especial que aportar….
El «no soy suficiente, merecedor» etc… mensajes que limitan la identidad.
En el subtítulo algunos de los mensajes que más atentan a nuestra identidad. Este tipo de mensajes suelen estar profundamente enraizados en el subconsciente. Es por esto que la formulación en palabras es solamente eso, palabras. Sin embargo están presentes de un modo sutil.
En el monográfico “evolución y despertar en tiempos de crisis” trabajamos desde este nivel. Veremos a continuación las expresiones externas de una identidad parcialmente limitada. Pero antes te invito a explorar dos de mis anteriores artículos:
En estos ahondé en el concepto de subpersonalidad.La subpersonalidad es una constelación de creencias mediante las cuales nos identificamoscon una característica nuestra. Por ejemplo: “soy perezoso”, “soy impaciente”, “soy poco constante”, “soy fumador”. Existen otras aún más dañinas como: “soy culpable de”, “soy una carga”, “soy invisible”, “soy incapaz de ser feliz”… Estas junto con las expresadas en el título son creencias que afectan al nivel más profundo de nuestra identidad.
Si yo me identifico con una característica, por ejemplo, soy desconfiado, me niego la otra posibilidad. Es decir no puedo confiar pues yo SOY desconfiado. Este tipo de mensajes surten efecto a un nivel inconsciente muy profundo. Es tanto como decir:
A/ Soy hombre. B/ Los hombres no vuelan. C/ Luego yo no puedo volar.
Es el tipo de “razonamiento” que discurre en el nivel de la identidad. Es por esto que en evolución y despertar en tiempos de crisis utilizamos el concepto “salir de la caja”.
Salir de la caja, necesario y difícil en tiempos de crisis.
Un cliente, una vez me preguntó: ¿Por qué hacer este esfuerzo extra por “salir de la caja” en tiempos de dificultad? La respuesta es sencilla. Porque estamos programados para, en situaciones de estrés, volver a conductas y actitudes conocidas, aun cuando no funcionen. Incluso aun cuando nunca hayan funcionado. Es donde ponemos la conciencia en el taller evolución y despertar en tiempos de crisis.
Salir de la caja o de la zona de comodidad.
Freud llamó a esta vuelta a conductas conocidas como “compulsión de repetición” En el pensamiento Freudiano este concepto tiene implicaciones que van más allá. Sin embargo, en su núcleo esencial de consecuencias inmediatas nos lleva a repetir conductas y actitudes improductivas. Y más aún en situaciones de estrés. Y el estrés es la primera reacción que surge en tiempos de dificultad.
Cada vez que nos sentimos en peligro volvemos a lo conocido. Es como “volver a casa”. Y sé que esto puede parecer una respuesta irracional, yo diría que más que irracional es a/racional. Es decir, obedece a un impulso distinto al del “razonamiento”. En castellano existe un refrán que lo ilustra a la perfección: “Más vale malo conocido que bueno por conocer”.
Y estos programas siguen anclados y son tan poderosos porque están incrustados en nuestra identidad. En la definición secreta que tenemos de nosotros mismos.
Emerger de nuestra propia identidad, implica salir de la caja en la que estamos instalados. Como si fuera una cárcel de oro porque nos facilita una falsa seguridad. En el monográfico evolución y despertar en tiempos de crisis facilitamos este proceso de un modo seguro. Con prácticas específicas y comprobadas.
¿Por qué evolución y despertar en tiempos de crisis?
Para Darwin la evolución de las especies se debía a un mecanismo de adaptación que llamó la selección natural. Es decir, que, cuando
Sobrevive quien tiene mayor capacidad de adaptarse, no el más fuerte.
las variables del entorno son amenazadoras, sobreviven los organismos con mayor capacidad de adaptación. Por supuesto que Darwin lo contempló bajo el punto de vista de la supervivencia física. Pero también es extrapolable a los factores de bienestar y avance en otros aspectos de la existencia.
La evolución, en última instancia, tiende a un avance continuo en el que está implicada la identidad. Y es en tiempo de dificultad cuando más acuciante esta esta necesidad de adaptación.
En PNL existe un aforismo que dice: «Si haces siempre las mismas cosas, obtendrás los mismos resultados». En el programa de evolución y despertar en tiempos de crisis estudiaremos y practicaremos qué cosas nuevas podemos hacer. Y como resultado de lo anterior, generar nuevas transformaciones.
Programa evolución y despertar en tiempos de crisis. Fechas y datos prácticos.
¿Cuándo y dónde?
Fechas: Viernes, sábado y domingo 17, 18 y 19 de junio.
Horarios: El viernes empezaremos por la tarde a las 18h y terminaremos a las 21h El sábado haremos por la mañana de 10 a 14 y retomaremos por la tarde de 16 a 20h. El domingo el horario será de 10 a 14h.
Dónde: Instalaciones de Espai Obert, C/ Les Valls 28, 4º-6ª 08201 Sabadell
Imparte: Equipo de coaching de Institut Integratiu
Inversión: 150.- €
Si precisas de más información puedes contactar conmigo o bien al mail de Institut Integratiu: info@institut-integratiu.com
También puedes acceder a más información en la página de Institut Integratiu
Un cordial saludo,
El trabajo en equipo facilita procesos de aprendizaje más enriquecedores.
¿Cómo saber quién soy? Coaching generativo y PNL de tercera generación en Sabadell, Terrassa y Online. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach, consulta de psicoterapia y coaching.
Para conocernos mejor necesitamos, también, momentos de soledad.
Con quién más estamos desde que nos conocemos es con nosotros mismos. Nadie ha compartido más con nosotros que nosotros. Sin embargo la gran pregunta sigue ahí. ¿Cómo saber quién soy yo? Es una pregunta que revolotea cualquier proceso bien sea de psicoterapia como de coaching.
En el artículo Ser y hacer en PNL expuse una aproximación a los niveles neurológicos en programación neurolingüística. Desde esta perspectiva la identidad aglutina conductas, capacidades, creencias y valores en el ser. Así pues, la respuesta a ¿cómo saber quién soy yo? tendría respuesta explorando esos distintos niveles. Sin embargo tanto en la práctica de psicoterapia como de coaching surge algo (aparentemente) desconcertante:
Una parte mía quiere (por ejemplo) comer más y otra quiere comer sano y hacer ejercicio. Entonces surge el interrogante ¿Cómo saber quién soy yo? Existe una divertida metáfora que a menudo se utiliza en gestalt y pnl.
Cuentan que Nasrudín (*) fue a descansar a un albergue en una etapa de su viaje. Como ahí dormían centenares de personas en la misma habitación se preguntó: “Al despertar ¿cómo sabré quién soy yo?”. Así que decidió atarse un globo en el dedo gordo del pie.
Pero ese lugar estaba repleto de bromistas. Así que uno de ellos decidió desatar el globo del pie de Nasrudín y se lo ató al suyo. Al despertar y ver el globo atado en el pie de otro, Nasrudín se preguntó: “si ese soy yo…. ¿quién soy yo?”
Los dos niveles de la identidad según la Programación neurolingüística (PNL).
El papel de la identidad es definir la propia misión de vida.
Robert Dilts actualizó el modelo de los niveles en el aprendizaje de Bateson El nivel identidad, según la PNL, expresa los niveles de conducta, capacidades, creencias y valores. Así, para responder a la pregunta ¿cómo saber quién soy yo? haremos bien en revisar esos otros niveles.
El nivel de la identidad se corresponde con la misión. La misión es el papel o el servicio que prestamos en un sistema mayor. Es la respuesta a preguntas del tipo: ¿Qué he venido a hacer aquí?, ¿Qué papel juego en la vida? etc. Esto está vinculado a nuestros valores y capacidades. Los valores definen nuestros intereses más profundos y que más nos motivan. Las capacidades, aquello en lo que somos especialmente competentes. Cuando desplegamos nuestros valores y nuestras habilidades en entornos específicos mediante conductas coherentes, nuestra identidad se manifiesta libre y competentemente.
Y esto está vinculado a quiénes somos. Así pues saber cuál es mi misión va precedido por la pregunta ¿cómo saber quién soy? Ahora bien, ocurre a veces que parecen existir en nosotros diferentes “yoes”, diferentes intereses e incluso capacidades. ¿Realmente somos uno o muchos? La respuesta que nos da la PNL es esencialmente pragmática:
Existen dos niveles en la identidad. Uno es el ego y otro que podemos llamar alma, esencia, yo profundo etc. El ego obedece a los distintos roles que manifestamos en la vida. El nivel de la esencia a nuestro YO profundo.
¿Cómo saber quién soy yo? La tendencia del ego/identidad a identificarse.
El ego tiende a identificarse con roles, filiaciones, defectos, virtudes etc….
Una primera aproximación a la pregunta ¿cómo saber quién soy? es ¿quién estoy siendo? Es decir, en este momento, con estas personas, en este lugar. Una percepción poco clara de la identidad conlleva una inercia, la identificación. Identificarse con (X) es una fantasía que todos vivimos. Del mismo modo que Nasrudín “urdió” desatinadamente identificarse con un globo a nosotros nos pasa algo parecido.
El genial humorista Pepe Rubianes lo dejó estampado en uno de sus irreverentes gags:
“Decir que hemos ganado cuando vemos un partido de fútbol es como ver una peli porno y decir – hemos follado-”.
En el proceso de identificarnos nuestro ego juega su rol concreto. Sin embargo nos alejamos de nuestro yo profundo.
Y para responder a ¿cómo saber quién soy yo? es preciso saber antes con qué me estoy identificando. Es poner conciencia en la inconsciencia. Algo inherente a cualquier proceso bien sea de coaching como de psicoterapia.
Esta característica del ego de identificarse la podemos ver por ejemplo:
– La persona que se identifica con su enfermedad dice “soy diabético” – Quien se identifica con un defecto: “Soy mentiroso “o con una virtud “soy sincero”. – También quien lo hace con una filiación: “Soy del Barça (del Madrid, del Betis etc…) – Incluso quien lo hace con una profesión: “Soy psicoterapeuta (coach, cartero, policía etc…)
Además existen otros niveles de identificación. Por ejemplo el carácter, el rol en el trabajo, el ser padre o madre… Mención aparte el llamado por algunos el “yo social” que Jung llamó “persona”. Es decir, esa parte del ego que se adecua a las normas sociales de todo tipo.
Al poner conciencia podemos responder a la pregunta ¿cómo saber quién soy yo?. Bien sea que se trate de una identificación parcial como de nuestra esencia.
El trabajo con las subpersonalidades o los yoes en psicoterapia y coaching.
Subpersonalidades o distintos yoes de cada uno.
En sí no es perjudicial este proceso de identificación, siempre y cuando no nos dejemos engullir por él. Cuando esto ocurre pasa como en el cuento “El caballero de la armadura oxidada”. El caballero que se identificó tanto con su armadura que no sabía quitársela. Y no sólo eso, casi ni sospechaba que la llevaba puesta. Él terminó siendo su armadura y cuando quiso quitársela casi le cuesta la vida.
Conocer las subpersonalidades no es suficientes para responder a la pregunta ¿cómo saber quién soy? Sin embargo identificarlas nos ayuda a una aproximación al núcleo profundo.
Empecemos identificando detrás de cada una patrones de actitud y conducta muchas veces inconscientes. Podemos, para facilitar el trabajo, ponerles nombre. Por ejemplo: perezosoy crítico; glotón y obseso de las dietas y ejercicio; dependiente e independiente.
Casi siempre aparecen en pares de opuestos (polaridades). Otras veces aparece sólo una subpersonalidad pero no su polaridad. Por ejemplo el obsesivamente puntual. En estos casos estará bien en sospechar que existe una subpersonalidad – contrapeso, en lo más profundo del subconsciente.
La terapia con subpersonalidades se usa tanto en coaching como en psicoterapia. En este artículo no podemos entrar en profundidad, sin embargo una primera aproximación consiste en reconocerlas y nombrarlas. Así empiezo a responderme a la pregunta ¿cómo saber quién soy? por eliminación. O más bien dicho, sabiendo que soy esa subpersonalidad (por ejemplo el glotón) y soy mucho más que ella.
¿Cómo saber quién soy? Las subpersonalidades y la intención positiva.
En nosotros no sólo hay un ángel y un demonio.
Cada subpersonalidad cumple una función en el entramado de nuestra existencia. Incluso, cuando aparentemente nos daña, tiene una intención más allá del aparente perjuicio. Cada una de ellas tiene una necesidad y, a su vez, cumple con una intención positiva. Identificar estas necesidades e intenciones positivas es parte de la respuesta a la pregunta ¿cómo saber quién soy?
Cosa distinta es que el modo en que cada una persiga satisfacer esa necesidad sea adecuado o no. No confundir nunca el ¿qué? con el ¿cómo? Un ejemplo que ya he descrito alguna vez pero que me impactó y emocionó:
Se trata de un hombre alcohólico de largo recorrido. Quería superar su alcoholismo pero no encontraba el modo a pesar de las diferentes modalidades de psicoterapia que probó.
Estuvimos indagando qué ocurría cuando tomaba el primer trago. Descubrió que una sensación cálida aparecía en su plexo solar. Le invité a asociarse a su personaje alcohólico junto con la sensación.
En ese momento rompió a llorar. La búsqueda incesante era amor. Esa era la necesidad no resuelta que aparecía en forma de calidez cuando bebía. Por supuesto no es la mejor forma, pero en algún momento de su vida apareció como un recurso de emergencia. Luego se instaló y ancló de un modo semi inconsciente.
Cuando buscamos responder a ¿cómo saber quién soy? también debemos buscar las heridas emocionales. De otro modo la respuesta sería incompleta. Es básicamente la diferencia entre psicoterapia y coaching. La primera se asienta en solucionar heridas anímicas. El coaching se focaliza más en las capacidades y en hacerlas operativas.
Relacionarnos con nuestras subpersonalidades desde nuestro centro.
El centro es otra forma de hablar de nuestra identidad profunda.
Detrás de cada subpersonalidad hay necesidades no resueltas. Y, en el fondo, la intención positiva que tienen es satisfacerlas. Esto nos ayuda a relacionarnos con nuestras partes difíciles de un modo más amable y compasivo. Al identificar estas necesidades nos acercamos a la respuesta a ¿cómo saber quién soy yo?
Un ejercicio preliminar sugerido es el de reconciliarnos con nuestras partes desde nuestro centro. Puedes ver una propuesta de ejercicio de centramiento en mi artículo: El centramiento en psicoterapia y coaching. Y un enlace al audio que le acompaña…. Práctica de centramiento estándar. Entonces, desde tu centro, acoger y aceptar a esa subpersonalidad herida, con su necesidad e intención positiva. Es como recibir a un niño que, con buena intención, ha aprendido conductas equivocadas.
El segundo paso consiste en reconocer la necesidad no resuelta, la intención positiva.
Seguidamente encontrar formas creativas y distintas de satisfacer esa necesidad no resuelta. Y finalmente reconocer que tú eres esa subpersonalidad… y eres mucho más que ella. Sin esta aceptación, la respuesta a ¿cómo saber quién soy? quedaría incompleta.
En el próximo artículo aprenderemos como desidentificarnos de las identificaciones para…
Las enseñanzas de Nasrudín, mitad sabio mitad bufón.
(*) Nasrudín es un personaje ficticio que aparece en relatos de la tradición sufí. A menudo, sus anécdotas se utilizan como metáfora que reflejan diferentes momentos en procesos de psicoterapia y coaching. Especialmente en las modalidades de terapia transpersonal, pnl y Gestalt.
¿Cómo saber quién soy? Coaching generativo y PNL de tercera generación en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach, consulta de coaching y psicoterapia.
El poder de las palabras. Reencuadrar la realidad con el pensamiento positivo realista. PNL aplicada al coaching,visitas en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach, consulta de psicoterapia y coaching.
En el anterior artículo relacionado vimos cómo ver el vaso medio lleno utilizando un conectivo. En concreto el adverbio temporal “mientras”. Utilizar el poder de las palabras para encuadrar nuestra experiencia y, de este modo, construir una experiencia más creativa. Así construimos un pensamiento positivo ¡¡Y REALISTA!!. Esta es una de las premisas básicas del coaching.
Seguimos adelante explorando el poder de las palabras con tres conectivos más: “pero” “y” y “aunque”. El estudio de estos conectivos, en este caso conjunciones, no lo hago bajo un estricto punto de vista gramatical.
La orientación es la de ver cómo influyen en nuestra experiencia interna. De este modo podemos orientar el pensamiento positivo de un modo realista con el poder de las palabras. A este estudio dedica especial atención la PNL (programación neurolingüística).
El poder de las palabras. La conjunción adversativa pero.
La conjunción pero resta importancia a lo dicho anteriormente.
Las conjunciones sirven para enlazar palabras u oraciones. En sí no tienen significado, sin embargo, sí tienen una gran importancia. En castellano existen diferentes tipos de conjunciones, “pero”, pertenece a la familia de conjunciones adversativas.
Las conjunciones adversativas contraponen dos conceptos. De este modo, uno de ellos queda eclipsado por el otro. Examinemos los siguientes ejemplos:
Hoy me siento optimista pero mañana me espera un día de perros.
He conseguido muchos objetivos con el coaching, pero no todos los que quería.
Quiero dejar de fumar, pero no sé si lo conseguiré.
El orden de los factores sí altera el producto, o la importancia del cómo.
Para apreciar el poder de las palabras comparemos las anteriores frases con las siguientes.
a. Mañana me espera un día de perros pero hoy me siento optimista.
a. No he conseguido todos los objetivos que quería con el coaching, pero sí muchos de ellos.
a. No sé si lo conseguiré, pero quiero dejar de fumar.
Te sugiero que compares, bajo el criterio de pensamiento positivo realista, cómo impactan las frases en tu ánimo. La 1 con la 1.a., la 2 con la 2.a., la 3 con la3.a.
¿Con cuál te quedas de cada par? ¿Qué frase de cada par alimenta un pensamiento positiva realista en ti?
Es importante advertir que solamente estamos reencuadrando la realidad, no modificando ni contaminándola con nuestras expectativas. A esto es a lo que me refiero con el pensamiento positivo realista.
El pensamiento positivo realista con el conectivo aunque
Aunque lo siguiente… no me convence
“Aunque”, como “pero”, es una conjunción adversativa. Sin embargo, cuando la examinamos bajo el punto de vista de su influencia como reencuadre funciona al revés. Así, mientras la conjunción “pero” parece ensombrecer la primera proposición en una frase, “aunque” eclipsa lo que sigue.
Voy a hacer una formación de coaching aunque tenga poco dinero.
Sigo con mi práctica diaria de relajación aunque tenga poco tiempo.
Para mí es importante mi práctica diaria de ejercicio aunquequiero (1) aplicar disciplina.
Apreciamos, de nuevo, el poder de las palabras si cambiamos el orden de las proposiciones.
Existe otra característica típica de esta conjunción y es que puede colocarse al principio de la frase. Por ejemplo:
Aunque estoy nervioso, sé que esto pasará en un momento.
El poder de las palabras con la conjunción copulativa “y”
La “Y” es una conjunción que enlaza elementos sintácticos uniéndolos y sumándolos. Bajo el punto de vista del poder de las palabras, esta conjunción iguala ambas partes de la proposición. Esta es una propuesta típica de la terapia gestalt. Podríamos decir que en este caso se enfatiza el aspecto realista del pensamiento positivo.
Quiero emprender un proceso de coaching y tengo poco dinero.
Voy a disfrutar del domingo y mañana iré a trabajar.
El coaching me sirve para ser realista y optimista.
La conjunción copulativa Y une en igualdad de condiciones.
Tener presente el poder de las palabras en cualquier proceso de coaching y psicoterapia es fundamental. Genera estados internos vinculados con el pensamiento positivo y realista. Y sabemos que cualquier proceso de transformación es más eficiente cuando el estado interno es óptimo.
Además, en cada momento podemos elegirun modo u otro de enfocar el poder de las palabras. Bien sea que nos interese focalizarnos en un aspecto u otro de la realidad. Y este es uno de los metaobjetivos de cualquier proceso de coaching o psicoterapia. Junto con el de ampliar conciencia, la capacidad de elegir.
Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo,
El poder de las palabras. Reencuadrar, con el pensamiento positivo realista, la realidad. Coaching con PNL, visitas en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta, consulta de coaching y psicoterapia .
Ver el vaso medio lleno. Pensamiento positivo realista, consulta en Sabadell, online y Terrassa. Josep Guasch, coach y psicoterapeuta, consulta de coaching y psicoterapia.
“Un novicio preguntó al prior: «Padre, ¿puedo fumar mientras rezo?” Y fue duramente reprendido. Otro novicio preguntó: «Padre, ¿puedo rezar mientras fumo?» Y se alabó su devoción.” Matteo Rampin
Fumar mientras rezo o rezar mientras fumo.
Al observar la realidad podemos hacerlo desde distintas posiciones. Es famosa la frase ver el vaso medio lleno o medio vacío. El vaso está como está, es nuestra posición como observador la que varía. Es una de las primeras cosas que aprendí en mi formación de coaching transformacional. Ya hace de esto muchos años.
A veces tropiezo con personas que viven un tipo de pensamiento positivo que dudo que sea el adecuado. Son personas que a cualquier situación le ponen un filtro de optimismo inaudito. Tanto que…. Se evaden de la realidad. Y escapar de lo real no es coaching ni psicoterapia. Sobre esto expuse algo en mi artículo: La actitud mental positiva.
¿Se puede ser optimista sin perder el contacto con lo obvio? Yo creo que sí. Es decir, ver el vaso medio lleno cuando realmente es así. Pero no cuando está vacío. Y hoy voy a hablar de algo que algunos pueden llamar técnica. Yo creo que es más bien actitud.
Aprender a ver el vaso medio lleno es una capacidad. Esta capacidad, entrenada adecuadamente, puede modificar nuestras creencias. Cuando estas se modifican, es más que posible que transforme el concepto que tengo de mí mismo. La identidad, es decir quién es el observador. También expuse algo sobre esto en mi artículo: Ser y hacer, niveles neurológicos, coaching y pnl. Vamos a ello.
Ver el vaso medio lleno. ¿Dónde pongo el foco de mi atención?
¿Dónde pongo la atención en lo blanco o en lo negro?
Este ejemplo es muy conocido: La copa de Rubin. Mi mirada está puesta en algo existente. Si me focalizo en lo blanco veo una copa. Si mi atención está focalizada en lo negro veo dos rostros. Y lo mejor de esta capacidad es que no está alejada de la realidad. Ver el vaso medio lleno, como en el vaso de Rubin depende de dónde ponemos la atención. Por lo tanto de la posición desde la que observamos la realidad. No es fantasear sobre realidades que deseo pero que, obviamente, no existen aquí y ahora. Por eso, en cierta ocasión dije que el coaching es acción con conciencia.
Un ejemplo: un hombre viene a consulta para dejar de fumar y me dice literalmente: «Hace veinte años que estoy intentando dejar de fumar y no lo consigo». Si pongo el foco en “no lo consigo”, evidentemente me desmoralizo. Ahora bien, si me focalizo en esos veinte años que lo ha estado intentado: ¿No es realmente admirable la persistencia y determinación sostenida durante 20 años? ¡Y sigue intentándolo sin desmoralizarse! Es un modo de ver el vaso medio lleno. Y no deja de ser verdad.
Es cierto que al encuadrar según qué frases hay que andarse con cuidado no vaya a ser que parezca un chiste. Por ejemplo, “no soy raro, soy una edición limitada”. O “no soy feo, soy difícil de ver”. Son ejemplos de reencuadres con palabras que dirigen la atención hacia otros aspectos de la realidad. Pero también es cierto que cuando me reconozco como “raro”, me reconozco como “único”. Y si me reconozco como único, es cierto que tengo un valor. Los diamantes son precisamente valiosos por su singularidad.
El reencuadre en PNL y coaching. Un tipo de pensamiento positivo realista.
Esto es lo que en PNL se conoce como reencuadre. Reencuadrar es modificar el marco a través del cual observamos una situación o un problema. Esto es de especial importancia en cualquier proceso de psicoterapia y coaching. De la misma manera que podemos ver el vaso medio lleno, podemos encuadrar nuestra experiencia. Casi siempre las palabras (o el modo en que se utilizan) están implícitas en el reencuadre. El modo en que las utilicemos conllevará una forma u otra de impactar en nuestra vivencia interior. Examinemos las dos frases clave del párrafo de la introducción:
“¿puedo fumar mientras rezo?”: “¿puedo rezar mientras fumo?»
Las palabras nos delatan y nos construyen.
Mi intención al repetir este párrafo es que examines la distinta manera en que ambas frases impactan en ti. En la primera frase el fumar parece la acción principal. Mientras que el rezar parece algo secundario. En la segunda proposición el fumar queda supeditado al rezar. Esto es muy parecido a ver el vaso medio lleno o medio vacío. Es lo que se conoce en PNLreencuadre con palabras.
El adverbio temporal “mientras”, debilita el impacto del verbo que le sigue, resaltando lo que precede. Puedo, por ejemplo, estudiar mientras escucho música. Pero escuchar música mientras estudio…. desvirtúa el estudio.
A veces, el “mientras” deja un espacio en suspenso, a “rellenar” con la imaginación de quien escucha. Veamos el título del libro de Stephen King: “Mientras escribo”. Digamos que el verbo escribo es el vaso medio lleno. Lo que veo, lo que sé. Pero lo que ocurre mientras…. Queda en una incógnita. No es porque sí que se trata de un maestro del género de suspense, terror, fantasía… etc.
El adverbio mientras y el vaso medio lleno.
“Mientras pienso en los posibles obstáculos, me dirijo hacia mi objetivo”. No dejo de hacer lo preciso para conseguir mi objetivo que sigue estando en primer plano. Mi objetivo es el vaso medio lleno. Los obstáculos no dejan de ser tenidos en cuenta, pero lo son en un segundo plano. Además, el adjetivo “posibles”, relativiza la aparición de obstáculos.
Recordemos que la atención dirige la acción. Es la presuposición que subyace a la construcción de reencuadres.
La realidad depende del punto de vista del observador.
Hace años, cuando empecé a interesarme en esto del coaching y la psicoterapia conocí a un peculiar terapeuta. Mientras yo le hablaba él iba pintando unas piedras/runa. Esta era mi percepción. Yo le miraba atónito.
Levantó la vista y me dijo: «No te preocupes, te escucho mientras pinto las runas». Este sutil cambio en las palabras reorientaba mi percepción de hacia dónde ponía él la atención. El vaso medio lleno estaba en mí, el medio vacío en las runas. Aunque a veces, lo que permanece en el fondo, sugerido, también aparece sutilmente. No sé si conocía esto del reencuadre, la PNL o el coaching… pero consiguió tranquilizarme.
Seguiremos construyendo reencuadres en los próximos artículos.
Ver el vaso medio lleno. Pensamiento positivo realista, consulta en Sabadell, online y Terrassa. Josep Guasch, coach y psicoterapeuta, consulta de psicoterapia y coaching.
Aceptarse y comprometerse en aprender y mejorar claves de la autoestima
A menudo las propuestas terapéuticas para mejorar la autoestima van acompañadas de sugerencias bien orientadas y eficaces. Es decir, nos orientan sobre el qué. Sin embargo pocas nos indican el cómo. Es algo que veo constantemente en las sesiones de terapia. “Sí, esto que dices lo entiendo pero no sé cómo ponerlo en práctica.»
En mi anterior artículo “qué es la autoestima” sugerí diversas formas terapéuticas para mejorar la seguridad en uno mismo. Una de ellas, inspiradas en la PNLes la llamada apadrinamiento o patrocinio. Veremos en este artículo un ejercicio para mejorar la autoestima basada en esta modalidad terapéutica.
Cómo mejorar la autoestima y seguridad en uno mismo con los tres mentores.
Construir una autoestima fuerte nos ayuda a enfrentar nuevos desafíos.
Cualquier terapia, orientada a mejorar la autoestima, que no contemple este nivel es parcial. Esto no quiere decir que no sea eficaz. Existen modalidades de terapia remediativas. Es decir orientadas a modificar conductas y, en su caso, las habilidades de las que emanan los comportamientos deseados.
A veces, una modalidad terapéutica remediativa es suficiente. En estos casos el problema no está en el concepto que la persona tiene sobre sí misma. Es decir las creencias nucleares acerca de uno mismo. Puedes, si lo deseas, explorar la importancia de las creencias para mejorar la autoestima en el artículo: Terapia para la autoestima baja.
Un apunte necesario antes de empezar el ejercicio
Como vengo diciendo habitualmente, los ejercicios que propongo en el blog son una sugerencia con carácter orientativo. Para garantizar resultados lo ideal es ponerlos en práctica con un terapeuta acreditado. Es el mejor modo de mejorar la autoestima con garantías.
Elige una experiencia concreta en la que te sentiste inferior, rechazad@, incapaz, no adecuad@ o merecedor/a. Es de vital importancia trabajar con experiencias concretas, no con fabulaciones ni posibles futuros.
Ejercicio para mejorar la autoestima, primera parte.
Elige tres personas en las que confiaste plenamente. Pueden ser tres personas que conociste en tu infancia hasta hoy. A continuación elige tres personas que confiaron en ti. Primero trabaja con el primer grupo de tres. Realiza el ejercicio completo y, al día siguiente con el segundo grupo. Para empezar escoge el primer grupo.
o Obsérvalos detenidamente en tu memoria. Presta atención a su manera de moverse, andar, hablar, y todo cuanto consideres importante de cada una de ellas. o Ahora date cuenta del impacto que ell@s tienen en ti. ¿Cómo es sentirse aceptado por ellos tal y como eres? ¿Cómo es y sientes ser recibid@ como una persona únicay valiosa?
Para mejorar la autoestima es importante tomar nota de las sensaciones físicas cuando te sentiste aceptad@ íntegramente.
Elegir una situación en la que la seguridad en ti mismo tambaleaba. Segunda parte.
Vivir las emociones, sean las que sean, y no sucumbir a ellas, clave de la autoestima.
Elige una situación en la que te sentiste falt@ de confianza. Observa en disociado (como un observador) esa experiencia (Posición yo). Presta atención a lo que ves, lo que oyes. El entorno y las personas que forman parte de la experiencia
Ahora da un paso al frente, sumérgete la situación. Revívela como si estuviera pasando ahora. En forma plenamente asociada, sumergido en ella. Observando lo que ves, escuchando lo que oyes, prestando atención a lo que sientes, patrones corporales (respiración, postura, gestos…), emocionales. Posición “Experiencia”
Ahora da un paso atrás y disóciate. Posición “Yo” (observador).
Ve a la metaposición para tomar nota de experiencia en forma asociado y disociado (Posición “Metaposición”) Observa ambas posiciones y los mensajes que te sugieren las mismas. Desde la metaposición ¿Qué crees que le falta al yo? ¿Qué objetivo definirías? ¿Crees que le falta algún recurso?
Los mensajes de los mentores. Tercera parte
A continuación ocupa la posición de Recursos, girándote con respecto a la posición anterior en 180º de tal manera que estés frente a los tres mentores. Respira y conecta con tu centro.
Abre los ojos y observa a tus tres mentores. Frente a ti. Con sus mensajes, ell@s te inspirarán para mejorar tu autoestima
Podemos elegir modelos de personas o personajes que nos inspiren a mejorar.
Ahora da un paso al frente y entra en el mentor 1. Asóciate plenamente a él. ¿Cuál es tu postura corporal siendo el mentor 1? ¿Cómo te mueves? ¿Cómo respiras? ¿Qué piensas y cómo? ¿Cómo eres siendo el mentor 1? Entra en el personaje no te detengas en una explicación descriptiva. Sé el mentor 1. Piensa, muévete, habla, siente como él.
Da media vuelta sobre ti y observa la posición “Experiencia”. En condiciones óptimas verás en disociado la experiencia con el “yo”. Observa y detente en lo que ves y oyes teniendo claro lo que quedó definido como objetivo, recursos, etc. en la metaposición. Deja que aparezca un mensaje corto, claro y explícito para el “yo”. No más de cinco palabras y si pueden ser tres o cuatro mejor que cinco. Las palabras pueden venir acompañadas de una imagen mental y un gesto o postura corporal.
Plenamente asociado a “mentor 1” transmite las palabras y, en su caso, imagen y/o postura corporal al yo en la “posición recursos”. Aquí debes adoptar la personalidad y actitud del mentor que con su mensaje inspira al “yo” para mejorar la autoestima.
Ve a la “posición de recursos”. Colócate frente al mentor 1 recibe el mensaje, resuena con él. Siente cómo puede apoyarte y “apílalo” en tu centro.
Afianzar la sanación del niño interior.
Si estás en el trabajo con tu niñ@ interior (enlace), preséntale ahora a tu mentor 1. Este trabajo de “presentación a tu niñ@ interior es aconsejable para mejorar la autoestima. Lo puedes hacer a lo largo de tu trabajo de reparentalización. Sin embargo no es imprescindible si empiezas ahora con el trabajo.
Si decides añadir al proceso el trabajo con el niño interior, solamente tendrás que añadir este paso con cada mentor.
Una vez hecho, repite la operación con mentor 2 y mentor 3.
El mensaje definitivo para mejorar la autoestima
– Con los tres mensajes en forma de palabras, imágenes, posición y/o gesto define el metamensaje. Un mensaje que adopte las tres formas y sea la esencia de lo anterior. Las palabras, imágenes y posición o gesto serán las tres anclas que definen el recurso.
– Das la vuelta 180º sobre ti mismo y con el metamensaje y el centro vas a la posición Yo. Observa en disociado la experiencia.
– Da un paso adelante, asóciate a la misma y revívela con el recurso.
Dibujo de las distintas posiciones durante el ejercicio.
Conclusión y finalización del ejercicio para aumentar tus recursos.
Observa y siente cómo se modifica tu vivencia de la experiencia. Lo que ocurre no cambia, sí cambia el modo en que lo recibes. Esto es así por cuanto el ejercicio está orientado a mejorar tu autoestima.
Hasta aquí la entrada de hoy. Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo.
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“En un lugar, no sé dónde,
había no sé qué santo,
que rezando no sé qué,
ganaba no sé cuánto….”
Nuestras creencias conforman el molde que dibuja nuestro guión de vida.
Para estudiar el vínculo entre creencias y lenguaje empezaré por profundizar en eso que llamamos creencias. Pero lo haré bajo un punto de vista distinto al habitual. Lo presentaré con el concepto de la matrix de nuestras creencias. Y para explicarme empecemos por definir el concepto matrix. Traducido al castellano “matriz”, es decir un molde en el que se da forma a algo. Por extensión la RAE la define como una entidad principal generadora de otras.
¿Qué relación tiene el concepto matrix y las creencias? Para esto me remitiré a un hipotético experimento propuesto por la filosofía.
El cerebro en una cubeta y la matrix de nuestras creencias.
“El cerebro en una cubeta” es un experimento mental. Plantea la posibilidad de un cerebro mantenido vivo, en condiciones de laboratorio, y conectado a una súper computadora. Esta ofrece una serie de estímulos que procuraría al cerebro la ilusión de vivir en una realidad. Por supuesto, un experimento mental plantea un escenario hipotético, imaginado. La virtud de esta conjetura es que ayuda a pensar un poco más allá de nuestros límites.
La famosa película matrix partiría (en modo similar) de este supuesto. Estamos prisioneros de una realidad virtual que nos ofrece un escenario al que no podemos objetar nada. Y no podemos objetar nada a esta realidad pues la prueba para hacerlo está “fuera” de este universo virtual… Salvo, claro está….
¿Es posible que nuestras creencias estén influenciadas
por una matriz que nos define?
¿Somos cerebros que creen vivir una vida?
Veamos, para empezar, cómo percibimos la realidad con la vista.
1º.- El ojo percibe los estímulos luminosos en forma de ondas electromagnéticas. Estas contienen información relativa a la intensidad y color de la luz.
2º.- Posteriormente, la retina transforma la luz en impulsos nerviosos (de naturaleza eléctrica). Estos impulsos nerviosos se dirigen al cerebro a través del nervio óptico.
3º.- El cerebro es quien procesa los estímulos, los reconoce, interpreta y da formas útiles y con sentido para nosotros.
Así, pues lo que percibimos “ahí afuera” es algo transformado “aquí adentro”. Es decir, nuestro cerebro nos ofrece su versiónde lo que ocurre en el mundo externo. Yo diría que esta es la primera matrix de nuestras creencias. Es decir, si pudiera verme tal como soy, no sé si me asustaría, me disgustaría o me alegraría.
Pero hay más, mucho más….
Noam Chomsky, estructura profunda y estructura superficial.
Chomsky, en su visión de la gramática transformacional, establecía estos dos niveles Estructura profunda y Estructura superficial. Posteriormente, la programación neurolingüística incorporó este modelo para estudiar la comunicación. Veamos un ejemplo.
Mi amigo me dice: “Ayer compré un coche”. Esta es la estructura superficial. Yo puedo, en ausencia de más datos, imaginar que compró un coche marca Audi Quattro, de color gris marengo. Por supuesto en un concesionario Audi que conozco y el vendedor, alguien vestido con un traje azul oscuro.
Ahora, amig@ lector/a ¿qué imaginaste tú?
Si imaginaste lo mismo que yo, ¡compartimos algo de una misma matrix!, es bastante improbable. Sin embargo podríamos ir más allá. El vendedor ¿hablaba catalán o castellano?, ¿era alto, bajo, con bigote?, ¿había más coches? ¿Qué otros coches había en el concesionario? Y así podríamos ir alargándonos.
Es decir, inconscientemente, cada uno de nosotros “rellena” la información que falta con nuestro universo interpretativo. Es la estructura profunda, hacia dónde, internamente, nos lleva cada frase. Para ser algo más gráfico yo imagino la estructura profunda como las raíces de un árbol. Raíces que pueden ramificarse hasta casi el infinito y sustentan el tronco y la copa, la estructura superficial. Y aunque no lo parezca, ya estamos en la matrix de nuestras creencias, y hemos pasado por dos matrices.
La primera, lo que vemos ahí fuera es una interpretación de nuestro cerebro.
La segunda, derivada de la frase de mi amigo: “ayer compré un coche”.
Lo que decimos, es apenas la parte visible de lo que está en nuestra vivencia interior.
Veamos la segunda matriz. ¿Podemos realmente visualizar un coche como un ente abstracto? Yo no, y sospecho que, generalmente, nadie es capaz de hacerlo. En nuestro universo interno le damos una forma, aunque no seamos conscientes. ¿Por qué (yo) elegí visualizar un Audi quattro? Es un coche elegante, seguro y veloz. Aquí ya aparecen, espontáneamente, tres valores: elegancia, seguridad y velocidad.
Ahora bien…¿cómo se relacionan valores y creencias?
Otra persona bien pudiera visualizar estos tres valores en marcas distintas de coches. Un Volvo, un Lamborghini, un Ferrari…etc. La relación entre el valor y cómo lo vemos en larealidad forma parte de la matrix de nuestras creencias. Y aún más, otra persona podría haber elegido visualizar otro tipo de coche en función de otros valores. Por ejemplo, seguridad, fiabilidad, comodidad etc. Y aun así podríamos discutir acerca de qué coches distintos representan estos valores.
Valores y creencias, el vínculo subjetivo
Una vez leí sobre dos socios que tuvieron que pedir un proceso de coaching para resolver una serie de desavenencias. Los dos estaban de acuerdo en un valor que era el núcleo de la beligerancia: profesionalidad. A uno, su profesionalidad le “obligaba” a ser el primero en entrar y el último en salir del trabajo. Es decir, dar ejemplo a los colaboradores. Para el otro, la profesionalidad era algo distinto. Fijar un objetivo, definir un plan de acción y comunicarlo de un modo claro a los colaboradores. Y, por supuesto, conseguir el objetivo o corregir el plan de acción si procedía. Vemos, pues, dos manera de entender un valor en la matrix de las creencias de estos dos socios.
Y, ¿en qué se basan nuestras creencias? Pues yo creo firmemente que en nuestras experiencias más tempranas, o algunas otras que nos impactaron profundamente. Por supuesto, la idea no es mía. La construcción lingüística que las refleja no es más que una forma de expresar una convicción interna que está por debajo de las palabras. Por eso, en el trabajo con las creencias no suelo proponer frases “positivas” más que como un refuerzo. Son solamente la estructura superficial, no la profunda matriz, el núcleo.
La creencia es una convicción interna acerca de la realidad que le otorga sentido y significado. Suele tomar forma de generalización. La generalización es, también, una matrix de creencias. Por ejemplo, una vez me mordió un perro y es posible que ahora tema a todos los perros. Esta es la base del trabajo de reimpronta. Identificar la primera vez que algo nos impactó lo suficiente para instalarse como generalización. Una primera impronta.
Valores y creencias más ejemplos.
Define la palabra libertad y pide a alguien más que la defina, sigue con palabras como honestidad, dignidad… palabras referidas a valores y cualidades más abstractas. Es probable que las discrepancias vayan en aumento…
Las palabras tienen la capacidad de evocar imágenes, recuerdos, asociaciones, valores, conceptos anclados en nuestra experiencia interna, subjetiva. Y si bien una palabra es una convención asociada a un significado en cada cultura, no siempre está claro a qué experiencia interna individual se refiere. El significante (los signos gráficos en cuanto convenciones que expresan una palabra en un idioma concreto) de cada palabra nos remite a una Estructura Superficial, mientras que el Significado nos dirige hacia la Estructura Profunda (imágenes y experiencia subjetiva individual). Además, muchas, de las palabras están asociadas nuestra matrix de creencias profundas.
Y esto no ha hecho más que empezar….
Y ahora va una matrix de creencias universal (o casi)….
Cuando responsabilizamos a los demás de nuestro malestar.
Veamos frases como: “Me enfadé por lo que dijo mi hermano”, “me ofendió”, “mehaces sentir obligado”. La primera realidad que subyace, en modo algo distinto, en cada una de estas frases es la misma. Es tanto como decir, “la causa de mi enfado, malestar etc….” es otra persona.
Don Juan, el brujo que aleccionó a Carlos Castaneda, hablaba de esto como la importancia personal. Castaneda lo recogió en la siguiente frase:
“El mayor enemigo del hombre es la importancia personal. Lo que lo debilita es sentirse ofendido por lo que hacen o dejan de hacer sus semejantes. La importancia personal requiere que uno pase la mayor parte de su vida ofendido por algo o alguien.”
Ese apego a la importancia personal es una de las más importantes matrix de nuestras creencias. De ahí derivaron los toltecas la necesidad de borrar la historia personal. Esa tradición chamánica lo trabaja con la recapitulación. Taisha Abelar describe esta técnica de un modo novelado en su libro “Donde cruzan los brujos”. Y aquí voy a ser doblemente molesto, esto último es también una creencia.
La importancia personal y el egocentrismo.
Quiero ser muy claro (no sé si lo consigo). No voy de gurú, no quiero aleccionar a nadie, yo soy el primero en caer en estas creencias. Somos humanos y, en cierta medida, es normal que este tipo de matrix de creencias nos tengan. Pero puedo elegir verlas, no verlas y, eventualmente, soltarlas. También puedo darme cuenta que aún no estoy preparado para soltarlas. Sólo propongo un trabajo de conciencia.
Ahora te propongo examinar las tres frases anteriores.
“Me enfadé por lo que dijo mi hermano”; Causa-efecto.
Yo creo que es la frase más honesta de las tres. Por lo menos reconoce que “me enfadé”, no que “me enfadó”. Pero ese enfado lo atribuye a lo que dijo la otra persona (su hermano). Lo veremos con más detenimiento en otro post, pero forma parte de las creencias con estructura “causa-efecto”. En la estructura profunda subyace la creencia “tú eres la causa de que yo me enfade” (a mí mismo).
Fritz Perls, el creador de la terapia gestalt, era visceralmente claro, a veces parecía hasta redundante (y esto es mi creencia). Podía hacerle decir a esta persona “yo me enfado a mí mismo” (cuando escuché lo que dijiste). Hasta la segunda parte de la proposición la obviaba, por eso la pongo entre paréntesis. Y en realidad es así, nadie puede hacernos daño con insultos o menosprecios a menos que nos agreda físicamente. El problema es siempre lo que nosotros hacemos internamente con lo que nos dicen. Esto no quiere decir que tengamos o no razón según los convencionalismos sociales (otra gran creencia). Quiero que se me entienda bien, no estoy en contra de las creencias, sí quiero visibilizar cómo nos tienen. Cómo necesitamos, como cultura, vivir en una matrix de creencias.
Seguro que es humano «sentirse» herido si un ser querido nos menosprecia. Pero ese “sentirse” herido es un “sentirme” herido por las expectativas que deposité en esa persona. Y probablemente necesite un tiempo para redefinir misexpectativas acerca de ese alguien. O probablemente acerca de mí. O nada de eso o ambas cosas a la vez. Pero vuelvo siempre a mí.
“Me ofendió” la matrix de creencias más demoledora
Es la forma de expresar la creencia más “a saco”. Ya no es como antes que en la estructura profunda de la persona subyacen dos momentos. “Yo me enfadé…. (Tiempo uno) por lo que dijo él» (tiempo dos). En la estructura profunda de esta frase subyace la idea “él me lanzó una ofensa”. Implícito necesario para comprender el “me ofendió”.
La palabra ofensa es una nominalización, es decir, congela un acto en curso en una sustantivación. Es una de las formas más utilizadas para manipular sutilmente. En otro post hablaré sobre esto pues merece capítulo aparte. De todos modos, si quieres, puedes leer este artículo sobre las nominalizaciones como estrategia de manipulación
“Haces que me sienta obligado, atacado, etc… “la crème de la crème”
¿Nos enfadan o nos enfadamos?
Para mí es una matrix de creencias estrella. Encierra un auto-engaño, un equívoco y una manipulación, todo en unas pocas palabras.
En primer lugar el “haces que me sienta” nos remite, a la creencia referida anteriormente. La causa-efecto. “Alguien del exterior me hace sentir….X”. Ya hemos visto como, en realidad, somos nosotros los que nos «montamos nuestras películas». Veamos la otra parte:
“Haces que me sienta (obligado, manipulado, atacado, vigilado, engañado etc…). Otra variante “me haces sentir…X”. Aquí tenemos lo que yo he bautizado como una “creencia perfumada” (cuidado, la “etiqueta” es sólo cosa mía). Alguien me dijo una vez: “Me haces sentir atacado”, yo, supongo que puse cara de extrañado. Entonces me espetó… “Ahhhhhh como es mi sentir….” (Creo que me daba a entender que como era su sentir, estaba excusado de cualquier otra consideración al respecto).
Responsabilidad frente a proyección.
Yo propongo otra forma de decir esto. «Creo que me estás atacando», o «creo que me intentas manipular», «creo que me estás obligando»…. Por dos razones:
1.- Los verbos atacar, manipular, engañar, vigilar, obligar, olvidar, etc… NO SON SENTIMIENTOS NI EMOCIONES. Por lo tanto, anteceder el “sentir” como algo espontáneo que surge de una emoción o sentimiento es puro engaño… Y también un intento de manipulación. Es típica la frase: «siento que ya no me quieres como antes». Es triste, pero no es sentir, es creer.
2.- Reconocer la creencia nos responsabiliza de nuestra interpretación. Es más honesto. En PNL, a este tipo de creencia se le llama LECTURA MENTAL. Básicamente es pretender adivinar lo que el otro siente, pretende, necesita etc… Y, ¡cuidado! No presupongo que sea cierto o no, solo caer en la cuenta de que es una creencia.
Yo creo que una forma más correcta de decirlo sería: “Creo que me estás obligando y me siento enfadado (o triste, indignado, frustrado etc…)”. El enfado sí hace referencia a un sentir. Así incluimos en una frase el sentir y la creencia. No deja de ser una matrix de creencias, pero más limpia.
Bueno, como he dicho antes, esto solo ha empezado. Seguiremos en otro artículo.
Hasta entonces, recibe un cordial saludo,
Las conexiones en nuestro cerebro se alimentan de nuestras experiencias y estas conforman nuestras creencias.
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«Hay otros mundos, pero están en este» Paul Éluard.
Las palabras conforman el lenguaje con el que revelamos nuestro mapa de la realidad
Una diferencia cualitativa de la especie humana radica en nuestra habilidad lingüística. Con ella podemos describir minuciosamente la realidad, o mejor dicho, “nuestra experiencia de ella”. Sin embargo, este vínculo entre lenguaje y realidad no está limpio de nuestra particular idiosincrasia. Y precisamente, por ser humanos, somos muy diferentes los unos de los otros.
Esta diversidad puede ser muy enriquecedora, otras veces motivo de conflictos. A menudo vemos esto los que nos dedicamos a la psicoterapia y/o el coaching. Y una de las disciplinas que más se ha dedicado a este estudio es la PNL. El vínculo entre nuestra mente y “lo real”.
Tal y como dice una presuposición de la PNL: “El mapa no es la realidad.” Y una de las formas de codificar este mapa está en el vínculo entre lenguaje y realidad. Un vínculo simbólico enraizado en el subconsciente, o como decimos en Gestalt en el “no darnos cuenta”.
Lenguaje y realidad en un ejemplo
Imagina que dices ¡¡Llueve!! Y te escuchan un campesino y un cartero. ¿Qué distintas expectativas despertará en uno u otro la perspectiva de la lluvia?…
Supongo que la sola expectativa de lluvia despertará en uno buenas noticias y en el otro un día molesto de trabajo…
Lenguaje y realidad, los niveles entorno, conducta y capacidad en PNL.
Con las palabras describimos nuestro entorno.
En un proceso de psicoterapia un cliente refería que su pareja se quejaba de su lentitud. En concreto le decía: “Eres muy lento”. Durante la conversación dijo, casi como un grito reivindicativo, “Es que por la mañana, al despertar, soy incapaz de moverme deprisa”. En apenas quince palabras tenemos diferentes visiones del vínculo entre lenguaje y realidad. Veamos:
La pareja le dice: “Eres muy lento”. El verbo “ser” suele referirse a hechos y características inherentes o muy estables. Por ejemplo no es lo mismo decir “soy tonto” que “estoy tonto”. Lo primero es más duradero, lo segundo transitorio. Así pues, una frase señala a la identidady la otra a un estado transitorio.
Sabemos que un estado transitorio apunta a un comportamiento o capacidad en un momento o lugar determinado. Por lo tanto a un entorno. PERO NO CALIFICA CATEGÓRICA E IRREVERSIBLEMENTE A LA PERSONA.
Así, al cliente de psicoterapia, su pareja le calificaba (casi condenaba) como SER LENTO. Es decir le identificaba con la lentitud. Y él se revolvía con una frase que apuntaba a otra realidad distinta: “por la mañana al despertar” (entorno). “Soy incapaz de moverme deprisa”. «Moverme» (conducta), «incapaz» (In/capacidad) de hacerlo deprisa. Además, imbuida está una creencia, la de “ser incapaz de hacerlo así”. Veremos en el próximo artículo sobre lenguaje y realidad esta curiosa característica de las creencias. La de permeabilizar cualquier otro de los niveles neurológicos definidos por la PNL.
La PNL no hace más que visibilizar el vínculo entre lenguaje y realidad que ya conocemos intuitivamente.
Esto lo sabemos de un modo intuitivo. No es lo mismo ser gandul (identidad) que hacer el gandul (comportamiento). O durante este semestre (tiempo/entorno) no estudiaste lo suficiente (conducta). O «aún no has aprendido a estudiar de un modo continuado» (capacidad). Importante el adverbio aún (equivalente a todavía). Incluye la presuposición que en el futuro sí sabrá hacerlo.
Otros ejemplos como no es igual «ser tonto» que «hacer el tonto», «ser mentiroso» a «decir una mentira» etc.
Veamos a continuación este vínculo entre lenguaje y realidad, con detenimiento, desde diferentes planos.
Las palabras en el nivel del entorno
Siguiendo con el modelo de los niveles neurológicos de la PNL, veamos cómo es el lenguaje en este contexto. El vínculo entre lenguaje y realidad en el entorno se caracteriza por lo descriptivo. Las expresiones descriptivas detallan las características de la realidad de un modo específico. Es decir utiliza los rasgos observables, cuantificables, constatables referidos al medioambiente. Por lo tanto utiliza un lenguaje basado en datos sensoriales referidos al dónde, cuándo y con quién.
Algunos ejemplos: “el coche es rojo”, “voz aguda”, “llegó a las 20.15”, “el vino tiene un sabor afrutado”, “clima húmedo”. En este nivel lenguaje y realidad se centran en lo más concreto y constatable. Y si bien tiende a lo objetivo, no siempre es así. Por ejemplo: “En la habitación hacía frío”. Si bien la frase nos describe la temperatura -un elemento exógeno- del entorno, no es del todo objetivo. ¿Para quién es frío? y sobre todo ¿comparado con qué?
Las preguntas tipo: ¿cuándo?, ¿con quién?, ¿en qué momento? ayudan a delimitar el entorno.
Lenguaje y realidad, una práctica sencilla para explicitar el mapa del entorno.
En los talleres que imparto invito a los asistentes a compartir algunas experiencias. Por ejemplo, leo esta frase “El gato saltó por la ventana”. Hablamos de una acción (saltó) referida a un entorno (ventana). Todos sabemos de lo que hablamos, ahora bien…. Cuando exploramos la experiencia interna que despierta esta frase advertimos lo diferentes que somos:
Hay quien ve un gato siamés, otros de angora, otros callejero. Hay quien visualiza que salta por una ventana ancha, estrecha, de un bajo o de un decimocuarto piso. Algunas personas, en su experiencia interna, ven el gato caer sobre árboles, otros de pie y no faltan los que, directamente, se entristecen porque el gatito se “espachurra”.
Con este ejemplo sólo quiero llamar la atención sobre el mapa tan distinto que tenemos de la vida. Y esto lo podemos ver claramente cuando examinamos este vínculo entre lenguaje y realidad. Y precisamente en uno de los niveles neurológicos más concretos, el del ambiente.
Cómo hablamos cuando nos referimos a la conducta.
La conducta también se manifiesta en la interacción con otras personas.
La PNL se refiere al comportamiento como aquello que hacemos concretamente. Es decir el qué hago (o no hago). El lenguaje referido a la conducta se apoya en verbos (referidos a acciones) y adverbios (que matizan la acción). Por ejemplo: “él camina (acción) deprisa (adverbio)”.
Aquí quiero llamar la atención sobre un matiz importante. La diferencia entre adverbio y adjetivo. El adverbio apunta a la conducta, el adjetivo a la identidad. El adverbio es una palabra que matiza un verbo, y en ocasiones un adjetivo o adverbio. Veamos y desarrollemos el anterior ejemplo: “Él camina (verbo) deprisa (adverbio) pero tranquilamente (adverbio)”. Vemos que el adverbio tranquilamente modula el adverbio deprisa. Y a su vez, el adverbio deprisa califica el verbo camina.
El adjetivo, bajo el punto de vista de la gramática, complementa a un sustantivo. Según el prisma de la PNL, complementa a la identidad (equivalente del sujeto en gramática). Esto es de suma importancia para cualquier proceso de psicoterapia o de coaching. Así no es lo mismo decir: “Él camina rápido (conducta)” que “Él es rápido (Identidad)”. Incluso podemos estirar algo más el ejemplo: Él es rápido, pero camina despacio. El adjetivo “rápido” califica su identidad (sujeto), el adverbio “despacio” gradúa su comportamiento (verbo). Volvemos a lo referido anteriormente, no es lo mismo hacer el gandul que ser gandul.
Lenguaje y realidad en las capacidades.
Recordemos que las capacidades se refieren al cómohacemos lo que hacemos. Es importante destacar aquí que el cómo se refiere a qué táctica o estrategia utilizamos para hacer algo. ¡O incluso para conseguir hacer algo! Un error habitual es el confundir el cómo referido a una cualidad. Por ejemplo:
– “¿Cómo trabaja?” – “Trabaja bien y rápidamente.”
Aquí vemos que el cómo se refiere a un verbo (trabajar). Incluso tal y como vimos antes puede referirse a la identidad:
– “¿Cómo es tu amigo?” – “Es muy divertido”
Es un error que he advertido en algunos estudiantes y practicantes de PNL. Por este motivo, aunque en la mayoría de formaciones, libros y cursos de PNL se refieren al cómo para hablar de capacidades yo prefiero utilizar otros términos. Por ejemplo, ¿Qué pasos utiliza? O ¿qué estrategias?…para hacer X?
Veamos un ejemplo que, a su vez, engloba a los tres niveles. “Cada mañana lo primero que hago es la cama, ordeno y limpio (conducta) mi habitación (entorno). Es verdad que es una disciplina que me supone un esfuerzo. Para conseguirlo, me recuerdo lo bien que me siento al entrar a mi habitación y verla limpia y ordenada (capacidad).”
La estrategia que utiliza para hacerlo (el cómo) es recordarse a sí mismo lo bien que se sienta al….
El nivel neurológico de las capacidades, un punto de inflexión en psicoterapia y coaching.
La realidad no es nuestro mapa mental de la misma.
Las capacidades o habilidades son motivo de la mayoría de intervenciones en procesos de psicoterapia y coaching. En PNL se estudian y elaboran estrategias específicas. Por ejemplo hacer la distinción entre objetivo o proceso. Son los llamados metaprogramas, un eslabón entre las capacidades y las creencias.
El vínculo entre lenguaje y realidad, en las capacidades, lo podemos ver en la siguiente frase:
“Sólo con pensar en mojarme las manos, tocar los platos grasientos y la fatiga de estar de pie, se me pasan las ganas de fregar los platos.”
Ó:
“Me imagino la cocina limpia y reluciente y el olor a limpio para animarme a fregar los platos”
Veamos las dos estrategias distintas que revelan las dos frases.
Como me desmotivo a hacer algo.
La palabra inicial “sólo” de la primera frase ya empieza a ser indicativa. Lo que sigue no tiene desperdicio. “Pensar en mojarme las manos, tocar los platos y la fatiga…” Nos remite a un lenguaje estrictamente cinestésico, relacionado con sensaciones corporales. Si quieres saber más puedes ver el siguiente artículo: Despertar conciencia con pnl
Motivarnos y desmotivarnos está a nuestro alcance… pero hay que saber hacerlo.
Es una estrategia… Además esta estrategia está relacionada con el proceso de fregar los platos, no con el resultado final. Es decir la persona mantiene en mente el tiempo que va a estar fregando los platos. La conclusión lógica es: “Si solamente con pensar (X) se me pasan las ganas”…. Implícito está el “Cuando lo haga puede ser terrible” (o algo así). Es una estrategia interna genial… para desmotivarse.
Este es el “cómo” al que se refiere el nivel de las capacidades. Veamos ahora otro “cómo”.
Como puedo motivarme a hacer ese algo.
Veamos ahora como las distinciones de la pnl y el lenguaje, revelan otra realidad interna.
“Me imagino (Visual) la cocina limpia y reluciente (visual) y el olor a limpio (sensación) para…. ”
En este caso la estrategia se refiere a dos imágenes internas y una sensación olfativa. Pero además hay otra estrategia que es la definitiva. El proceso mental está vinculado al objetivo final, no al proceso.
Cuidado, no quiere esto decir que las representaciones visuales sean más motivadoras que las cinestésicas (sensación). Tampoco que el metaprograma objetivo sea más efectivo que el proceso. Simplemente utilizados de esta manera genera una predisposición u otra.
La clave está en cómo estructuramos nuestro pensar. En eso están implícitos:
– El sistema representacional. – Las submodalidades.Podemos advertir, por ejemplo, la submodalidad reluciente como más intensa que, simplemente opaca en una imagen. – La secuencia que utilizamos para vincular los diferentes ítems. – Los metaprogramas.
Por supuesto que no hay estrategias mejores que otras. Todo depende del para qué las utilizamos. Por otra parte, cada estrategia interna es única en cada persona. De todos modos, te invito a reproducir en tu interior estas dos si vas a fregar los platos. Ya me dirás qué pasa.
El lenguaje y la realidad en el nivel de las capacidades.
Nuestras competencias indican lo que sabemos o no hacer.
Las palabras que utilizamos para referirnos a la actividad en este nivel tienen que ver con actividades internas. Por supuesto “me considero capaz o incapaz”, “pienso”, “creo”, “siento”. Verbos, la mayor parte de las veces inespecíficos, que apuntan a una capacidad o habilidad. Algunos ejemplos: «puedo escribir un verso», «tocar la guitarra», «componer una canción»… Es importante destacar que estos verbos inespecíficos llevan implícito el “ser capaz de”, por ejemplo “componer una canción”.
También algunas palabras que apuntan a cómo procesamos nuestra experiencia. Comunicamos lo mismo al decir:
– Comprendo lo que dices (auditivo interno). – Veo lo que dices (visual interno). – Siento lo que dices (cinestésico interno).
Sin embargo con los diferentes predicados revelamos nuestro modo de procesarlo. Comprendo (auditivo interno) Veo (visual interno) y siento (cinestésico interno). Nuestra forma de hablar evidencia cómo procesamos con el lenguaje la realidad. Ser receptivos a esto puede facilitar tanto la comunicación como los procesos de psicoterapia y coaching.
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Nuestro mundo exterior es un reflejo de nuestro mundo interior.
Vimos en el artículo: El sendero de los niveles neurológicos en PNL la vinculación entre los diferentes niveles neurológicos como nexo entre el ser y hacer. Indirectamente también con el tener. Como la PNL y el lenguaje están íntimamente conectados, veremos esta conexión bajo este modelo.
Cuando una intención surge en la conciencia empieza un recorrido creativo que tiende a la materialización. Este recorrido puede emerger desde los niveles más abstractos de la transpersonalidad y la identidad. Y pretende concretarse en el de conducta y entorno. De este modo, los niveles neurológicos son indicadores, señalan el trayecto desde la “Conciencia pura” a la “Conciencia de…”
A menudo se dibuja en una formulación de objetivos y en un posterior posterior plan de acción. El vínculo entre PNL y el lenguaje aparece en cada uno de estos eslabones. Bien sea de un modo posibilitador o bien como impedimento. Así se puede abrir o cerrar el paso a los anteriores o posteriores niveles. Y, de este modo, impedir o favorecer que una ilusión concrete en tu conducta y entorno.
Desde otra perspectiva, este sistema tiene una gran virtud. Unificar en una sola operativa estudio y vivencia de la conciencia pura con la acción y el tener. Lo primero tiende a descuidar los aspectos más prácticos de la vida. Mientras que, lo segundo, a menudo olvida el sentido y propósito profundo.Un modo de captar esta coherencia (o incoherencia) es siguiendo los patrones de la PNL y el lenguaje.
Los niveles neurológicos de la PNL y el lenguaje, algunos ejemplos.
Diálogo externo y diálogo interno.
Veremos ahora unos ejemplos para empezar a diferenciar las pistas que la PNL y el lenguaje nos facilitan.
Un ejemplo: Cómo puede expresarse un fumador, bien sea que quiera o no dejar de fumar.
Entorno: Después de una reunión de trabajo necesito fumar. Conducta: Empiezo a fumar al levantarme de la cama Capacidades: No sé cómo dejar de fumar. Creencias/Valores: Si no fumo me “pongo de los nervios”. Identidad: Soy un yonki del tabaco. Transpersonal: Fumar, al terminar el día, me sumerge en una sensación de paz profunda.
Veamos ahora los niveles neurológicos de la PNL y el lenguaje en el miedo a los perros:
Entorno: Los perros en la calle y sin bozal son un peligro. Conducta: El corazón se me acelera al ver un perro. Capacidades: Soy incapaz de acariciar un perro sin ponerme nervioso. Creencias/Valores: Los perros son animales peligrosos. Identidad: Soy alguien con fobia a los perros Transpersonal: Cuando veo a un perro el miedo me posee y no soy yo.
Entorno: La psicoterapia puede sanar mi ansiedad Conducta: Cuando hago respiraciones abdominales mi ansiedad se calma. Capacidades: No puedo controlar mi ansiedad Creencias/Valores: Las situaciones desconocidas disparan la ansiedad. Identidad: Soy una víctima de la ansiedad Transpersonal: La ansiedad me desborda y pierdo el control de mí.
Entorno: La hipnosis me ayuda a comer más saludablemente Conducta: Como demasiado cada día. Capacidades: Soy capaz de comer 20 hamburguesas en menos de media hora. Creencias/Valores: Un día festivo hay que comer bien y más de lo normal. Identidad: Eres un tragón incorregible Transpersonal: Cuando como compulsivamente me convierto en un depredador insaciable.
Qué nos enseña el modelo de los niveles neurológicos de la PNL y el lenguaje
Cómo hablamos habla de nosotros.
Alguien que crea ser indeciso (soy indeciso) no verá oportunidades😀 verá problemas 🙄 en las opciones a su alcance. Una persona tímida, temerá su entorno entero, interpretará cualquier pregunta de los demás como un peligro. Esta creencia sobre su identidad consumirá su energía focalizada en controlarse y reprimirse. Según el modelo de la PNL y el lenguaje, sus expresiones lingüísticas no solamente le revelarán, también le construirán. ;-o. Sí, por ejemplo si yo digo “Soy indeciso” asumo que mi identidad es así. Es decir, mi definición intrínseca de mí contiene la indecisión. Del mismo modo que soy, por ejemplo, hombre, soy indeciso. Así construimos una autoimagencon la que nos identificamos (identidad) completamente. Consecuentemente retroalimentamos esta definición limitante.
Una práctica de Programación neurolingüística con el lenguaje.
Escoge algo que tú defines identificas como un “defecto” tuyo (la palabra “defecto” no me gusta pero para entendernos rápidamente”) Por ejemplo: “soy miedoso”. Repítete las siguientes frases utilizando esa característica que quieres cambiar utilizando el modelo de la PNL y el lenguaje.
Para esto presta una especial atención a cómo cada construcción lingüística impacta en tu sentir. Veamos el ejemplo:
Identidad: Soy (X) Soy miedoso. Valores/Creencias: Creo que tengo (X) Creo que tengo mucho miedo casi siempre. Capacidades: No soy capaz de controlar (X) No soy capaz de controlar el miedo. Comportamiento: A veces (x) influye en mi conducta A veces el miedo influye en mi conducta. Entorno: Cuando (con, etc…) X. Cuando alguien conduce a mucha velocidad tengo miedo.
Utilizando estas distintas estructuras del modelo de la PNL y el lenguaje, la experiencia impacta de un modo distinto.
En términos generales el nivel de identidad constriñemucho más a la persona. Mientras que en el otro extremo, el nivel del entorno delimitael problema. De este modo deja a la persona en un espacio mucho más abierto y con más posibilidades. Así, cuando circunscribimos el miedo a un entorno, definimos algo específico en un contexto determinado. En el otro extremo, el nivel de identidad permeabiliza cualquier conducta en cualquier momento, lugar y situación.
Veamos a continuación cómo este modelo de la PNL en el lenguaje se revela en un relato.
Los niveles neurológicos en palabras, un relato.
El poder transformador del símbolo
«Al verla recordé las hogueras de San Juan y el reflejo en los ojos de Mercedes. Cómo en ellos brillaba el fuego, el primer fuego que conocí. Y cómo ese reflejo despertó en mí algo desconocido, completamente nuevo en esa tierna infancia. El recuerdo ahora volvía con otra cara, en otra mujer. Y también en un lugar distinto, frente a un mar nuevo para mí pero de algún modo familiar. Era como si los dos lugares tan distintos y las dos personas, también diferentes, compartieran un mismo origen.
Ofrecimos el ramo de flores al mar crepuscular y observé, atónito, como las aguas engullían la ofrenda. Lo que fue arrebatado a la Vida, volvía a la misma en su forma primigenia.
En ese momento, me cogió de los hombros y me colocó frente a ella. En sus ojos veía, ahora, el reflejo de la Luna. No podía creer lo que estaba sintiendo. La Luna era como el fuego y el mar como las maderas ardiendo. Y los ojos que ahora veía y me miraban eran como los ojos de Mercedes, distintos y, también, iguales. Entonces habló y me dijo: “Ella te ha aceptado”. Comprendí sin entender, nos fundimos en un beso y nos conocimos en la comunión de los cuerpos. Entonces supe lo que es perder la conciencia de mí en un Universo mayor.»
Con el modelo de la PNL y el lenguaje podemos advertir los diferentes niveles en los que transcurre una experiencia. Si bien los iré detallando en sucesivos artículos examinaremos a continuación este texto.
Identificar en un texto los distintos niveles neurológicos de la PNL en el lenguaje.
Nuestra conducta está dirigida por nuestras representaciones internas de la realidad.
Si bien el texto, en general, tiene una gran connotación transpersonal podemos, no obstante, vislumbrar los otros niveles.
El nivel del entorno
El entorno es “lo externo”, lo que perciben los sentidos físicos. Es decir, lo que vemos, escuchamos, olemos, saboreamos y sentimos a nivel de la piel. El ambiente, el quién, dónde, cuándo etc. Algunos ejemplos en el relato tienen que ver con las hogueras de San Juan, el mar crepuscular, Mercedes y la otra mujer. Todo esto constituye los distintos entornos en los que transcurre la acción. Es decir, quién, dónde y cuándo.
Estos elelementos se entremezclan en la memoria de quien relata. Existe un nexo con el nivel transpersonal. De algún modo, una octava superior al entorno.
La conducta
Este nivel tiene que ver con acciones específicas. Por lo tanto está muy vinculado a verbos y adverbios concretos referidos a lo observable. En el texto podemos observar pasajes como “Ofrecimos el ramo de flores al mar”. También “Me cogió de los hombros y me colocó frente a ella”. “Entonces habló y me dijo”.
El modelo de la PNL en el lenguaje contempla la conducta como algo que también puede ser interno. Por ejemplo: “ese reflejo despertó en mí algo desconocido”. O incluso: “El recuerdo ahora volvía”. Veremos en otro artículo esto con más detenimiento pues forma parte de una de las sutilezas visibilizadas por la PNL.
Capacidades
Capacidades y estrategias mentales.
Sabemos que las capacidades reflejan el cómohacemos o no hacemos algo. Así, por ejemplo “no podía creer lo que estaba sintiendo”. Esta frase nos remite a tres niveles, lo que siento (conducta interna), no podía (capacidad), creer (creencia).
La frase “el recuerdo ahora volvía con otra cara” refleja de un modo velado cómo es el recuerdo. Veremos en otro artículo como el recuerdo puede almacenarse en submodalidades y sistemas representacionales diferentes. El modelo de la PNL en el lenguaje contempla esta distinción en el nivel de las capacidades. Es decir, cómo hacemos (recordamos en este caso) lo que hacemos.
Valores y creencias
“Cómo ese reflejo despertó en mí algo desconocido”. Esta frase es un ejemplo del modelo llamado causa-efecto. Es decir, algo ocasiona otro algo, lo cual es una creencia. “Lo que fue arrebatado a la Vida, volvía a la misma en su forma primigenia”. El nivel de las creencias a veces se mueve muy sutilmente en el lenguaje. Desplegando lo subsumido en la frase tenemos: “al ser engullido por el mar, el ramo de flores, volvía a la vida”. Aunque es una licencia literaria, el modelo de la PNL en el lenguaje lo define como equivalencia compleja. Es decir, si pasa X quiere decir Y. Esto pertenece al nivel de las creencias. De nuevo te remito a un próximo artículo pues este es uno de los niveles más determinantes y vale la pena desplegarlo en profundidad.
Identidad
“Las dos personas, también diferentes” hace un reconocimiento implícito de dos identidades distintas. “El recuerdo volvía ahora con otra cara en otra mujer”. Muchas veces el lenguaje que expresamos para definir a alguien tiene un tono metafórico. Y es necesario que sea así pues el nivel de la identidad recoge la totalidad de la persona. Cómo definirla en pocas palabras es algo que suele resolverse con la metáfora.
“Entonces supe lo que es perder la conciencia de mí en un Universo mayor”. Esta frase delimita la frontera entre un ser/identidad (el protagonista) y el nivel transpersonal (mayor al individuo). Profundizaremos también en sucesivos artículos sobre la PNL y el lenguaje en este nivel.
Transpersonal
Espiritualidad y transpersonalidad.
“Y las dos personas, también diferentes, compartieran un mismo origen”. El lenguaje que se utiliza para el ámbito de lo transpersonal es, necesariamente, ambiguo. Muchas veces en términos abstractos y otras como metáforas y símbolos. En este caso habla de “un mismo origen”, dejando en el aire cuál y qué es este origen. “Lo que fue arrebatado a la Vida volvía a la misma en su forma primigenia”. El lenguaje ambiguo referido a la palabra Vida, retoma más aroma transpersonal al identificar el mar como símbolo de vida.
La PNL y el lenguaje. Conclusión y nuevos horizontes.
El modelo de los niveles neurológicos de la PNL en el lenguaje ofrece pistas sobre la intervención terapéutica necesaria. No es lo mismo intervenir a nivel estrictamente conductual (modificar una conducta) que en el de las creencias. El foco terapéutico en ambos casos será diferente. Sabiendo dónde incidir, encontramos cómo actuar con mayor eficiencia.
Y hasta aquí esta introducción a la PNL en el lenguaje. Lo expuesto es muy básico y, a veces, hasta puede parecer innecesariamente obvio. Sin embargo es la base sobre la que edificar algo fascinante. Descubrirnos a nosotros mismos mediante el modo en que hablamos. En el próximo artículo ahondaremos en tres niveles, entorno, conducta y capacidades.
Hasta entonces, un cordial saludo.
Los distintos niveles de nuestra experiencia se comunican entre sí.
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Con algunas construcciones gramaticales creemos no aparecer en el mundo.
Como digo en el título, las palabras no solo nos delatan, también nos construyen. Una de las construcciones gramaticales, para mí, más traidoras es la de “sí, pero…”. Cuando la escucho, en mi interior surge una vocecilla (mi gremlin particular) “Sí, pero…. ¿sí qué? ¿Qué es ese “sí”? ¿Acaso un deseo de decir no? ¡Pues no, es no! Y sí, es sí.
La PNL, una metodología que puede utilizarse tanto en psicoterapia como en coaching, estudia la experiencia subjetiva. A su vez, un aspecto de la pnl se ocupa de esta relación entre lenguaje y experiencia interna.
Lenguaje y experiencia interna…en una conversación de coaching.
Cliente: Ayer me armé de valor y hablé con el jefe para pedirle el aumento de sueldo.
Coach: Bien, veo que por fin te has animado a dar el paso.
Cliente:Sí, pero dudo que finalmente lo haga.
Si digo algo interesante pero digo otra cosa después, lo primero queda ensombrecido…
Esta conversación de coaching podría resumirse en la siguiente frase:
“Ayer me atreví a pedirle un aumento de sueldo al jefe, perodudo que me lo conceda”.
Existen otras alternativas a esta oración:
“Ayer me atreví a pedirle un aumento de sueldo al jefe y dudo que me lo conceda”
La situación relatada es la misma; sí, pero… el cambio de “pero” por “y” ¿genera en ti una sensación distinta? ¿Existe un impacto interno distinto entre las diferentes formas de utilizar el lenguaje y tu experiencia interna?
Veamos a continuación…
“Ayer me atreví a pedir un aumento al jefe, aunque dudo que me lo conceda”
¿Qué ocurre en tu interior comparando las tres frases?.
Una parte de la PNL (aunque no la más popular) se inspira en la gramática transformacional reformulada por Chomsky . Posteriormente, Grinder y Bandler (fundadores de la PNL) profundizaron en la retroalimentación entre lenguaje y experiencia interna.
Veamos otro ejemplo, esta vez en una conversación de psicoterapia.
Lenguaje y experiencia interna… en un proceso de psicoterapia.
Cliente: Hoy me encuentro más tranquilo, pero tengo miedo a que vuelva la ansiedad.
Terapeuta: Así que hoy te encuentras más tranquilo y tienes miedo a que vuelva la ansiedad.
La conjunción «y» concede importancia en la frase a ambos aspectos de la experiencia.
Esta sería la reformulación clásica en un proceso de psicoterapia Gestalt. Utilizando la conjunción copulativa como un modo de prestar atención a ambos enunciados en la frase.
La frase podría ser reformulada por otro terapeuta (probablemente de PNL) con otra intención de fondo. “Sí, pero… hoy te encuentras más tranquilo aunque tienes miedo a que vuelva la ansiedad”.
¿Cómo se relaciona lenguaje y experiencia interna con las tres construcciones gramaticales?
Cuestión de estilos y escuelas…
Lenguaje y experiencia interna, la gramática transformacional y la PNL
Veamos qué nos dice la RAE acerca de estas tres palabras, pero, y, aunque
Pero: Conjunción adversativa: “Conjunción coordinante que enlaza unidades sintácticas cuyos significados se oponen discursivamente”
Contrapone al enunciado expresado inicialmente otro. De esta manera, el primer concepto queda como diluido. Ejemplo: “He completado el primer curso de carrera, perome quedan cuatro más”
Así, el pero desplaza con el lenguaje tu experiencia interna hacia el segundo enunciado de la frase.
Con el lenguaje podemos encarcerlar o liberar nuestro mundo interno.
Y: Conjunción copulativa: “Conjunción coordinante que forma conjuntos cuyos elementos se suman.”
Une ambos enunciados en una aparente igualdad de condiciones. Siguiendo con el anterior ejemplo: “He completado el primer curso de carrera yme quedan cuatro más”
Así, la conjunción Y desplaza la atención con el lenguaje, de tu experiencia interna, hacia ambos enunciados.
Aunque: Conjunción concesiva y adversativa: Como conjunción concesiva “Conjunción subordinante que expresa concesión”
Al funcionar como conjunción adversativa hace las veces de pero, aunque diluye más al segundo enunciado de la frase. Veamos: “He completado el primer curso de carrera, aunqueme quedan cuatro más”
Cuando funciona como conjunción concesiva, suele ir al principio de la frase. En este sentido lo que hace en una oración compuesta es minimizar el enunciado del impedimento, así:
Aunque me quedan cuatro más, he completado el primer curso de carrera.
Sí, pero… también podría utilizarse al revés….
Aunque he completado el primer curso de carrera, me quedan cuatro más.
Examinando esta misma frase desde diferentes construcciones gramaticales podemos observar el diferente impacto entre lenguaje y experiencia interna.
La PNL ha visibilizado aún más estas distinciones, pero su origen está en la Gramática transformacional.
El impacto de la construcción lingüística, figura y fondo en psicoterapia Gestalt
Desde la óptica de la psicoterapia Gestalt podemos observar qué aparece en primer plano y qué en el fondo.
Expresar con el lenguaje, de un modo claro, nuestra experiencia interna
Así, en la frase:Aunqueme duele la muela estoy contento. En el primer plano emerge el “estoy contento”. Y en el fondo permanece “me duele la muela”
Con una ligera modificación en el lenguaje la experiencia interna es muy distinta: Estoy contento perome duele la muela.
Sin embargo, desde la óptica de la psicoterapia Gestalt se tiende a ponderar ambos enunciados de la experiencia. Así, la frase construida desde la ortodoxia gestáltica sería:
Estoy contento y me duele la muela.
En cualquier caso, siempre es una cuestión de elección y de lo que se pretenda en el proceso. Bien sea de psicoterapia o de coaching, el nexo entre lenguaje y experiencia debe construirse sobre la base clara de lo que se pretende. Primero definir el objetivo, después la estrategia o la táctica.
Mientras escribo esto estoy escuchando un programa de cocina de Arguiñano en la tele y acaba de decir.
“Estas dos cremas por separado están buenísimas, pero juntas también”. Confieso que se me acaban de fundir las neuronas.
Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo,
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El encuentro entre culturas ofrece inesperadas experiencias vitales.
Oriente y Occidente se han caracterizado por una orientación cultural distinta en la dicotomía ser y hacer. Así la mentalidad oriental está más encauzada al ser y la occidental al hacer. Por lo menos así ha sido históricamente hablando. Actualmente parece que ambas culturas tienden a converger en una síntesis de ambos senderos. Una coherencia interna hacia una mayor conciencia.
Un camino de acción con conciencia para redescubrir nuestro ser en el hacer. Y en el ser encontrar nuestra expresión más auténtica. Diferentes caminos dentro de la terapia humanista convergen en esta recapitulación entre ser y hacer. Así la terapiaGestaltcon su énfasis en el aquí y ahora, el contacto y las necesidades no resueltas. A la búsqueda de la autenticidad encubierta por los mandatos sociales y culturales de todo tipo. Muchos de ellos, por supuesto, contenidos en los mandatos parentales. El focusing con su énfasis en el contacto con el cuerpo (el cuerpo no engaña). La hipnosis con su insistencia en la coherencia y armonización de lo consciente con lo inconsciente. O la terapia del niño interior que nos lleva a las primeras experiencias que enrocaron nuestro ser.
Todas estas modalidades tienen cabida en un modelo que vincula ser y hacer. Se trata del modelo de los niveles neurológicos de la PNL . Este modelo nos remite a los diferentes niveles de aprendizaje o de cambio en nuestra conducta y/o actitud vital. Cuando los aprendizajes (por incorporar o ya incorporados) transcurren y se asientan coherentemente en los diferentes niveles, ser y hacer conectan fluidamente. Este modelo puede aplicarse a cualquier modalidad de terapia, coaching y psicoterapia.
Enumero a continuación estos niveles para comentarlos someramente después.
El árbol, símbolo y metáfora de la unión de arriba y abajo.
En modo parecido, la estructura del cuerpo del ser vivo se articula en diferentes eslabones. Así, por ejemplo, los átomos se organizan en moléculas. Las moléculas crean células y tejidos. Los tejidos se aglutinan para conformar órganos. Finalmente, los órganos se organizan en los sistemas (circulatorio, respiratorio…). El conjunto de sistemas se organizan en la persona.
Principios sistémicos en la conexión entre ser y hacer.
La salud depende de la vitalidad de cada elemento y, muy especialmente, en la coordinación entre niveles. Esto último es la base del pensamiento sistémico con dos de sus principios básicos:
El principio de interconexión. Es decir todo lo que sucede en un nivel afecta a los siguientes. Por supuesto la coherencia entre los eslabones definirá la congruencia entre ser y hacer.
El principio del eslabón más débil. La fortaleza de un sistema está supeditada al más débil de sus eslabones.
Es recomendable que cualquier proceso terapéutico tenga en cuenta los distintos niveles. Bien sea para obtener el máximo avance con el mínimo esfuerzo (atendiendo al nivel más débil). O para conseguir un avance fluido (coherencia de niveles). Esto proporciona una sensación de coherencia entre ser y hacer que nos aporta la convicción de completitud y sentido. Veremos esto más adelante con ejemplos concretos.
Una transformación en los niveles superiores (en el sentido transpersonalidad hacia entorno) garantiza cambios en los niveles inferiores.
Así, por ejemplo, un cambio importante en la identidad suele generar cambios en los niveles de creencias, capacidades y conductas. De tal manera que ser y hacer quedan alineados de un modo distinto. Imaginemos una mujer y un hombre que pasan a ser padres (y asumen la maternidad y paternidad responsablemente). Este es un cambio importante en la identidad, especialmente con el primer hijo. Evidentemente esto genera cambios importantes en la orientación de vida de ambos.
Sin embargo los cambios en la identidad también pueden acontecer por vivencias internas profundas. Por ejemplo, procesos profundos y extensos de psicoterapia, experiencias excepcionales o, incluso, de tipo espiritual.
Las transformaciones en niveles inferiores pueden generar transformaciones en los niveles superiores, pero no necesariamente. Para esto es preciso un trabajo consciente en un proceso guiado, bien de coaching bien de psicoterapia.
Por ejemplo, si aumento mi capacidad de concentración en función de un plan de ejercicios (nivel capacidades). Esto puede mejorar diferentes niveles de mi conducta (en el trabajo, tareas del hogar, lectura etc…). Sin embargo, no siempre mejora el de las creencias. Así, por ejemplo, la persona puede o no mejorar su autoestima (nivel a medio camino entre creencias e identidad).
La experiencia como fuente de unión entre lo antiguo y lo nuevo. Lo denso y lo sutil.
Por otra parte, a medida que ascendemos de nivel, lo concreto va dejando paso a niveles más abstractos. Del mismo modo la distancia entre ser y hacer se va acortando.
Los Niveles lógicos y neurológicos en PNL
El entorno es el nivel que nos informa de ambientes, lugares y momentos específicos.
Las conductas forman parte de lo observable en las personas, sin embargo ya es algo más cambiante.
Las capacidades tienes que ver con cómo la persona gestiona su mundo interno para hacer algo.
Las creencias y valores, generalmente acerca de uno mismo, las personas y el mundo, casi siempre se manifiestan en niveles implícitos y no siempre son conscientes.
La identidad tiene que ver con el autoconcepto de la persona, y generalmente escapa a la definición lingüística. De tal manera que, casi siempre se trabaja a nivel de metáforas.
Finalmente, el nivel transpersonal que es el sentimiento de sentirse formar parte de algo mayor. Bien sea en un ámbito espiritual, psicológico, o de colectivo social o familiar.
Del mismo modo, cada nivel precisa intervenciones distintas para propiciar cambios, así como atender a las particularidades personales. Si bien los distintos niveles están interrelacionados, generalmente es en uno de ellos donde dar el “golpe de gracia”. De este modo garantizamos procesos más rápidos y limpios.
He visto, por ejemplo, personas geniales para hacer exposiciones (un excelente nivel de capacidades y conducta). Y sin embargo no terminan de creérselo (nivel creencias/identidad). Es en el nivel de creencias donde intervenir en estos casos, o incluso en el de identidad.
También a la inversa. Personas que se creen con derecho a opinar e incluso anatemizar acerca de todo… Con una pobrísima preparación en aquello de lo que hablan. Nivel de capacidades deficiente, con unas creencias infladas acerca de uno mismo (inflación del ego)
Ser y hacer en el entorno
El entorno tiene que ver con el cuándo, dónde y con quién de una conducta concreta. Por ejemplo estudio (conducta) en una habitación ruidosa por las mañanas (entorno). Es el nivel más concreto pues, como veremos, a medida que avanzamos cada nivel es más abstracto. También elementos del ambiente y lo que incorporamos del mismo. Por ejemplo el tipo de aire que respiramos (contaminado o no), el tipo de comida. Todo lo que pueda mejorar un ambiente, tanto en un sentido material (higiene, orden, disponibilidad de material…), como en un sentido sutil (feng-shui, colores armónicos…) tiene un impacto en nuestra conducta (siguiente nivel)
Ser y hacer en la conducta
La conducta, la dimensión visible de nuestra experiencia.
La conducta es lo que hace la persona en entornos concretos y específicos. También podemos llamarlo comportamiento. Los matices de diferencia no afectan a esta visión de los niveles lógicos y neurológicos. Es el qué de lo que hacemos. La intervención terapéutica por excelencia es la del conductismo clásico. Sin embargo, en PNLtambién existen modalidades de intervención propias para este nivel. Cuando estas conductas son reacciones repetitivas hablamos de hábito o, incluso, reflejo condicionado a un estímulo.
Capacidades.
En este viaje entre ser y hacer nos movemos hacia un nivel más abstracto. Las capacidades tienen que ver con la estrategia y mapas mentales que utilizamos para materializar una conducta. Es el cómo, organizo mi actividad interna para, por ejemplo, motivarme para fregar los platos. Motivarme es una capacidad que puedo utilizar para diferentes conductas. En este caso, por ejemplo fregar los platos (conducta). Sin embargo puedo utilizar la misma estrategia interna (capacidad) para ir al gimnasio, levantarme temprano, estudiar etc.
En este nivel utilizamos intensivamente elementos de lo cognitivo. Percepción, atención (foco y dirección), memoria (experiencias y calidad), diálogo interno, imágenes internas (calidad de las mismas) entre otras.
Es el cómo nos organizamos internamente para conseguir ciertas habilidades. Por ejemplo, creatividad, adaptación, estabilidad, determinación, sociabilidad, organización, gestión del tiempo, optimismo, persistencia, capacidad de aprendizaje, de trabajo, etc…
Todas estas capacidades se pueden adaptar a diferentes conductas en distintos entornos. Así, por ejemplo, puedo ser organizado en el trabajo, en las tareas domésticas, o en una actividad de estudio.
Las Creencias
Este es el nivel nuclear en el sendero que une ser y hacer. Las creencias se dirigen hacia tres focos:
Creencias acerca de uno mismo. Núcleo de la autoestima.
Acerca de los demás. Capacidad relacional.
Creencias sobre la vida en general. Abarcan un amplio espectro de consecuencias.
Las creencias el centro de la experiencia vital.
Generalmente contienen juicios y evaluaciones acerca de las tres áreas relacionadas. Por ejemplo puedo creer que soy incapaz de aprender a jugar bien a ajedrez. En este ejemplo observamos, además de la creencia limitante (en cierto nivel TODA creencia es limitante, incluso las “positivas”) que se dirige al área de las capacidades. Y esto es indiferente a si soy o no capaz. Puedo ser un estupendo estratega y creer que no lo soy.
Esto apunta a una de las características principales de este nivel. Las creencias pueden referirse a cualquier nivel lógico. Por ejemplo, puedo creer que mi consulta (entorno) es lúgubre, que mi actividad como terapeuta es torpe (conducta). También puedo creer que no soy capaz de empatizar (capacidades) o incluso creer que soy un pésimo terapeuta (identidad). Y todas estas creencias pueden o no estar alineadas con lo que, como consenso general, pudiera considerarse óptimo o no.
Las creencias suelen estar vinculadas a los límites que nos imponemos para hacer algo.
Los Valores, esenciales en el encuentro en ser y hacer.
Generalmente, en PNL, se ubican en un mismo nivel creencias y valores. Yo prefiero examinarlos diferenciadamente. Una definición clásica de PNL sobre los valores es la de “generalizaciones y nominalizaciones acerca de aquello a lo que aspiramos o con lo que queremos relacionarnos o conseguir”. Sin embargo, a efectos de divulgación, es más sencillo decir aquello que es importante para nosotros.
Los valores, el núcleo de nuestro ser y motivación interna.
Los valores y la jerarquía de los mismos es distinta en cada persona. Por otro lado, valores y creencias suelen estar vinculados por el cómolas segundas definen a los primeros. Así, la palabra profesionalidad puede ser distinta para dos personas diferentes. Para una puede representar definir y cumplir objetivos en una organización. Mientras que, para otra, puede ser llegar el primero e irse el último de la oficina. El valor es el mismo (profesionalidad), pero la semántica distinto para cada uno.
Así vemos como, por ejemplo en política, diferentes líderes se refieren a los mismos valores. Para alguien de izquierdas la libertad puede estar vinculada a la igualdad y justicia social real entre las personas. Para alguien de derechas, sin embargo, este concepto de libertad es algo más abstracto y menos vinculado a la justicia social. Así, el valor que ambos comparten es definido de modo distinto por diferentes creencias.
Valores, motivación y objetivos.
Los valores, por otra parte, son fuente de motivación interna. Así, una persona que pueda materializar sus valores en su vida privada y/o laboral tenderá a ser más feliz. Cabe diferenciar la motivación interna de la externa. La primera tiene que ver con lo que es importante intrínsecamente para la persona (valores). La motivación externa con factores externos. Por ejemplo un sueldo importante en un trabajo.
Los objetivos vinculados con valores personales son mucho más motivadores que aquellos que lo están con las fantasías del ego. Como por ejemplo, prestigio social, imagen, jerarquía, posición económica etc… De esta manera los valores que se plasman en objetivos establecen importantes puentes entre ser y hacer.
En mi blog publique hace poco una lista de valores. Anexo enlace a la misma que te puede ser de utilidad para reconocerlos en tu día a día:
Los valores nos aproximan a nuestra identidad profunda.
Es el autoconcepto, la definición que explícita e implícitamente tenemos de nosotr@s mism@s. Todos los niveles anteriores, aunque distintos suelen confluir en este estrato de la experiencia vital. Si bien a veces existen importantes distorsiones. Por ejemplo no es lo mismo hacer (comportamiento) el tonto que ser (identidad) tonto.
La autoimagen y autoestima se reflejan en este nivel. Por su escala superior se vincula con lo transpersonal. En este vínculo la identidad dibuja tres aspectos, a saber:
Misión: tiene que ver con nuestra aportación única a la humanidad, sociedad, colectivo etc.
Rol: El tipo de persona que tenemos que ser para crear la vida que queremos. El papel a desarrollar para que se materialice nuestra aportación a la humanidad.
Propósito: ¿Para quién o para qué de nuestra aportación y rol a la humanidad?
Por ejemplo, una persona puede sentir la misión de hacer felices a los demás mediante la risa. Para ello se prepara para adoptar el rol profesional de clown. Y, si bien puede dirigir su actividad a toda la sociedad, decide enfocarse a los enfermos hospitalizados.
En su nivel más primitivo, la identidad tiende a la identificación, pro ejemplo con otros grupos. Esto no tiene en sí nada de malo si, con ello, no perdemos nuestra individualidad que es lo que suele suceder con los fanatismos. Y esto es algo que, a menudo vemos con demasiada facilidad. Tendemos a identificarnos con un equipo de fútbol, una opción política, una idea o posicionamiento determinados etc.
La identidad durante la crisis del coronavirus.
Actualmente (enero de 2021) existe una polarización en la sociedad con motivo de la pandemia del coronavirus. Así, por un lado los negacionistas a ultranza, mientras que en el otro los que colaboran sin rechistar. Esto genera una identificación con actitudes y conductas extremas. Por ejemplo, los que siempre y en todo momento llevan la mascarilla y los que desobedecen continuamente los consejos y normas impuestas. De nuevo el vínculo entre ser y hacer refleja las diferencias. En este caso, la identificación (si existe fanatismo) diluye la identidad originaria.
El nivel de lo transpersonal
Lo transpersonal nos lleva a un nivel de experiencia distinto al acostumbrado por el ego.
Cuando hablaba sobre la identidad apuntaba al propósito. El ¿para qué o para quién de nuestra aportación? Este es pues el nivel de lo transpersonal. El estrato en el que trascendemos lo puramente egoico para estar al servicio de un propósito mayor.
Este nivel puede tener que ver con:
Causas vinculadas a colectivos sociales o profesionales; familiares (padres, hi¡jos, hermanos, parejas); o la sociedad en general.
Solidaridad con los seres vivos en general, la naturaleza etc…Por ejemplo militancias ecologistas o animalistas.
Propósitos vinculados a lo transpersonal psíquico. Niño interior, conciencia ampliada, experiencias más allá del ego.
Lo puramente espiritual, vinculado o no con credos religiosos.
Gregory Bateson habló de “el patrón que conecta todas las cosas en un todo mayor”. Conceptos similares pueden ser el “campo relacional”, “conciencia colectiva”, “espíritu de grupo” etc. Estos conceptos, formulados de esta última manera, empiezan a introducirse en entornos organizacionales.
Hasta aquí esta exploración en la conciencia hacia una coherencia interna.
Veremos en otro artículo implicaciones prácticas de estos niveles. Hasta entonces, recibe un cordial saludo.
Tanto en psicoterapia como en coaching, a menudo se plantea al trabajo con valores. Como quiera que se trata de un aspecto algo abstracto, lo mejor es ofrecer diferentes ejemplos. A continuación una lista de valores a efectos de cualquier tipo de trabajo de superación personal.
No incluyo en esta lista de valores una clasificación por categorías. Como observarás existen algunos más trascendentes como lo transpersonal. Otros más terrenales como sexualidad o dinero. No creo que sea una buena idea etiquetarlos en una primera parte del trabajo pues podría condicionar la terapia. Es, simplemente, una herramienta de autoconocimiento.
Lista de valores más frecuentes.
Abundancia.
Acción consciente.
Aceptación.
Acogida.
Actividad.
Agradecimiento.
Ahorro.
Alegría.
Altruismo.
Amistad.
Amor.
Apertura.
Apoyo.
Aprendizaje.
Armonía..
Arte
Asertividad.
Astucia.
Atracción.
Audacia.
Ausencia de esfuerzo.
Austeridad.
Autenticidad.
Autoafirmación.
Autocontrol.
Autoestima.
Autonomía.
Autosuficiencia.
Ayuda.
Belleza.
Beneficio.
Bienestar.
Bondad.
Buen ambiente.
Caballerosidad.
Calma
Candidez.
Carácter.
Cariño.
Castidad.
Claridad
Colaboración.
Comodidad.
Compañerismo.
Compartir.
Compasión
Competencia.
Complicidad.
Comprensión.
Compromiso.
Comunicación.
Comunión.
Conciencia.
Conexión.
Confianza.
Congruencia.
Conocer gente
Conocimiento.
Consciencia.
Consenso.
Consistencia.
Construir.
Contactos.
Contemplación.
Contentamiento
Control
Coraje.
Cordialidad.
Cortesía.
Creatividad.
Crecimiento
Cultura.
Curiosidad.
Dar.
Decisión.
Dedicación
Delicadeza.
Desapego.
Desarrollo.
Descanso.
Deseo
Determinación
Diálogo.
Dignidad.
Diligencia.
Dinamismo
Dinero.
Disciplina.
Disfrute.
Disponibilidad.
Distinción
Diversión.
Dominio.
Dulzura.
Ecología.
Economía
Ecuanimidad.
Educación.
Eficacia.
Eficiencia.
Emociones fuertes
Empatía.
Encuentro.
Energía.
Enseñanza.
Entendimiento.
Entereza.
Entrega.
Entusiasmo.
Equilibrio.
Esfuerzo
Esperanza
Espiritualidad
Espontaneidad
Estabilidad.
Estar
Bien estar
Estar informado
Estética
Estudio.
Eternidad
Ética
Evolución
Excelencia
Exclusivo.
Éxito
Expansión
Experiencia
Éxtasis
Fama.
Fe
Felicidad
Fidelidad
Fiesta
Filosofía.
Finalidad
Firmeza
Flexibilidad
Fluir
Fraternidad.
Fuerza
Funcionalidad
Fusión
Ganancia
Generosidad.
Gozo
Gracia
Gratitud
Gratuidad
Hacer cosas.
Hermosura
Honestidad
Honor
Honradez
Humildad.
Humor
Idealismo
Identidad
Igualdad
Imagen.
Improvisación
Independencia
Iniciativa
Innovación
Inocencia.
Integración
Integridad
Inteligencia
Intensidad
Intimidad.
Intuición
Invención
Investigación
Justicia
Lealtad.
Libertad
Liderazgo
Longevidad
Lucro
Luz.
Mantener la palabra
Meditación
Mejora
Misticismo
Moderación.
Modestia
Moral
Motivación
Nacionalismo
Naturalidad.
Novedad
Objetividad
Ocupación
Oportunidad
Optimismo.
Orden
Organización
Originalidad
Paciencia
Pasión.
Patrimonio
Paz
Perdón
Perfección
Perseverancia.
Pertenencia
Placer
Planificación
Plegaria
Plenitud.
Poder
Positivismo
Pragmatismo
Prestigio.
Profesionalidad
Progreso
Propósito
Prosperidad
Protección.
Proximidad
Proyección
Prudencia
Puntualidad
Pureza.
Radiante
Rapidez
Razón
Realidad
Realización.
Reinvención
Relaciones
Relajación
Religión
Religiosidad.
Renovación
Renuncia
Respeto
Responsabilidad
Reto
Riesgo.
Riqueza
Rutina
Saber
Sabiduría.
Sacrificio
Salud
Santidad
Satisfacer deseos
Satisfacción
Seguridad.
Sencillez
Sensualidad
Sentido de la vida
Ser.
Ser oportuno
Serenidad
Servicio
Sexo
Sexualidad
Silencio.
Simpatía
Simplicidad
Simplificar
Sinceridad.
Sintonía
Sobriedad
Sociabilidad
Soledad
Solidaridad
Sosiego.
Sumisión
Superación
Superioridad
Templanza.
Ternura
Tolerancia
Totalidad
Trabajo
Tradición
Tranquilidad.
Transformación
Transparencia
Transpersonal
Trascendencia.
Unidad
Utilidad
Valentía
Valor
Valoración
Variación.
Verdad
Viajar
Vida
Vinculación..
Vínculo
Virginidad
Virtud
Vitalidad
Vivir bien
Voluntad.
Autoconocimiento para procesos de psicoterapia y coaching
Conocer los propios valores es vital para el autoconocimiento. Sin embargo es algo que no nos enseñan. Con los valores reseñados en este post podemos tener una idea intuitiva. Tanto si deseamos, simplemente saber algo más, como si estamos en un proceso de coaching o psicoterapia.
Esta lista de valores es, por supuesto, incompleta y no pretende ilustrar acerca de nada. Es simplemente una herramienta orientativa para los distintos tipos de ejercicios que contemplan identificar nuestros valores. Estos son la fuente de nuestra motivación interna. Prácticas y ejercicios aparte, estará bien si les echas un vistazo y ver con cuál/es de ello/s te identificas más. Generalmente advertirás que se trata de ese tipo de conocimiento que sabemos implícitamente pero no tenemos muy presente.
Hasta aquí esta lista de valores. Puedes utilizarla para potenciar la conciencia de ti mismo y tu autoconocimiento. Más adelante incluiré ejercicios que nos remitirán a este resumen de valores.
No obstante, y para tu constancia, adjunto uno de mis artículos del blog. En él podrás darte cuenta de la importancia de los valores en nuestra vida.
Te invito a participar en mi blog ampliando ideas. Por ejemplo, aportando sugerencias o compartiendo tus dudas en el apartado al pie del mismo.
¡¡Ah!!, y si te ha gustado y te apetece, te invito a compartir el artículo. También comentar y/o puntuar con las estrellas en el resumen que encontrarás más abajo.
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Si conoces a alguien que pudiera estar interesado, en esta información, siéntete libre para compartirla
Recuerdo lo que me llevó a la terapia gestalt, hace más de 20 años. Por aquello época los libros de terapia gestalt aparecían en las librerías alternativas tipo new age, espiritualidad, cábala, brujería…
Y fue en una de esas librerías de Barcelona, a finales de los 90, cuando sucedió. Es una librería yo diría que acogedora, hospitalaria, entrañable. Me gustaba husmear entre los libros. Un día, el propietario me dijo “¿te gustan estos temas verdad?” “Por supuesto”, le respondí. “Bueno, -me dijo- , puedes venir aquí siempre que quieras, explorar, indagar entre los libros, no hace falta que compres nada”.
Con las palabras de ese librero me sentí recibido. Intuí en su actitud esas palabras que más tarde utilizaría en alguna práctica, “yo te veo”. Sólo que en aquella época yo aún no lo sabía. Un espacio repleto de posibilidades se abría ante mí.
La vía del vacío fértil repleto de posibilidades.
Un día, husmeando entre los libros vi uno que me llamó la atención. “Terapia Gestalt, la vía del vacío fértil” de Francisco Peñarrubia. Así que, como tenía permiso, cogí el libro lo abrí y empecé a explorar. Nada más empezar el libro, en la sección de notas y agradecimientos aparece una cita de Martin Buber:
“Miro a veces el fondo de los ojos de un gato.
El animal domesticado ha adquirido al precio de su ingenuidad elemental la facultad de dirigirnos esa mirada, a nosotros que no somos ya animales.
La mirada de ese gato iluminada al contacto con la mía me pregunta:
¿Es verdad que te interesas en mí?
¿Es que existo para ti?
¿Acaso existo?
La mirada del gato de Buber parecía inquirle, ¿realmente existo para ti?
Esas palabras me bastaron para comprar el libro y, antes de una semana ya estaba empezando una formación en psicoterapia. Así, tal cual, sin más.
Creo que fui uno de los primeros en leer ese libro. Yo conocía el vacío estéril y frío, pero me intrigaba eso del vacío fértil. Y sobre todo, lo que según Buber existía en el fondo de la mirada del gato, “yo te veo pero… ¿tú me ves a mí?
Cultivar la presencia la conciencia interpersonal “Yo te veo”
Yo te veo, podría ser la traducción del saludo “sawubona”. La respuesta es “shikoba”, estoy aquí o existo para ti. Este es algo más que un protocolo de saludo entre algunas tribus del sur de África. Implica un saludarse de presencia a presencia.
Y digo que va más allá de un simple protocolo. No es un simple “yo te veo” como constatación de percibir una presencia física. Sería, más bien, el equivalente al “Namasté” sánscrito, algo así como «mi divinidad saluda a tu chispa divina».
Para los acostumbrados al concepto “escucha activa” , es familiar el concepto “escuchar con todo el cuerpo”. Del mismo modo, en este “yo te veo” existe esta totalidad que recibe a la totalidad de quien es visto.
En clave musical, el recibir a la persona amada en su totalidad, en la canción de Katie James, “Todo o nada”.
Cuando una mirada dice lo que las palabras no pueden.
He incluido tres ejemplos a modo de metáfora pues aprehender lo que existe tras este “Yo te veo” no es algo que se pueda entender sólo desde el concepto. Es más bien actitud. Actitud que invita a la apertura y la curiosidad. Ahora bien… cultivar esta presencia, requiere conectar con una parte nuestra que no juzgue, que no etiquete, ni valore….
Implica estar con el otro desde el propio ser pues no puedo escuchar si me olvido de mí. «La distancia que me separa de mí es la misma que me separa de ti».
Sawabona, Yo te veo
En el «yo te veo» de estas tribus (entre ellas la potente sociedad zulú) existen varios conceptos asociados. “Eres importante para mí”, “Te valoro”. “Veo quién eres en lo más profundo de ti”. Existe también la voluntad de recibir a la otra persona en su totalidad. Reconocer sus necesidades, miedos y aprendizajes pendientes. Así como la de verlo como alguien que aporta valor a la sociedad. Desde la propia individualidad. De hecho todos somos seres individuales y únicos y, desde esta diversidad, tenemos algo importante para aportar. Sólo tenemos que recordar “quiénes somos”. Y saber que alguien deposita su confianza con presencia y nos reserva un espacio.
El saludo, «sawabona»
Todo esto es posible por la firme convicción de un lazo que lo une a todo. “Yo soy parte de ti y tú lo eres de mí”. Pero para esto se precisa ver a la otra persona de forma consciente y relajada. Ver con “mente de principiante”. Es decir con entusiasmo, curiosidad y sin per ni pre juicios.
Abrazar el alma de la otra persona con la propia para otorgarle un espacio. Y es en el espacio social donde el “yo te veo” adquiere una dimensión sanadora como veremos más adelante.
Shikoba, estoy aquí
“Cuando los hombres se saben escuchados, se vuelven débiles.
Estos momentos de debilidad son la única rendija a través de la cual puede desprenderse una gota de generosidad del granito humano.” (Josep Pla, “El cuaderno gris”)
La respuesta a sawabona (Yo te veo) es “shikoba”. De nuevo la traducción literal ofrece una pobre perspectiva. Literalmente es “yo estoy aquí” o con otro matiz “entonces yo existo para ti”. En la respuesta existe un matiz de consuelo y aliento: “me siento aliviado al saber que existo para ti”. Es la respuesta que contiene el aliento profundo de saberse visto y aceptado.
Saberse aceptado es una necesidad humana. Creo, sin embargo, conveniente añadir un matiz que a veces no se tiene en cuenta. No es lo mismo la necesidad de ser aceptado que la necesidad de aprobación.
El ser aceptado está en el núcleo de la expresión “yo te veo”.
Shikona. Estoy aquí.
Es decir: “te acepto tal y como eres. Con tus luchas y miedos. Con tus contradicciones y verdades”. “Y esto es independiente de mis criterios y valores que pueden no coincidir con los tuyos”. “Te acepto por lo tanto como ser único y valioso distinto a mí y honro tu existencia”. Estas frases entrecomilladas son el núcleo de la aceptación. Cuando alguien se sabe visto y aceptado, se siente recibido tal y como es. Y se siente libre para manifestar su autenticidad.
En la necesidad de aprobación el núcleo de la actitud y conducta es otro. La persona las moldea en función de lo que cree que aprobará o no el otro o la sociedad. Es decir, se aleja de ser quien es para agradar y, en su caso, mendigar amor.
Al no saberse aceptado puede existir el impulso de caer en la necesidad de aprobación. Es una tentación difícil de solucionar, especialmente si en ella se involucra un ser amado o admirado. Sin embargo, el proceso de individuación exige no caer en esta trampa.
Yo te veo, estoy aquí. Recordar quiénes somos.
Ouspensky (el alumno más aventajado de Gurdjieff) escribió acerca del recuerdo de sí mismo. Describe el recuerdo de sí mismo en términos más de sensación que de pensamiento. El pensamiento suele ser una de las trampas del ego. Mientras que la sensación de sí mismo (de mí mismo) tiene que ver más con la propia autenticidad. La esencia, nuestro centro, sí mismo, self, yo superior o como se le quiera llamar.
La mirada del otro («yo te veo») nos recuerda quiénes somos.
En modo parecido a Rousseau, que creía que entre los hombres, en estado natural, reinan la amistad y la armonía, los zulúes creen que somos en esencia buenos. El origen de los actos dañinos está en el olvido de quiénes somos. En modo parecido, en nuestra cultura, hacemos una diferenciación entre “quién soy” y “qué hago”.
Esta convicción es la que subyace en la aceptación incondicional del otro y, por lo tanto, de la diversidad. Habita también en el núcleo de la expresión “yo te veo”.
La Programación Neurolingüística (PNL) lo expresa de un modo algo más elaborado a través de los llamados Niveles Neurológicos. Este modelo expresa los diferentes niveles que subyacen a toda conducta humana. Se tabulan mediante esta secuencia:
Tiene que ver con la realidad (generalmente sutil) con la que nos sentimos partícipes. Tiene que ver con el sentimiento de pertenencia y puede obedecer a inclinaciones de tipo espiritual como otras más pragmáticas. En el segundo caso ejemplos pueden ser la familia, colectivos profesionales, sentimiento patriótico, social etc.
La Identidad
Es el núcleo esencial, esa parte que los zulúes reconocen como el ser bueno. No es tanto quién creo que soy, ni mucho menos el “yo social”. Este yo profundo que, por arriba, mantiene un vínculo con lo transpersonal es contaminado por las creencias y valores. Las creencias beben de las experiencias de referencia que van ocultando nuestro yo real. En Gestalt hablamos de los introyectos. Conformados por mandatos sociales, parentales y educacionales de todo tipo nos dicen “lo que se debe y no hacer”.
A esta identidad profunda, antes de la contaminación de las creencias, se dirige el “yo te veo”. Y también desde ese lugar se puede responder “Estoy aquí”.
Cuando olvidamos quiénes somos. El poder de la comunidad.
El ser en comunidad
Los errores que puede cometer un miembro de la comunidad son vistos como un grito de socorro. Una petición de ayuda de la identidad nuclear de la persona que ha “cometido” la irregularidad. La actitud de fondo es “te has portado mal pero en el fondo eres bueno”. De nuevo la diferenciación de los niveles comportamiento (“portado”), identidad (“eres”).
Entonces la comunidad se une a la persona para recordarle quién es. Lo colocan en el centro de un círculo y accionan un ritual. Algunas comunidades le cantan una canción especial, tal y como expuse en mi anterior artículo: Cultivar la presencia. Terapia Gestalt y autoconciencia. Y le recuerdan todo lo que hizo de bueno.
Los rituales obedecen a la peculiar idiosincrasia de cada cultura. Sin embargo son un modo simbólico de reconectar lo terrenal con lo sutil. La persona en sociedad con su núcleo esencial para que pueda aportar a la comunidad su don.
Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo,
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“La gran revolución de nuestra generación consiste en haber descubierto que, cambiando las actitudes internas de su mente, los seres humanos pueden cambiar los aspectos externos de su vida» William James.
Modelar conductas y habilidades, una competencia básica en PNL
El círculo de excelencia personal es una técnica de PNL orientada a desarrollar y anclar habilidades específicas. Se utiliza muy especialmente en coachingpara acceder a recursos internos que nos faciliten conseguir objetivos.
Sabemos que, cuando estamos instalados en estados internos de bienestar y posibilidad, nuestras habilidades nos apoyan a conseguir objetivos. Estos estados internos se sustentan en creencias, capacidades, sentimientos y experiencias de referencia. Y, muy especialmente, cómo las organizamos en nuestro interior.
El círculo de excelencia personal es una técnica de PNL que modela y sistematiza el modo en el cual accedemos a ciertas habilidades.
El modelaje es el alma de la PNL.
Es decir la capacidad de replicar, en diferentes contextos, factores que conducen a un resultado determinado. Por supuesto, nos interesa modelar factores de éxito. Esta es la orientación del Círculo de excelencia personal.
¿Puedes recordar momentos de tu vida en los que superaste dificultades? ¿O bien momentos en los que conseguiste, con éxito, ciertos objetivos?
En ambos casos, ¿qué habilidades y recursos pusiste en juego?
La buena noticia es que estas habilidades de éxito los puedes extrapolar a otras situaciones. Esta es la esencia de la técnica de PNL el círculo de excelencia personal.
Modelar habilidades de éxito en coaching y PNL
“Si algo funciona no lo toques”. Puede ser una visión de extrema prudencia. Ahora bien… si algo funciona… ¿por qué no extrapolarlo a otras situaciones, momentos personas?
Los diferentes factores internos (recursos) que conducen al éxito
Bien, imaginemos que estás en un proceso de coaching en el que te planteas un objetivo. Por ejemplo alcanzar el nivel A2 de inglés en el plazo de un año. Elaboras tu plan de acción, empiezas con el mismo y… empieza a fallarte la motivación. Por supuesto que existen técnicas de PNl específicas para la motivación. Sin embargo, ahora trabajaremos con el círculo de excelencia personal.
Plantéate ahora: ¿En qué momentos de tu vida te sentiste especialmente motivado? ¿Cómo te sentiste? ¿Qué pensaste?…. Verás en la sección de la construcción del círculo de excelencia personal un inventario algo más completo.
Cuantos más momentos mejor. Recomendación: modelar habilidades de éxito exige identificar periodos lo más concretos y específicos. Detallar, lugar, personas, entorno, tiempo… Es decir instantes definidos y limitados.
Entonces… ¿no sería fantástico anclarestos recursos para extrapolarlos a voluntad a cualquier objetivo pendiente? Esta es la propuesta del círculo de excelencia personal.
¿Y qué pasa si no recuerdo momentos de especial éxito o excelencia en alguna habilidad?
Por supuesto lo ideal es recurrir a momentos propios. Son experiencias de referencia que nos llevan a nosotros mismos, es por lo tanto, lo ideal. Te animo pues a que insistas y explores un poco más en ello. Ahonda en recuerdos que pueden ir desde tu niñez hasta hoy mismo.
Y si realmente “es” imposible…
Existen dos alternativas más.
1.- Personas o personajesque te inspiren esa cualidad que deseas incorporar. Pueden ser personas reales conocidas, “medio conocidas”, famosos a los que no tienes acceso. Pueden ser también personajes mitológicos o de fantasía. Lo importante es la imagen interna que tú tengas de ellos, si incorpora esa habilidad para tu éxito.
2.- Imaginar “como si…”. Si bien al final de la técnica del círculo de excelencia personal aplicas el “como si” también puedes hacerlo ahora. Es, pues, imaginarte teniendo esa habilidad y aplicándola en el entorno y tiempo que deseas.
La importancia en coaching y PNL del juego interno. El secreto del éxito
Importancia de la coherencia entre el juego interior y el juego exterior.
Timothy Gallwey en “El juego interior del tenis” distinguió dos habilidades distintas en la práctica de este deporte. Los llamados juego exterior y el juego interior. El juego exterior tiene que ver con el desenvolvimiento para alcanzar una meta externa. Superar los obstáculos externos. Evidentemente tiene mucho que ver con el plano físico.
Sin embargo el juego interior tiene que ver con el despliegue de habilidades internas. Por ejemplo concentración, determinación, alerta relajada, confianza, auto-aceptación y crítica CONSTRUCTIVA, flexibilidad, estabilidad, etc… Y, por supuesto, gestionando óptimamente la ansiedad, la duda, falta de confianza, rabia etc…
Como verás el juego interno contempla la habilidad de gestionar estados internos. Esto es de vital importancia en el coaching generativo. Sabemos que un estado interno óptimo desenvuelve actitudes y comportamientos más eficaces que otro auto-limitante.
Así pues, el círculo de excelencia personal es una técnica de PNL que ayuda a:
Invocar esos estados internos de recursos.
Anclarlos para hacerlos operativos de un modo rápido y en diferentes contextos.
Los vendedores, un ejemplo de coaching actualizando recursos.
Recordar la alegría para estar alegres.
La venta es una profesión difícil. Exige mucha motivación y habilidades especiales. Algunos vendedores recurren a una estrategia que bien pudiera ser de coaching e, incluso de PNL.
Tienen una libreta en la que anotan sus ventas más exitosas. Es un registro personal en el que, sencillamente, apuntan los datos que les sirve para recordar esos momentos de éxito.
¿Y para qué hacen eso?
Pues bien, es el espíritu del modelaje en PNL. Y también la esencia del círculo de excelencia personal. ¿Adivinas?. Cada vez que tienen una visita importante o una venta difícil, recurren a la libreta. Cinco minutos antes le echan un vistazo, recuerdan las ventas que les funcionaron y… ¡ocurre la magia!… Pero no es exactamente magia. Creo que fue Wittgenstein quien dijo algo como:
Podemos ser felices, recuperando el recuerdo de momentos en que lo fuimos.
Por supuesto, reviviendo esos momentos como si estuvieran pasando aquí y ahora. Evocando la percepción sensorial subjetiva con todos los sentidos. Y evitando las trampas de la mente (no del cerebro) que puede aparecer como nostalgia, frustración etc.
Pues bien, esta es la propuesta de la técnica de PNL, el círculo de excelencia personal. Por supuesto con una metodología optimizada.
Modelar el círculo de excelencia personal. ¿Cómo es nuestra experiencia de éxito?
Si has leído algo de PNL o has seguido mis artículos, sabrás que la PNL heredó de la terapia Gestaltla orientación hacia el cómo. Es decir, cómo registramos una experiencia de éxito y otra que no etiquetamos como tal. La importancia no está en el contenido (el qué) sino en la forma, el cómo.
¿Cómo sabes que tienes éxito?
Lo verás claro con un ejemplo. Imaginemos dos personas que van en coche y tienen un accidente. Las dos salen ilesas pero una de ellas queda traumatizada y es incapaz de volver a conducir. La otra, en cambio, al día siguiente conduce como si no hubiera pasado nada.
¿Qué ha ocurrido si las dos vivieron la misma experiencia?
El secreto está en cómo registraron internamente la experiencia. Una de ellas, por ejemplo, puede tener un recuerdo vívido, en color, con imágenes grandes, próximas y en movimiento, revivido plenamente sumergido.
¿Imaginas cuál de las dos es más probable que sea la traumatizada?
Es importante destacar que estas claves que despiertan tus habilidades o tus miedos, son solamente tuyas. Por esto la PNL no es, solamente, un conjunto de técnicas aplicables en coaching o para conseguir objetivos. Es también, una disciplina de autoconocimiento y conciencia.
A continuación examinaremos el cómo de tus experiencias de éxito.
El círculo de excelencia personal, los pasos uno a uno
1.- En primer lugar elige una habilidad que quieras mejorar o replicar en un contexto determinado. Por ejemplo capacidad de concentración.
Piensa en periodos de tu vida en los que la has puesto en juego. Elige el más representativo. Revive, de momento brevemente, ese instante, el que hayas experimentado más plenamente.
2.- Visualiza ahora un círculo en el suelo frente a ti. Imagínalo con color, sonido o cualquier otra percepción que, espontáneamente te recuerde esa habilidad que quieres modelar. Recuerda que durante este paso, lo ves a cierta distancia. Es lo que en PNL se conoce como posición disociado.
Desde la posición de observador podemos analizar.
El círculo que ahora visualizas desde cierta distancia (dos o tres pasos) debe ser lo suficientemente grande como para que quepas en él en un momento del ejercicio.
Ahora observa esa experiencia en ese círculo. Viéndote a ti mismo…. ¿Cómo te ves? ¿Cuál es tu postura/gestos/lenguaje corporal? ¿Cómo oyes tu voz?
Desde esta posición solamente puedes ver y oír lo que puede ver y oír un observador. Puedes imaginar qué sentirías si fueras un observador, pero no lo que sentirías estando ahí. Esta diferencia es sutil pero conviene tenerla presente. Desde esta posición puedes indagar cómo sería verte desde fuera, es una posición más mental.
Viviendo la experiencia de éxito plenamente
3.- Una vez hecho este inventario de tu percepción como observador, toma una profunda respiración. Da un paso (o dos o tres) al frente y sitúate en el centro del círculo. Profundiza y expande ahora en tu percepción sensorial subjetiva. Es muy importante tener claro este paso. En PNL, se llama vivir una experiencia em modo asociado. Es fundamental para el éxito en la práctica del círculo de excelencia personal. . Así que voy a ampliarlo
Ahora no te ves como observador, vives la experiencia en primera persona, sumergido en la experiencia de plenitud de recursos. Haz un inventario completo de tu experiencia en tiempo presente. Reviviendo aquí y ahora esa experiencia de éxito y plenitud de recursos.
El inventario debe incluir todos los sentidos físicos, es decir:
A/ Vista. ¿Cómo te ves a ti mismo en tiempo presente? (Imagina tener un espejo pues ahora, en el centro del círculo de excelencia personal lo vives en primera persona). Puedes ver la cara de alegría y/o sorpresa de personas próximas.
La visión también puede referirse a imágenes internas que puedan aparecer. Este es un mundo plenamente personal. Desde visualizarte nadando ágilmente, hasta aparecer una imagen metafórica. Yo tuve un cliente al que le aparecía la imagen de un puma saltando ágilmente sobre su presa…. Así que…
B/ Oído. ¿Qué te dicen tus amistades, pareja, hijos, padres, etc…? ¿Cómo, por ejemplo, suenan tus pasos al andar más ligero?
Incluye también los diálogos internos (auditivo interno). ¿Qué te dices ahora? ¿Cuáles son tus frases motivadoras y de auto-felicitación? ¿Cómo suena ahora tu voz interna – volumen, tono, timbre….?
La sensación corporal, el corolario de la experiencia de éxito en el círculo de excelencia personal
C/ Sensaciones corporales. Revive y explora en tu postura corporal aquí, en este momento de éxito. ¿Cómo es tu respiración? ¿Y tú gestualidad? ¿Cómo andas o te incorporas de una silla? ¿Cómo son los patrones de tensión y/o relajación en tu cuerpo? ¿Qué sentimientos te invade? (Es de suponer que de alegría, confianza etc…). ¿Dónde sientes en tu cuerpo esta sensación de éxito? Este elemento de las sensaciones corporales es genuino en este paso. En el anterior, cuando te visualizabas desde fuera del círculo de excelencia personal no. Podía aparecer, como mucho, la sensación desde la percepción de un espectador, pero no la genuinamente tuya. Ahora eres el protagonista.
Sumergirse y disfrutar de la experiencia permite revivir el estado interno asociado a ella.
En este apartado puedes incluir, de existir, patrones de gusto y olfato, sabores, olores asociados, de haberlos.
Expande y disfruta toda esta vivencia explorando el cómo. Te puede servir de ayuda mi anterior artículo sobre las submodalidades. Explora en cada submodalidad para ver cómo la puedes volver más viva y disfrutar más de ella. Por ejemplo añadiendo brillo, color, movimiento, profundidad en las imágenes. O un sonido más envolvente, nítido o voces más suaves. Tienes muchas variantes contempladas en el cuadro de submodalidades para mejorar tu experiencia en tu círculo de excelencia personal.
Disfruta, amplifica y vive intensamente este momento.
Con esto estás incorporando tus patrones cognitivos, conductuales, sensaciones físicas y emocionales de tu estado de plenitud de recursos. Es decir, tu estado interno eficaz y de éxito.
Recuerda que una vez plenamente asociado, tu atención debe estar focalizada hacia lo externo y lo interno. Por ejemplo, imágenes externas y representaciones internas, voces externas e internas.
Toma nota de todos estos patrones. Si lo haces con algún compañero, pídele que te ayude en esta exploración y díctale para que tome nota.
Elementos adicionales del círculo de excelencia personal
En la medida que conozcas mejor los factores asociados a tu rendimiento óptimo, más fácil te será acceder a él. Ahora imaginemos otros ingredientes posibles del éxito.
Recuerdas que al principio, como observador te sugerí la posibilidad de contemplar el círculo con un color, vibración o sonido. Esto es así para incorporar lo visual (color), sensación (vibración) y auditivo (sonido). Por supuesto que te sugieran el recurso o la habilidad a incorporar.
Si así lo has hecho, imagina también tu cuerpo impregnándose de ese color. Por fuera y por dentro.
Imagina también tu cuerpo vibrando con ese sonido, si lo has incorporado.
Siente cómo el color, la vibración y el sonido van subiendo por todo tu cuerpo. Recorriendo desde tus pies, pantorrilla, rodillas, muslos, abdomen inferior y superior, tórax, hasta llegar a la cabeza.
Amplifica esta y el resto de sensaciones y percepciones. Imagina que las respiras más y más profundamente. Como si se incorporaran a todas tus células. Y recuerda que al hacerlo, una habilidad no es tal habilidad hasta que no entra en el músculo. Es decir, hasta que no se convierte en conducta. Por eso imagina que impregna las células, tejidos y músculos hasta que encarna en acción.
Anclar el momento de excelencia
El anclaje de una experiencia de éxito
Anclar en PNL es asociar un estímulo sensorial, imagen o palabra a una experiencia interna. En este caso a una experiencia interna de recursos. La forma de actuar es muy sencilla. Una vez plenamente sumergido en tu experiencia sensorial de éxito:
Imagina una imagen, color, persona, etc… que te lo recuerde (ancla visual)
Una o, como mucho, tres palabras (ancla auditiva)
Un gesto o posición corporal (ancla kinestésica)
Estas anclas te pueden servir para acceder de un modo directo al recurso en tu día a día. De este modo la práctica de coaching y/o PNL se hace operativa de un modo más rápido y práctico.
A continuación sal del círculo y repite los pasos 2 y 3. Puedes repetirlo las veces que necesites hasta tener la certeza de poder acceder de un modo rápido y directo. No obstante no te obsesiones con la perfección.
Extrapolando el círculo de excelencia personal a situaciones concretas.
4.- Ahora fuera del círculo, Identifica algunas de las situaciones en que quisieras tener ese estado, pero viendo la experiencia como desde fuera, sin sumergirte en la misma.
Tan pronto como hayas detectado el nuevo contexto, introdúcete en el círculo. Sumérgete ahora en la experiencia y observa las variaciones en tu estado interno. Revive la situación nueva con las sensaciones incorporadas en el círculo de excelencia personal. Para reforzar, activa las tres anclas. Deberías revivir esta situación en plenitud de recursos.
Sal fuera del círculo y observa si el estado de plenitud de recursos sigue operativo. Refuerza si es preciso volviendo a introducirte en el círculo.
Concluyendo
Puedes utilizar esta técnica de PNL en multitud de ocasiones. Si necesitas confianza para hacer una presentación. O determinación para dejar de fumar. Quizás para motivarte para apuntarte a un gimnasio (y sí, ir regularmente 😆 ).
Recuerda que puedes invocar tu círculo de excelencia personal activando las tres anclas. Pero, eso sí, antes tendrás que hacer la práctica.
Hasta el próximo artículo recibe un cordial saludo,
¿Quieres poner en práctica el círculo de excelencia personal? ¿Te gustaría conocer más técnicas de PNl para el éxito en tus objetivos? ¡Pídeme información gratuita y sin compromiso! Consulta de PNL, presencial y Online
El miedo a hablar en público es algo muy habitual.
Superar la glosofobia es posible. Por glosofobia se conoce el miedo a hablar en público. Etimológicamente del griego “glosso” (lengua) y “fobos” (miedo).
El temor a exponerse ante una audiencia más o menos numerosa es algo habitual. No siempre es señal de que “algo no funcione” bien. Por otra parte es cierto que puede dificultar nuestras relaciones y/o desarrollo profesional.
La hipnosis para hablar en público es una herramienta terapéutica de primer orden. Yo, a menudo, la utilizo en combinación con técnicas de PNL, con resultados espectaculares.
Superar la glosofobia pasa por entender el origen de este miedo a hablar en público. Los más habituales son el miedo a quedarnos en blanco, a hacerlo mal, o al fracaso.
Superar la glosofobia, algunas ideas básicas.
Por supuesto, antes de exponer un tema conviene repasarlo bien, hacer un esquema general, un cuadro sinóptico. No obstante, pretender aprender las palabras al pie de la letra es la mejor estrategia para…. Quedarte en blanco. Si quieres puedes practicar un par de veces para coger la soltura con notas, pequeñas cartulinas con títulos etc… Pero no pretendas aprenderte las palabras de memoria.
Otro elemento importante a destacar. Existen componentes subjetivos en el (eventual) fracaso imposibles de controlar. Este es el que tiene que ver con lo que no depende de nosotros. Por ejemplo si el público está de acuerdo o no con nuestra exposición. Si, por el tema del que se trata, se aburren etc… Es bueno ocuparse de lo que es responsabilidad nuestra, estudiar el tema, claridad de exposición, apoyo visual etc… Pero no preocuparnos por aquello que no está en nuestra mano.
El guion de una sesión de hipnosis para hablar en público tiene en cuenta estos elementos en un script personalizado.
Otras veces el miedo al fracaso tiene que ver con un excesivo perfeccionismo. Este hace que prestemos una atención selectiva a cualquier posible error que cometamos (palabra mal expresada, concepto olvidado etc…). La audiencia no percibe estos errores pues, en realidad, no saben qué vamos a decir.
Superar la glosofobia. ¿Y si los demás se dan cuenta?
Uno de los miedos más extendidos es el de que “los demás se den cuenta que estoy nervioso”. Salvo casos extremos nadie se da cuenta de los nervios de un orador. Probablemente algo si existe temblor de manos, sudor o ruborización en el rostro. Sin embargo, la distancia que a menudo nos separa de la audiencia hace imperceptible estos detalles.
Dirigiendo la atención hacia fuera podemos «sacudirnos» el miedo a hablar en público.
El verdadero problema para superar la glosofobia es dónde colocamos el foco de atención. Si focalizamos la atención en nosotros, percibiremos con más intensidad los leves síntomas de nerviosismo con lo cual aumentarán.
Si dirigimos nuestra mirada alerta al público observarás cómo la ansiedad disminuye. Elige para ello unas cuantas personas que te parezcan más próximas si lo necesitas así. En general a un participante le gusta que el presentador le mire y dirija sus palabras. Con esto conseguirás un beneficio secundario.
Hipnosis para hablar en público, relacionarnos amistosamente con el miedo.
La hipnosis para hablar en público nos ayuda a hacer operativo lo que “ya sabemos. Provee herramientas que, puestas en práctica, paso a paso, afianzan este conocimiento. Y también nos ayuda a aceptar lo que rechazamos.
En primer lugar, para superar la glosofobia, es necesario aprender a relacionarnoscon el miedo de un modo distinto. La ansiedad (subproducto del miedo) es una respuesta de nuestro cerebro límbico cuando interpreta que existe una amenaza. Al tratarse de una zona más primitiva de nuestro cerebro es difícil superarla con “buenas razones”. Sin embargo sí podemos aprovechar el tipo de actitud y energía que despierta en nosotros, el estado de alerta.
Con la hipnosis para hablar en público empezamos tomando contacto, en un trance leve, con las señales del cuerpo. Salvo casos muy leves de miedo escénico (que no suelen ir a una consulta) no aconsejo empezar, directamente, con las llamadas sugestiones positivas.
No es la mejor idea intentar “manipular” nuestro estado emocional contrarrestando con supuestas ideas positivas. Aunque bien intencionada, esta estrategia no funciona para superar la glosofobia en el momento que tenemos que exponer.
Lo ideal es aceptar los nervios y dejar que se vayan yendo por ellos mismos. Sí es buena idea respirar un poco más profundamente, centrarnos y desde ahí relacionarnos cordialmente con nuestro miedo. Con su intención positiva (enseguida vemos esto). Y desde esa respiración profunda, prestar atención a hablar despacio. Esto es algo que se puede ensayar previamente.
El centramiento un ejercicio de sensibilización a la hipnosis para hablar en público.
Si quieres aprender un ejercicio de centramiento puedes escuchar el audio en mi artículo: Centramiento y relajación…. También es un primer paso para sensibilizarte a la hipnosis para hablar en público. Y, por supuesto, relacionarte de un modo más amable con el miedo.
El miedo a hablar en público se disfraza de nerviosismo y, en el fondo, esconde una intención positiva. Apartar o preparar al cuerpo para algo que interpreta el cerebro como un peligro. En este sentido, la hipnosis, provee un mecanismo de colaboración con las partes más creativas del inconsciente. Esto es así, especialmente en las últimas evoluciones de la misma, el llamado trance generativo o también hipnosis ericksoniana.
Conseguida esta colaboración, queda abierto el camino para una reeducación emocional que, a veces, ocurre espontáneamente. Otras veces, podemos estimularla mediante la sugestión. Pero es importante, para que esta surta efecto, contar con la colaboración del inconsciente. Sin esto último como requisito la sugestión suele servir de poco. Esto es algo que observo en clientes que dicen haber probado otras estrategias que han funcionado a medias. Es decir, tienen que seguir esforzándose por sentirse cómodos.
El miedo a hablar en público y la terapia del niño interior.
El miedo a hablar en público puede tener que ver con experiencias tempranas.
El papel de la hipnosis para hablar en público y superar la glosofobia, puede ser determinante. En primer lugar, con la hipnosis exploramos si existe alguna experiencia que genera este miedo a la exposición. Estas experiencias, generalmente, permanecen olvidadas o, sencillamente, no se relacionan conscientemente con el actual bloqueo.
Por supuesto en casos de largo recorrido el proceso no es corto. Muchas veces tiene que ver con experiencias tempranas. En este sentido, el trabajo con el niño interior se impone como necesario. De todos modos, los pasos a dar están claros. Suelo recomendar tareas para hacer en casa y, de este modo, acortar los periodos. Con perseverancia se puede conseguir hablar con tranquilidad y entusiasmo en público. Por supuesto, siempre que sea algo que esté alineado con lo que te gusta.
A veces, no obstante, sucede que, sencillamente “somos así” desde pequeños. Hablamos pues de una predisposición que generalmente va acompañada de algo importante. Un mecanismo inconsciente de protección por parte del inconsciente personal. Digamos que es un rastro de las antiguas “estrategias de supervivencia” de hombre primitivo solo que “actualizadas”. No olvidemos que el miedo cumple una función de protección y es, a su vez, una emoción básica.
Como quiera que se trata de un temor irracional con un fuerte componente somático, la sensibilización a las señales del cuerpo forma parte de algo básico en el proceso. Es algo a lo que van dirigidas, especialmente la/s primera/s sesiones.
Hipnosis para hablar en público, lo que aprendes al superar la glosofobia.
El inconsciente creativo nos puede facilitar lo que nos falta.
Además, durante el proceso aprendes otras estrategias importantes, no solo para vencer el miedo a hablar en público. Así, por ejemplo, el control del estrés y la ansiedad. La habilidad de centrarte y relajarte en entornos cotidianos. No menos importante es aprender a conectar con las sensaciones corporales. Este componente es vital en las estrategias de inteligencia emocional. También la capacidad de gestionar la dirección de la atención, hacia dentro o hacia fuera. Esta habilidad provee de información y feed-back interno y externo muy valiosa no solamente a la hora de hacer presentaciones.
Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo,
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Vimos en el artículo “cómo vivir una emoción con ecuanimidad” cómo acceder al equilibrio emocional mediante la terapia disociadora. Inspirada esta en la PNL (Progamación neurolingüística)
Estudiamos el proceso de disociación como un elemento que nos ayuda a tomar distancia de las emociones difíciles. Así podemos actuar con mayor desapego sin dejar de estar en contacto con (no en) la emoción. Sin embargo, en estas situaciones accedemos a una vivencia algo desarraigada. Como si la experiencia “no fuera con nosotros”. Existe, pues, una segunda posibilidad para avanzar en este equilibrio emocional mediante el centramiento en acción.
En este artículo pondremos en juego dos habilidades. La de la terapia disociadora (cuyo enlace al artículo está un poco más arriba). Y, por otro lado, el centramiento activo, una práctica básica del coaching generativo. Para ello te sugiero repasar el artículo Relajación y centramiento y poner en práctica el audio centramiento estándar
Buscando una experiencia que te aleje del equilibrio emocional
Cualquier experiencia que te “saque de quicio” es válida. Al principio, y a los efectos de empezar la práctica, es conveniente que no sea muy intensa. A medida que domines la técnica, podrás hacerlo con experiencias más hirientes. Este es un principio válido para el coaching y cualquier terapia.
Escribo este artículo en el mes de junio del 2020, en plena crisis del Covid19. Tenemos a nuestro alcance, experiencias que nos acercan al temor, la incertidumbre, el estrés, ansiedad, etc…. De todos modos, tal y como trabajamos en PNL y coaching, te pido que elijas una experiencia concreta.
A menudo me preguntan: ¿Y si no recuerdo una experiencia dolorosa concreta? La respuesta es sencilla, invierte el tiempo necesario para recordarla. Estoy convencido que cualquier trabajo de psicoterapia o coaching que no contemple experiencias de referencia concretas, está condenado al fracaso. Pensar, especular, razonar, hablar acerca de…. es cosa de la mente.
Sin embargo, trabajar con experiencias registradas en nuestro cerebro es lo que permite transformarlas. Y esto es así porque son las conexiones neuronales las que registran nuestras experiencias. Y estas forman parte de nuestro cerebro y tejido nervioso.
Para trabajar con el centramiento en acción y la terapia disociadora, necesitamos, pues, experiencias específicas. Si sabes lo que es el miedo es porque en algún momento lo viviste. Si conoces la tristeza es porque has tenido alguna experiencia de aflicción. No puedes conocer el enamoramiento si no te has enamorado. Y todos estos registros están grabados en nuestro sistema nervioso y cerebro. El coaching y la PNL forman parte de un tipo de terapia básicamente práctica.
Antes de practicar el centramiento en acción. Revivir la experiencia en modo asociado y disociado
Así que, encuentra una experiencia incómoda concreta. Un día, en un sitio y con una/s persona/s identificada/s. Cuando la tengas accede a ese recuerdo, imagina que lo proyectas delante de ti, en modo disociado. Si tienes dudas puedes leer este artículo “Cómo vivir una emoción con ecuanimidad. La terapia disociadora” . En modo disociado te ves como un espectador.
La terapia disociadora hace ver la realidad desde cierta distancia.
A continuación da un paso adelante y sumérgete en la experiencia. Asóciate a ella, vívela en primera persona. Hazlo con una plena experiencia subjetiva interna. Esto es, mira lo que ves, escucha lo que recuerdas oír, evoca las sensaciones y sentimientos. En primera persona, como si estuvieras ahí en tiempo presente.
Ahora da un paso hacia atrás. Nota en cuál de los dos modos vives la experiencia con mayor equilibrio emocional. La vivencia no es la misma, no ha cambiado. Sin embargo, en términos generales, el modo asociado nos facilita el revivir la experiencia con mayor intensidad. No cambia el qué, cambia el cómo y, de este modo, cambia como vivimos ese momento.
Veremos a continuación cómo incorporar el centramiento activo pues vivir una experiencia en modo disociado provoca lo que yo llamo el “modo pasota”. Es decir, un desapego que puede ser próximo a un desentenderse. Y esto está bien para, por ejemplo, escuchar a algunos políticos, pero no siempre es lo ideal. Para esto incorporaremos el centramiento en acción.
El centramiento en acción, la base del coaching generativo
Una de las prácticas básicas del coaching generativo implica el
El centramiento en acción no implica pasividad.
trabajo con los estados internos. Saber invocar y mantener estados de calidad es esencial para responder con ecuanimidad a los retos cotidianos. De poco sirve una práctica de meditación, mindfulness, relajación etc… si en situaciones estresantes se “nos llevan los demonios”.
El centramiento en acción es la base que nos sirve para consolidar esta habilidad. Y para seguir con la práctica es imprescindible haber leído el artículo Relajación y centramiento. En el mismo encontrarás un enlace a un audio que enlaza a un ejercicio de trance generativo.
Para seguir doy por hecho que has realizado esta práctica y la señalada anteriormente: La terapia disociadora.
Entonces volvemos al momento en que te disocias de la experiencia. Desde aquí da un paso atrás, respira un poco más profundamente, estimula el ancla del centramiento. Permanece en ese estado de centramiento activo durante unos segundos.
Con el ancla activa da un paso adelante y sitúate en la posición de observador. Examina, en modo disociado la situación. Una vez preparad@, con el ancla y centramiento activos, das otro paso adelante y te asocias a la experiencia. Observa qué cambia en el modo de vivir esa situación.
Generalmente verás que no te afectará tanto, aun cuando la experiencia sea la misma.
Alcanzar el equilibrio emocional con la práctica del centramiento en acción. El secreto
Repite este ciclo, con esta experiencia unas tres o cuatro veces. De esta manera quedará anclado en tu interior. Esta es la base del trabajo con las submodalidades.
Con el centramiento nos permitimos brillar con nuestra propia luz
Practica una y otra vez con diferentes experiencias, siempre específicas. Es una buena idea hacerlo al finalizar el día con algún momento que te haya incomodado. El cerebro tiene una gran capacidad para generalizar de tal manera que, una vez lo hayas reelaborado un número determinado de veces, podrás hacerlo sin pensar. El ejercicio entonces ya será un recuerdo.
Es como aprender a conducir. Primero tienes que pensar en pisar embrague antes de encajar la marcha. Después soltar embrague y pisar acelerador etc… Con el tiempo, ya no tienes que pensar en estos pasos y lo haces automáticamente. El equilibrio emocional con el ejercicio del centramiento activo funciona de igual modo. El ejercicio no es más que una forma de reestructurar la experiencia interna. Una vez anclada en tu interior podrás reelaborar cualquier experiencia sobre la marcha. Y lo harás sin necesidad de toda la parafernalia del ejercicio o, como mucho, con solamente una elaboración mental.
¿Cuántas veces deberé practicar el centramiento en acción para conseguir el equilibrio emocional?
Como en todo lo que tiene que ver con el crecimiento interior, cada cual tiene su ritmo. No puedo dar, pues, unos tiempos exactos. Sí puedo, no obstante, ofrecer unas pautas que servirán para aprovechar mejor y más rápido los ejercicios.
1.- Afianzar las prácticas iniciales.
Como en todos los conocimientos acumulativos hay que cuidar los principios. Para no ser repetitivo me remito a los dos enlaces reseñados con anterioridad. Uno es el artículo de la terapia disociadora, otro el de la relajación y centramiento. De hecho la práctica del centramiento activo para el equilibrio emocional es la suma de ambos ejercicios.
2.- Conseguir el equilibrio emocional empezando con experiencias desagradables, pero poco.
Es parecido a cuando aprendimos a montar en bici. Generalmente no lo hicimos directamente, sobre una bicicleta grande de solamente dos ruedas. Es posible que empezáramos con un triciclo o con una bicicleta con dos ruedas auxiliares. Algunos niños empezaron siendo asistidos por sus padres. En cualquier caso, hasta que no se afianza el equilibrio, poco a poco, no empezamos a circular en bici por cualquier terreno. El centramiento en acción necesita “curtirse” en situaciones cada vez más intensas, pero empezar gradualmente.
3.- La práctica regular del centramiento en acción
Como he expuesto anteriormente, practicar regularmente y con
Con el centramiento activo puedes permanecer en el centro del huracán
situaciones reales. Nuestro cerebro tiene registradas las experiencias que considera significativas. Estas experiencias son como una base de datos que colorean nuestro presente. El modo en que las recodifiquemos sentará la base del cómo experimentemos las siguientes vivencias. Por eso la práctica es fundamental para ir acercándonos a la serenidad emocional.
4.- Dejar la práctica escalonadamente.
En algún momento ya no será necesario practicar el ejercicio, pero no es aconsejable cortar de golpe. Las pautas de conducta y actitud aprendidas durante años pueden volver a poco que se les dé una oportunidad.
Por esto es mejor no “abrir compuertas” abruptamente y sí hacerlo de un modo escalonado. De este modo el centramiento activo se irá fortaleciendo y abriendo paso de un modo seguro.
5.- Si es necesario, reforzar con un proceso de coaching generativo online o presencial
Todas las prácticas que propongo en el blog pueden ser beneficiosas. No obstante no pueden sustituir la práctica con un coach o psicoterapeuta certificado y entrenado. Esto también es válido para conseguir el equilibrio emocional con el centramiento en acción. El terapeuta ayuda a adaptar las prácticas a tu situación real y, en su caso, optimiza los resultados.
Hoy en día, y gracias a la tecnología, este tipo de ejercicios se puede realizar mediante procesos online. Aunque, por supuesto, la modalidad presencial sigue vigente.
Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo,
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