La causa de la procrastinación es diferente en cada persona.

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La causa de la procrastinación. ¿Por qué dejar para mañana?

La causa de la procrastinación. Postergar, dejar para mañana (o después), consulta en Sabadell, Terrassa y online.

Terapia para dejar de dejar para mañana o después

Cuando se acumulan las tareas podemos decidir evadirnos.

Para adentrarnos en la causa de la procrastinación (postergar), veamos una primera aproximación etimológica. Ésta nos lleva al latín, “procrastinare”. “Pro” (antes de) y “crastinum” (el día de mañana). También encontramos en griego el término akrasia . Este término, en griego antiguo se asoció a voluntad débil o descontrol. Sin embargo, más específicamente se define como un acto irracional. Es decir, conscientemente sabemos que queremos hacer X, pero hacemos Y.

Inicialmente la «acrasia» se refiere a la acción de hacer. Sin embargo, también puede referirse a decidir intenciones, deseos y opiniones. Aplazar una decisión, una intención o emitir una opinión.

Toda decisión implica una elección, Por lo tanto elegir algo y desechar (o aplazar) otro algo. Esto puede conducir a un estado interior de confusión. Y de aquí al dejar para después (o mañana) la elección. Esta es, pues, una primera aproximación (superficial aún) a la causa de la procrastinación.

Dejar para mañana y gestión de las emociones

La causa de la procrastinación tiene más que ver con una gestión deficiente de las emociones. No necesariamente hacemos o dejamos de hacer algo siempre por holgazanería. Esta teoría está sostenida por Timothy A. Pychyl y Paul Mason. En el libro, traducido al castellano como “La solución a la procrastinación” desarrollan esta hipótesis de trabajo.

Una lectura superficial de la causa de la procrastinación lo ha llevado al terreno de la gestión del tiempo. Y obviamente tiene repercusiones importantes en la economía de las tareas. Pero no es algo a solucionar con “técnicas” de “gestión del tiempo”. Esta es la aproximación del coaching. Por supuesto no quiere decir que no sea adecuada. Es, sencillamente una aproximación remediativa que pretende ser pragmática. A veces consigue el objetivo….pero no siempre.

Esta aproximación del coaching nos conduce a ocupar la mente en actividades productivas y planificadas. De esta manera, al tener un objetivo claro y el camino a emprender, las dudas no son tan perentorias. De un modo, entre cómico y cierto es lo que trasluce la frase:

Una mente ociosa es la antesala del infierno (o taller del diablo)

Tampoco es una maldición del carácter o un defecto que no pueda solucionarse.

El secreto, el verdadero secreto está en aprender a sostener las emociones. Y manejar nuestra actividad CON las emociones, no EN ellas y, obviamente menos NEGANDOLAS.


Dejar para mañana no es una maldición, el cerebro tiene sus prioridades.

El cerebro trabaja para nuestra supervivencia.

Nuestro cerebro tiene su propia agenda

Algo en lo que incido a menudo en consulta es qué hacemos con lo que nos pasa. Cuando enfrentamos una situación que nos incomoda podemos aceptarla (no resignarnos) o reaccionar con algún tipo de incomodidad. Ninguna de las dos opciones facilita una solución pragmática. Pero sí puntos de partida muy distintos.

Desde la primera posición podemos plantearnos medidas desde un estado de ecuanimidad. Sea cual sea la decisión no empeorará nuestro estado de ánimo. Y es más, partir de un estado interior más relajado siempre facilita la toma de decisiones. Y para entender la causa de la procrastinación, la información es importante.

Nuestro cerebro es un gran “currante”

Nuestro cerebro tiene una prioridad principal, coordinar nuestra supervivencia. Si pensáramos en la multitud de funciones vitales que dirige sin darnos cuenta seríamos conscientes de lo atareado que está. Y para hacerlo con máxima eficacia una de las tácticas que utiliza es ahorrar energía. Y para conseguirlo, recurre a lo conocido, lo que no exige un gran esfuerzo.

Esta no es una conducta que nos resulte extraña. Es normal que en situaciones de estrés, nos comportemos como estamos más acostumbrados a hacerlo. Aun cuando sea ineficiente.

Una causa de procrastinación tiene que ver con las prioridades de nuestro cerebro.

Nuestro cerebro cumple con muchas tareas.

Para superar esto debemos poner algo de conciencia pues estamos hablando de un hábito muy arraigado. Mel Robbins enfatizó el poder de las decisiones conscientes en su libro: «El poder de los cinco segundos”. Para esta autora la causa de la procrastinación está en el excesivo rumiar. No creo en que siempre sea este el origen del dejar para después. Sin embargo facilita una práctica que, en algunos casos, puede funcionar.

Postula la existencia de una ventana de 5 segundos entre la intención y la acción. Si podemos intervenir en esta ventana de 5 segundos, interrumpiremos el bucle del hábito. Y en este caso del dejar para después.

Para hacerlo propone, cuando surge la oportunidad de tomar una decisión, efectuar una cuenta regresiva. Sólo una cuenta atrás 5-4-3-2-1 y emprender la acción/decisión. Es un modo de evitar la parálisis por un excesivo análisis.

Sin embargo no existe solo una causa de la procrastinación. Veamos otro modo de entenderla.


La causa de la procrastinación y las estrategias de motivación.

Aquello que nos motiva difícilmente lo “dejaremos para mañana”. Esto parece una obviedad, y lo es en algunos casos… pero no en todos. Existen tres variables importantes que están en el origen de este dejar para después:

– OBJETIVO.
– TAREA.
– TIEMPO.


La causa de la procrastinación en el objetivo.

Para que nos motive, debe fundamentarse en valores personales. Es decir en aquello que consideramos importante. Los valores son la fuente de la motivación interna, la más genuina.

Cuando es algo que “debemos” hacer aun cuando no nos guste deberíamos buscar factores motivacionales externos. Dicho de otro modo qué beneficios conseguimos con el logro. También es posible focalizarnos en qué evitamos.

En la causa de la procrastinación, a menudo tenemos objetivos poco claros o motivadores. Es importante, para este paso, el tener objetivos claramente formulados, realistas y motivadores. Es lo que he apuntado al principio una aproximación de coaching.

He escrito varios artículos sobre la formulación de objetivos. Anexo enlace al último de la serie en el que puedes encontrar un vínculo al resto: Formulación de objetivos, coaching y recursos adicionales



Cuando dejamos para mañana por la tarea.

Diferenciar la meta del plan de acción.

A veces la procrastinación tiene que ver con el objetivo, a veces con las tareas.

En este contexto entiendo tarea como el proceso para conseguir un objetivo. No siempre la tarea es atractiva, aun cuando sí pueda serlo el objetivo. Al ir desplegando la tarea (presente) o antes de hacerlo (futuro) podemos desarrollar sentimientos de inseguridad. Aquí puede aparecer el vínculo procrastinación/baja autoestima /inseguridad. Es el diálogo interno del tipo “no soy capaz de”, “no lo haré bien”…. Incluso se puede entremezclar con el llamado síndrome del impostor.

Si bien falta de confianza y síndrome del impostor pueden ser causa de procrastinación, no son lo mismo. En la primera emerge una inseguridad para desplegar una tarea o conseguir un objetivo. Es normal la falta de confianza cuando empezamos algo que nunca antes habíamos hecho.

En el síndrome del impostor la persona es alguien alta o suficientemente cualificado para esa tarea u objetivo. Incluso pudiera ser alguien con experiencia más que suficiente…. Pero aún y así teme no estar a la altura o… ser “descubierto” como un fraude.

Otro elemento importante causa de procrastinación es la ansiedad. En el fondo de esta se instala un temor anticipatorio. Es decir, aún no hemos iniciado la tarea y ya nos ponemos en lo peor. En términos humorísticos el aforismo principal de la “Ley de Murphy”: “Si algo puede salir mal, saldrá mal (y además lo hará en el peor momento posible)”



Cuando la causa de la procrastinación es el factor tiempo:

Resumiendo mucho podemos entender el futuro en tres parámetros: Corto, medio y largo plazo. Como norma general, cuando nos planteamos un objetivo a largo plazo cuesta más mantener la motivación. Esta bien pudiera ser la causa de procrastinación en algunos casos: Objetivos temporalizados a largo plazo.

A veces la causa de la postergación está en el tiempo para conseguir el objetivo.

Es aconsejable, en objetivos a muy largo plazo, fraccionar las diferentes etapas.

Como norma general, cuando hablamos de formulación de objetivos, uno de los parámetros es la temporalización. Si quieres saber más sobre este concepto puedes ampliar en el siguiente artículo:

Formulación de objetivos con coaching y pnl.

La temporalización de un objetivo cumple una triple función:

En primer lugar: Focaliza la energía mental y emocional poniéndole unos límites.

En segundo lugar: Desmembrar un objetivo a largo plazo en etapas más cortas facilita la sensación de consecución. Cada etapa finalizada, y la sensación de logro (aun cuando sea parcial) incrementan la motivación. La motivación es uno de los motores que pueden frenar las causas de la procrastinación.

En tercer lugar: Constatar si vamos cumpliendo o no los plazos. Y, en su caso, los factores correctivos a aplicar.

En el siguiente artículo veremos la causa de la procrastinación según la estrategia que usemos para motivarnos. Lo veremos también con un ejemplo práctico.

 

Hasta entonces, recibe un cordial saludo,

www.josepguasch.com

Anterior artículo relacionado: Autosabotaje y procrastinación. Terapia para no dejar para después.

 

Es posible dejar de postergar.

 

La causa de la procrastinación. Postergar, dejar para después (o mañana), consulta en Sabadell, Terrassa y online.

Trabajo con el inconsciente personal, imaginación activa en Sabadell

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La sombra de tu inconsciente, autoconocimiento y superación personal

La sombra de tu inconsciente. Aceptar la sombra, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach, coaching y psicoterapia (PNL, Hipnosis, Terapia Gestalt, Análisis Transaccional, Niño interior) en Sabadell y Terrassa

Robert Johnson en su libro “Aceptar la sombra de tu inconsciente” nos habla del Arquetipo de la sombra. Y nos cuenta una triste historia:

Nuestra sombra personal contiene una gran fuente de energía si sabemos alquimizarla, consulta en Sabadell

El agua. Arquetipo de vida, sanación y purificación

El Agua de la Vida brotaba libre y alegre a través de un pozo. Esta Agua tenía virtudes sanadoras y revitalizantes de las que se beneficiaba todo aquel que bebía de ella. Y ella, en su generosidad, se ofrecía a todo aquel que se acercara para conocerla.

Pero unos usureros pretendieron aprovecharla.
Levantaron vallas alrededor del pozo y la comercializaron.

El Agua enfadada, decidió brotar a través de otro pozo. Y así, la que manaba del pozo inicial, perdió todas sus mágicas propiedades.

Sin embargo, sucedió lo mismo con otros usureros. Y así seguió sucediendo. De este modo, el Agua de la Vida sigue apareciendo, cada vez, en lugares insospechados donde nadie pueda enriquecerse con usura de ella.

Y los pozos que va dejando, a su paso, solo ofrecen agua turbia.
Sin embargo, el Agua sigue manando en algún lugar y está lista, siempre para ser recibida.

¿Qué tiene que ver esta metáfora con nuestra psicología?

Esta historia nos habla de los intereses egocéntricos por apoderarse de un bien que pertenece a la Vida. Nuestro ego actúa de un modo parecido. Ignora algunas zonas de nuestra psique. Todo aquello que no obedezca a los intereses egocéntricos es reprimido, negado, sepultado. De tal modo que, aquello que era en un principio algo natural, se vuelve turbio. Tal y como sucede en los pozos de los que ya no mana el Agua de la Vida. Así nace en nosotros el arquetipo de la sombra.

De este modo construimos un guión de vida en el que lo reprimido sigue influenciándonos. Pero lo hace de un modo inconsciente y, generalmente, poco constructivo. Aceptar la sombra es el primer paso para su integración de un modo constructivo.

La sombra de tú inconsciente y el lugar en el que brota el Agua de la Vida

Ese lugar donde podemos encontrar el Agua no está muy lejos.

Sanar nuestras heridas emocionales, consulta en Sabadell

En nuestro inconsciente el arquetipo de la sombra espera a ser descubierto

Está más cerca de lo que sospechamos, solo que… un poco escondido. Es, efectivamente, nuestro inconsciente. Y en él, Jung postuló la existencia de algo que llamó el arquetipo de la sombra. Más específicamente dejó escrito:

“La figura de la sombra personifica todo lo que el sujeto no reconoce y que, sin embargo, le fuerza una y otra vez, directa o indirectamente.”

 

¿Cómo puedes encontrar indicios del arquetipo de la sombra de tu inconsciente?

Imagina que alguien, con su conducta o actitud te exaspera en sobremanera. Aun cuando pueda parecer una persona molesta, si tu respuesta emocional es exagerada, esa es una pista.
La sombra de tu inconsciente reacciona como una herida al contacto con agua salada. ¡¡Escuece!!. Esa conducta, esa actitud está entonces en ti, en tu sombra. Esta respuesta emocional es conocida como proyección de la sombra

Puede parecer algo contradictorio aceptar la sombra de tu inconsciente. Sin embargo, es importante aclarar que reconocer no quiere decir actuar según su dictado.

 

La luz de la sombra de tu inconsciente.

Por otra parte, aunque de esto hablaré en otro artículo, también podemos “reconocer” en otros partes maravillosas que nos negamos. Es importante aquí destacar que, en sí, lo que rechazamos en nosotros no tiene por qué ser algo negativo.

Las emociones reprimidas en el hombre y el patriarcado, consulta en Sabadell

Las cualidades negadas a la masculinidad por el patriarcado yacen en una sombra luminosa.

Por ejemplo, un hombre que (por los dictados del patriarcado) rechace en sí su sensibilidad, ternura, delicadeza… es fácil que se enamore de una mujer que manifieste estas cualidades. De hecho el enamoramiento, según la psicología analítica, es visto como una proyección de lo luminoso en otra persona.

Reconocer y aceptar la sombra, “el tío del gimnasio”, un ejemplo.

Voy a relatar un diálogo con un cliente en consulta (por supuesto es un resumen. Cuento con su permiso y mantengo el más estricto anonimato).

El consultante acude a un gimnasio regularmente. Un día apareció en esas instalaciones un hombre que le exasperó de un modo exagerado. Así que, indagué un poco.

Este fue más o menos el diálogo que sostuvimos.

Cliente: Entonces apareció por ahí ese tío. Andando como un pavo real.
Josep: ¿Cómo crees que anda un pavo real?
C: Pues llamando la atención, contoneándose, en plan chulo.
J: Y eso te molesta
C: Sí, mucho.
J: ¿Y cómo es ese mucho en una escala del 1 al 10?
C: Pues…. (Aquí se detuvo un poco…) ¡Yo diría que un 9!
J: Un nueve por alguien que ni siquiera se metió contigo. Sólo por su forma de andar
C: Sí, pero es que (y aquí enfatizó lo que ocurría) ¡¡Iba llamando la atención!!

 

El arquetipo de la sombra filtra y distorsiona nuestra percepción de la realidad

Es curioso como el “llamar la atención” pueda molestar tanto a

La sombra de tu inconsciente. Reconocer la sombra de nuestro subconsciente para aprender a reconocer la realidad.

Aprender a reconocer la sombra para tomar conciencia de cómo distorsiona la realidad.

alguien. Pero hay algo más. “Andar contoneándose” puede ser una descripción de hechos. Sin embargo, inferir de ello que quería llamar la atención es una interpretación, algo que dedujo el cliente a partir de sus filtros personales.

Por otra parte, su radical rechazo apuntaba a algo más. Conozco al cliente y sé que es un hombre extremadamente discreto, cauteloso y reservado, así que le lancé el reto.

 

Aceptar la sombra de tu inconsciente, “llamar la atención”

J: ¿Tú nunca has querido llamar la atención?
C: Bueno… sí pero no de esa manera….
J: Y cuando lo has querido… ¿lo has hecho?
C: Pues no, creo que cada cual debe arreglar sus propios problemas.

“Cada cual debe arreglar sus propios problemas”.

Esto, por supuesto, es una creencia, y en un hombre, aunque joven, “clásico”, suele ser un indicio de que no quiere mostrar su vulnerabilidad.

Es aquí donde apareció su sombra. “Llamar la atención”, para mi cliente, equivale a “necesitar la ayuda de los demás”. A esto en PNL se le llama una equivalencia compleja . Él sólo desea llamar la atención cuando tiene algún problema entre manos, pero, por supuesto no se lo permite. Sin embargo, su deseo de compartir, de ser aliviado acaso, existe… en su arquetipo de la sombra.

Ocupar “todo el espacio disponible”

C: Pues sí, llegó colocó su toalla en un aparato de musculación y se fue a hacer bici.
J: ¿Te molestó eso?
C: Pues ¡es evidente! (cuidado con las afirmaciones vehementes, suelen esconder algo “sombrío»). ¿Qué derecho tiene a ocupar todo el espacio? (Ahora una generalización)
J: ¿Todo el espacio?
C: Bueno… ya me entiendes, si está en la bici ¿por qué tiene que ocupar con su toalla otro aparato que podría utilizar otra persona?
J: Bueno… si llega otra persona le puede decir que aparte la toalla, ¿no te parece?
C: Sí claro, ¡a mí también me gustaría! tenerlo todo a mi disposición, pero no se debe hacer eso.

Importante este párrafo. El cliente no deja de tener razón, pero…

¡Aquí no interesa la razón, interesa lo que surge!.

En primer lugar indica: “¡a mí también me gustaría…”! y es obvio y razonable que en un lugar con recursos compartidos, a todos nos gustaría tenerlos a nuestra disposición en todo momento. Recordemos que aceptar la sombra no quiere decir seguir su dictado, sólo reconocerla.

Sigue con un “pero”. El pero en una frase, a efectos psicológicos, desvirtúa lo afirmado previamente (1). El “a mí también me gustaría” (la reivindicación de la sombra) queda como ninguneado al efecto de ser reconocida.

“No se debe”. Nos encontramos con lo que en terapia Gestalt denominamos un “introyecto”. Mandatos generalizados e impuestos sobre lo que se debe y no hacer. Fritz Perls, el padre de la terapia Gestalt los llamó los “Debería”.

Pero hay más…. (Por eso elegí este ejemplo). Siguió quejándose de algo de lo que en el fondo tenía razón, pero….

Aceptar la sombra de tu inconsciente para reconocer el tesoro que encierra.

Aceptar la sombra de tu inconsciente. El tesoro oculto en la sombra. Consulta en Sabadell

El tesoro oculto en la sombra.

Veremos a continuación la sinuosidad con la que se mueve la sombra. Recordemos que solamente ponemos la atención en reconocer y aceptar la sombra, no en si tiene o no razón. El siguiente fragmento descubre algo interesante aunque no evidente.

C: El “tío” estaba ahí, mirando a todo el mundo y a todo. ¡Lo estaba controlando todo! (De nuevo una interpretación. Que “mire todo” no quiere decir necesariamente que “controle todo”)
J: ¿Y qué hay de malo en que mire a todo el mundo? ¿Eso quiere decir, necesariamente que “lo controle todo?”.
C: Bueno…. ¡lo parece!
J: ¿Lo parece o te lo parece a ti? (Le reto a que traslade la generalización a la asunción de su responsabilidad por su interpretación)
C: Bueno… ¡me lo parece a mí, pero eso es de mala educación! (De nuevo un introyecto).

 

El arquetipo de la sombra y nuestras potencialidades no desarrolladas.

No seguiré con toda la transcripción. En este punto destacar que es típico en una persona extrovertida estar mirando su entorno. El extrovertido dirige su atención hacia el exterior. El introvertido, al contrario, dirige su atención hacia su interior. El cliente, un típico introvertido ve a un extrovertido, son la cara y la cruz de una misma moneda.

Y este es un aspecto muy interesante de la sombra. La posibilidad que nos ofrece de completarnos. Así, un introvertido hará bien en intentar aprender de la actitud extrovertida y viceversa. Pero mientras no reconozca esta posibilidad y siga viendo a “los del otro extremo” como enemigos, perderá una ocasión de oro.

Aceptar el arquetipo de la sombra. ¿Para qué hacer consciente lo inconsciente?

Hacer consciente lo inconsciente libera la energía que utilizamos para reprimirlo. De igual manera, al aceptar la sombra de tu inconsciente te vuelves una persona más completa. Como dijo Jung:

“Prefiero ser un hombre completo a un hombre bueno”.

Reconocer nuestra totalidad nos da la oportunidad de elegir

Aceptar la sombra y reconciliarse con ella, consulta en Sabadell

Reconciliarse con la sombra interior

conscientemente. En el otro extremo, las actitudes maniqueístas y moralizantes conducen, a menudo, a conductas depravadas. No hace falta ahondar demasiado en los oscuros episodios que vive actualmente la iglesia católica. Solamente como un ejemplo entre otros tantos, por supuesto.

También es cierto que con este reconocimiento no termina todo el trabajo interior. Es, no obstante, un primer paso y, a veces el más difícil.

Dedicaré otro artículo a las consecuencias de no reconocer y aceptar la sombra. No obstante te invito, mientras tanto, a leer mi anterior post: Yo creo mi propia realidad… pero…¿quién soy yo?

Hasta el próximo post, recibe un cordial saludo,

 

www.josepguasch.com

(1) Examinemos en qué modo diferente impacta : “Hoy llueve, pero mañana hará sol” a decir “Mañana hará sol, pero hoy llueve”

 

Trabajar la sombra del subconsciente

Te invito a participar en mi blog ampliando ideas. Por ejemplo, aportando sugerencias o compartiendo tus dudas en el apartado al pie del mismo.

Siguientes artículos relacionados: La sombra del alma. Cuando la vida no tiene sentido, depresión noógena La llegada de la primavera y el coronavirus; La sombra del subconsciente y la escritura automática

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Josep Guasch, coaching y psicoterapia en Sabadell y Terrassa

 

 

La sombra de tu inconsciente, aceptar el arquetipo de la sombra, en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta coaching y psicoterapia (Ansiedad, acompañamiento y estrategias para adelgazar, dejar de fumar, autoestima, adicciones, etc…)

Superar los errorres de siempre.

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¿Por qué repetimos patrones de conducta?. Guión de vida y terapias transgeneracionales

¿Por qué repetimos patrones de conducta? Psicoterapia Sabadell, Terrassa y online. terapia de guión de vida y patrones compulsivos. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach.

Superar la compulsión a los rituales repetitivos

La compulsión nos engulle en un sin sentido.

Vimos en el artículo anterior la influencia de dos elementos, a menudo inconscientes, que dirigen nuestra conducta. Los actos compulsivos y las necesidades no resueltas. Los primeros una consecuencia de lo que Freud llamaba Neurosis obsesiva y su hipótesis acerca de la causa original. Posteriormente, a principios de 1970, el término se modificó por el hoy conocido como Trastorno Obsesivo Compulsivo (T.O.C). Esta fue la primera respuesta a la pregunta «¿Por qué repetimos patrones de conducta?»

La terapia Gestalt, con su particular distanciamiento de los diagnósticos tipificados, aporta algo nuevo. Una aproximación acerca de la etiología del “trastorno” obsesivo-compulsivo que le otorga dirección y sentido. Seguimos con la serie de artículos dirigidos a responder la pregunta: ¿Por qué repetimos patrones de conducta?

Veremos en este artículo, especialmente, las hipótesis formuladas por el Guión de Vida y las terapias transgeneracionales. El guión de vida es una propuesta que popularizó el Análisis Transaccional. En cuanto a las segundas veremos las tres grandes modalidades de intervención terapéutica.


¿Por qué repetimos patrones de conducta? El guión de vida

En términos generales todas (o casi todas) las personas vivimos en lo que se conoce como un guión de vida. El guión de vida nos coloca como unas gafas de colores que hace que interpretemos la realidad de un modo personal. Y esto es así en función de lo que llamamos mandatos del guión.

Por supuesto estos mandatos son inconscientes. Y se van configurando en nuestro interior sobre la estructura de lo que vivimos durante dos periodos de vida:

En primer lugar, y muy especialmente, durante la primera infancia.
– A continuación durante la adolescencia.

¿Por qué repetimos patrones de conducta? El guión de vida.

De pequeños tomamos «decisiones» que construyen el guión de vida.

Se trata de momentos vitales delicados, por diferentes motivos, pero que nos hacen muy influenciables. En estos momentos se establece la estructura que moldea la posterior repetición de patrones de conducta.

Nuestro guión orienta nuestra atención hacia aspectos de la realidad, obvia otros e incluso distorsiona otros hechos. Como consecuencia final construimos generalizaciones sobre “lo que nos pasa”. Así pues se trata de un argumento vital que dirige el modo en que percibimos la realidad.

Consecuentemente, esta percepción sesgada de la realidad origina una actitud y unas creencias. Finalmente esta actitud y creencias configuran unas elecciones y un determinado comportamiento.

He resumido sucintamente el proceso que responde a la pregunta: ¿Por qué repetimos patrones de conducta? según la teoría del guión de vida.

El Guión en acción. Los patrones se van afianzando.

Todo estos pasos obedecen a dinámicas inconscientes que se instalan en nuestro interior, como ya he señalado antes, desde muy pequeños. Y es precisamente por esta dinámica inconsciente que ocurren dos cosas:

– Sin darnos cuenta hacemos elecciones y repetimos actitudes y conductas.
– Estas elecciones, como están influenciadas por el guión, generan situaciones acorde con los mandatos del mismo. Así pues se afianza una especie de bucle que se repite con diferentes personajes pero con una misma esencia. De este modo aparece eso que algunos llaman “profecías auto cumplidas”.

Nuestro guión de vida busca las circunstancias que lo justifiquen.

Las profecías auto cumplidas se estructuran sobre el argumento del guión de vida.

Son procesos inconscientes que repetimos por una necesidad básica de coherencia impulsada por el subconsciente personal. Existen incluso frases y coletillas populares que nos remiten a esto: “Más vale malo conocido que bueno por conocer”, “lo que se ha hecho de siempre (toda la vida)” etc…


Ver y salir de estos roles no es algo fácil, precisa, casi siempre, un trabajo terapéutico. Esta es una respuesta generalizada a la pregunta: ¿Por qué repetimos patrones de conducta? según la teoría del guión de vida.


Las terapias transgeneracionales, psicogenealogía, meta-genealogía y constelaciones familiares

Las terapias transgeneracionales ofrecen otro tipo de respuesta a la pregunta ¿por qué repetimos patrones de conducta? En la actualidad tres son las grandes modalidades: Psicogenealogía, meta genealogía y constelaciones familiares. Con algunas diferencias las tres buscan la respuesta en las heridas familiares. Ninguna de estas propuestas terapéuticas son incompatibles con la hipótesis del guión de vida ni la ofrecida por la terapia Gestalt.


La respuesta de la psicogenealogía

Ann Anceline Schützenberger fue la precursora de esta modalidad de terapia, la psicogenealogía. Psicóloga de formación psicoanalítica incluyo la visión transgeneracional en su praxis terapéutica. Ideó el método del genosociograma. Básicamente se trata de un árbol genealógico en el que señalar las fechas especialmente relevantes. Tanto para “bien” como para “mal”.

Estas fechas relevantes suelen ser indicadores de sucesos que transcurren paralelamente en el tiempo. Así, una de sus primeras clientas desarrolló un cáncer a la edad de 35 años, a la misma edad que su madre. Es lo que ella llamó el síndrome del aniversario que incluye las lealtades familiares. Procesos todos de origen inconsciente.

¿Por qué repetimos patrones de conducta?. La respuesta de la psicogenealogía.

Según la psicogenealogía, las lealtades familiares las transmite la madre embarazada al feto.

Así la respuesta a ¿Por qué repetimos patrones de conducta? se fundamenta en la existencia de una memoria transgeneracional. Según Schützenberger el feto, en el útero materno, sueña lo mismo que la madre. Es a través del mundo onírico que recibe las influencias del inconsciente familiar.

A efectos prácticos conviene señalar que Schützenberger delimita este trabajo a encontrar la respuesta a la pregunta ya señalada: ¿Por qué repetimos patrones de conducta? Es decir, se trata de una investigación preliminar que señala por dónde debe ir el posterior proceso terapéutico.

En puridad, la psicogenealogía es más una metodología de investigación que una praxis terapéutica. La terapia, por decirlo así, viene después. Sin embargo muy orientada ya por lo descubierto en el proceso previo.


Jodorowsky la Meta genealogía

Autor controvertido y debatido en la comunidad psicoterapéutica. Jodorowsky viene del mundo del teatro. También utiliza el árbol genealógico como la base de su investigación. Para Jodorowsky llevamos inscrito el árbol en el cuerpo tanto como en lo mental y emocional.

El fundamento de su praxis estriba en la frase “Yo soy toda mi familia”. Esto conlleva consecuencias sistémicas de gran calado (siempre según Jodorowsky). Sostiene que cuando una persona del sistema familiar adquiere y resuelve un conflicto, todo el sistema familiar se beneficia.

Según su hipótesis, el saber ¿Por qué repetimos patrones de conducta? ya es de por sí resolutivo. En esto se diferencia de la psicogenealogía. Sin embargo, refuerza el proceso terapéutico con lecturas de tarot y rituales simbólicos. Es lo que él llama “psicomagia”, práctica intrínsecamente ligada a su Meta genealogía.


Bert Hellinger y las Constelaciones Familiares.

Bert Hellinger, fue el creador de las constelaciones familiares. De formación teólogo y filósofo ejerció de misionero hasta que abandonó el clero. Se formó en psicoanálisis, dinámicas de grupo y terapia familiar sistémica de donde se inspiró para formar su propuesta terapéutica.

¿Por qué repetimos patrones de conducta? El amor ciego en las constelaciones familiares de Bert Hellinger.

El amor ciego está en la base de la repetición de conductas e historias familiares.

Su formación y vocación espiritual aparece en la esencia de su método cuando otorga un papel predominante al alma. Y aun cuando la vincula a la persona, también la reconoce como ente independiente y con dinámica propia. En su libro “Órdenes del amor” indica explícitamente:


“Este alma consciente que sobrepasa y dirige al individuo, busca y encuentra soluciones que superan, con mucho, aquello que nosotros podemos imaginar…”

Así señala a esta como el agente terapéutico que aporta la solución y también la respuesta a la pregunta ¿Por qué repetimos patrones de conducta?.

El reconocimiento del alma y su intencionalidad, está en el centro de la terapia de constelaciones familiares.

La clave está en lo que Hellinger llamó “amor ciego”. Su dinámica es, idéntica a las “lealtades invisibles” de la psicogenealogía. Se diferencia en su etiología.

El bebé, al nacer, ama incondicionalmente a su padre y madre. Podemos entenderlo como una predisposición del alma. Y también como una estricta función de supervivencia. Este amor sienta las bases de la lealtad incondicional al sistema familiar. Lealtad que va más allá de las vicisitudes relacionales.

Esta lealtad fue llamada por Hellinger “amor ciego”. Así, ya de pequeños, ansiamos secretamente la felicidad de mamá y papá. Y para conseguir esto, el hijo puede llegar a cargar inconscientemente con los problemas paternos. Esto conlleva sacrificios, identificaciones y lealtades invisibles.

Esta dinámica responde a la pregunta: ¿Por qué repetimos patrones de conducta? señalando a problemas del sistema familiar no resueltos. Pero el niño no elige conscientemente estas conductas, vienen condicionadas por el amor ciego. Y se reiteran en la edad adulta.


Conclusión ¿Es posible modificar nuestros patrones de conducta?

Cada escuela terapéutica formula su modalidad de intervención. Algunas hacen más énfasis en responder a ¿Por qué repetimos patrones de conducta? Otras, sencillamente, plantean modificar estos guiones vitales. Cada persona es diferente, y en función de sus inquietudes internas únicas, puede prevalecer una u otra orientación.

Abrazar el tesoro de la sombra.

Conocer nuestra biografía emocional y familiar para reconciliarnos con ella y nosotros.

Sin embargo hay algo que debe prevalecer. No existe un guión de vida o patrón de conducta que, en su esencia, sea mejor o peor. Todos tienen inmensos potenciales y peligros vertiginosos. La práctica terapéutica irá orientada a tomar conciencia de los aspectos constructivos en la vida del consultante. En cada caso podemos verificar el aforismo “en el síntoma podemos encontrar la solución”.

En el próximo post trataré el llamado “proceso de la cuadrinidad”. Una de las propuestas terapéuticas más versátiles y pragmáticas. Responde a la pregunta ¿Por qué repetimos patrones de conducta?. Y propone cómo dejar de cometer los mismos errores.


Hasta entonces recibe un cordial saludo,

Anterior artículo relacionado: ¿Por qué repetimos los mismos errores y conductas? ¿Destino o decisión inconsciente?

Siguientes artículos relacionados: Guión de vida y amor negativo. La lealtad inconsciente a los padres. ; ¿Por qué repetimos los mismos errores y conductas?

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Salir del bucle de equivocaciones.

¿Por qué repetimos patrones de conducta? Psicoterapia Sabadell, Terrassa y online. Terapia de guión de vida y patrones compulsivos. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach.

Aprender a gestionar las preocupaciones con serenidad.

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Relajación muscular para el estrés. El método Jacobson.

Relajación muscular para el estrés; método Jacobson, psicoterapia en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach.

En el artículo terapia para el estrés, vimos que este no siempre es perjudicial. Sin embargo, detectar el distrés (estrés innecesario) requiere un cierto nivel de conciencia.

Tres elementos básicos es necesario considerar en la relación con el estrés:

– Conciencia corporal. A través de las sensaciones físicas, gesto, postura, movimiento… Este es el tipo de conciencia que priorizamos en la relajación muscular para el estrés.

– Conciencia emocional. Emociones y sentimientos.

– Conciencia cognitiva. Pensamientos, creencias, expectativas…

La triple experiencia vital

La triple dimensión de nuestra experiencia vital.

La relajación muscular para el estrés nos ayuda a adquirir la necesaria conciencia corporal. Y se consigue mediante la sensación de contraste tensión-relajación, aplicada en distintos grupos musculares. Dirigiendo así la atención, adquirimos una percepción más afinada. Es también llamada método Jacobson de relajación muscular progresiva.

Como comentario adicional, añadir que cada vez más, en psicoterapia, se atiende a la necesidad de esta conciencia corporal. Gran parte de las percepciones de transformación evolutiva en una persona vienen acompañadas de un sutil aviso somático.


La relajación muscular para el estrés, concepción e idea de fondo.


El cuerpo reacciona a los estresores. A veces de un modo intenso, otras de un modo no tan agudo pero sostenido. Prestar conciencia a esta tensión corporal innecesaria es un paso imprescindible para avanzar. En general cualquier modalidad de coaching y psicoterapia actual presta mucha atención a la conciencia. No obstante, pocas veces se ha asociado a la conciencia del cuerpo.

La relajación muscular para el estrés nos ayuda a focalizarnos en esta diferencia Tensión – Distensión. Es un ejercicio de conciencia somática que realizamos primero en un ambiente protegido y en silencio. Posteriormente, la atención al cuerpo aparece de un modo más espontáneo. Incluso alguna parte del ejercicio formal de tensión – relajación, lo podemos adaptar a la vida diaria.

Las instrucciones te inducen a centrarte en contraer, selectivamente, diferentes grupos musculares. Es importante que prestes mucha atención a cómo sientes lo que sientes. La relajación muscular para el estrés (Método Jacobson) no es una práctica de ejercicio físico. Es una práctica de CONCIENCIA CORPORAL.

Edmund Jacobson fue un médico y psiquiatra estadounidense. Estudió con especial atención la tensión muscular como una respuesta del cuerpo a la ansiedad y el estrés. Atendiendo a este vínculo es posible revertir la respuesta a los estresores modificando la respuesta del cuerpo. Esta técnica se ha aplicado con éxito en distintas modalidades de psicoterapia.

Para realizarla correctamente y beneficiarse de las propiedades de la misma es necesario prestar atención a las sensaciones. Para esto concéntrate en la tensión durante unos cinco segundos y después, ¡suelta de golpe! Al soltar de golpe presta atención durante unos cinco segundos al alivio corporal.

El método Jacobson se sigue utilizando con éxito en psicoterapia para superar estrés y ansiedad.

Relajación muscular para el estrés Sabadell

Captar el contraste tensión – relajación.

De este modo, la relajación muscular para el estrés favorece darte cuenta de la diferencia tensión-relajación. Posteriormente esta habilidad la irás extrapolando inconscientemente a tu día a día. De todos modos, no estará de más que, de vez en cuando, prestes atención a tu estado corporal.


Cómo empezar. Aflojar las tensiones y preocupaciones.

Para practicar la relajación muscular para el estrés necesitarás disponer de un tiempo para ti. Por supuesto, cuando domines la práctica los tiempos se acortan.

Puedes, si lo deseas, utilizar inciensos, aceites, algún tipo de música relajante.

Empieza preferiblemente tumbado. Toma unas cuantas respiraciones lentas y profundas. Respira pausadamente, inspirando estás en calma y con la espiración dejas ir…. Sueltas….
Brazos y manos descansando a ambos lados. Las piernas separadas, en paralelo y alineadas con los hombros.

Descansa y déjate ir, y a medida que te vas estableciendo te vas dando cuenta de tu respiración. Salvo indicaciones expresas, en la relajación muscular para el estrés la actitud y movimientos son suaves y delicados.

Y te vas dando cuenta de cómo la respiración te respira, agradablemente… Dejándote ir en este viaje de conciencia hacia tu cuerpo.

Tú eres tu cuerpo… y eres mucho más que tu cuerpo…. Eres tu estrés y eres mucho más que tu estrés…. Inspirando estás en calma, espirando dejas ir, sueltas. Date cuenta de tu cuerpo como una totalidad.


Relajación muscular para el estrés. Liberando respiración y voz.

 

Relajación muscular y estrés Sabadell

Liberar la tensión de emociones sostenidas innecesariamente en el tiempo.

Y mientras te meces en la respiración, relaja la mandíbula y el cuello. Y conforme vas inspirando, date cuenta de cómo la columna de aire entra por la nariz. Va bajando por el cuello e imagina que se dirige hasta el vientre. Desde el vientre impulsa, de golpe, la columna de aire hacia arriba. Libera el cuello, dejar ir la mandíbula y date permiso para soltar el aire acompañado de una exclamación (Ohhhh!!! Ahhh!!!). La idea en este punto es la de soltar la voz y sentir el alivio subsiguiente.

Una vez has liberado con la voz, permanece durante dos o tres respiraciones. Muy suave, dándote cuenta del alivio… relaja la cara…el cuello… Dejándote respirar suave y relajadamente.

Repite este proceso unas tres o cuatro veces…

He añadido este paso inicial que no está en el método Jacobson de relajación muscular para el estrés. No obstante está alineado con la idea general. Date cuenta del contraste tensión – relajación. Sé consciente del balance tirantez – descanso…

Es importante, tanto en este paso de la relajación como en los siguientes, soltar la tensión de golpe. Y una vez hecho prestar atención y conciencia a la sensación de distensión, descanso, relajación. Deteniéndote ahí unos momentos.


Llevando la relajación muscular para el estrés a otras zonas del cuerpo.


Relajando piernas y pies

Levanta un poco una pierna, dirige el pie hacia arriba y hacia ti tensando lo más posible. Cuando lleves unos 10 segundos así, suelta de golpe. Dejar caer la pierna y detén tu conciencia en esa sensación de relajación muscular. Levanta otra vez y repite la operación.

Ahora repite esta secuencia con la otra pierna.

Relajar la parte baja de la columna

Llevar la relajación muscular para el estrés a la parte baja de la columna requiere una especificación. Si estás tumbad@ lleva la planta de los pies al suelo. Inspira y levanta las nalgas y las lumbares apoyándote en los pies. Mantén la tensión durante un momento y… déjate caer. Como antes… aprecia la sensación de alivio y relajación en piernas, nalgas, caderas y lumbares

Traslada el ejercicio de relajación muscular para el estrés a distintas zonas del cuerpo. Como si hicieras un escáner corporal.
– Abdomen.
– Tórax.
– Brazos y manos.
– Hombros.
– Cervicales.
– Mandíbula.
– Nariz.
– Ojos.
– Cejas y entrecejo.
– Frente.

En resumen este es el ejercicio de relajación muscular para el estrés (método Jacobson). Básicamente percibir la diferencia, tensión-relajación en diferentes grupos musculares. Es, como he señalado anteriormente, una diferenciación cada vez más presente en los procesos de psicoterapia. Adquirir conciencia corporal. Ya que el cuerpo, en definitiva, es la expresión externa de nuestro mundo interno. Y ambos están interconectados.

Conciencia somática y relajación

Recorrer todo el cuerpo con la conciencia.

La forma en que tradicionalmente se practica es subiendo de pies a cabeza. Sin embargo también puede invertirse el recorrido.
Es muy importante, durante el mismo, percibir la diferencia tensión-relajación. Y detenerse un tiempo para educar la conciencia corporal. Esta es la base de la relajación muscular para el estrés. También llamada «Método Jacobson».

Sin duda una de las técnicas holísticas que más contribuyen, a paliar los síntomas de la ansiedad y el estrés de base.

También es una excelente práctica para mejorar la inteligencia emocional, la autoestima y el crecimiento personal en general.

Y, por supuesto, asiste a otras situaciones estresantes y ansiógenas. Por ejemplo dejar de fumar, trastornos de alimentación, adicciones etc.

Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo,

 

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Anterior entrada relacionada: Psicoterapia para el estrés

 

Aprender a relajarse.

 

 

Relajación muscular para el estrés; método Jacobson, psicoterapia en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach.

Dejar para después no es un buen negocio

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Autosabotaje y procrastinación. Cuando dejar para después nos perjudica.

Autosabotaje y procrastinación. Terapia para dejar de dejar para después, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta; consulta de psicoterapia y coaching.

Autosabotaje y procrastinación,¿son lo mismo?

¿Nos saboteamos cuando postergamos lo que nos conviene hacer?

Dejar para después (para mañana, otro día etc.….) es una de las dificultades cada vez más habituales en consulta. Si quieres profundizar algo más puedes ver mi artículo anterior ¿Qué es procrastinar? . No se trata, no obstante, de una dificultad sencilla a la que podamos tratar de una única manera. En este artículo examinaremos una perspectiva el autosabotaje y la procrastinación. ¿Van de la mano? ¿Es real el autosabotaje? ¿Cómo se orienta la terapia en estos casos?



Autosabotaje y procrastinación según la psicoterapia humanista.

La psicoterapia humanista cree en la tendencia natural del psiquismo humano hacia la felicidad y la autorrealización. Sin embargo pueden existir algunas dificultades (ansiedad, depresión, adicciones, estrés….). Estas pueden entenderse como un modo poco creativo de ajustarse a la realidad.

Sin embargo el autosabotaje parece algo explícita e intencionalmente dirigido a perjudicar la autorrealización; y más aún si autosabotaje y procrastinación van de la mano. Cabe entonces preguntarse: ¿Existe una tendencia natural hacia la autodestrucción?

Freud aventuró algo cuando formuló la hipótesis de la pulsión de Tánatos. Tánatos, en la mitología griega, era el Dios de la muerte, pero una muerte suave, sin violencia. Es decir, el personaje mitológico mantiene un aparente isomorfismo con la tendencia al auto deterioro. Sin embargo, hoy en día, esta hipótesis está descartada, la incluyo como referencia por su peso histórico.

Entonces ¿por qué autosabotaje y procrastinación parecen ir de la mano? ¿Existe alguna causa distinta de la procrastinación?. Veremos como, actualmente, la terapia pone un especial énfasis en descubrir las necesidades no resueltas. Y cómo tienen un mayor peso las que tienen una mayor carga emocional.


Consciente y lo racional, inconsciente y lo emocional.

Autosabotaje y procrastinación terapia en Sabadell.

Cuando subconsciente y consciente colaboran conducta y actitud fluyen con naturalidad.

En nuestro interior existe un complejo entramado formado por distintas tendencias. Valores y necesidades, creencias y costumbres, aprendizajes y hábitos que no siempre conviven en armonía. Este entramado transcurre tanto a nivel consciente como inconsciente. Y no pocas veces se polarizan, unos intereses en la zona del “darnos cuenta” mientras otros permanecen agazapados. Pero todos tienen una carga emocional. La terapia, entonces, se focaliza en adquirir conciencia de lo inconsciente.

Nuestro consciente suele funcionar sobre la base de los ideales del yo. Lo racional. Pero en nuestra sombra (inconsciente) permanecen necesidades no resueltas, reivindicaciones no atendidas. Cuando estas necesidades no resueltas usurpan el poder interpretamos que aparecen el autosabotaje y la procrastinación.

La terapia para dejar de dejar para después, debe dejar de dejar para después los intereses del inconsciente.

Pero esta es la lectura exclusiva de nuestro consciente, no de la totalidad del psiquismo. Y lo interpretamos así por cuanto las decisiones tomadas desde el subconsciente tienen un profundo componente emocional.

A menudo tenemos un ideal en la cabeza y una necesidad en el inconsciente, con dinámicas y prioridades diferentes. Los publicistas saben bien que es el mundo emocional el motor de nuestras decisiones. Luego, estas decisiones, las justificaremos de un modo u otro a través de nuestras racionalizaciones.

Toda terapia con algo de visión holista debe tener presente ambos mundos. Lo inconsciente y lo consciente para poner conciencia en ambos. Y respetar ambas tendencias. En caso contrario, el aparente autosabotaje de la procrastinación seguirá apareciendo.


Dejamos para luego lo que no es urgente para el inconsciente.

Lo emocional, si además es inconsciente, tiene un poder asombroso. En realidad, autosabotaje y procrastinación no van dirigidos a la persona. Es más bien una dinámica que va del inconsciente al consciente. De lo emocional a lo racional. Veamos algunos ejemplos:

Siempre dejo para otro día empezar una dieta”:

Probablemente comer en exceso satisfaga otras necesidades. Estas pueden ser distraerme, relajarme… En alguna ocasión “engordar” para una mujer puede suponer un mecanismo de defensa. Muchas mujeres, tras haber padecido acoso por su atractivo físico decidieron, inconscientemente, engordar.

No digo lo que pienso aunque me perjudique”:

Si tengo miedo al “qué dirán” o a la opinión de alguien querido, es posible que no me exponga. Es evidente que existe un miedo que eclipsa una necesidad de seguridad.

Un clásico, el dejar para después que nos parece procrastinación y autosabotaje.

“Siempre pospongo empezar un proyecto”. Incluso este proyecto puede entusiasmarme pero…. Lo dejo para después. Aquí suele aparecer la excusa “no tengo tiempo”. Sin embargo, el factor tiempo es un criterio muy subjetivo. Por ejemplo, encargamos un mismo trabajo a tres personas distintas. A una le damos un plazo de una semana. A la otra de 4 días y la otra 2. Generalmente todas harán este trabajo en el plazo señalado.

Es aquí donde procrastinación y autosabotaje más parecen ir de la mano. Pero pueden subyacer otras necesidades enmascaradas. Si quiero seguridad y vivo este proyecto como un modo de exponerme, lo más fácil es no hacerlo. A veces a esto se le llama miedo al fracaso. Por supuesto, aquí existe también una creencia embutida. Generalmente del tipo “no soy bueno, capaz, merecedor….» Etc.

Pero también: puedo necesitar tranquilidad y si hago un buen trabajo sé que tendré más ofertas y exigencia. A esto, a veces, se le llama miedo al éxito.

El miedo, en muchas ocasiones, es un motivo encubierto que sustenta el aparente autosabotaje con procrastinación. En ocasiones este miedo nos lleva a pretender ser perfectos. Y, como esto es una utopía irrealizable, dejamos para después. Pero el después nunca llega porque el miedo sigue vivo. Y seguirá vivo mucho tiempo porque esta necesidad de perfección es ilusoria.

Así pues, qué hacer para evitar estas dinámicas.


Conciencia de nuestras necesidades, conscientes e inconscientes.

Intención positiva incluso cuando aplazamos decisiones y conductas deseables.

Incluso lo que nos perjudica tiene una buena intención.

En general existe un conflicto de necesidades. Unas tienen motivaciones conscientes/racionales; las otras inconscientes/emocionales. Mantener fuera de la conciencia este conflicto puede conducir a un desgaste innecesario.

¿Cómo puedo hacerme consciente de este mundo inconsciente y alinearlo con lo consciente?:


1º En primer lugar adquiriendo conciencia de las necesidades no satisfechas. Esto puede enfocarse bajo un punto de vista general, como un modo de autoconocimiento. O bien en cada caso específico de aparente procrastinación y autosabotaje.

2ª El mindfulness propone adquirir una mirada compasiva y amorosa a aquello que “calificamos” como defectos. Desde la óptica de la terapia Gestalt lo expresamos de otra manera.

«Una cosa es lo que me ocurre, otra qué hago con lo que me ocurre».

Soy consciente que puede parecer difícil adquirir esta mirada compasiva hacia algo que vivimos como procrastinación y autosabotaje. Pero la clave está en ser conscientes que esta es solamente nuestra etiqueta. No es la realidad.

La realidad es que existe una necesidad no satisfecha. Que pueda ser una prioridad o no para nuestro ego es una visión parcial de nuestra vivencia psíquica. Nuestro ego califica, etiqueta, juzga, separa…. Pero no es nuestra completud. Recuerdo una frase de Carl Gustav Jung:

“Prefiero ser un hombre completo a un hombre bueno”

Esto no quiere decir actuar fuera de la ética. Veremos a continuación cómo. Sin embargo, una visión inclusiva y de aceptación a nuestra realidad es necesaria si queremos avanzar como personas.

Muchas de estas necesidades tienen que ver, incluso, con necesidades no satisfechas de nuestro niño interior. Es decir, cuestiones no resueltas en nuestra infancia. Resumiendo: no es procrastinación por autosabotaje, es la reivindicación de una urgencia interior no resuelta.


Indagar más profundamente, conciencia y autoempatía.

Terapia para el autosabotaje y la procrastinación en Sabadell

Tener conciencia de las distintas tendencias en nuestro interior.

3º En tercer lugar la curiosidad empática nos lleva a indagar amorosamente.

¿Qué necesidades no satisfechas impulsan esta conducta o actitud? ¿Qué beneficios secundarios pretende para mí esto que mi ego califica como procrastinación y autosabotaje?

En ocasiones podemos recurrir a la imaginación para definir esa “parte” que no nos gusta. De hecho hay modalidades terapéuticas como el Sistema de la Familia Interna que trabaja sobre esta base. Algunas prácticas derivadas de la terapia gestalt propone el trabajo con la silla caliente. Stephen Gilligan habla de los “cuatro mantras”. La terapia con PNL habla de la intención positiva. Tras esta siempre hay una necesidad no resuelta con una fuerte carga emocional.

Evidentemente no es este el lugar para describir en profundidad estas prácticas. La idea de fondo es tomar conciencia de estas necesidades no resueltas.

En ocasiones están tan profundamente arraigadas que es necesario un proceso terapéutico. Esto suele ocurrir cuando estas necesidades están fundamentadas en heridas emocionales profundas no resueltas. Especialmente en la infancia.

Las necesidades no resueltas suelen estar en el corazón del aparente autosabotaje por procrastinación.


¿De qué otra forma puedo satisfacer esta necesidad? Finalmente la comprensión de otras formas creativas de satisfacer esa necesidad libera el bloqueo. Para este paso es necesario, en ocasiones, una dosis importante de curiosidad y paciencia.

Nuestra mentalidad occidental exige respuestas inmediatas, y no siempre estas aparecen. También es cierto que los modos creativos de conseguir satisfacer necesidades no resueltas no siempre son rápidos e inmediatos. Por ejemplo, es mucho más rápido distraerme y “relajarme” poniendo la tele. Pero es importante darnos cuenta que esto tiene importantes perjuicios secundarios…


Conclusión: Procrastinación y autosabotaje no van de la mano.

Autoempatía y autoconocimiento emocional.

Tener conciencia de nuestras emociones y necesidades.

Para finalizar indicar que no tiene por qué ser fácil emprender un proceso de estas características. En este artículo sólo señalo las líneas maestras. El cómo realizarlo, a veces, requiere un acompañamiento terapéutico. Y, por supuesto, en este artículo sólo he expuesto una cara de una dificultad que tiene muchas aristas. Si quieres puedo acompañarte de un modo personalizado y adecuado a tus características personales.

Un cordial saludo,



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Anterior artículo relacionado: ¿Qué es la procrastinación? Dejar para después, mañana, otro momento.

Siguiente artículo relacionado: La causa de la procrastinación. ¿Por qué dejar para después?

 

Dejar de procrastinar Sabadell

 

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El guión de vida sin alegría y las adicciones

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Guión de vida sin alegría, adicciones y desconexión de la sabiduría corporal.

Guión de vida sin alegría, centramiento y conciencia corporal, en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta y coach. Psicoterapia de guión de vida y análisis transaccional.

 

Psicoterapia adicciones en Sabadell

La tristeza tiene que ver con la desconexión del cuerpo, según el análisis transaccional.

“Dale a tu cuerpo alegría macarena”
(Los del Río)

Empezar un artículo del guión de vida sin alegría con la estrofa arriba reseñada puede parecer una frivolidad. Y en cierto sentido lo es. De hecho, en terapia, sabemos que el sentido del humor es un recurso terapéutico excelente. Pero voy a ir un poco más allá. ¿Puede ser realmente valioso lo que consideramos poco importante? ¿Hasta el punto que lo incluya en la terapia del guión de vida que puede conducir a las adicciones?

No voy a responder directamente. Lo voy a hacer con un fragmento del libro “He” de Robert Johnson:

“El mito nos informa que nuestra redención provendrá del lugar menos probable…. Hallar nuestra redención… será una experiencia muy humilde. El origen de la palabra “humilde” se remonta a “humus”, significa algo de la tierra, femenino, nada sofisticado. Lo cual nos recuerda el mandato bíblico. “Salvo que te conviertas en un niño pequeño, no podrás entrar al Reino de los Cielos”.

Pensemos en las adicciones, y no hace falta pensar en «drogas ilegales». El alcoholismo, el tabaquismo o, incluso la comida compulsiva. Existe, en la mayoría de ellas, una alteración de las sensaciones corporales que parecen traer cierta intensidad al cuerpo.

Retomar la conciencia corporal, clave de la terapia del guión de vida sin alegría.

Además, de la evasión típica de las conductas adictivas, existe un intento de traer cierta «alegría» al cuerpo. Gran parte de la terapia de guión de vida sin alegría va orientada a retomar esta alegría. Por supuesto, de formas más creativas.

Las comunidades de recuperación del alcoholismo como alcohólicos anónimos hablan de dos tiempos en la rehabilitación. En primer lugar, la sobriedad necesaria, es decir dejar de consumir. Y en segundo lugar, lo que ellos llaman, sobriedad emocional. Es decir, una vuelta al contacto con la emoción real. Todos sabemos que, en el caso del alcoholismo, la euforia es pasajera, no es real.

La terapia del guión de vida sin alegría, responde a las necesidades de la segunda etapa de recuperación en las adicciones.

Los síntomas del guión de vida sin alegría

¿Cómo reconocemos en la terapia del guión de vida este argumento vital? Existe en esta experiencia una falta de conciencia corporal. Esta desconexión vital puede conducir a dos, aparentes, extremos. La persona “cabeza sin cuerpo”. Una persona que vive en los bucles de su cabeza. “Pensamiento va, pensamiento viene”. Todo pasa por el tamiz de los circuitos cerebrales. Esta extrema actividad puede conducir a la “parálisis por análisis, 🙄 ”.

Pero los síntomas del guión de vida sin alegría nos pueden conducir a otro lugar terrible (aparentemente). El lugar de las adicciones. En ambos extremos nos encontramos con una falta de conciencia corporal.

Guión de vida sin alegría terapia en Sabadell

La dependencia de sustancias y conductas, un modo erróneo de superar la tristeza

En las adicciones, la persona busca un encuentro con la sensación. Evidentemente por un camino erróneo, pero el intento está ahí. Recuerdo, en terapia, un cliente enfermo de alcoholismo. Me relataba cómo el beber le proporcionaba una especie de sensación cálida en el plexo solar.

Su relato me estremeció. Existía en él una perentoria búsqueda de la conexión corporal. Y a través de esta calidez, el contacto metafórico con el amor. A menudo en la terapia de las adicciones, también encontramos el guión de vida sin amor. Sin embargo el guion de vida sin alegría es el nuclear. Esto es muy evidente, como he señalado antes, en esa la alegría postiza presente en el alcoholismo.

La pérdida de la conciencia corporal, como veremos a continuación, está en el núcleo de este mal.

 

La sabiduría del cuerpo, creatividad y energía repudiados.

Existe un refrán bastante popular: “Todo lo que me gusta, engorda, hace daño o es pecado”. Y generalmente todo, o casi todo eso se refiere al cuerpo. Desde pequeños se nos adoctrina en la desvalorización de la conciencia corporal, cuando no el rechazo. Y es aquí donde nace el guión de vida sin alegría.

En nuestra cultura, es habitual reprimir en los niños su sensualidad. El tocar, oler, mirar, abrazar, besar… También reprimimos en los niños su honradez en expresar mediante su energía corporal. Saltar, reír, jugar, brincar, gritar, llorar…

Si reprimimos la conciencia corporal, el cuerpo busca nuevas formas de «ser sentido». Y lo hace de un modo intenso, como mecanismo de compensación. ¿Recuerdas el consultante afectado de alcoholismo que he citado antes? Esa sensación de calidez en el plexo solar…

También el descubrimiento de la sexualidad, está rodeada de misterios y tabúes. Y es, precisamente, una expresión de la conciencia corporal repleta de sensaciones placenteras.

Reprimir toda esta vitalidad y energía en expresión conduce a una vida en blanco y negro. A la tristeza de atenazar una parte nuestra.

Probablemente hayamos avanzado algo en eso pero creo que aún no es suficiente.

Terapia de guión de vida y autoestima Sabadell

Conciencia corporal y autoconocimiento.

Seguimos considerando al cuerpo como un instrumento secundario. Y esto, cuando no, como objeto de pecado, algo muy corriente en nuestra cultura judeo-cristiana. Esta pérdida de conexión con la sabiduría del cuerpo es el germen del guión de vida sin alegría.

¿Y por qué esta atención a la conciencia corporal?

Si atendemos a nuestra experiencia vital podemos advertir tres áreas básicas, a saber:

Cuerpo.
Emociones.
Lo cognitivo.

En nuestra evolución como especie, tenemos en primer lugar, el cuerpo y su sabiduría auto reguladora. Alojado en el llamado cerebro reptiliano. En segundo lugar, las emociones nacen con los mamíferos. Ocupa la parte intermedia del cerebro, el espacio límbico. En tercer lugar, y como última adquisición en nuestra evolución lo racional, función activa en el neocórtex cerebral.

En el guión de vida sin alegría, es precisamente la conciencia corporal la olvidada. Por este motivo, en las adicciones, se intenta equivocadamente, el contacto con la sensación. El objetivo de la terapia es reconectar con la sabiduría del cuerpo para volver a la alegría original.

Y aún hay más, el flujo de información entre el cerebro reptiliano y el límbico es mucho más fácil y eficiente que entre el neocórtex y el límbico. Y esto es así por una simple cuestión de antigüedad.

Las consecuencias prácticas a efectos de terapia: La conciencia corporal es mucho más útil para regular las emociones que los pensamientos. Por este motivo la importancia del cuerpo y su sabiduría en el guión de vida sin alegría.

Conciencia corporal y focusing

Eugene Gendlin fue el creador de una terapia llamada Focusing . Es una excelente modalidad que nos sirve para conectar con la conciencia corporal mediante la sensación sentida

Retomar la sabiduría corporal Sabadell

Atención y conciencia corporal. Reconectar con la alegría de vivir.

En su biografía relata cómo entró en contacto con la sabiduría del cuerpo. Gendlin nació en Austria, su familia era de ascendencia judía y su juventud transcurrió durante la persecución nazi. Su padre tuvo que elegir en quién confiar y en quién no para salvarse de los campos de concentración. Y les fue bien pues consiguieron eludir la persecución.

El joven Gendlin le preguntó a su padre cómo supo en quien confiar y en quién no. Su padre le respondió que lo sabía por una sensación en su pecho. Y era evidente, por los resultados, que esta información funcionó.

Esta enseñanza sobre la sabiduría del cuerpo inspiró a Gendlin en sus años futuros. Hasta el punto que le inspiró a idear una terapia que se basa en la conciencia corporal, el focusing.

 

Claude Steiner, guión de vida sin alegría perder el sentido de vida.

Steiner en su libro “Los guiones que vivimos” despliega una sorprendente afirmación:

“Los guiones dictan nuestro comportamiento, además inutilizan nuestra brújula interior, nuestro Centro, la sabiduría de nuestro cuerpo.” Y sigue diciendo refiriéndose al cuerpo: “el cual está en condiciones de informarnos de lo que es bueno o malo”.

Encontar el ikigai, sentido de vida Sabadell

Recuperar la ilusión y sentido de vida.

Y esta afirmación la hace en el capítulo dedicado al guión de vida sin alegría. En él ya apunta a la necesidad de rescatar la conciencia corporal en terapia. Y sugiere algunas posibilidades en la respiración y el centramiento. Sin embargo, cuando él escribió el libro (1974) estas técnicas aún no se habían incorporado a la praxis terapéutica.

La conexión con el cuerpo, clave de la terapia en el guión de vida sin alegría

Hoy en día, por suerte, hemos avanzado algo. Gracias a modalidades de terapia como el coaching generativo y el mindfulness esta distancia se ha salvado. Así la conciencia corporal mediante técnicas de respiración es un recurso de primer orden. Adjunto enlace a dos de mis anteriores artículos sobre la terapia de la ansiedad:

Respiración y ansiedad generalizada
Respiración y trastorno de ansiedad

Si bien ambos están orientados a la ansiedad, las técnicas son útiles para cualquier situación. Como simples prácticas meditativas para volver a conectar con el cuerpo. O incluso como una forma de empezar a superar el guión de vida sin alegría.

Lo mismo podemos decir del centramiento. Existen distintas formas de centramiento. En el artículo:

Relajación y centramiento en coaching y terapia.

En el mismo una explicación y audio introductorio.

Para llevar adelante esta práctica en la vida diaria sugiero otros dos artículos complementarios del anterior.

Cómo vivir una emoción con ecuanimidad. La terapia disociadora.
Equilibrio emocional y centramiento en acción.

Claro está, no son el remedio final, pero sí una introducción necesaria. Y, por supuesto, son ideales en el contexto de un proceso de terapia asistida por un profesional.

 

El guión de vida sin alegría y las adicciones.

Vuelvo a Claude Steiner, el descubridor de este guión de vida con una cita suya:

“Las industrias alimenticias y los fabricantes de drogas nos incitan a fumar, beber, comer y abusar de las drogas. Somos agresivos, competitivos e individualistas porque, de esta manera, somos más explotables. … El mecanismo causante del abuso de las drogas es el mismo que causa otro tipo de adicción, el consumismo. Uno se siente bien comprando cosas: como en el caso de la droga, comprar es placentero”.

Terapia del guión de vida sin alegría, en Sabadell

Lo reprimido y ocultado, a menudo contiene un caudal enorme de sabiduría.

Y no es el único que abunda en esta tesis. Entre otros muchos Anne Wilson Schaef, ya señaló este vínculo entre consumismo, drogadicción y olvido de nosotros mismos. Y en este olvido de nosotros mismos el olvido de nuestra sabiduría más prístina. La conciencia corporal.

En la terapia de las adicciones existen distintos pasos. Por supuesto el primero es el dejar de consumir. Sin este paso inicial lo siguiente es solamente práctica inútil. Es como embadurnarse de colonia sin haberse duchado.

Las adicciones cotidianas como tabaquismo, televisión, alcoholismo, comida compulsiva, ciertos medicamentos nos vuelven manipulables.

El siguiente paso, una vez alcanzada una sobriedad mínimamente necesaria, un viaje de autodescubrimiento. Reconocer y aprender a reescribir el guión de vida sin alegría es la siguiente etapa necesaria para completar el estado de equilibrio.

Un cliente que tuve en terapia lo expresó de un modo admirable. El primer paso es la sobriedad en el consumo. El segundo la sobriedad emocional.

 

Consumismo y adicciones el engaño del sometimiento.

Pero cuando hablamos de adicciones, no solamente hablo de drogas. Tampoco de adicciones conductuales obvias como la ludopatía. La sociedad de consumo nos conduce a multitud de dependencias. Televisión, compras, móviles, redes sociales, programas de televisión, sexo, trabajo, emociones fuertes, ejercicio físico (vigorexia). Son solamente unos ejemplos. Algunas de ellas hasta tienen cierto prestigio social. Adictos al trabajo, culto al cuerpo etc.

Otras parecen inducidas incluso por la industria cinematográfica. Aparece en las películas que, cuando una pareja se enfada, él se emborracha y ella se atiborra de comida. Y lo he visto en consulta, personas con problemas de alcoholismo o comida compulsiva… Que desencadenaron la adicción como «respuesta» a un desengaño amoroso

En el fondo no son más que un modo artificial de apartarnos de la conciencia corporal. Es el cuerpo quien siente, no el intelecto. Y hasta que las emociones no encuentran una vía saludable de ser sentidas y expresadas, lo harán en modo neurótico. Como consecuencia la desconexión nos encadena al guión de vida sin alegría. Un triste sucedáneo, pero útil para el consumismo.

El consumismo, un tipo de adicción que nos evade de nosotros mismos.

El consumismo parece aliviar el descontento interno pero lo agrava aún más añadiendo culpa y vergüenza.

Vuelvo a Anne Wilson Schaef quien señaló como Steiner, Reich y muchos otros lo mismo. La adicción está en el núcleo de nuestra sociedad. Y las adicciones conducen a la resignación, el olvido (de nosotros mismos) y el conformismo. Este es el caldo ideal de cultivo para que los que piensan piensen por nosotros.

Y también nos facilitan los medios para que nos quejemos. Redes sociales como Facebook están repletas de soflamas contra, por ejemplo, la subida de la luz. Mientras tanto, nos sentimos cabreados, nos quejamos…. y seguimos quietos. La acción congelada, el cuerpo paralizado. Y como dijo alguien con un ácido sentido del humor: “Así sigo yo, gordo, cabreado y adicto al chocolate”. Es decir presos del guión de vida sin alegría.

Ah!!!, se me olvidaba. Por supuesto, Facebook y otros tomando nota de los que nos quejamos, de qué lo hacemos etc.…. Y de nuestros gustos para, a través del “big data” servirnos en bandeja más y más de lo que “nos gusta”.

 

La vuelta del “hijo pródigo”

Vuelvo al principio del artículo. Robert Johnson nos recuerda el mito central del ciclo artúrico. La búsqueda del Grial. Aquello que volverá a traer la alegría al rey herido. Y ese encuentro de “lo maravilloso” sólo es posible por la intervención de alguien humilde. Vivido, incluso por los caballeros de la mesa redonda, como tonto y mezquino. Y este es Parsifal. Empezó siendo el escudero de Lancelot, aún a regañadientes de este último. Y las diferentes versiones del mito lo señalan como el asistente necesario del rey en su búsqueda.

El mito del rey Arturo y el rey herido sigue vivo en nuestra sociedad. Es el rey triste y desvitalizado. Es nuestro ser adormecido.

Yo creo que el guión de vida sin alegría no atenaza sólo a unos cuantos. Nos atenaza a tod@s, a toda la sociedad. Más allá del mito, en terapia, volver a esta vitalidad sólo es posible mediante la intervención de lo más humilde en nosotros. La conciencia corporal es la que nos puede rescatar de la tristeza. Es nuestro Parsifal.

Nacemos siendo cuerpo y morimos siendo cuerpo. En él empezamos y finalizamos.

Y en el templo del cuerpo, nuestra conciencia. La sabiduría oriental dice lo mismo con otras palabras:

Retomar la sabiduría corporal olvidada, Sabadell

Cuando la montaña es montaña y el río, río

“Cuando era niño y libre, las montañas eran montañas,
el cielo era cielo, el río era río.
Entonces perdí mi sabiduría en el camino,
las montañas dejaron de ser montañas, el río ya no era río,
el cielo dejó de ser el cielo.

Un día alcancé la iluminación….
y las montañas volvieron a ser montañas,
los ríos volvieron a ser ríos…
y el cielo fue de nuevo el cielo”

 

Así que, feliz regreso, feliz reencuentro.

Hasta entonces, recibe un cordial saludo.

 

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Anterior artículo relacionado: Guión de vida «sin conciencia». Perder el control de la propia vida.

Autoconocimiento a través del guión de vida - Sabadell

 

Guión de vida sin alegría, centramiento y conciencia corporal, en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta y coach. Psicoterapia de guión de vida y análisis transaccional.

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Guión de vida sin conciencia, perder el control de la propia vida

Guión de vida sin conciencia, autoconocimiento para tomar el control de la propia vida. Josep Guasch, psicoterapeuta y coach. Psicoterapia de guión de vida en Sabadell, Terrassa y online.

Guión de vida sin conciencia.

La conciencia de sí mismo, un elemento clave en el crecimiento personal.

Una de las finalidades de la psicoterapia es el autoconocimiento. Sin este, la posibilidad de crecimiento personal queda seriamente dañada. Pero no solamente nos cuesta conocernos a nosotros mismos y a los demás. En realidad existe una oposición (consciente o no) a ese autoconocimiento.

Claudio Naranjo ya denunció las carencias de la educación. Una educación que se propone “embutir” datos a los alumnos. Pero les priva de la capacidad de conocerse a sí mismos.

Y tenemos derecho a comprendernos desde todas las dimensiones de nuestra experiencia vital. Una psicoterapia holística tiende a unir estas distintas áreas que forman parte de nuestro crecimiento personal. Lo corporal, emocional, cognitivo y, en su caso, lo espiritual.

Pero hay más. La capacidad de percibir el mundo y sus circunstancias quedan afectadas por el guión de vida sin conciencia.

Veremos, desde la perspectiva de la psicoterapia del guión de vida este patrón muy recurrente. El guión de vida sin conciencia.

¿Qué es el guión de vida sin conciencia?

La pasividad alimenta el núcleo del guión de vida sin conciencia. Pero no es una pasividad elegida o consciente. Es más bien el ignorar los datos necesarios para solucionar un problema o avanzar en algo. Y es completamente inconsciente. Es una forma de escaparse a la totalidad de la realidad, y así obviar los recursos existentes. Bien sean recursos propios o externos a nuestro alcance.

La psicoterapia del guión de vida sin conciencia se orienta en recuperar y potenciar autoconocimiento y autoconciencia.

La vocación de autoconocimiento es una de los indicadores más confiables de autoestima. Implícito en esto el concepto que «si algo nos interesa, nos interesará conocerlo». Y, por lo tanto, invertiremos tiempo, energía y recursos en comprender el objeto de nuestro interés. Cuando este «objeto» de interés es uno mismo, esta autoestima es el impulsor del autoconocimiento. Y, por lo tanto, de la autoconciencia.

La psicoterapia humanista y el coaching no son solamente disciplinas «remediativas». En su base, la vocación de autoconocimiento es irreemplazable. Hasta el punto que Abraham Maslow, uno de los padres de la psicología humanista, incluyó esta orientación en su famosa pirámide de las necesidades.

Estar atrapado en el guión de vida sin conciencia es como estar en una rueda de hámster. Dando vueltas sin salir del mismo sitio. Sin salir de este guión el autoconocimiento y crecimiento personal es imposible. Por lo tanto, el objetivo de la psicoterapia está en hacer visibles nuevos recursos

 

Síntomas que lo delatan en psicoterapia

En un extremo, el guión de vida sin conciencia puede conducir a la locura. Sin embargo puede aparecer de formas mucho más sibilinas. Una forma muy parecida de entender el núcleo de este guión es el de indefensión aprendida. Es decir, sentirse incapaz de modificar alguna situación que nos afecta. Como es obvio este estado psicológico es un bloqueo determinante para el crecimiento personal.

El guión de vida sin conciencia puede adoptar diferentes formas por ejemplo:

Pasividad de la persona para tomar decisiones. La creencia nuclear es “soy incapaz de pensar adecuadamente
– Sensación de incapacidad para entender el mundo y, especialmente la propia vida.
Temor a volverse loco.
– En general contamina la capacidad de percibir, comprender, razonar, decidir, actuar, crear

La pasividad y el bloqueo para la acción.

Pasividad y bloqueo para la acción

En el guión de vida sin conciencia el núcleo de la creencia está en “soy incapaz”. La intervención en psicoterapia irá encaminada a restituir esta confianza. Para ello muchas veces será necesario superar eso que se llama ahora la zona de confort. Evidentemente atravesar esas zonas difíciles genera ansiedad. Una buena manera de hacerlo la resumo en tres de mis artículos anteriores:

Relajación y centramiento. Por qué en psicoterapia y coaching.
Cómo vivir una emoción con ecuanimidad. La terapia disociadora.
Equilibrio emocional y crecimiento personal. El centramiento en acción

Superar el guión de vida sin conciencia supone atravesar zonas en las que no nos sentimos seguros. A todos esto nos alcanza en alguna manera. Realizar, por orden, los ejercicios citados anteriormente nos ayudará a salir de la famosa zona de confort. Y de este modo afianzar nuevas capacidades que sirvan a nuestro autoconocimiento y crecimiento personal.

Guión de vida sin conciencia y el descuento en Análisis transaccional.

En análisis transaccional se habla del descuento como el núcleo de este argumento vital. El descuento es un filtro cognitivo interno con el que ignoramos la información necesaria para realizar una tarea. Obviamente, también, nos impide solucionar un problema.

Y, ¿cómo empezó todo esto? Citaré un ejemplo de un cliente en una sesión de psicoterapia. Cuento con su permiso y, evidentemente, no citaré su nombre verdadero:

Recuperar la la autoestima mediante el autoconocimiento

El concepto del descuento, según el análisis transaccional, genera perplejidad y desconfianza ante la vida.

Juan era un niño curioso, como todos. Su padre, don perfecto cabezón, era un hombre serio, metódico y muy “manitas”. A don perfecto cabezón le gustaba mucho las tareas de bricolaje en casa. Juan, que como todos los niños era inquieto quería aprender a hacer cosas en casa. Como su padre. Cuando lo veía haciendo bricolaje en casa, ansioso le preguntaba: “Papá ¿en qué te ayudo?”. El padre, medio en serio, medio en broma le respondía: «¿A qué me vas a ayudar a caer»? Esta escena se repitió durante un tiempo. Finalmente Juan decidió no preguntar más a su padre.

Este es el inicio de un guión de vida sin conciencia. Por supuesto no tuvo consecuencias graves. Sin embargo, durante las sesiones de psicoterapia, el cliente reconoció que era un auténtico negado para las reparaciones más básicas del hogar. Incluso cambiar una bombilla le costaba un mundo.

 

El descuento en un guión de vida sin conciencia banal.

El Juan adulto, cada vez que tenía que hacer una reparación en casa, se “descontaba” su capacidad de hacerlo. Daba por hecho (inconscientemente) que era incapaz. Incluso decía que se aburría soberanamente cuando “tenía” que hacerlo.

Este es un ejemplo de cómo nace y se desarrolla un guión de vida sin conciencia banal. Es decir, que no conduce a situaciones drásticas como la locura. Una simple incapacidad que coarta a esta persona su posibilidad de autoconocimiento y crecimiento personal.

Muchos mensajes de los padres a sus hijos pueden mermar en ellos su autoconfianza. Incluso mensajes bienintencionados. Veamos por ejemplo:

Niño: Papá, tengo miedo”
Padre: “No debes tener miedo”

Esta respuesta del padre, bajo el punto de vista de la terapia gestalt es un introyecto. Pero además, la respuesta del padre, en estos términos, genera confusión en el niño. La conclusión de este puede ser fácilmente la de: “no debo tener miedo, pero lo tengo”… «Entonces algo hay malo, equivocado, no correcto etc… en mí»

Terapia de guión de vida sin conciencia Sabadell

Sentirse sin recursos para afrontar los retos de la vida, consecuencia del guión de vida sin conciencia. .

Este niño confundido sigue vivo en el adulto. Así, cuando el adulto enfrente una situación difícil en la que aparezca el miedo la respuesta será inadaptada. Probablemente se paralice, huya, se evada, quede bloqueado, adopte una actitud pasiva etc…

Así vemos cómo el guión de vida sin conciencia, merma las oportunidades de autoconocimiento y crecimiento personal. Y lo hace “descontando” en la persona sus recursos para enfrentar los desafíos más cotidianos de la vida. La dirección en psicoterapia es la de rescatar las capacidades adormecidas. En los casos de guiones de vida sin conciencia extremos, es preciso combinar con la psicoterapia del niño interior.

Hasta el siguiente artículo, recibe un cordial saludo.

 

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Psicoterapia del guión de vida en Sabadell

 

 

Guión de vida sin conciencia, autoconocimiento para asumir la propia vida. Josep Guasch, psicoterapeuta y coach. Psicoterapia de guión de vida en Sabadell, Terrassa y online.

 

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Guión de vida sin amor. De la búsqueda infructuosa del amor a la depresión

Terapia del Guión de vida sin amor, en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach, consulta de coaching y psicoterapia.

La cárcel del guión de vida sin amor.

La cárcel del guión de vida sin amor.

Vimos en el anterior artículo: “Cómo descubrir tu guión de vida. Las creencias que te bloquean” una introducción a los tres principales argumentos vitales propuestos por Steiner. En este artículo examinaremos uno de los tres modelos: El guión de vida sin amor. Vuelvo a reiterar que estos modelos, bajo el punto de vista de la terapia, son orientativos. No excluyentes entre ellos y admiten matices distintos en cada persona.


La importancia del amor en terapia.

“Sin amor caemos enfermos”.
“Todo lo que se da es pedir, y todo lo que se pide es amor”.


Ambas frases son de Freud. También dejó claro que para él “amor y trabajo son los dos pilares fundamentales de la salud mental”. Y es, por supuesto, un elemento susceptible de ser revisado en terapia.

El amor es la fuerza primordial que nos mueve hacia la vida.

La búsqueda del amor, un tema recurrente en terapia.

El amor, como sentimiento, es el afecto, acompañado de la entrega hacia alguien o algo. Como capacidad, la tendencia o vocación de establecer vínculos afectivos. Generalmente entendemos estos vínculos hacia las personas. No obstante yo creo que el amor puede dirigirse hacia el exterior en general.

Creo que es una forma de dirigir nuestra energía vital hacia el mundo. De no ser así, nos volveríamos seres profundamente ensimismados. Y las consecuencias de esto último pueden ser nefastas. Por supuesto es solamente mi opinión.

Desde esta perspectiva el amor puede ser entendido como un modo de dar salida al impulso primario de vivir. Así pues, no es extraño que el guión de vida sin amor pueda conducir a la depresión. Incluso al suicidio.

Sin embargo, según Steiner, la psiquiatría y la psicología académica han soslayado el poder del amor. Lo consideran algo propio de poetas y artistas, pero nocompetencia de científicos. Fue él quien propuso el guión de vida sin amor como uno de los argumentos vitales más peligrosos. Y, por supuesto, susceptible de ser revisado en terapia.


Y aunque la psicología clásica no contempla el amor en terapia…

…No solamente Steiner y Freud hablaron de la importancia del amor en terapia. Otros autores como Erich Fromm, también lo hicieron. Y lo hizo desde la visión del amor como algo inherente a la humanidad. Y sin embargo, como potencial, debe ser cuidado. Algo susceptible de ser madurado y cuidado. En definitiva como un arte que se puede aprender.

Carl Gustav Jung sentó una base casi revolucionaria. Pero con un antecedente histórico, el Jesús del cristianismo. Así nos animó a abrazar todo lo que somos, sin condiciones. Y esto lo hizo extensivo a nuestra sombra que anima a descubrir en terapia.

El enemigo del amor no es el odio, es el miedo. De tal manera que un guión de vida sin amor nos separa de los demás….y de nosotros mismos. Tal y como hace el miedo.

La terapia del guión de vida nos anima a abrir un espacio y abrazar nuestra sombra.

Guión de vida sin amor

La sed de amor duele y puede conducirnos a conductas desadaptadas.

Incluso el maestro más actual y fallecido recientemente Claudio Naranjo habla de esto. Una de sus frases más significativas en este video que comparto: La sed de amor es una de las grandes causas de sufrimiento en el mundo”

Y aquí un enlace a este video: Entrevista a Claudio Naranjo

¿Cómo pues no podemos contemplar el guión de vida sin amor en terapia? Evidentemente sería una incongruencia e incluso una mala práctica.

 

El guión de vida sin amor, características principales

Este tipo de guión de vida puede conducir en su extremo a depresión, catatonía e incluso el suicidio. Pero son por supuesto, manifestaciones extremas del guión de vida sin amor. En terapia, podemos ver otras formas menos contundentes, en tres mensajes básicos:

– “No merezco amor”
– “Soy incapaz de amar”
– “Ni merezco ni soy capaz de amar”

Terapia de guión de vida sin amor, Sabadell

Este argumento vital se caracteriza por no creerse merecedor de ser amado, incapaz de amar o ambas creencias.

En terapia, el guión de vida sin amor se manifiesta en distintas formas. Pero siempre con este núcleo de creencias de fondo. Por ejemplo, búsqueda infructuosa de amor y/o pareja. Ser incapaz de aceptar elogios y/o cumplidos. No poder expresar admiración o afecto por alguien aun cuando se sienta. El guión de vida sin amor también puede aparecer en personas que viven en una soledad no elegida. Incluso en terapia, es posible ver personas ávidas de muestras de cariño como una compensación a su carencia.

Una forma más actual en que el guión de vida sin amor se manifiesta es en las redes sociales. En concreto en la avidez de los famosos “me gusta” y en el afán de popularidad.

Cómo nace el guión de vida sin amor, caricias y terapia de análisis transaccional.


Eric Berne, fundador del análisis transaccional , dio un significado especial al término caricia. Lo definió como la unidad básica de reconocimiento. Más allá del concepto clásico, la caricia no se entiende solamente como el roce de la piel. En análisis transaccional contiene este último concepto pero abarca más. A saber:

Un contacto físico con afecto o reprobación. Un abrazo, beso, apretón de manos. Pero también una bofetada, puñetazo, empujón.
– Una caricia verbal: Saludo, halago, agradecimiento. Y también un insulto, crítica mordaz…
– Caricia simbólica: Dedicar tiempo (o negarlo) a alguien, escuchar o ignorar. Ofrecer un regalo.

Caricias y autoestima, consulta de psicoterapia en Sabadell

La caricia, en análisis transaccional, no es solamente física, puede ser también verbal y simbólica.

El guión de vida sin amor nace en la vida de un niño carente de caricias. Y más habitualmente de las positivas. Sin embargo es importante en terapia no confundir caricias positivas y negativas con agradables y desagradables.

Caricias positivas: Las que colaboran al crecimiento de la persona. Esto incluye el reconocimiento, pero también la crítica constructiva y realizada con ánimo de ayudar.
Caricias negativas: Las que, al contrario de las anteriores, perjudican al crecimiento de la persona. En este sentido una crítica corrosiva puede ser tan nefasta como un halago continuado e incondicional. El primero afectará a la autoestima de la persona. El segundo contribuye a construir personas narcisistas y ególatras.

Además las caricias pueden ser:

Condicionales: Las supeditadas a algún tipo de conducta.
Incondicionales: Las que se ofrecen a la persona simplemente por ser quien es.

El reconocimiento, en terapia, de las virtudes del consultante es un tipo de caricia. Por supuesto según el concepto del análisis transaccional.

El guión de vida sin amor, y la economía de caricias

Hace años que sabemos de la importancia de las caricias en el desarrollo del bebé. Pero también en la vida del adulto. En terapia es fácilmente identificable la persona que ha vivido con esta ausencia. Es previsible que en su vida adulta se manifieste el guión de vida sin amor. Pero hay algo más.

Claude Steiner elaboró el concepto de economía de caricias. Con él reflejó los mandatos con los que las personas, especialmente los adultos, “administran” las caricias. Estos mandatos pueden resumirse del siguiente modo:

La restricción de caricias a los demás y a uno mismo.

La economía de caricias regula de un modo artificial las caricias.

1.- «No des caricias».
2.- «Tampoco las pidas cuando las necesites».
3.- «No las aceptes aunque las quieras».
4.- «Tampoco las rechaces cuando no las quieras»
5.- «No te acaricies a ti mismo».

En terapia del guión de vida sin amor estos mandatos se pueden manifestar de diferentes modos. Algunas observaciones adicionales:

1.- Persona que no demuestra su afecto, aun cuando lo sienta.
2.- Se suele objetar que cuando recibimos un abrazo, por pedirlo, este no tiene valor. Este es un mito falso. La importancia está en si la otra persona es o no sincera al abrazar. Es posible, incluso, que esta persona esté sujeta al mandato de no dar caricias. Con lo que al pedirlo se prescribe una doble terapia.
3.- Puede ser por falsa modestia. O también por no creerme merecedor.
4.- Puedo, por ejemplo, estar harto que me digan lo responsable que soy. Cuando lo que quiero es que me digan si soy (o no) sensible.
5.- No está bien visto que reconozca una cualidad mía y lo haga público. Por supuesto, siempre sin caer en una adulación narcisista.

Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo,

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Autoconocimiento y despertar de la conciencia

 

 

Terapia del guión de vida sin amor, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapia y coaching. Análisis transaccional y guión de vida.

 

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Cómo descubrir tu guión de vida. Las creencias que te bloquean

Cómo descubrir tu guión de vida y las creencias que te bloquean. Josep Guasch, psicoterapeuta y coach. Terapia de guión de vida en Sabadell, Terrassa y online.

 

Cómo descubrir tu guión de vida Sabadell

Toda vida es ligeramente o muy distinta a la de los demás.

Por supuesto, toda vida es única y diferente. Y la tuya también. Por eso el cómo descubrir tu guión de vida empieza por una búsqueda personal. Ahora bien, existen ciertos parámetros que estudiaremos en este artículo y los siguientes. Tienen que ver con los mensajes que creímos recibir en la infancia.

Y digo literalmente CREÍMOS. Me explico. El bebé, y en su desarrollo el niño, recibe los mensajes vía sensorial y emocional. Es decir, lo que “razona” lo es acerca de lo que recibe y desde su peculiar modo de razonar. Eric Berne llamó al modo de razonar el bebé “pensamiento marciano”. Un tipo de conclusiones muy literales, no basadas previamente en juicios ni interpretaciones aprendidas.

Además pueden ser mensajes sutiles, ambiguos, imprecisos de difícil interpretación para el bebé. Para simplificar mucho, en terapia solemos decir que el bebé siente en vez de pensar.


Cómo descubrir tu guión de vida. Las decisiones del bebé

Un ejemplo, imagina lo siguiente: Una madre, especialmente apasionada abraza a su bebé con una gran intensidad y una exclamación de alegría. Acto seguido le propina un fuerte y escandaloso beso. El bebé recibe sensorialmente estímulos fuertes (corporales y auditivos especialmente).

Es muy probable que el niño quede con cara de sorpresa. La sorpresa es una emoción transitoria, de evaluación de lo que ocurre, en este caso ahí fuera. Atención a lo que pasa en el interior del bebé antes de que empiece a reír o rompa a llorar.

El bebé también tiene su universo interpretativo y decide en función del mismo.

Cómo descubrir tu guión de vida.

El guión de vida empieza a conformarse desde el nacimiento.

Su respuesta será coherente con la “conclusión” a la que haya llegado. Una conclusión que tiene que ver con estímulos fuertes. En ese momento, está DECIDIENDO. Y decide si ese beso y apretujón fueron una muestra de cariño o de animadversión. A partir de esta decisión, empieza su argumento vital que después repercutirá en su vida de adulto.

Este es solamente uno de tantos ejemplos, con él solo pretendo transmitir una idea. Que en el cómo descubrir tu guión de vida no tiene mucho peso lo racional. Es decir, tus padres pueden haberte procurado todas las circunstancias deseables. Puede haber sido incluso una infancia feliz. Pero las decisiones que toma el bebé tienen tanto peso como el entorno en el que vive. Por eso, en terapia, incido bastante en escudriñar algo más allá de lo aparente.

Por supuesto, un niño concebido en el contexto de una familia tóxica es más vulnerable a mandatos destructivos. Pero no siempre es así.



Cómo descubrir tu guión de vida – La escuela de Steiner

Claude Steiner fue uno de los continuadores de la obra de Eric Berne. También es cierto que a partir de la muerte del segundo el análisis transaccional adoptó diferentes líneas de trabajo. De esto también fue un reflejo el modo de trabajar con el argumento vital.

Claude Steiner fue el propulsor de la línea llamada Análisis transaccional del Guión de Vida. La otra corriente terapéutica fue la del análisis estructural. Veamos las diferencias prácticas de ambas corrientes a la hora de cómo descubrir tu guión de vida.

Steiner impulsa una línea más terapéutica. Para él descubrir el guión es el primer paso para empezar a trascenderlo mediante la terapia. En este segundo paso, trascenderlo mediante la terapia, es donde pone el énfasis.

El análisis estructural es más afín al psicoanálisis. Es decir, ahonda más en el origen del argumento vital. Tiene más que ver con los tipos de mandatos y atribuciones. Y si estos se originan en papá o mamá y desde qué estado del yo de cada uno. Es decir, profundiza más en el origen y abunda más en lo técnico y el detalle.

Cómo descubrir tu guión de vida. Los tres potenciales del niño libre.

Steiner propone tres guiones matriz basados en los estilos básicos de vida. Para ello se basa en Berne que señalaba que al nacer venimos con tres potenciales básicos.

– El potencial de amar, dar y recibir. Berne lo llamó Intimidad.
– El potencial de comprender al mundo y las personas. Conciencia.
– El potencial del niño Natural y libre. Espontaneidad, alegría y libertad.

La educación puede reprimir en el niño la expresión de estos potenciales. Esta represión puede conducir al adulto a tres actitudes/conductas extremas: Depresión/suicidio; locura; drogadicción. Por supuesto son conductas extremas, existen manifestaciones algo menos excesivas.

¿Cómo descubrir si nuestro guión de vida está marcada por una de estas faltas? Vemos a continuación una introducción.

Los tres tipos de guión de vida según Steiner:

1.- Sin amor o la depresión.
2.- Sin conciencia o locura.
3.- Sin alegría o adicción a las drogas.

Escribimos nuestro guión de vida y destino sin darnos cuenta.

Consciente o inconscientemente construimos nuestro viaje.

Realizaré una explicación sucinta de cada uno de ellos. Posteriormente, abundaré más, uno por uno. Con esto ya tendrás una primera pista sobre cómo descubrir tu guión de vida. Es decir el modo en que te identificas más o menos con cada uno.

El proceso de terapia se basa siempre en la especificidad de la persona. Por esto es importante destacar que todos tenemos una parte de estos guiones. Sólo debemos buscar predominancias, no necesariamente estar identificado con uno y excluidos los otros dos.

Otro elemento importante a tener en cuenta. En esta presentación preliminar haré una descripción de cada uno en su esencia. Luego, puede tener muchos matices y gradaciones en la vida diaria. En el cómo descubrir tu guión de vida debes tener presente tus peculiaridades personales.

No existe un guión estándar igual para todo el mundo. Por ejemplo, el llamado «sin alegría» o de adicción a las drogas: En su grado máximo puede conducir a la muerte por sobredosis o drogodependencia. No obstante, en su nivel más banal puede significar estar enganchado a cosas más sencillas. Por ejemplo tabaco, somníferos, dos o tres copas después del trabajo para “relajarme”, ciertos programas de la televisión etc. Incluso otras conductas como veremos más adelante.


El guión de la depresión o falta de amor.

La necesidad de estímulos es algo característico de los organismos superiores. En análisis transaccional se llama caricia a un tipo especial de estímulo que una persona da a otra. Estas caricias pueden ser físicas y también de halago o agradecimiento.

Las primeras son indispensables para el desarrollo del bebé. También son las más óptimas para el adulto. Sin embargo pueden ser reemplazadas por el halago o el agradecimiento mediante distintos protocolos sociales.

Soledad y guión de vida

El guión sin amor puede conducir, entre otras, a la soledad no deseada.

La falta de caricias en la infancia puede propiciar diferentes conductas y actitudes en el adulto. Puedes saber cómo descubrir en tu guión de vida si faltaron caricias. Por ejemplo si tienes la sensación de no ser digno de amor. O dificultad en dar o recibir caricias de todo tipo. Incluso tendencia a la depresión en menor o mayor grado.

Veremos en el siguiente artículo, con más profundidad, como descubrir si tu guión de vida carga con esta falta. Por supuesto, no son más que indicaciones que no pueden sustituir una terapia personal.


Sin conciencia o locura

Cómo descubrir si tu guión de vida se identifica con la escasez de conciencia. No es necesario estar “técnicamente loco” para estar afectado por este guión. Algunas pistas pueden ser: Sensación de incapacidad para enfrentarte a las dificultades cotidianas. También una excesiva o inoportuna pereza para emprender acciones productivas. O incluso el no saber qué querer.

En este guión tiene una especial relevancia el descuento. Es un mecanismo inconsciente en virtud del cual ignoramos información necesaria para resolver una situación. Veremos en el artículo posterior al siguiente este mecanismo en profundidad.


Sin alegría o adicción a las drogas.

Cómo descubrir tu guión de vida si está falto de alegría. Las personas que de niños fueron aleccionadas para ignorar las sensaciones corporales son propensas a este guión. Y no hace falta que este descuido por el cuerpo fuera un aleccionamiento explícito.

Sin energía ni ganas de vivir

Guión de vida sin alegría ni energía por desconexión del cuerpo.

Muchas veces es un simple y evidente descuido del cuerpo por parte de los progenitores. Otras veces viene de una prohibición explícita por experimentar con el propio cuerpo.

Las drogas, por un lado, procuran sensaciones corporales agradables. Y por el otro, encubren las desagradables. El uso de drogas, en mayor o menor medida, nos aparta del cuerpo y sus sensaciones reales.

De nuevo destacar que no hace falta ser un heroinómano para estar contaminado por este guión. Una o dos copas “para relajarse” es una frase muy habitual… y sintomática después de lo dicho.

Cómo descubrir TU guión de vida, profundizaremos… y hay más…

Como he enfatizado al principio del artículo todos somos seres únicos e irrepetibles. En la aventura del cómo descubrir tu guión de vida, aparecerán matices y distintas direcciones. Estas tres matrices no son únicas, en los tres próximos artículos ahondaré en cada una de ellas. En otros seguiré con otros estándares de guión. Sin embargo, insisto, son solo pautas, rastros. No tenemos por qué estar sujetos solo a uno. Pueden existir variantes, solapamientos, matices…. Todo ello lo iremos viendo en sucesivos artículos.

Hasta entonces recibe un cordial saludo,

Cómo descubrir tu guión de vida Sabadell

¿Te atreves a escribir tu propio guión de vida?

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Cómo descubrir tu guión de vida, las creencias que te bloquean. Josep Guasch Psicoterapia y coaching. Terapia de guión de vida en Sabadell, Terrassa y online.

Qué es el guión de vida, consulta en Sabadell

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Qué es el guión de vida. La vida que nos vive sin saberlo.

¿Qué es el guión de vida? Josep Guasch, psicoterapeuta, consulta de psicoterapia y coaching. Psicoterapia de guión de vida en Sabadell, Terrassa y online.

 

¿Es posible que estemos viviendo una vida ajena a nosotros mismos? Y cuando digo “a nosotros mismos” ¿a qué parte de nosotros mismos me estoy refiriendo?

Son las primeras preguntas que me formulé cuando me pregunté ¿Qué es el guión de vida?

Qué es el guión de vida. Origen y situación actual

Eric Berne (1910-1970) fue el creador de una modalidad terapéutica llamada Análisis Transaccional. Su formación inicial en psiquiatría le llevó a especializarse como psicoanalista. Destacó entre sus colegas por su facilidad en expresar, de un modo sencillo, los abstrusos conceptos del psicoanálisis. Sin embargo, en 1956 fue rechazado formalmente de la Sociedad Psicoanalítica de San Francisco.

Autoconocimiento con análisis transaccional y guión de vida.

En su afán por elaborar una metodología de psicoterapia más eficaz y práctica diseñó el hoy llamado Análisis Transaccional. Y en esta modalidad terapéutica una teoría el guión de vida. ¿Qué es el guión de vida? Su creador lo definió de la siguiente manera:

“Es un plan de vida formado en la primera infancia bajo la presión parental y que después continúa en vigor. Es la fuerza psicológica que impulsa a la persona hacia su destino. Tanto si la persona la combate como si dice que es su libre voluntad.”

Este teoría del guión vital elaborada por Eric Berne es secundada por modalidades afines de terapia. Así, Jung descubrió en los mitos un reflejo de dinámicas internas que dirigen secretamente nuestras vidas. Las modernas escuelas de pensamiento sistémico enfatizan (al igual que el análisis transaccional) las lealtades familiares inconscientes. Las definen como programas inconscientes que rigen nuestras vidas. La psicogenealogía enfatiza el impacto de la herencia transgeneracional en nuestra actitud vital y conducta. Otras, como el proceso Hoffman de la Cuadrinidad, apuntan la necesidad de integrar la comprensión profunda de nuestros padres.

Claro está son modalidades afines, que apuntan a un mismo fin, pero no estrictamente iguales. Entonces ¿Qué es el guión de vida, según el análisis transaccional?

Qué es el guión de vida, es guión, no solamente argumento

¿Qué es el guión de vida? ¿Cómo empezó? En algunas traducciones se indica “argumento” de vida y los teóricos más estrictos lo desmienten. El argumento, por ejemplo en una película, marca una dirección, una línea. El guión es mucho más literal. Y Eric Berne y las actuales corrientes del Análisis Transaccional lo siguen defendiendo como guión de vida.

¿Qué es el guió de vida?

Un guión va más allá de un argumento, es más detallado y descriptivo.

Es decir, existe un argumento, unos personajes, una trama y, sobre todo muy especialmente, un desenlace. Stewart y Joines en su libro “Análisis transaccional hoy” destacan una historia que contaba Berne. Dos gemelos (presumiblemente muy revoltosos) escuchaban constantemente decir a su madre que «acabarían en un hospital mental». Y así fue, uno terminó como paciente, el otro como médico residente.

En este relato está claro el final del guión. En otros no tanto. Pero sobre todo el importante papel de los padres en la construcción de dicho guión de vida.

Es decir el papel de los padres es importante. Sin embargo, para entender qué es el guión de vida según el análisis transaccional, falta algo primordial: la decisión. El guión es siempre una decisión del niño. Ahora bien, es importante aclarar que la decisión no lo es en los términos que los adultos lo hacemos.

 

¿Cómo empezó todo esto?

Sigo siempre en la línea del análisis transaccional. El guión lo empezamos a decidir desde el nacimiento. A los cuatro años ya está la trama casi elaborada. Y a los siete años los detalles principales ya están asentados. En la adolescencia existe una “actualización”, pero con el guión ya completo hasta el desenlace. Esquemáticamente esta es la respuesta a cómo empezó.

Pero entiendo que ahora surja una pregunta… ¿Cómo un bebé puede empezar todo este tinglado? Para entender bien esto es preciso comprender cómo siente y piensa un bebé a medida que va creciendo.

Empecemos destacando una realidad obvia pero que no sabemos entender desde el universo infantil. Cuando nacemos nos encontramos, generalmente, con unos seres que vivimos como gigantes y de los que sabemos que dependemos. Si faltan ellos, o ellos (creemos que) se enfadan… corre peligro nuestra supervivencia. Esta es la angustia vital del bebé. Por supuesto no pensada ni analizada como adulto, pero comprendida como sensación sentida y vivida.

De bebés nos vamos adaptando a la realidad
como una estrategia de supervivencia

Es tan sencillo como comprender que si tengo hambre y lloro, alguien me “enchufa algo” (biberón o teta) con lo que se sacia ese malestar que de adultos llamamos hambre. Si lloramos porque tenemos gases, uno de esos gigantones nos “menean” un poco y eructamos. Si tenemos frío nos colocan algo que parece calmar esa sensación. De adultos a eso lo llamamos frío pero el bebé vive simplemente como una gran molestia.

No es de extrañar que sintamos una sensación de indefensión y dependencia. Y además dependencia extrema para la supervivencia. Entender, qué es el guión de vida supone entender que es una respuesta del bebé por su supervivencia.

Y un segundo elemento. Desde esta angustia de supervivencia y radical dependencia, el niño elabora sus “conclusiones”. Pero sus conclusiones lo son desde su peculiar modo de registrar la realidad. Y desde este peculiar modo de percibir, siente sus emociones y elabora sus conclusiones.

Guión de vida y niño interior.

Los bebés y los niños tienen una peculiar forma de percibir y entender la realidad.

La forma de confrontar y elaborar la realidad del niño la veremos en otro artículo. Este artículo es solamente una aproximación inicial. Pero para entender qué es el guión de vida será necesaria esta aproximación. Entender cómo es el mundo sensorial emocional y cognitivo del niño… ¡Que nos sigue acompañando en la edad adulta!

A partir de aquí creo que la respuesta a qué es el guión de vida está clara. Es una forma de adaptarse del niño a la realidad. Desde su peculiar forma de percibir y procesar la realidad saca unas conclusiones. Y para procurarse la aceptación y el amor de sus cuidadores, fantasea un guión de vida.

Como es de suponer, este programa implementado inconscientemente sigue vivo durante la edad adulta. Con sus matices y adaptaciones, claro está. Sin embargo con el mismo fondo.

 

Los tipos de argumentos vitales según el análisis transaccional

Eric Berne definió tres tipos de guiones de vida, a saber, triunfador, no triunfador, fracasado. Es fácil, por los nombres puestos, adivinar el criterio por el que se categorizan. Por supuesto son tres generalizaciones, entre las cuales existen tantas peculiaridades como personas.

Qué es el guión de vida de un triunfador. Es la trama de vida de la persona que consigue lo que se propone. Además el coste por conseguirlo no le supone un perjuicio evidente. Por ejemplo: Dos hombres deciden triunfar en política. Los dos lo consiguen. El primero, consigue su objetivo y, pese a costarle un trabajo, le permitió tener una vida feliz. Al segundo, no obstante, le supuso problemas de salud y fracasos sentimentales continuados. El primero es un auténtico triunfador. No así el segundo.

Qué es el guión de vida de un no triunfador. La vida de una persona que no se arriesga ni aspira a algo más que una vida convencional. Son los, también llamados, guiones banales.

A veces gana más quien aparentemente gana menos.

Triunfar y perder es relativo.

Qué es el guión de vida de un fracasado. Evidentemente son los guiones de personas insatisfechas por no conseguir lo que se proponen. A menudo son personas con grandes objetivos de vida pero con un mal final.

A diferencia de los triunfadores, los fracasados no tienen alternativas a sus planes si fallan en sus objetivos. Dicho de otro modo: Un triunfador suele tener un plan B o incluso C para conseguir lo que se propone. No así el fracasado.

 

Fracaso y tragedia

En esta categoría tienen cabida los llamados guiones hamárticos. Son guiones abocados a un final trágico (muerte, suicidio, encarcelamiento, locura, indigencia…). Un especial capítulo, por su incidencia real cualitativa y cuantitativa es el de las dependencias a sustancias. Incluso a veces a conductas, como la ludopatía, alcoholismo o el sexo compulsivo.

En estos casos no juega solamente un papel importante la adicción a la sustancia. También es la adicción al personaje. O, incluso, al entorno de consumo. Puedes ver, si lo deseas, mi anterior artículo: Duelo y rehabilitación de adicciones en psicoterapia

Mención aparte merece el libro de Claude Steiner: “Games alcoholics play” (He oído hablar de una traducción en castellano pero no la he localizado). Creo que es la primera obra en la que podemos apreciar qué es el guión de vida en el alcoholismo.

 

Conclusiones iniciales y papel de la terapia de guión de vida.

Visto lo visto hasta ahora pudiera dar la sensación de que nuestras vidas están determinadas. De que estamos “condenados” a repetir unos patrones de actitud y conducta. Es obvio que estos patrones “semi-adquiridos” y “semi-decididos” tienen un peso específico en nuestras vidas. La buena noticia es que cualquier guión de vida puede modificarse. A esto nos dedicamos en un proceso de terapia de guión de vida.

¿Qué es el guión de vida?

Es posible re escribir el guión de tu vida.

Es importante destacar que el modelo del análisis transaccional, con ser importante, no es el único en esta dirección. Además, el mismo modelo no es absoluto. Podemos tener, por ejemplo, un guión de fracaso en lo profesional y otro triunfador en lo afectivo.

La respuesta a la pregunta qué es el guión de vida la podemos encontrar de un modo relativamente fácil. Si detectamos en nuestras vidas patrones repetitivos que no sabemos cómo provocamos, podemos sospechar y mucho. Aunque es muy habitual que, al estar poseídos por estos patrones ni nos demos cuenta. Como siempre, el primer paso para avanzar es adquirir conciencia.

La libertad debe conquistarse.

Para ahondar más en qué es el guión de vida adjunto bibliografía. Son algunos libros de análisis transaccional (no genéricos) que abundan en el tema. También aparece el tema en los libros de introducción al análisis transaccional.

Bibliografía:

¿Qué dice usted después de decir hola?” Eric Berne
“Los guiones que vivimos” Claude Steiner
“El hombre guionado” de Mario Vázquez y Patricia Fráncica
“El guión de vida” José Luis Martorell
“Games alcoholics play” Claude Steiner.

Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo,

www.josepguasch.com

Anterior artículo relacionado: El niño interior, el padre y el adulto en el guión de vida.
Siguiente artículo relacionado: Cómo descubrir tu guión de vida. Las creencias que te bloquean. Otro artículo relacionado: ¿Por qué repetimos siempre los mismos errores y conductas?

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Terapia para reescribir nuestro guión de vida, en Sabadell

¿Qué es el guión de vida?. Josep Guasch, consulta de coaching y psicoterapia. Psicoterapia de guión de vida en Sabadell, Terrassa y online.

Tener conciencia de las creencias limitantes Sabadell

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Tener conciencia de nuestras creencias limitantes. La vida que nos vive

Conciencia de creencias limitantes, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta, coaching y psicoterapia (Hipnosis, PNL, , Terapia Gestalt, Niño interior, Análisis Transaccional)

Ser transparente al fondo de nuestra conciencia.

Darnos cuenta de lo que existe en el «fondo» de nuestra conciencia.

Lo diré muy claramente. Parte del título de este artículo es equívoco. La otra parte es cierta (o eso creo). Iré desarrollando la idea pero dos elementos a considerar:

– ¿Realmente hay creencias limitantes y otras potenciadoras?
– ¿Realmente sabemos lo que es tener conciencia de nuestras creencias limitantes?

Diferentes modalidades de coaching y psicoterapia hacen esta distinción….(limitantes y potenciadoras). Yo no estoy del todo de acuerdo…empecemos:

¿Qué es esto de las creencias?… Pero desde su origen e implicaciones…


Vimos en el anterior artículo la relación entre introyectos y creencias según la psicoterapia gestalt. Vimos cómo estas empiezan a construirse desde nuestra más tierna infancia. Para adquirir conciencia de nuestras creencias limitantes lo más auténticamente posible es preciso algo más. Entremos en el terreno de las definiciones. Y no olvidemos que definir es ACOTAR (y esto es muy importante….)

Una creencia es una generalización, con la que acotamos y valoramos una parte de la realidad.

Las creencias son generalizaciones acerca de la realidad.

Una creencia es una generalización que me confiere una sensación de certeza acerca del significado de algo. Por ejemplo “es mejor dialogar que liarse a puñetazos cuando no estamos de acuerdo”. Como tal, y de un modo genérico, la considero verdadera. Más coloquialmente podemos equiparar creencia a una opinión.

En coaching y psicoterapia se suelen clasificar las creencias en limitantes y potenciadoras. Es una forma pragmática de hacerlo. Sin embargo, CREO, que es una manera errónea de entender la estructura profunda de las mismas.

Richard Bandler Lo dijo muy claramente: “Tus creencias no están hechas de realidades. Es tu realidad la que está hecha de creencias”. Así que tener conciencia de nuestras creencias limitantes, es tenerlo de nuestra realidad.

Otro ejemplo: Yo escribo artículos en este blog porque CREO:

– Que así ofrezco mi opinión y creo contribuir en algo a la sociedad.
– Porque creo que al conocerme más gente, tendré más clientes. Y así, como se dice en el Norte, “sin más”.

Estas dos creencias anteriores motivan mi conducta. Y, como dice Bandler, construyen mi realidad y mi vida. Alguien que, cada día, dedica un tiempo a escribir en un blog.

Esto, por supuesto, no quiere decir que sea mejor o peor. Simplemente es una decisión, una elección.

Pero… ¿Cómo empezó todo esto? (Por supuesto, me refiero al concepto de creencia según la psicoterapia y el coaching)


Empecemos a tomar conciencia de las creencias limitantes con Freud y “el malestar de la cultura”

Inspirado en Nietzsche, Freud concibe al hombre, en su estado natural, como un ser movido por el impulso dionisíaco. Pero, claro está, seguir el dictado de este impulso primario puede contravenir, en no pocas ocasiones, la convivencia. Sigue a esto la emergencia del sentimiento de culpa. El resultado de reconocer la realidad de las pulsiones internas que contravienen las normas sociales. Y este es un sentir muy habitual en psicoterapia.

El psicoanálisis, como crítica social, ha desarrollado este concepto desde diferentes ópticas. Sin embargo, hasta aquí nos basta para empezar a tomar conciencia de las creencias limitantes. En la base de esta normativa social están los “debería” o “tengo que…”, “debo…”. Y, por supuesto, la versión opuesta “no debo” “no tengo que”, “no está bien…”. Claro que algunas normas son meridianamente razonables: “No matarás”, “no robarás”, “no fornicarás con quien te plazca”… Son los conocidos como introyectos en psicoterapia Gestalt. Sin embargo… esto no deja de ser un modo de ACOTAR la realidad.

Son creencias que asumimos como necesarias e imprescindibles. Necesarias, pero creencias al fin y al cabo que limitan nuestro límite de acción. Así, pues….

Toda creencia es limitante, incluso las más necesarias y/o potenciadoras.

 

Las creencias acotan parte de la realidad.

Las creencias nos dan o quitan permiso para hacer algo.

Quiero aquí ser muy respetuoso y, también, aséptico. Elegimos, en función de la jerarquía de unos criterios por encima de otros. Y en esta elección establecemos una generalización acerca de “lo que está bien o lo que está mal”. Este es el origen de las creencias.

Distintas modalidades de psicoterapia hablan del modo en que Introyectamos estas normas. De tal manera que conforman un yo ideal, yo social, carácter, personaje etc.… según la modalidad terapéutica.

Este personaje nos sirve para interactuar en sociedad. Pero muchas veces termina engulléndonos por no haber adquirido conciencia de las creencias limitantes… y lo que son.

¿Qué significa tener conciencia de nuestras creencias limitantes?

Entonces, necesariamente, tener conciencia de nuestras creencias limitantes es tener conciencia de las “reglas” en las que vivimos. Yo lo diría de un modo más radical. Tener conciencia de la constelación de creencias que nos vive. E, insisto, las creencias en sí son necesarias, no quiero con esto decir que sean perjudiciales. Nos son útiles para vivir y tomar decisiones.

Si, por ejemplo, elegimos votar en unas elecciones, lo haremos a aquellos partidos que sintamos más afines. Y así, elegimos una opción…. y descartamos otras…

Al tener conciencia de nuestras creencias limitantes asumimos que cualquier opinión o creencia parcela una parte de la verdad. Nos es necesario para vivir acotar y elegir. Tener prioridades. Y las prioridades tienen que ver con las creencias.

Pero una cosa es tener criterios y normas para hacer la vida más simple. Y otra que nos tengan a nosotros. Es decir, tener conciencia de las creencias limitantes es darnos cuenta cuando estas están de más. Su utilidad o no es el criterio a seguir.

Los valores y la conciencia de nuestras creencias limitantes.

Hay un discurso muy tópico en política. Cuando se mueven en valores, que por su propia, naturaleza son abstractos. Por ejemplo progreso….

Conciencia creencias limitantes Sabadell

Del núcleo de nuestra conciencia emergen nuestros valores y creencias.

Veamos un político de izquierdas que piensa en progreso. Para esta persona el progreso puede tener que ver con una justa remuneración del trabajador en su empresa. Y, por supuesto, con que las capas sociales menos favorecidas accedan a un nivel de vida digno.

En el otro polo, un político de derechas que esgrime también el valor del progreso. Para esta persona, el progreso puede tener que ver con la capacidad de la empresa para genera puestos de trabajo. No ponen tanto el foco en la remuneración del trabajador. Más bien en lo que pueda ganar la empresa.

Unos pondrán atención en las limitaciones reales que sufren las capas menos favorecidas. Los otros en una “liberalización” del mercado que facilite la creación de riqueza.

Para los primeros la “liberalización” del mercado es un perjuicio para los desfavorecidos. Precisamente por cuanto su escasez de recursos les impide actuar tan “libremente” como los que tienen más. Por lo tanto, procurarán gravar con más impuestos a quien más tiene.

Para el político de derechas, gravar con más impuestos a quien más tiene supone un peligro de “fuga del capital”.

También aquí es deseable tener conciencia de nuestras creencias limitantes. Elegir una opción es descartar otra/s. Más allá de ideologías políticas lo que quiero remarcar aquí es que ambos hablan de “progreso”. El valor es el mismo, pero es la creencia acerca de qué es el progreso lo que marca la diferencia.

Y así podríamos decir de otras palabras muy manidas en política, libertad, justicia, igualdad etc.….


Creencias, decisiones irracionales y fanatismos

Queremos tener, por ejemplo, una opinión para votar a un partido político. Es saludable en una democracia (esto también es una creencia). Entonces, un determinado partido político es el que más nos convence. A partir de aquí pasa algo interesante. Pero antes una aparente disgregación para explicarlo mejor.

Robert Cialdini, un profesor de psicología estadounidense, es famoso por sus estudios sobre la persuasión. Especialmente en el terreno de ventas y marketing. De entre sus estudios elaboró la famosa teoría de los seis principios de la persuasión.

Conciencia creencias limitantes y PNL Sabadell

Las creencias son una elección personal, no una verdad absoluta.

Estos seis principios, a su vez, están en lo más profundo de la conciencia de nuestras creencias limitantes. Para lo que nos ocupa veremos dos de estos principios. He dejado, no obstante, un enlace anteriormente por si deseas ampliar. Estos dos principios son:

– Principio de afinidad o simpatía.
– Principio de coherencia o consistencia.


Las “Leyes de Cialdini” en el origen de la conciencia de las creencias limitantes.


Ambos son fáciles de entender. Por el principio de simpatía nos sentimos impulsados a opinar o actuar según las personas afines. Es decir, personas que cooperan con nosotros en metas comunes o que sentimos próximas. Es un impulso basado en creencias limitantes, pero agradables.

Por el segundo nos sentimos impulsados a ser congruentes con decisiones tomadas anteriormente.

Es divertido ver como los dos principios actúan. Creo que tod@s tenemos la experiencia de ver a dos seguidores de dos partidos políticos distintos. ¿No es acaso misterioso que, para los unos, los malos sean siempre los otros?

La falsa ilusión de los decretos.

Decretar es presuponer que se tiene autoridad para imponer una creencia o decisión.

O, mejor aún, hinchas de dos equipos de fútbol rivales. Pongamos un caso arquetípico: Barça – Madrid. ¿No es acaso misterioso que las decisiones arbitrales injustas perjudiquen siempre a nuestro equipo? Y esto se eleva al nivel de la prensa deportiva.

Es fácil ver cómo los principios de Cialdini operan en la conciencia de las creencias limitantes de estos seguidores.


La moda de los decretos.

Algo que me llama mucho la atención de un tiempo a esta parte es la moda de “decretar”. Existen decretos para la abundancia, el amor, la autoestima, en fin… para todos los gustos. Y no dudo en que puedan servir, en algún momento, para animarnos o, incluso, motivarnos. Pero cuidado en pasar la línea de lo razonable. Me explico.

Si yo “decreto” en tiempo presente que soy millonario, encantador y un hombre de éxito…. :roll:. En mi interior, la conciencia de mis creencias limitantes sonreirá benévolamente (no, no soy ni encantador ni millonario…)

Distinto es que visualice una imagen como objetivo, y me diga que estoy en proceso de alcanzarla. Y esto no es decretar, es plantearse un objetivo y comprometerse con él. Creo que es imprescindible entender algo básico. Si imaginamos con mucho empeño algo fantástico, pero nuestros actos no van en coherencia con lo imaginado….la inercia hace el resto.

En psicoterapia podríamos llamar a esto una disonancia cognitiva.
Y esto tiene traducción en el terreno de las creencias. En lo más profundo de la conciencia de las creencias limitantes están nuestras primeras experiencias de referencia. Y estas últimas si no se resuelven (y no suele ser trabajo fácil) opondrán una numantina resistencia.

Cuando una creencia entra en contradicción con otra, la que termina materializándose es la más antigua. Esto no quiere decir que no puedan modificarse, pero no creo que sea “Decretando”. Modificar creencias de este calibre requiere un trabajo de psicoterapia laborioso.

Atentos también a la cuestión lingüística. Veamos que dice la RAE sobre DECRETAR (obviamente nos remite al acto de dictar un decreto). Entonces veamos DECRETO: “Decisión de un gobernante, autoridad, tribunal o juez, sobre la materia o negocio en que tengan competencia” :roll:. Y creo que aquí es necesario poner algo de realismo.

El cerebro en el núcleo de la conciencia de las creencias limitantes.

Me adelanto a algo muy socorrido en algunas líneas de coaching y psicoterapia. Me refiero a esa “media” verdad de que el cerebro no distingue una experiencia real de otra fantaseada. Es cierto que si simulamos reír con cierta convicción, el cerebro segregará endorfinas como si estuviéramos contentos de verdad. Así pues, acabaremos más contento. La risoterapia, por ejemplo, se basa en esto.

El cerebro sí distingue las imágenes fantaseadas de las vividas.

No es cierto del todo que el cerebro no distinga lo vivido de lo imaginado.

Ahora bien, el cerebro codifica de formas distinta las imágenes que hemos visto y las que hemos imaginado. Las primeras con mayor nitidez, las segundas con menos. Anexo un enlace a un artículo ilustrativo: El cerebro distingue lo real de lo imaginado:

Creo que este debate sigue abierto a nuevos descubrimientos por parte de la neurociencia. De momento, creo que es más prudente no incluir las fantasías en la conciencia de nuestras creencias limitantes. Porque entonces serán doblemente restrictivas.
De momento, y por hoy, termino aquí. Hasta el próximo artículo recibe un cordial saludo.

 

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Anterior artículo relacionado: El origen de las creencias que nos impiden ser nosotros mismos.

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Autoconocimiento y terapia gestalt Sabadell

 

Conciencia de las creencias limitantes, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta, consulta de coaching y psicoterapia (Asertividad, liderazgo, terapia de pareja, celos, ludopatía, terapia para el duelo, depresión, etc.…)

Ejercicios prácticos para mejorar la autoestima

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Mejorar la autoestima, ejercicio de PNL para ganar seguridad

Mejorar la autoestima, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta, consulta de coaching y psicoterapia (Ansiedad, acompañamiento y estrategias para adelgazar, hablar en público, dejar de fumar, autoestima, adicciones, etc.…)

Ganar confianza en uno mismo

Aceptarse y comprometerse en aprender y mejorar claves de la autoestima

A menudo las propuestas terapéuticas para mejorar la autoestima van acompañadas de sugerencias bien orientadas y eficaces. Es decir, nos orientan sobre el qué. Sin embargo pocas nos indican el cómo. Es algo que veo constantemente en las sesiones de terapia. “Sí, esto que dices lo entiendo pero no sé cómo ponerlo en práctica.»

En mi anterior artículo “qué es la autoestima” sugerí diversas formas terapéuticas para mejorar la seguridad en uno mismo. Una de ellas, inspiradas en la PNL es la llamada apadrinamiento o patrocinio. Veremos en este artículo un ejercicio para mejorar la autoestima basada en esta modalidad terapéutica.


Cómo mejorar la autoestima y seguridad en uno mismo con los tres mentores.


Este ejercicio va orientado al núcleo de la personalidad, es decir, la identidad. Puedes ampliar este concepto en mi artículo: “Como es adentro es afuera. Como es arriba es abajo

Mejorar la autoestima y aceptar nuevos retos.

Construir una autoestima fuerte nos ayuda a enfrentar nuevos desafíos.

Cualquier terapia, orientada a mejorar la autoestima, que no contemple este nivel es parcial. Esto no quiere decir que no sea eficaz. Existen modalidades de terapia remediativas. Es decir orientadas a modificar conductas y, en su caso, las habilidades de las que emanan los comportamientos deseados.

A veces, una modalidad terapéutica remediativa es suficiente. En estos casos el problema no está en el concepto que la persona tiene sobre sí misma. Es decir las creencias nucleares acerca de uno mismo. Puedes, si lo deseas, explorar la importancia de las creencias para mejorar la autoestima en el artículo: Terapia para la autoestima baja.

Un apunte necesario antes de empezar el ejercicio

Como vengo diciendo habitualmente, los ejercicios que propongo en el blog son una sugerencia con carácter orientativo. Para garantizar resultados lo ideal es ponerlos en práctica con un terapeuta acreditado. Es el mejor modo de mejorar la autoestima con garantías. Pero a veces, leer algo con anterioridad puede servir para hacerte una idea.

Elige una experiencia concreta en la que te sentiste inferior, rechazad@, incapaz, no adecuad@ o merecedor/a. Es de vital importancia trabajar con experiencias concretas, no con fabulaciones ni posibles futuros.


Ejercicio para mejorar la autoestima, primera parte.

Elige tres personas en las que confiaste plenamente. Pueden ser tres personas que conociste en tu infancia hasta hoy.
A continuación elige tres personas que confiaron en ti.
Primero trabaja con el primer grupo de tres. Realiza el ejercicio completo y, al día siguiente con el segundo grupo.
Para empezar escoge el primer grupo.

o Obsérvalos detenidamente en tu memoria. Presta atención a su manera de moverse, andar, hablar, y todo cuanto consideres importante de cada una de ellas.
o Ahora date cuenta del impacto que ellos tienen en ti. ¿Cómo es sentirse aceptado por ellos tal y como eres? ¿Cómo es y sientes ser recibido como una persona única y valiosa?

Para mejorar la autoestima es importante tomar nota de las sensaciones físicas cuando te sentiste aceptado íntegramente.



Elegir una situación en la que la seguridad en ti mismo tambaleaba. Segunda parte.

 

Mejorar la autoestima nos ayuda a superar situaciones difíciles.

Vivir las emociones, sean las que sean, y no sucumbir a ellas, clave de la autoestima.

Elige una situación en la que te sentiste falto de confianza. Observa en disociado (como un observador) esa experiencia (Posición yo). Presta atención a lo que ves, lo que oyes. El entorno y las personas que forman parte de la experiencia

Ahora da un paso al frente, sumérgete la situación. Revívela como si estuviera pasando ahora. En forma plenamente asociada, sumergido en ella. Observando lo que ves, escuchando lo que oyes, prestando atención a lo que sientes, patrones corporales (respiración, postura, gestos…), emocionales. Posición “Experiencia

(Nota importante: En esta práctica para mejorar la autoestima utilizamos las posiciones perceptivas Asociado y Disociado. Si quieres saber más puedes verlo en el artículo: Cómo vivir una emoción con ecuanimidad, la terapia disociadora.)

Ahora da un paso atrás y disóciate. Posición “Yo” (observador).

Ve a la metaposición para tomar nota de experiencia en forma asociado y disociado (Posición “Metaposición”) Observa ambas posiciones y los mensajes que te sugieren las mismas. Desde la metaposición ¿Qué crees que le falta al yo? ¿Qué objetivo definirías? ¿Crees que le falta algún recurso?



Los mensajes de los mentores. Tercera parte

A continuación ocupa la posición de Recursos, girándote con respecto a la posición anterior en 180º de tal manera que estés frente a los tres mentores. Respira y conecta con tu centro.

Abre los ojos y observa a tus tres mentores. Frente a ti. Con sus mensajes, ellos te inspirarán para mejorar tu autoestima

Modelaje en PNL para mejorar la confianza en uno mismo.

Podemos elegir modelos de personas o personajes que nos inspiren a mejorar.

Ahora da un paso al frente y entra en el mentor 1. Asóciate plenamente a él. ¿Cuál es tu postura corporal siendo el mentor 1? ¿Cómo te mueves? ¿Cómo respiras? ¿Qué piensas y cómo? ¿Cómo eres siendo el mentor 1? Entra en el personaje no te detengas en una explicación descriptiva. el mentor 1. Piensa, muévete, habla, siente como él.

Mejorar la autoestima trabajando con imágenes internas.

Da media vuelta sobre ti y observa la posición “Experiencia”. En condiciones óptimas verás en disociado la experiencia con el “yo”. Observa y detente en lo que ves y oyes teniendo claro lo que quedó definido como objetivo, recursos, etc. en la metaposición. Deja que aparezca un mensaje corto, claro y explícito para el “yo”. No más de cinco palabras y si pueden ser tres o cuatro mejor que cinco. Las palabras pueden venir acompañadas de una imagen mental y un gesto o postura corporal.

Plenamente asociado a “mentor 1” transmite las palabras y, en su caso, imagen y/o postura corporal al yo en la “posición recursos”. Aquí debes adoptar la personalidad y actitud del mentor que con su mensaje inspira al “yo” para mejorar la autoestima.

Ve a la “posición de recursos”. Colócate frente al mentor 1 recibe el mensaje, resuena con él. Siente cómo puede apoyarte y “apílalo” en tu centro.



Afianzar la sanación del niño interior.

Si estás en el trabajo con tu niño interior, preséntale ahora a tu mentor 1. Este trabajo de “presentación a tu niño interior es aconsejable para mejorar la autoestima. Lo puedes hacer a lo largo de tu trabajo de reparentalización. Sin embargo no es imprescindible si empiezas ahora con el trabajo.

Si decides añadir al proceso el trabajo con el niño interior, solamente tendrás que añadir este paso con cada mentor.

Una vez hecho, repite la operación con mentor 2 y mentor 3.

El mensaje definitivo para mejorar la autoestima

– Con los tres mensajes en forma de palabras, imágenes, posición y/o gesto define el metamensaje. Un mensaje que adopte las tres formas y sea la esencia de lo anterior. Las palabras, imágenes y posición o gesto serán las tres anclas que definen el recurso.

– Das la vuelta 180º sobre ti mismo y con el metamensaje y el centro vas a la posición Yo. Observa en disociado la experiencia.

– Da un paso adelante, asóciate a la misma y revívela con el recurso.

Posiciones perceptivas de la PNL para mejorar autoestima.

Dibujo de las distintas posiciones durante el ejercicio.

Conclusión y finalización del ejercicio aumentar tus recursos y amor propio.

Observa y siente cómo se modifica tu vivencia de la experiencia. Lo que ocurre no cambia, sí cambia el modo en que lo recibes. Esto es así por cuanto el ejercicio está orientado a mejorar tu autoestima.

 

Hasta aquí la entrada de hoy. Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo.

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Artículo anterior relacionado: ¿Qué es la autoestima?

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Ganar confianza y seguridad en uno mismo.

 

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¿Qué es la autoestima? ¿Cómo mejorarla?

¿Qué es la autoestima? Confianza , seguridad, amor propio; consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta, consulta de coaching y psicoterapia (Hipnosis, PNL, , Terapia Gestalt, Niño interior, Análisis Transaccional,)

Mejorar la confianza en uno mismo Sabadell

Una autoestima sana confiere confianza, alegría y ganas de vivir

Nadie mejor que Nathaniel Branden, para definir qué es la autoestima. Según este autor, este amor propio, seguridad, y confianza en uno mismo surge de dos creencias fundamentales. En primer lugar un convencimiento de aptitud (sentirse capaz y eficaz para vivir). En segundo lugar sentirse valioso, tener un valor como persona única e individual. Es decir, por un lado sentirnos capaces de enfrentar la vida. Y por el otro ser implícitamente merecedores de respeto.

Estas dos características son básicas en cualquier respuesta a la pregunta «¿Qué es la autoestima?

 

Qué es la autoestima.

Según Erich Fromm: “La principal tarea del hombre en la vida es darse nacimiento a sí mismo. Llegar a ser lo que potencialmente es. El producto más importante de este esfuerzo es su propia personalidad.”

Al preguntarnos qué es la autoestima la convicción de ser merecedor de respeto y valía es nuclear. No se trata de creer que somos infalibles en todo pues, por supuesto, podemos siempre mejorar. “Darnos nacimiento a nosotros mismos” en palabras de Fromm. Y el concepto de mejora creo que es mucho más útil que el de cambio. Cambio es una palabra muy “de moda” últimamente. Sin embargo denota una falta de confianza en uno mismo. Si yo, al responderme qué es la autoestima me comprometo con un cambio, algo falla. El cambio presupone que hay algo que debe permutarse por otra cosa. La mejora algo que puede optimizarse.

Veamos la definición de la R.A.E de la palabra cambiar. 1.- Dejar una cosa o situación para tomar otra. 2.- Convertir o mudar algo en otra cosa, frecuentemente su contraria.

Qué es la autoestima, mejorar en vez de cambiar.

Mejorar implica aceptarse, cambiar, querer ser otra cosa.

Cuando me comprometo con mi mejora me considero valioso. Implícita en esta actitud está la confianza en mí mismo y el amor propio. Si, al contrario, me comprometo con cambiar…. no me valoro por ser quien soy. Es como si a una madre o un padre les preguntáramos si quieren o no a sus hijos. Lo más habitual es que les quieran aunque, por supuesto, reconozcan que pueden mejorar en muchos ámbitos. Pero no los “cambiarían” por otr@s.

 

Qué es la autoestima (amor propio) y para qué es valiosa

La autoestima es la piedra angular, los cimientos de una personalidad saludable. De tal manera que colorea todo cuando hagamos en nuestra vida. Tanto en el ámbito personal como en el profesional. Bien sea en el terreno intelectual, afectivo o relacional.

Una autoestima deficiente nos impide aparecer en la vida con todas nuestras capacidades. Por eso es importante que nos planteemos, además de qué es la autoestima, cómo es en mí.

Una autoestima alta favorece la seguridad y confianza en uno mismo. Es la clave de nuestros fracasos o éxitos. También del permiso que nos damos para disfrutar de la vida. Sentirnos merecedores de amar y ser amados. Y es precisamente en el terreno de las relaciones afectivas donde más afecta.

Pero no solamente a nuestra capacidad de establecer relaciones de pareja. Alcanza a otros ámbitos como nuestra posición como amigos, hijos, familia o incluso como padres. Y, por supuesto, alcanza también a nuestro desempeño profesional

Un bebé, aun cuando conociera el término y pudiera hablar, nunca preguntaría «¿qué es la autoestima?». Nacemos con ella implícita en nosotr@s. Sin embargo la educación, los mandatos parentales, sociales y educacionales de todo tipo nos apartan de nuestro amor propio. Y sí, es cierto que vivimos en sociedad y también lo es que podemos hacerlo manteniendo nuestra esencia.

La educación y el respeto por los demás no están reñidos con la honestidad.

En resumen, sentirse o no equivocado como persona es un referente a la pregunta ¿Cómo y qué es la autoestima?

¿Cuál es el nivel de confianza en mí mismo? ¿Cómo me valoro?

Autoconfianza consulta en Sabadell

Confiar o no en las propias capacidades.

El Dr. Edmund J. Bourne, en su libro «Ansiedad y fobias» explica qué es la autoestima. De hecho es uno de los componentes esenciales en toda terapia para la ansiedad y las fobias.

Para conocer cuál es nuestro nivel de confianza y seguridad propone un ejercicio. Piensa en alguien a quien valores y respetes profundamente. Alguien que te merezca una total confianza y en quien creas “a pies juntillas”. Una vez lo tengas calibra en tu interior cómo es sentir y pensar acerca de esa persona.

Ahora, dirígete las preguntas hacia ti: ¿Cómo es de parecida o no esta actitud hacia mí? ¿Es el mismo nivel de confianza en mí mismo? ¿Siento hacia mí la misma seguridad? ¿Me concedo los mismos permisos y merecimiento? ¿Tengo el mismo amor propio hacia mí?

Ahora, en una escala del 1 al 10 valora cómo es de parecida esta valoración. Por supuesto, menos de cinco indicará una bajo nivel de auto confianza, más de cinco niveles más óptimos.

Este ejercicio te dará una aproximación a qué es la autoestima orientada a ti.

 

Eficiencia y consecución de objetivos

La expresión de uno mismo mediante actividades creativas es de vital importancia para una autoestima sana. De no ser así, en primer lugar, nuestras capacidades se verían infrautilizadas. Y, no menos importante, no apareceremos ni nos mostraremos ante el mundo.

Así pues, la pregunta qué es la autoestima, tiene otra respuesta. Esta respuesta tiene que ver con nuestra aportación a la sociedad.

Para esto es de vital importancia que sepamos construir una adecuada formulación de objetivos. Y, más aún, que estos objetivos estén alineados con nuestros valores.

 

Qué es la autoestima y cómo trabajarla

Qué es la autoestima, ejercicios para mejorarla

La autoestima puede mejorarse con ejercicios concretos.

Existen diferentes formas de trabajar para afianzar la seguridad y confianza en uno mismo. Desplegaré en otros artículos estas metodologías. Señalo algunas de ellas para una primera aproximación:

 

Formas de mejorar la autoestima

 

Autoconocimiento y vivir conscientemente.

El deseo de conocernos es una respuesta congruente a la pregunta “qué es la autoestima”. También favorece la eficiencia en el hacer, coherentemente con el ser. Sin este impulso y orientación hacia el autoconocimiento no puede existir amor propio.

Cuidar de uno mismo.

Para cuidar de nosotros mismos deberemos ser conscientes de nuestros valores y necesidades. De no hacerlo así, corremos el riesgo de sucumbir a deseos que no son auténticas necesidades. A menudo estos deseos procuran una «gratificación inmediata» a costa de un precio a largo plazo. En el siguiente artículo puedes ampliar este concepto: Deseos y necesidades.

Terapia con el niño interior.

Este es un trabajo muy interesante, de largo recorrido pero también de alcance profundo. Gran parte de nuestra autoestima se cimienta en las experiencias de nuestra infancia.

Técnicas de centramiento.

El coaching generativo ha trabajado en la actualización de las técnicas de meditación. Se trata básicamente, de entrar en contacto con nuestras partes más inspiradas y creativas para hacerlas operativas.

– Terapia de patrocinio o apadrinamiento.

De la mano de la PNL de tercera generación llega esta práctica. Es un trabajo de reconocimiento de la propia unicidad. El siguiente artículo incluye un ejemplo de este trabajo. Ver: Mejorar la autoestima. Ejercicio de PNL para ganar seguridad.

Terapia con la sombra personal.

Pocas personas al preguntarse qué es la autoestima llegan a imaginar esta modalidad de trabajo. Es cierto que se trata de uno de los temas menos tratados cuando se habla de Autoestima. Sin embargo, considero vital que nos hagamos amigos de nuestras partes rechazadas o reprimidas.

Abrazar nuestra sombra es una muestra de amor propio.

Nos guste o no, estas partes forman parte de nosotros. Y rechazarlas o reprimirlas es ejercer un tipo de violencia contra ellas. Por lo que, indirectamente, estamos ejerciendo una violencia sobre nosotr@s mism@s.

La autoestima es un viaje a uno mismo.

Reconocer en nuestro interior lo mejor de nosotros.

Por supuesto, aceptar nuestra sombra personal no significa resignarse ni someterse a ella. A buen seguro que tiene una intención positiva aun cuando se equivoque en el modo de intentar satisfacerla. Sería ahora muy extenso exponer toda esta modalidad de terapia. Sin embargo lo dicho antes y el enlace al que remite dan una idea muy aproximada. Añadir que una forma para acceder amablemente a la sombra es la metáfora del niño interior.

Estas distintas formas de terapia, nos ofrecen también distintas respuestas a la pregunta “Qué es la autoestima”. Seguiré en próximos artículos. Hasta entonces recibe un cordial saludo,

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Anterior artículo relacionado: Terapia para la Autoestima baja.
Siguiente artículo relacionado: Mejorar la autoestima. ejercicio de PNL para ganar confianza.

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Consulta de psicoterapia y coaching en Sabadell

¿Qué es la autoestima? Confianza ,seguridad, amor propio, Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta, consulta de coaching y psicoterapia (Asertividad, liderazgo, terapia de pareja, celos, ludopatía, terapia para el duelo, depresión, etc.…)

Consulta de psicoterapia para superar adicciones.

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Duelo y rehabilitación de adicciones en psicoterapia

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Duelo y rehabilitación adicciones Sabadell

Superar una adicción, aun cuando sea algo positivo, abre un periodo de duelo

La rehabilitación de adicciones, con garantías, exige un proceso integral. Uno de los elementos menos contemplado en la terapia es el del duelo en la rehabilitación de adicciones. Este trabajo terapéutico va más allá de la suspensión del consumo y el comportamiento compulsivo. Este, por supuesto, es la primera etapa en la terapia.

Existe un segundo paso en el proceso terapéutico que es el que examinaremos aquí. El proceso de duelo en la rehabilitación de la adicción. Veremos las distintas pérdidas que debe enfrentar el adicto en la terapia integral.

El tercer paso, no lo desarrollo en este post, es el de la transformación del estilo de vida. Si bien este momento está presente durante todo el proceso, aquí se enfatiza más. Sirva, no obstante como introducción, mencionar que en esta etapa no solamente se refuerza lo aprendido. En esta fase de la terapia es muy importante identificar los valores de la persona. Lo que realmente le puede dar una dirección y motivación de vida que sustituya el hechizo de la adicción.


¿Qué es el duelo en la rehabilitación de adicciones?

Este momento de la terapia implica un cambio radical del estilo de vida. El eje ya no gravita alrededor del consumo de la sustancia (o conducta) adictiva. El nuevo centro de gravedad se sitúa en la responsabilidad de la persona sobre su conducta, emociones y pensamientos. Este cambio radical presupone una pérdida emocional. Por lo tanto un duelo en la rehabilitación de las adicciones. A la elaboración de este periodo de adaptación emocional debe dedicar un tiempo la terapia integral.

El duelo en la rehabilitación de adicciones. Primera etapa. Despedida de la sustancia adictiva

Duelo y rehabilitación adicciones. Despedirnos de una conducta adictiva comporta un proceso de adaptación. .

Despedirse para mejorar.

Es la fase que enfatiza toda terapia. La despedida de la sustancia adictiva. En este momento el adicto en recuperación enfrenta la realidad de una pérdida. Bajo un punto de vista racional es una despedida deseable. Pero la adicción no «engancha» desde el sentido común. Tanto en esta como en las siguientes etapas hay que tener una idea muy clara. ¿Qué necesidad no satisfecha cubre la adicción? O, dicho de otro modo, ¿qué intención positiva tiene?

En otro artículo me extenderé más al respecto. Pero para entender mejor esta etapa del duelo en la rehabilitación de adicciones un modelo es de mucha utilidad. Las cinco etapas de Prochaska Y DiClemente

Toda dependencia comporta un desplazamiento de la autoestima hacia el exterior. Bien sea una sustancia, una conducta, persona etc.… Por este motivo trabajar la autoestima es imprescindible durante el proceso de duelo en la rehabilitación de adicciones.

 

Segunda etapa. El duelo por el personaje o guión de vida

El personaje es el núcleo del guión de vida de la persona adicta. Es de vital importancia descubrir este personaje y el argumento vital que dibuja. Por supuesto para reescribir ese guión y descubrir nuestro yo más auténtico. En este momento, el duelo en la rehabilitación de adicciones supone la despedida y elaboración de esta pérdida. De este personaje que, probablemente, nos ha acompañado durante años. Sin embargo, el personaje y su guión no es, algo exclusivo en los adictos. Tod@s vivimos en un personaje que es el protagonista de nuestro guión de vida.

Y qué es el guión de vida?

El guión de vida forma parte de la teoría del análisis transaccional elaborado por Eric Berne. Posteriormente Claude Steiner lo desarrolló en su obra: “Los guiones que vivimos”.

Según este modelo de pequeños decidimos un plan para nuestra vida. Una especie de hilo conductor que diera una coherencia (para bien o para mal) a nuestro destino. Esta decisión infantil está marcada por la relación con los padres y personas de influencia. Y, por supuesto, no es una decisión tomada de un modo consciente y deliberado. Digamos que la historia de nuestra familia nos empuja sutilmente hacia este argumento vital.

Duelo y rehabilitación de adicciones, despedirnos del personaje.

Terapia integral adicciones Sabadell

La adicción crea un personaje para el que tiene sentido el consumo.

Ahondar en el guión de vida en las adicciones supera este el alcance de este artículo. Sin embargo, para mentes curiosas cabe destacar la obra de Claude Steiner. Uno de los libros ya mencionados anteriormente. El siguiente, y específicamente orientado a las adicciones es “Games alcoholics play”. Hasta donde yo sé no conozco traducción en castellano.

En esta obra, Steiner nos habla de tres tipologías de consumidores. Él las llama Ebrio y Orgulloso, Ebrio Doméstico y Ebrio Consuetudinario. Cada uno de ellos conforma un “guión de vida” alrededor de una tipología de personaje. Este trabajo de Steiner fue finalizado a finales de los 70 y en EEUU. Creo que en la actualidad podemos encontrar nuevos y diferentes personajes pero valga este trabajo como ejemplo.

El duelo en la rehabilitación de adicciones contempla en esta etapa evidenciar la artificiosidad del personaje.

El personaje es el portador que encubre las necesidades no satisfechas. Y lo hace con una máscara. Es, en este sentido el portador de una Intención Positiva. Sin embargo, esta intención positiva no se conduce con una conducta creativa. A menudo tiene que ver con la fantasía y la huida del dolor.

Tercera etapa. La pérdida del entorno y amistades de consumo.

En este artículo planteo secuencialmente las distintas fases del duelo en la rehabilitación de adicciones. Sin embargo la realidad en el proceso de la terapia es distinto. Las distintas etapas pueden ir solapándose como, por ejemplo, en la despedida del círculo de consumo. Salvo algunas excepciones, el consumo aparece y se consolida en el seno de un grupo de confianza. Es habitual entre adolescentes o incluso entre adultos en, por ejemplo, los bares en el alcoholismo.

Duelo y rehabilitación adicciones

Decir no a una adicción suele comportar despedirse del entorno de consumo

El grupo confiere esa sensación de pertenencia, de sentirse aceptado y recibido. Por supuesto que en este caso se trata de una sensación de pertenencia disfuncional. Y es aquí donde el rol del personaje despliega toda la fantasía neurótica.

La terapia del duelo en la rehabilitación de adicciones trabaja, también, con la pérdida del grupo de confianza.

Es necesario buscar formas alternativas y creativas de conseguir este sentimiento de pertenencia. Seguramente en la mayoría de los casos (por no decir en todos) fuera del círculo de consumo. Es imprescindible entender que una cosa es la necesidad y otra el modo de conseguirla.

Cuando el grupo de consumo tiene un peso específico, es necesario dejar de frecuentar ese entorno. Y esto, casi siempre, como condición indispensable para dejar de consumir.

Existen algunas excepciones como, por ejemplo, algunas mujeres que beben en la soledad de su hogar. Por supuesto aquí existen otros estigmas estereotipados y un problema profundo de soledad. En estos supuestos, el duelo en la rehabilitación de la adicción se centra más en la despedida de la sustancia y del personaje.

 

Duelo y rehabilitación de adicciones.

Durante todo el proceso, empezamos por la aceptación de las pérdidas. Es importante entender que, durante la terapia del duelo en la rehabilitación de adicciones, se suceden diferentes momentos. Si deseas consultar puedes verlo en mis artículos:

Las fases del duelo: las primeras etapas de asimilación de la pérdida.

Las etapas del duelo en la terapia de acompañamiento emocional.

La terapia comprende el trabajo de integración emocional, con la conciencia y expresión de las mismas. Muy importante también durante la terapia descubrir y satisfacer de un modo creativo las necesidades no satisfechas. Estas carencias fueron “tapadas” o “satisfechas” neuróticamente por el guión de vida. Al descubrir nuevas formas, es más fácil sostener la pérdida de la sustancia, personaje y grupo de confianza.

Salir del pozo adictivo

Superar una adicción es reencontrarse con uno mismo.

Duelo y rehabilitación de adicciones son dos pasos necesarios para una terapia integral. Sólo de esta manera se puede llegar al estado interno donde se vive la sobriedad como un regalo. No como un esfuerzo constante para no “caer en la tentación”.

Por supuesto, la terapia integral en rehabilitación de adicciones es un proceso dilatado en el tiempo. Pero los resultados son espectaculares en la mejora de calidad de vida.

Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo.

 

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Siguiente artículo relacionado: Salir de una adicción
Anterior artículo relacionado: Cómo nos seduce una adicción

 

Superar el duelo al dejar una adicción Sabadell

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Duelo y rehabilitación adicciones, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta, consulta de coaching y psicoterapia (Ansiedad, acompañamiento y estrategias para adelgazar, hablar en público, dejar de fumar, autoestima, adicciones, etc.…).

 

Elaborar un proceso de duelo de forma emocionalmente saludable

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Las etapas del duelo en terapia de acompañamiento emocional

Etapas del duelo, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach, consulta de coaching y psicoterapia (Hipnosis, PNL, , Terapia Gestalt, Niño interior, Análisis Transaccional)

Terapia del duelo en sabadell

Podemos hacer aflorar energía de donde parece que no queda.

Vimos en el anterior artículo las Tres primeras fases del duelo. También vimos en Terapia para el duelo. Psicoterapia de la pérdida cómo es necesario entender este proceso como un ajuste progresivo a la realidad. Pero este ajuste es, necesariamente, de tipo emocional. Esto quiere decir que toda terapia irá orientada a integrar lo que, emocionalmente, viva la persona. Es preciso tenerlo claro. Pues si bien el sentido común es necesario, no siempre es el mejor asesor en la terapia de la pérdida.

Veremos a continuación las siguientes etapas del duelo en función de los dos modelos ya señalados anteriormente.

 

Etapas del duelo: La negociación

Para comprender esta etapa del duelo en el modelo de las cinco fases es preciso entender algo esencial. Elisabeth Kübler-Ross, fue una psicoterapeuta que extendió el ámbito de la terapia a los enfermos terminales. Es decir personas que enfrentaban SU propia muerte. Posteriormente extrapoló las etapas del duelo a personas que enfrentan, por ejemplo, el fallecimiento de un ser querido. Pero existen diferencias obvias que examinaremos ahora.

Debemos entender esta etapa como un intento desesperado por evitar la fase de «desolación o depresión». Aceptar de un modo definitivo la pérdida o la ausencia. Y los intentos en esta etapa del duelo por evitarla son unos cuando quien muere es uno mismo. Y son muy distintos cuando “el que queda aquí” enfrenta la muerte de un ser querido. Esto condiciona modalidades de intervención en la terapia distintas. Veámoslo de un modo práctico:

 

Etapas del duelo: La negociación al enfrentar la propia muerte

Tras pasar las anteriores etapas del duelo, la persona en estado terminal elabora fantasías. Estas pueden tener que ver con una intervención milagrosa, otras terapias, segundas opiniones etc… Incluso algún tipo de promesa a cambio de….

Negociar el enfrentamiento con la pérdida.

La negociación, una etapa del duelo.

Es un intento de no admitir lo doloroso pero inadmisible, dejar de ser. De nuevo indicar que este tipo de fantasía es normal en esta etapa del duelo. Por supuesto siempre y cuando no se establezca definitivamente.

La cosa cambia cuando la persona enfrenta el fallecimiento de un ser querido. Al haber transitado las anteriores fases, es absurdo ahora pretender que esa persona resucite. Pero sí puede alimentar la esperanza de que, “desde algún lugar” me sigue y cuida. Y aunque, hasta donde sabemos, es una fantasía, no es algo patológico. Siempre y cuando no se ancle definitivamente en esa esperanza. “Sólo” es una de las etapas del duelo.

Pero, como veremos más adelante, puede tomar otro matiz. No olvidemos que esta fase de la negociación tiene una finalidad en sí misma. Y esta no es más que prepararnos para la etapa del duelo más dura. La desolación asociada a la aceptación incondicional de la pérdida y ausencia. Y esta aceptación debe serlo desde la totalidad de la persona. En terapia podemos prever esta fase y preparar la contención en la siguiente etapa del duelo.

 

La fase de la negociación ante una separación o divorcio

Veamos ahora otro ejemplo muy habitual, la realidad de una separación o divorcio. Aquí la negociación puede aparecer, aun habiendo transitado las anteriores etapas del duelo. Y es más habitual de lo que creemos. Es el intento de volver a la relación con un “propósito de enmienda”, o con un “hemos cambiado”, etc.… Por supuesto son excusas conscientemente bienintencionadas… pero en la mayoría de los casos, eso, excusas.

Algunos autores pretenden que esta fase pueda darse al principio. Es decir durante la negación. Pero existe un matiz importante, en la negociación no existe una negación real del hecho en sí. La pérdida existe y no se discute. En este momento lo que existe es una huida del dolor. Y esto puede verse muy fácilmente cuando atendemos a las siguientes etapas del duelo del modelo de siete fases.

 

Etapas del duelo: La culpa

Siguiendo con la metáfora propuesta por Bucay, es la fase en que empieza a coagular la sangre. Es lo que coloquialmente conocemos como la “costra”. Y, del mismo modo que es la sangre la que provoca los coágulos, la culpa es de una materia similar a la rabia. Veamos cómo encaja en las etapas del duelo:

En este momento empezamos a sentirnos culpables por todo. “Por no haberle dicho cuánto la quería”. “O no haberle tratado lo suficientemente bien”. “Por no haber sido suficientemente eficiente en el trabajo antes que me despidieran” “O por no haberle recomendado ir a otro médico”, por… por…

 

Un sentimiento peligroso, la culpa

Pero la culpa es una emoción… contaminada. Es preciso hilar muy fino en terapia para desbrozarla de la responsabilidad. Para mí es un sentimiento, es decir una emoción más una etiqueta cognitiva o una creencia. Al mismo tiempo, está compuesta de dos emociones básicas, rabia más tristeza. La culpa, en esta etapa del duelo, tiene tres contaminantes básicos:

Omnipotencia.
Crítica.
Evasión.

Etapas del duelo, la culpa

Sentimiento de culpa y duelo.

Si me siento culpable, me acuso a mí mismo (crítica). Y me puedo acusar de, por ejemplo, no haberlo hecho todo lo mejor que hubiera podido. Es decir, parto de la presuposición que en mi mano estaba haber hecho todo lo posible. O sea, un presupuesto de omnipotencia.

Pero mientras me entretengo en esta farsa maquiavélica de la culpa evito el siguiente paso. Evito sentir la impotencia que es lo opuesto a la omnipotencia. Me evado de aceptar definitivamente lo inevitable. La pérdida.

La desolación es la más dura de las etapas del duelo. Todo el proceso emocional hasta ahora ha sido una aproximación a la siguiente fase.

Esta culpa puede traer un proceso de masoquismo y victimismo perversamente alambicado. En el que me engullo como un hámster en su noria giratoria. Creo que avanzo, pero… no.

Cómo hemos “engullido” la culpa por ciertos mandatos religiosos es un tema digno de un trabajo enciclopédico. Solamente lo señalo, por supuesto no entraré a fondo en este trabajo sobre las etapas del duelo.

Pero bueno, como decimos en PNL , «todo comportamiento tiene una intención positiva”. Y la intención, como ya he señalado anteriormente es la evasión. El tercer contaminante de la culpa.

 

Culpa, duelo y retroflexión

Antes de pasar a la siguiente etapa del duelo, una última anotación para mentes curiosas. En terapia Gestalt hablamos de un mecanismo de defensa llamado retroflexión. Básicamente es “hacerme a mí mismo lo que no me permito hacer a los demás”.

Por supuesto es un mecanismo del que no nos damos cuenta conscientemente. Esta es la esencia de la culpa, la retroflexión. En otro post hablaré sobre esto, pero para quien quiera investigar es un terreno fascinantemente sorprendente.

 

Etapas del duelo: La tristeza

La tristeza nos lleva al mundo de lo que es. La pérdida definitiva, sea que le encontremos o no sentido. La ausencia del otro que me conecta con mis vacíos internos.

Uno de los impedimentos para aceptar la tristeza es la idea “no puedo soportarlo”. Pero sí, si puedo soportarlo. No vale ahora la infantilización del adulto vestida de victimismo. Pensamientos del tipo “¿Qué he hecho yo para merecer esto?”. ¿Por qué me ha “tocado” a mí? etc.… son la peor compañía.

Etapas del duelo, la tristeza

La tristeza nos pone en contacto con la impotencia.

La tristeza es una emoción básica mediante la cual integramos una pérdida. Como emoción no contiene pensamientos, juicios, etiquetas…. Si la contaminamos con pensamientos la convertimos en un sentimiento recurrente. Puede ser lastima, auto conmiseración, victimismo, sufrimiento… en general sentimientos poco saludables. En este momento, aun cuando pudiera parecer contradictorio, la terapia se orienta a que la persona sienta la tristeza. No los sucedáneos de la misma.

Bucay propone la metáfora de la retracción del coágulo de sangre. Este movimiento es, literalmente, volverse hacia dentro. Es el sendero de la tristeza por una pérdida. Volver hacia dentro para enfrentar el temido fantasma de la soledad.

Es la etapa más dura y, a su vez, compartida por ambos modelos de las etapas del duelo. La herida de la ausencia se siente en carne viva. Es probable en esta etapa sufrir alucinaciones. Creer ver, oír, incluso oler… si la falta es la de un ser amado.

Otro tipo de pseudoalucinaciones, en esta etapa del duelo, tienen que ver con la confusión con la realidad. Puede, por ejemplo, traerme al recuerdo la mujer que tanto amé la mirada de una chica que “pasaba por ahí”.

 

Los peligros del duelo no completado en separaciones y divorcios.

Cabe añadir en este ejemplo un problema muy común. No diferenciar a la “chica que pasaba por ahí” con la proyección de la mujer que amé. Si el duelo no se completa (en el caso de las separaciones) puedo creer que me enamoro de alguien. Y la realidad es muy distinta, me enamoro de lo que proyecto en la otra persona. El recuerdo consciente o inconsciente, para bien o para mal de quien ya no está conmigo. Y, por desgracia, veo mucho este problema en consulta.

Está bien que rehaga mi vida afectiva. Pero mejor hacerlo transcurrido un tiempo, el tiempo necesario para elaborar la pérdida. Pues si no lo hago así no recibo realmente a la otra persona que aparece en mi vida. Recibo a quien creo que es en función de mis fantasmas y filtros. Y por este motivo es necesario vivir la desolación de la tristeza en su cruda realidad. Los sucedáneos nos apartan de la experiencia y, hasta que no la transitamos, no la superamos. Por este motivo, a veces parece que la terapia, nos desmonte más que nos alivie. Pero esto es momentáneo… y necesario.

 

Identificación con lo perdido y fecundidad.

Puedo, siguiendo con el ejemplo anterior, sentirme afortunado por haber conocido a esa mujer. Y saber que, con ella, viví el amor. Es el principio de la salida del túnel oscuro de la tristeza. Esta etapa del duelo se le puede llamar la de la fecundidad o la identificación. Empiezo a ver la pérdida como “lo que tuve”. Es decir, el foco de la atención ahora está en lo que disfruté o aprendí con esa persona. Ya no tanto en lo que perdí.

Terapia de la pérdida Sabadell

La identificación con lo perdido pone en evidencia los aprendizajes adquiridos.

La melancolía suele ser el referente básico en esta etapa del duelo. La melancolía es una emoción compuesta de alegría y tristeza. Alegría por lo vivido y tristeza por lo que ya no está. Es un paso sutil, pero importantísimo pues en el mundo emocional empieza una lenta transformación.

El peligro de esta etapa es la idealización derivada de la identificación.

Siguiendo con el ejemplo anterior puedo idealizar a mi ex pareja. Pensar que no hay otra mujer como ella. Que no voy a tener esa suerte otra vez.

En esta etapa del duelo es, en parte normal, esta idealización. Nos empuja a salir del pozo de la tristeza.

Amelia Barr lo definió magistralmente con esta frase:

“Todos los cambios están más o menos teñidos con la melancolía porque lo que dejamos atrás es parte de nosotros mismos.”

Siguiendo con la metáfora de Bucay, esta etapa es la de la reconstrucción tisular. Es decir, por debajo de la costra, el tejido de la piel y, eventualmente, muscular se va regenerando. A su vez, va empujando el coágulo hacia fuera.

Algo nuevo va emergiendo, ya parece que la terapia va surgiendo efecto. Pero aún necesita desprenderse de algo más.

 

Etapas del duelo: Aceptación y Restablecimiento.

La vida sigue. Es la frase que puede definir mejor que nada este momento. Del mismo modo que en la piel queda la cicatriz, sigue el recuerdo, eso no se borra. Otra cosa es cómo lo vivimos y qué hacemos con él.

La añoranza ya no interfiere en la actividad diaria más allá de los momentos de memoria. Pero suele ser un recuerdo agradecido o, en su caso, no intrusivo.

No obstante esta etapa del duelo precisa de un ulterior trabajo interno.

Creo que Bucay describe magistralmente esta última elaboración. Lo resume en dos palabras: discriminación e interiorización.

Discriminación: Vimos que uno de los peligros de la identificación es la idealización. En el ejemplo propuesto idealizo a la mujer que ya no está conmigo. Pienso que no encontraré otra como ella que me impulse a amar con la misma intensidad. Aquí puedo aprender a diferenciarme, no dejarme perder en la fantasía utópica. No hago mía esa imposibilidad de amar pues reconozco, ahora sí, que la perfección no existe.

Interiorización: Sin embargo, puedo reconocer las enseñanzas que, a su paso, me regaló esa persona, ahora ausente. Valoro, en su justa medida, lo vivido y lo aprendido. Por supuesto entiendo el aprendizaje como algo vital, no exclusivamente conceptual.

En el ejemplo podríamos resumirlo en una frase. “Reconozco en mí los regalos que ella trajo a mi vida. Los reconozco, honro y quiero. Estando en mí, son parte de mí y, a su vez, yo soy más que ellos.”

Etapas del duelo, la aceptación

La aceptación de la pérdida desde todos los niveles del ser

Ahora sí, esta es la última de las etapas del duelo.

Y hasta aquí este artículo por hoy. Hasta el próximo recibe un cordial saludo.

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Psicoterapia del duelo en Sabadell

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Las fases del duelo: Asimilación de la pérdida, las primeras etapas.

Las fases del duelo, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta, Coaching y psicoterapia (Hipnosis, PNL, Terapia Gestalt, Niño interior, Análisis Transaccional)

 

Los distintos momentos de adaptación emocional a la pérdida

El duelo es proceso de adaptación emocional a la pérdida que contempla varia fases.

Tal y como apunté en el anterior artículo: Terapia para el duelo, psicoterapia de la pérdida, se trata de un proceso de adaptación emocional a una pérdida. Este proceso puede adaptarse a algunas fases del duelo aun cuando lo haga en forma singular y única. Y esta singularidad se refleja tanto en lo emocional como en lo cognitivo. Es decir, en lo que sentimos y lo que nos decimos. En esto último juegan un papel primordial las creencias.

Entender las fases del duelo, ayuda a comprender una de las características más difíciles en la psicoterapia de la pérdida. Esta es la labilidad emocional. Básicamente se trata de inestabilidad y variaciones bruscas de las emociones.

 

Los dos modelos básicos en las fases del duelo

Existen distintos modelos terapéuticos que explican estas etapas de asimilación de la falta. Básicamente dos.

  • Uno postula siete etapas en la elaboración de la pérdida.
  • El otro establece en cinco las fases del duelo. Este modelo fue propuesto por Elisabeth Kübler-Ross, psiquiatra suiza que se especializó en el cuidado de enfermos terminales.
    En su libro “sobre la muerte y los moribundos” propuso el modelo de las cinco etapas del duelo. A destacar que, inicialmente, este patrón lo observó en personas en fase terminal. Es decir, personas que enfrentaban su muerte. Posteriormente vio que estas etapas se repetían en los familiares que enfrentaban la ausencia del ser querido. Pero, para entender adecuadamente las fases del duelo, quiero destacar algunas salvedades que veremos más adelante.

En este artículo, y el siguiente, veremos en profundidad, estas etapas de elaboración de la pérdida. Para ilustrarlo mejor utilizaré la metáfora propuesta por Jorge Bucay en su libro “El camino de las lágrimas”. En esta obra compara las etapas de sanación de una herida con las fases del duelo.

Fases del duelo – Negación- Incredulidad-Confusión

La negación, una de las etapas de elaboración de la pérdida.

Negación, confusión, perplejidad caracterizan a la primera etapa de la elaboración del duelo.

Este momento, aunque pudiera extrañar a algunos, no tiene nada de insólito, y mucho menos de patológico. Se trata de un mecanismo de defensa ante el dolor, especialmente cuando es intenso y/o inesperado. Le llamamos negación. Puede llevar a un estado de estupor ante la evidencia.

En modo parecido, ante una herida inesperada, el cuerpo libera endorfinas. Las endorfinas son opiáceos naturales que ayudan a aliviar el dolor e inhiben los estímulos nerviosos asociados. Actúan como un analgésico. Por eso la metáfora de la negación. De este modo, lo imprevisto de una herida “se toma un tiempo” para ser aceptado. Dicho sea de paso, algunas personas que se autolesionan, inconscientemente lo hacen para liberar el placer que generan las endorfinas.

A su vez, el cuerpo provoca una vasoconstricción momentánea para evitar una brusca hemorragia. Pero esto dura poco, el impasse necesario para asimilar la herida.

En algunas separaciones esta fase del duelo se eterniza. Son los típicos reencuentros “ni contigo ni sin ti”. A veces, con la excusa de “quedar como amigos” existe una disimulada negación a la separación. Reencuentros más o menos fortuitos, muchas veces con relaciones sexuales “como amigos”. Por supuesto está bien quedar como amigos, pero la separación, para ser elaborada, necesita un distanciamiento.

Esta etapa aparece muy marcada en los niños ante, por ejemplo, una muerte. Digamos que el abuelito o la abuelita mueren. Y durante el velatorio, el niño aparece como ausente, incluso con una extraña sensación de normalidad. El principio de realidad, en los niños, es aún algo difícil y lejano.

Esta fase del duelo es compartida por ambos modelos, el de las siete etapas y el de cinco.

 

La segunda etapa del duelo. Regresión

Regresión, la segunda de las fases del duelo

La regresión se caracteriza por una explosión emocional

¿Habéis asistido alguna vez al berrinche de un niño? Pero uno de esos berrinches de verdad, no el lloriqueo manipulativo. Por ejemplo porque le han quitado su peluche favorito. O porque se le cayó el pastel y se lo quitamos de las manos cuando pretende recogerlo del suelo.

Siguiendo con la metáfora de la herida. Ahora, después de la inicial “anestesia”, aparece el dolor. Cuanto más profunda la herida, más dolor.

Esta es la etapa de la desesperación, del llanto explosivo, de la bronca. Aquí la naturaleza emocional necesita expresarse en toda su cruda realidad. No es momento de “razonar” si conoces a alguien en esta fase del duelo. Es momento, simplemente, de soltar y, si te toca acompañar, simplemente estar ahí. Apoyando pero no “razonando”, ni siquiera intentado “suavizar o calmar”. Y si lo vives, date permiso para llorar, patalear, gritar, golpear cojines…

Es una vuelta al niño interior.

En el modelo de 5 fases del duelo, este momento se subsume en el siguiente, el de la rabia. Sin embargo, no es solo rabia lo que puede aparecer en este instante. Es más bien desesperación, una explosión emocional al contacto directo y crudo de la realidad. El modelo de las siete fases del duelo aporta este matiz que no contempla el de las 5 etapas.

 

Segunda (o tercera) fase del duelo. La Rabia

Esta fase del duelo es consensuada por los dos esquemas. Hasta donde yo he comprobado en consulta, la rabia es una de las emociones menos aceptadas en una pérdida. Especialmente si la pérdida es el fallecimiento de un ser querido.

Las fases del duelo en terapia

Rabia, una emoción básica en la elaboración del duelo.

En esencia la rabia parece no tener sentido. Sin embargo su función es la de ir devolviéndonos, poco a poco a la realidad. Las diferentes fases del duelo tienen una misión. Conducirnos paulatinamente a la integración de la realidad de la pérdida. Hacia un momento de desolación. Por esto el proceso es gradual.

Tras la etapa de estupor y de berrinche un paso intermedio es la rabia. Buscamos culpables. Y como culpables puede aparecer cualquiera y cualquier cosa.

En el caso de fallecimiento pueden ser los médicos que atendieron a un ser querido. Incluso a los que quedaron/quedamos en vida. O a las personas que, suponemos pudieron hacer algo más. O a quien sea.

En casos de separación la rabia igual puede ir diversificada. Hacia la ex pareja, hacia las amistades que, suponemos, la llevaron a separarse. A los padres, a los suegros, a quien sea, también.

Aun cuando entender algo presuponga algo de racionalidad, en este caso no debemos esperar razones coherentes. La rabia cumple una función y su función es la de ir desplegando el proceso del duelo. Por eso podemos enfadarnos con el menos culpable como si fuera con “uno que pasaba por ahí”.

No busquemos “razones razonables” en esta rabia más allá de su función en el proceso de duelo.

Bucay utiliza el símil del sangrado en la herida. Es preciso que la sangre brote antes de empezar a coagular. Algo se ha roto en el cuerpo. Y, paradójicamente, para que empiece el proceso de coagulación es necesario que el cuerpo sangre. Sin sangre no empieza la cicatrización.

La rabia nos va devolviendo, paulatinamente, a la realidad. Nos traslada del arrebato desmedido del niño herido al intento de buscar culpables del adulto. A veces la rabia no se dirige contra personas. Puede dirigirse contra la vida, el destino, mi “mal fario”, o incluso la Divinidad. En ocasiones incluso contra la persona que falleció y nos dejó en el más profundo abandono.

La rabia es una emoción mal vista, he observado que es especialmente rechazada entre mujeres. Supongo que los mandatos del modelo patriarcal tienen su peso.

En cualquier caso, la rabia es preciso acogerla y entenderla como un momento del proceso. No necesariamente “razonable”, pero a veces lo “sensato” no es lo necesario en seres emocionales como somos.

En el siguiente artículo completaremos estas fases del duelo. Hasta entonces recibe un cordial saludo.

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Anterior artículo relacionado: Terapia del duelo. Psicoterapia de la pérdida.
Siguiente artículo relacionado: Las etapas del duelo en terapia de acompañamiento emocional

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consulta de psicoterapia en Sabadell, especialidad en terapia del duelo.

Las fases del duelo, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta, consulta de coaching y psicoterapia (Ansiedad, acompañamiento y estrategias para adelgazar, dejar de fumar, autoestima, adicciones, etc.…).

 

Terapia del duelo Sabadell

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Terapia para el duelo. Psicoterapia de la pérdida

Terapia para el duelo en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta, consulta de coaching y psicoterapia (Hipnosis, PNL, , Terapia Gestalt, Niño interior, Análisis Transaccional,)

Terapia para el duelo en Sabadell

Todo proceso de duelo profundo supone un cambio de identidad.

Cuando pienso en la terapia para el duelo suelo recordar una metáfora. La de la oruga que enfrenta su transformación. Un proceso largo, difícil y doloroso. Y justo cuando la oruga siente que va a morir, descubre que se ha convertido en mariposa.

Una pérdida, cuando es significativa (fallecimiento de un ser querido, separación dolorosa etc.…), supone un cambio de identidad. Una redefinición de nosotros mismos ante el mundo y la vida. Otorgar un significado a esa pérdida es la finalidad de la terapia para el duelo.

Recuerdo, en mi caso particular, la muerte de mis padres. Sucedió en dos años, primero mi madre y después mi padre. Cuando finalmente ambos partieron, me quedó una sensación profunda de orfandad. Era como si ya no fuera «hijo de»…. Pese a ser mayor de edad e independiente desde hace muchos años. Incluso recuerdo haber reivindicado desde muy joven mi independencia de ellos, sin embargo…

En mi particular terapia para el duelo descubrí mi cambio de identidad. Tras su partida surgió una nueva sensación acerca de mí mismo. Sigo haciendo lo mismo de siempre, con las mismas ganas.

No obstante, sí reconozco una sutil y profunda transformación en mi interior. La necesidad de dejar un legado, de, tras haber reconocido lo que ellos me enseñaron, sentirme yo en el deber (elegido y aceptado) de dejar también un rastro a mi paso por aquí. Y esto confiere un sello distinto y especial a todo cuando hago, psicoterapia y coaching incluidos. Sigo haciendo lo mismo, con la misma intensidad y vocación pero quien lo hace es alguien algo distinto.

 

¿Qué es el duelo? Aceptar nuestra naturaleza emocional y vincular

Es un proceso de adaptación emocional a una pérdida. Este proceso puede precisar o no de una terapia para el duelo. En función de lo inesperado de la pérdida, su magnitud e impacto nuestra naturaleza emocional puede necesitar un ritual. El luto, un entierro, el velatorio son ejemplos para adaptar nuestra naturaleza emocional a esa pérdida.

Gestión de las emociones en las pérdidas, consulta en Sabadell

Una de las funciones de las emociones es la relacional.

Es importante entender que, para elaborar adecuadamente esta falta, debemos transitar por un proceso emocional. Suelen ser emociones incómodas, aunque necesarias. Así, algunas de ellas son la confusión con la negación. La rabia y/o la culpa junto con la tristeza. En cualquier caso, el proceso final que debe perseguir la terapia para el duelo es la integración. Esta aceptación no implica el olvido. Implica más bien reconocer las enseñanzas que, a su paso, aprendimos durante ese vínculo, ahora ausente.

Y remarco de nuevo la necesidad de transitar por estas emociones que pueden ser incómodas. Y la necesidad de enfatizar que no existen emociones “negativas” y “positivas”. Nuestro mundo emocional está para cumplir una función adaptativa. Otra cosa distinta es que no sepamos transitar las emociones y sentimientos. Y esto sólo se consigue viviéndolas y no etiquetándolas o negándolas.

Sin embargo, si bien el núcleo de este proceso es emocional, afecta a toda la experiencia de la persona. Es decir que en la terapia para el duelo debemos contemplar también la dimensión corporal y mental. Y, en su caso, la espiritual.

Veremos en otro artículo como diferentes modalidades de terapia para el duelo definen esos diferentes momentos.

 

Los duelos no ritualizados durante la pandemia del coronavirus

La incidencia de la pandemia de coronavirus ha imposibilitado, en muchos casos, la elaboración de estos rituales de despedida. Incluso, el riesgo de contagio ha impedido el necesario acompañamiento al enfermo terminal. Esto ha generado una situación de estrés traumático que, junto al confinamiento, han creado un clima social de fatiga pandémica.

Terapia para el duelo, la necesidad de aceptar la pérdida

En el momento de la pérdida vivimos un momento muy difícil. Aceptar la falta o el brusco cambio no deseado requiere una actitud no siempre fácil, la aceptación. Por tratarse de un proceso emocional que implica emociones incómodas, aceptar sólo desde lo racional no suele ser suficiente.

La terapia para el duelo busca integrar la pérdida.

Dejar ir para transformar.

Y es que a menudo irrumpen creencias del tipo: “No puedo vivir sin….” “No puedo ser feliz si me falta…” Y otra creencia aún peor: “No resistiré la tristeza de perder….”. Este diálogo interno, consciente o no, es lo primero que debemos abordar. Es cierto, “será difícil y doloroso vivir sin… pero seguiré viviendo”. Verdad que es difícil y largo atravesar la tristeza, pero algún día se transformará.

En la terapia para el duelo, algunas pautas tienen que ver con la actividad expresiva en lo artístico. Una forma de entender esta actividad la podemos encontrar en metáforas, cuentos y mitos. Estos tienen un profundo impacto sobre el alma. Especialmente los mitos clásicos que presentan historias universales que son comprendidas desde nuestro subconsciente. Uno de los mitos clásicos es el de Orfeo y Eurídice.

 

El mito de Eurídice y Orfeo, una metáfora terapéutica

Orfeo, hijo de Apolo y Calíope, es representante de la música, el canto y la lira. Su amada Eurídice fue mordida por una serpiente, razón por la que murió. Orfeo decidió ir en su busca abriéndose paso a través del Hades. Utilizó para ello su música con la que consiguió sortear los peligros de los condenados del inframundo. Finalmente, encandiló a los mismísimos Hades y Perséfone (en aquel momento compañera de Hades). Estos últimos le concedieron permiso para regresar a Eurídice al mundo de los vivos. Pero, había una condición: Y esta era que, durante el trayecto de vuelta no podía volverse a mirarla.

La impaciencia de Orfeo fue superior y, durante el trayecto de vuelta, se giró para mirar a su amada. El resultado fue que esta se desvaneció para siempre.

 

Qué reflejo tiene el mito en la terapia para el duelo

Aceptar la realidad de la pérdida y transitar el duelo, consulta en Sabadell

Orfeo no supo superar el encantamiento de Hades y Perséfone. Era difícil, no imposible.

Estar “acompañado” de una quimera, una ilusión, es tanto como no estar acompañado. Es lo que le ocurre a Orfeo cuando “rescata” a Eurídice, condenado a no mirarla. Cuando nos atrevemos a mirar realmente a la fantasía, nos damos cuenta que no existe. Orfeo, cuando miró con sus ojos terrenales a, Eurídice vio cómo la fantasía desaparecía.

Esta es la finalidad de la terapia para el duelo. Aceptar la pérdida, y para ello es preciso un proceso emocional. Y este proceso terapéutico tiene diferentes momentos que veremos en otro artículo. Sin embargo debemos tener presente que siempre va encaminado a la aceptación de la pérdida.

Pero aceptar no es solamente entender racionalmente que aquella persona o situación ya no están con nosotros. La aceptación conduce a un estado de concordia con la realidad. Es decir, que las emociones que aparecen durante la terapia para el duelo van amainando poco a poco. Esto no quiere decir olvidar. Es más un estar en paz con lo sucedido, lógicamente para esto hace falta tiempo.

 

¿Y si Orfeo hubiera esperado a mirar a Eurídice hasta llegar al reino de la tierra?

Es obvio que el reino de lo material tiene sus leyes, distintas al mundo de lo sutil. Lo que para el reino de Hades hubiera supuesto que Eurídice volviera a la vida, bien podría ser visto de un modo distinto en el reino de la tierra. Pero… ¿hay un punto de encuentro?

En la terapia para el duelo existe un referente que señala el fin del camino. No del recuerdo, pues ese ya no se va. Pero sí una etapa en la que el recuerdo deviene algo fértil. Generalmente se le llama aceptación. A mí esta palabra me parece semánticamente peligrosa. He visto a muchas personas confundir aceptación con resignación.

Superar una pérdida supone un esfuerzo de adaptación a una nueva realidad.

La realidad de la ilusión y la material pueden encontrarse.

En terapia gestalt hablamos del ajuste creativo. Resumiendo mucho podemos definirlo como la satisfacción de una necesidad de un modo creativo. Pero ¿Cómo hacerlo? cuando el entorno (o la realidad física) pudiera parecer estar en contra. ¿Podemos encarnar, traer a la tierra a aquel/la que ya no está con nosotros? ¿O incluso una experiencia o lugar que ya no volveremos a visitar?. Etimológicamente, la palabra encarnar viene del latín “incarnare”, es decir, tomar forma corporal. ¿Y cómo es esto posible cuando lo perdido ya no está en el reino de lo material? Y esto bien puede ser tanto por distancia como por muerte. ¿Existe realmente ese punto intermedio en la terapia para el duelo? Veamos….

 

La terapia para el duelo y el viaje del héroe.

Existe un mito que parece subyacer en todas las culturas. Joseph Campbell lo describió como “El viaje del héroe en su libro “El héroe de las mil caras”. Básicamente nos habla del trayecto de alguien con un propósito de vida. En este trayecto existen distintos tramos. Sin embargo, uno al que creo que no se le da la relevancia que tiene es el último. Le llama “volver a casa”.

Volver a casa después de una aventura no es solamente volver para descansar. Para que tenga un sentido (más allá del descanso) implica el compartir lo aprendido durante el trayecto. Todo viaje supone salir de una zona de comodidad para enfrentar lo nuevo. Y esto es lo que se abre ante una pérdida, lo nuevo sin….

Aceptar la pérdida y quedar en paz con ella.

Aceptar la pérdida supone quedar en paz con nosotros mismos y la vida.

Y es posible adentrarnos en lo nuevo con parte de lo dejado atrás. Del mismo modo que Orfeo hubiera podido recuperar a Eurídice, quizás de otro modo, de la única forma posible. En la terapia para el duelo existe un final fructífero. Cuando aprendemos a integrar en nosotros lo aprendido con esa persona, esa situación, ese lugar… Agradecemos su paso por nuestra vida. Y en el agradecer, compartir como se nos ocurra el regalo que tuvimos la suerte de vivir. Lo que nos regalaron, podremos transformarlo en nuestro legado presente. En la esencia de esto, está encontrar el significado aquí y ahora. Y así, en el mito, allí y entonces, redimiremos a Orfeo y reviviremos a Eurídice.

Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo,

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Siguiente artículo relacionado: Las fases del duelo, las primeras etapas.

 

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Terapia para el duelo en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta, consulta de coaching y psicoterapia (Asertividad, liderazgo, terapia de pareja, celos, ludopatía, depresión, etc.…) en Sabadell y Terrassa.

Trabajo con nuestras creencias con PNL

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La Matrix de nuestras creencias, ¿es nuestra vida una gran mentira?

La matrix de nuestras creencias, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach, Coaching y psicoterapia (PNL, Hipnosis, Terapia Gestalt, Análisis Transaccional, Niño interior, tratamiento fatiga pandémica)

“En un lugar, no sé dónde,
había no sé qué santo,
que rezando no sé qué,
ganaba no sé cuánto….”

Trabajar la matrix de nuestras creencias Sabadell

Nuestras creencias conforman el molde que dibuja nuestro guión de vida.

Para estudiar el vínculo entre creencias y lenguaje empezaré por profundizar en eso que llamamos creencias. Pero lo haré bajo un punto de vista distinto al habitual. Lo presentaré con el concepto de la matrix de nuestras creencias. Y para explicarme empecemos por definir el concepto matrix. Traducido al castellano “matriz”, es decir un molde en el que se da forma a algo. Por extensión la RAE la define como una entidad principal generadora de otras. En psicoterapia y coaching se estudia algo conocido como guión de vida. Se trata de un argumento vital que gravita alrededor de una constelación de creencias. El guión vital es el núcleo, la matrix de nuestras creencia

¿Qué relación tiene el concepto matrix y las creencias? Para esto me remitiré a un hipotético experimento propuesto por la filosofía.

 

El cerebro en una cubeta y la matrix de nuestras creencias.

“El cerebro en una cubeta” es un experimento mental. Plantea la posibilidad de un cerebro mantenido vivo, en condiciones de laboratorio, y conectado a una súper computadora. Esta ofrece una serie de estímulos que procuraría al cerebro la ilusión de vivir en una realidad. Por supuesto, un experimento mental plantea un escenario hipotético, imaginado. La virtud de esta conjetura es que ayuda a pensar un poco más allá de nuestros límites.

La famosa película matrix partiría (en modo similar) de este supuesto. Estamos prisioneros de una realidad virtual que nos ofrece un escenario al que no podemos objetar nada. Y no podemos objetar nada a esta realidad pues la prueba para hacerlo está “fuera” de este universo virtual… Salvo, claro está… que tomemos «la píldora». Podríamos decir, de otro modo, que decidamos emprender un proceso de coaching o psicoterapia.

¿Es posible que nuestras creencias estén influenciadas
por una matriz que nos define?

Cambiar nuestro guión de vida Sabadell

¿Somos cerebros que creen vivir una vida?

Veamos, para empezar, cómo percibimos la realidad con la vista.

1º.- El ojo percibe los estímulos luminosos en forma de ondas electromagnéticas. Estas contienen información relativa a la intensidad y color de la luz.

2º.- Posteriormente, la retina transforma la luz en impulsos nerviosos (de naturaleza eléctrica). Estos impulsos nerviosos se dirigen al cerebro a través del nervio óptico.

3º.- El cerebro es quien procesa los estímulos, los reconoce, interpreta y da formas útiles y con sentido para nosotros.

Así, pues lo que percibimos “ahí afuera” es algo transformado “aquí adentro”. Es decir, nuestro cerebro nos ofrece su versión de lo que ocurre en el mundo externo. Yo diría que esta es la primera matrix de nuestras creencias. Es decir, si pudiera verme tal como soy, no sé si me asustaría, me disgustaría o me alegraría.

Pero hay más, mucho más….

 

Noam Chomsky, estructura profunda y estructura superficial.

Chomsky, en su visión de la gramática transformacional, establecía estos dos niveles Estructura profunda y Estructura superficial. Posteriormente, la programación neurolingüística incorporó este modelo para estudiar la comunicación. Veamos un ejemplo.

Mi amigo me dice: “Ayer compré un coche”. Esta es la estructura superficial. Yo puedo, en ausencia de más datos, imaginar que compró un coche marca Audi Quattro, de color gris marengo. Por supuesto en un concesionario Audi que conozco y el vendedor, alguien vestido con un traje azul oscuro.

Ahora, amig@ lector/a ¿qué imaginaste tú?

Si imaginaste lo mismo que yo, ¡compartimos algo de una misma matrix!, es bastante improbable. Sin embargo podríamos ir más allá. El vendedor ¿hablaba catalán o castellano?, ¿era alto, bajo, con bigote?, ¿había más coches? ¿Qué otros coches había en el concesionario? Y así podríamos ir ampliando las posibilidades.

Es decir, inconscientemente, cada uno de nosotros “rellena” la información que falta con nuestro universo interpretativo. Es la estructura profunda, hacia dónde, internamente, nos lleva cada frase. Para ser algo más gráfico yo imagino la estructura profunda como las raíces de un árbol. Raíces que pueden ramificarse hasta casi el infinito y sustentan el tronco y la copa, la estructura superficial. Y aunque no lo parezca, ya estamos en la matrix de nuestras creencias, y hemos pasado por dos matrices.

  • La primera, lo que vemos ahí fuera es una interpretación de nuestro cerebro.
  • La segunda, derivada de la frase de mi amigo: “ayer compré un coche”.

Estructura superficial y profunda en el lenguaje, PNL Sabadell

Lo que decimos, es apenas la parte visible de lo que está en nuestra vivencia interior.

Veamos la segunda matriz. ¿Podemos realmente visualizar un coche como un ente abstracto? Yo no, y sospecho que, generalmente, nadie es capaz de hacerlo. En nuestro universo interno le damos una forma, aunque no seamos conscientes. ¿Por qué (yo) elegí visualizar un Audi quattro? Es un coche elegante, seguro y veloz. Aquí ya aparecen, espontáneamente, tres valores: elegancia, seguridad y velocidad.

Ahora bien…¿Cómo se relacionan valores y creencias?

Otra persona bien pudiera visualizar estos tres valores en marcas distintas de coches. Un Volvo, un Lamborghini, un Ferrari…etc. La relación entre el valor y cómo lo vemos en la realidad forma parte, también, de la matrix de nuestras creencias. Y aún más, otra persona podría haber elegido visualizar otro tipo de coche en función de otros valores. Por ejemplo, seguridad, fiabilidad, comodidad etc. Y aun así podríamos discutir acerca de qué coches distintos representan estos valores.

Valores y creencias, el vínculo subjetivo

Una vez leí sobre dos socios que tuvieron que pedir un proceso de coaching para resolver una serie de desavenencias. Los dos estaban de acuerdo en un valor que era el núcleo de la beligerancia: profesionalidad. A uno, su profesionalidad le “obligaba” a ser el primero en entrar y el último en salir del trabajo. Es decir, dar ejemplo a los colaboradores. Para el otro, la profesionalidad era algo distinto. Fijar un objetivo, definir un plan de acción y comunicarlo de un modo claro a los colaboradores. Y, por supuesto, conseguir el objetivo o corregir el plan de acción si procedía. Vemos, pues, dos manera de entender un valor en la matrix de las creencias de estos dos socios.

Y, ¿en qué se basan nuestras creencias? Pues yo creo firmemente que en nuestras experiencias más tempranas, o algunas otras que nos impactaron profundamente. Por supuesto, la idea no es mía. La construcción lingüística que las refleja no es más que una forma de expresar una convicción interna que está por debajo de las palabras. Por eso, en el trabajo con las creencias no suelo proponer frases “positivas” más que como un refuerzo. Son solamente la estructura superficial, no la profunda matriz, el núcleo.

La creencia es una convicción interna acerca de la realidad que le otorga sentido y significado. Suele tomar forma de generalización. La generalización es, también, una matrix de creencias. Por ejemplo, una vez me mordió un perro y es posible que ahora tema a todos los perros. Esta es la base del trabajo de reimpronta. Identificar la primera vez que algo nos impactó lo suficiente para instalarse como generalización. Una primera impronta.

Valores y creencias, más ejemplos.

Define la palabra libertad y pide a alguien más que la defina, sigue con palabras como honestidad, dignidad… palabras referidas a valores y cualidades más abstractas. Es probable que las discrepancias vayan en aumento…

Las palabras tienen la capacidad de evocar imágenes, recuerdos, asociaciones, valores, conceptos anclados en nuestra experiencia interna, subjetiva. Y si bien una palabra es una convención asociada a un significado en cada cultura, no siempre está claro a qué experiencia interna individual se refiere. El significante (los signos gráficos en cuanto convenciones que expresan una palabra en un idioma concreto) de cada palabra nos remite a una Estructura Superficial, mientras que el Significado nos dirige hacia la Estructura Profunda (imágenes y experiencia subjetiva individual). Además, muchas, de las palabras están asociadas nuestra matrix de creencias profundas.

Y esto no ha hecho más que empezar….

Y ahora va una matrix de creencias universal (o casi)….

Cuando responsabilizamos a los demás de nuestro malestar.

Veamos frases como: “Me enfadé por lo que dijo mi hermano”, “me ofendió”, “me haces sentir obligado”. La primera realidad que subyace, en modo algo distinto, en cada una de estas frases es la misma. Es tanto como decir, “la causa de mi enfado, malestar etc.….” es otra persona.

Don Juan, el brujo que aleccionó a Carlos Castaneda, hablaba de esto como la importancia personal. Castaneda lo recogió en la siguiente frase:

El mayor enemigo del hombre es la importancia personal. Lo que lo debilita es sentirse ofendido por lo que hacen o dejan de hacer sus semejantes. La importancia personal requiere que uno pase la mayor parte de su vida ofendido por algo o alguien.”

Ese apego a la importancia personal es una de las más importantes matrix de nuestras creencias. De ahí derivaron los toltecas la necesidad de borrar la historia personal. Esa tradición chamánica lo trabaja con la recapitulación. Taisha Abelar describe esta técnica de un modo novelado en su libro “Donde cruzan los brujos”. Y aquí voy a ser doblemente molesto, esto último es también una creencia.

Matrix de nuestras creencias

La importancia personal y el egocentrismo.

Quiero ser muy claro (no sé si lo consigo). No voy de gurú, no quiero aleccionar a nadie, yo soy el primero en caer en estas creencias. Somos humanos y, en cierta medida, es normal que este tipo de matrix de creencias nos tengan. Pero puedo elegir verlas, no verlas y, eventualmente, soltarlas. También puedo darme cuenta que aún no estoy preparado para soltarlas. Sólo propongo un trabajo de conciencia.

Ahora te propongo examinar las tres frases anteriores.

 

“Me enfadé por lo que dijo mi hermano”; Causa-efecto.

Yo creo que es la frase menos manipuladora de las tres. Por lo menos reconoce que “me enfadé”, no que “me enfadó”. Pero ese enfado lo atribuye a lo que dijo la otra persona (su hermano). Lo veremos con más detenimiento en otro post, pero forma parte de las creencias con estructura “causa-efecto”. En la estructura profunda subyace la creencia “tú eres la causa de que yo me enfade” (a mí mismo).

Fritz Perls, el creador de la terapia gestalt, era visceralmente claro, a veces parecía hasta redundante (y esto es mi creencia). Podía hacerle decir a esta persona “yo me enfado a mí mismo” (cuando escuché lo que dijiste). Hasta la segunda parte de la proposición la obviaba, por eso la pongo entre paréntesis. Y en realidad es así, nadie puede hacernos daño con insultos o menosprecios a menos que nos agreda físicamente. El problema es siempre lo que nosotros hacemos internamente con lo que nos dicen.

Que alguien pueda hacernos daños con lo que nos dice, es una de las matrix de nuestras creencias más limitantes y falsas.

Esto no quiere decir que tengamos o no razón según los convencionalismos sociales (otra gran creencia). Quiero que se me entienda bien, no estoy en contra de las creencias, sí quiero visibilizar cómo nos tienen. Cómo necesitamos, como cultura, vivir en una matrix de creencias.

Seguro que es humano «sentirse» herido si un ser querido nos menosprecia. Pero ese “sentirse” herido es un “sentirme” herido por las expectativas que deposité en esa persona. Y probablemente necesite un tiempo para redefinir mis expectativas acerca de ese alguien. O probablemente acerca de . O nada de eso o ambas cosas a la vez. Pero vuelvo siempre a mí.

 

“Me ofendió” la matrix de creencias más demoledora

Es la forma de expresar la creencia más “a saco”. Ya no es como antes que en la estructura profunda de la persona subyacen dos momentos. “Yo me enfadé…. (Tiempo uno) por lo que dijo él» (tiempo dos). En la estructura profunda de esta frase subyace la idea “él me lanzó una ofensa”. Implícito necesario para comprender el “me ofendió”.

La palabra ofensa es una nominalización, es decir, congela un acto en curso en una sustantivación. Es una de las formas más utilizadas para manipular sutilmente. En otro post hablaré sobre esto pues merece capítulo aparte. De todos modos, si quieres, puedes leer este artículo sobre las nominalizaciones como estrategia de manipulación

 

“Haces que me sienta obligado, atacado, etc… “la crème de la crème”

Nadie nos hace enfadar, nos enfadamos nosotros mismos

¿Nos enfadan o nos enfadamos?

Para mí es una matrix de creencias estrella. Encierra un auto-engaño, un equívoco y una manipulación, todo en unas pocas palabras.

En primer lugar el “haces que me sienta” nos remite, a la creencia referida anteriormente. La causa-efecto. “Alguien del exterior me hace sentir….X”. Ya hemos visto como, en realidad, somos nosotros los que nos «montamos nuestras películas». Veamos la otra parte:

Haces que me sienta (obligado, manipulado, atacado, vigilado, engañado etc.…). Otra variante “me haces sentir…X”. Aquí tenemos lo que yo he bautizado como una “creencia perfumada” (cuidado, la “etiqueta” es sólo cosa mía). Alguien me dijo una vez: “Me haces sentir atacado”, yo, supongo que puse cara de extrañado. Entonces me espetó… “Ahhhhhh como es mi sentir….” (Creo que me daba a entender que como era su sentir, estaba excusado de cualquier otra consideración al respecto).

Responsabilidad frente a proyección.

Yo propongo otra forma de decir esto. «Creo que me estás atacando», o «creo que me intentas manipular», «creo que me estás obligando»…. Por dos razones:

1.- Los verbos atacar, manipular, engañar, vigilar, obligar, olvidar, etc.… NO SON SENTIMIENTOS NI EMOCIONES. Por lo tanto, anteceder el “sentir” como algo espontáneo que surge de una emoción o sentimiento es puro engaño… Y también un intento de manipulación. Es típica la frase: «siento que ya no me quieres como antes». Es triste, pero no es sentir, es creer.

2.- Reconocer la creencia nos responsabiliza de nuestra interpretación. Es más honesto. En PNL, a este tipo de creencia se le llama LECTURA MENTAL. Básicamente es pretender adivinar lo que el otro siente, pretende, necesita etc.… Y, ¡cuidado! No presupongo que sea cierto o no, solo caer en la cuenta de que es una creencia.

Yo creo que una forma más correcta de decirlo sería: “Creo que me estás obligando y me siento enfadado (o triste, indignado, frustrado etc.…)”. El enfado sí hace referencia a un sentir. Así incluimos en una frase el sentir y la creencia. No deja de ser una matrix de creencias, pero más limpia.

Bueno, como he dicho antes, esto solo ha empezado. Seguiremos en otro artículo.

Hasta entonces, recibe un cordial saludo,

Aprender a alimentar nuestro cerebro con mensajes inspiradores.

Las conexiones en nuestro cerebro se alimentan de nuestras experiencias y estas conforman nuestras creencias.

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Anterior artículo relacionado: Lenguaje y realidad. Cómo las palabras revelan y construyen nuestra realidad.
Siguiente artículo relacionado: El origen de las creencias limitantes. Lo que nos impide ser nosotros mismos.

 

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Coaching y psicoterapia en Sabadell

 

 

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Lenguaje y realidad, cómo definimos nuestro mundo según la PNL

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Lenguaje y realidad. Cómo las palabras revelan y construyen nuestra realidad.

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«Hay otros mundos, pero están en este»
Paul Éluard.

 

Lenguaje y realidad en PNL Sabadell

Las palabras conforman el lenguaje con el que revelamos nuestro mapa de la realidad

Una diferencia cualitativa de la especie humana radica en nuestra habilidad lingüística. Con ella podemos describir minuciosamente la realidad, o mejor dicho, “nuestra experiencia de ella”. Sin embargo, este vínculo entre lenguaje y realidad no está limpio de nuestra particular idiosincrasia. Y precisamente, por ser humanos, somos muy diferentes los unos de los otros.

Esta diversidad puede ser muy enriquecedora, otras veces motivo de conflictos. A menudo vemos esto los que nos dedicamos a la psicoterapia y/o el coaching. Y una de las disciplinas que más se ha dedicado a este estudio es la PNL. El vínculo entre nuestra mente y “lo real”. Y ese vinculo está en nuestra experiencia subjetiva.

Tal y como dice una presuposición de la PNL: “El mapa no es la realidad.” Y una de las formas de codificar este mapa está en el vínculo entre lenguaje y realidad. Un vínculo simbólico enraizado en el subconsciente, o como decimos en Gestalt en el “no darnos cuenta”.

Lenguaje y realidad en un ejemplo

Imagina que dices ¡¡Llueve!! Y te escuchan un campesino y un cartero. ¿Qué distintas expectativas despertará en uno u otro la perspectiva de la lluvia?…

Supongo que la sola expectativa de lluvia despertará en uno buenas noticias y en el otro un día molesto de trabajo…


Seguiremos con lo establecido en el artículo: PNL y Lenguaje en los niveles neurológicos. La programación neurolingüística en palabras. Empezaremos con otro ejemplo:

Lenguaje y realidad, los niveles entorno, conducta y capacidad en PNL.

Programación neurolingüística y habilidades sociales en Sabadell

Con las palabras describimos nuestro entorno.

En un proceso de psicoterapia un cliente refería que su pareja se quejaba de su lentitud. En concreto le decía: “Eres muy lento”. Durante la conversación dijo, casi como un grito reivindicativo, “Es que por la mañana, al despertar, soy incapaz de moverme deprisa”. En apenas quince palabras tenemos diferentes visiones del vínculo entre lenguaje y realidad. Veamos:

La pareja le dice: “Eres muy lento”. El verbo “ser” suele referirse a hechos y características inherentes o muy estables. Por ejemplo no es lo mismo decir “soy tonto” que “estoy tonto”. Lo primero es más duradero, lo segundo transitorio. Así pues, una frase señala a la identidad y la otra a un estado transitorio.

Sabemos que un estado transitorio apunta a un comportamiento o capacidad en un momento o lugar determinado. Por lo tanto a un entorno. PERO NO CALIFICA CATEGÓRICA E IRREVERSIBLEMENTE A LA PERSONA.

Así, al cliente de psicoterapia, su pareja le calificaba (casi condenaba) como SER LENTO. Es decir le identificaba con la lentitud. Y él se revolvía con una frase que apuntaba a otra realidad distinta: “por la mañana al despertar” (entorno). “Soy incapaz de moverme deprisa”. «Moverme» (conducta), «incapaz» (In/capacidad) de hacerlo deprisa. Además, imbuida está una creencia, la de “ser incapaz de hacerlo así”. Veremos en el próximo artículo sobre lenguaje y realidad esta curiosa característica de las creencias. La de permeabilizar cualquier otro de los niveles neurológicos definidos por la PNL.

La PNL no hace más que visibilizar el vínculo entre lenguaje y realidad que ya conocemos intuitivamente.

Esto lo sabemos de un modo intuitivo. No es lo mismo ser gandul (identidad) que hacer el gandul (comportamiento). O durante este semestre (tiempo/entorno) no estudiaste lo suficiente (conducta). O «aún no has aprendido a estudiar de un modo continuado» (capacidad). Importante el adverbio aún (equivalente a todavía). Incluye la presuposición que en el futuro sí sabrá hacerlo.

Otros ejemplos como no es igual «ser tonto» que «hacer el tonto», «ser mentiroso» a «decir una mentira» etc.

Veamos a continuación este vínculo entre lenguaje y realidad, con detenimiento, desde diferentes planos.


Las palabras en el nivel del entorno

Siguiendo con el modelo de los niveles neurológicos de la PNL, veamos cómo es el lenguaje en este contexto. El vínculo entre lenguaje y realidad en el entorno se caracteriza por lo descriptivo. Las expresiones descriptivas detallan las características de la realidad de un modo específico. Es decir utiliza los rasgos observables, cuantificables, constatables referidos al medioambiente. Por lo tanto utiliza un lenguaje basado en datos sensoriales referidos al dónde, cuándo y con quién.

Algunos ejemplos: “el coche es rojo”, “voz aguda”, “llegó a las 20.15”, “el vino tiene un sabor afrutado”, “clima húmedo”. En este nivel lenguaje y realidad se centran en lo más concreto y constatable. Y si bien tiende a lo objetivo, no siempre es así. Por ejemplo: “En la habitación hacía frío”. Si bien la frase nos describe la temperatura -un elemento exógeno- del entorno, no es del todo objetivo. ¿Para quién es frío? y sobre todo ¿comparado con qué?


Las preguntas tipo: ¿cuándo?, ¿con quién?, ¿en qué momento? ayudan a delimitar el entorno.


Lenguaje y realidad, una práctica sencilla para explicitar el mapa del entorno.

En los talleres que imparto invito a los asistentes a compartir algunas experiencias. Por ejemplo, leo esta frase “El gato saltó por la ventana”. Hablamos de una acción (saltó) referida a un entorno (ventana). Todos sabemos de lo que hablamos, ahora bien…. Cuando exploramos la experiencia interna que despierta esta frase advertimos lo diferentes que somos:

Hay quien ve un gato siamés, otros de angora, otros callejero. Hay quien visualiza que salta por una ventana ancha, estrecha, de un bajo o de un decimocuarto piso. Algunas personas, en su experiencia interna, ven el gato caer sobre árboles, otros de pie y no faltan los que, directamente, se entristecen porque el gatito se “espachurra”.

Con este ejemplo sólo quiero llamar la atención sobre el mapa tan distinto que tenemos de la vida. Y esto lo podemos ver claramente cuando examinamos este vínculo entre lenguaje y realidad. Y precisamente en uno de los niveles neurológicos más concretos, el del ambiente.

 

Cómo hablamos cuando nos referimos a la conducta.

Habilidades sociales y conducta asertiva con PNL en Sabadell

La conducta también se manifiesta en la interacción con otras personas.

La PNL se refiere al comportamiento como aquello que hacemos concretamente. Es decir el qué hago (o no hago). El lenguaje referido a la conducta se apoya en verbos (referidos a acciones) y adverbios (que matizan la acción). Por ejemplo: “él camina (acción) deprisa (adverbio)”.

Aquí quiero llamar la atención sobre un matiz importante. La diferencia entre adverbio y adjetivo. El adverbio apunta a la conducta, el adjetivo a la identidad. El adverbio es una palabra que matiza un verbo, y en ocasiones un adjetivo o adverbio. Veamos y desarrollemos el anterior ejemplo: “Él camina (verbo) deprisa (adverbio) pero tranquilamente (adverbio)”. Vemos que el adverbio tranquilamente modula el adverbio deprisa. Y a su vez, el adverbio deprisa califica el verbo camina.

El adjetivo, bajo el punto de vista de la gramática, complementa a un sustantivo. Según el prisma de la PNL, complementa a la identidad (equivalente del sujeto en gramática). Esto es de suma importancia para cualquier proceso de psicoterapia o de coaching. Así no es lo mismo decir: “Él camina rápido (conducta)” que “Él es rápido (Identidad)”. Incluso podemos estirar algo más el ejemplo: Él es rápido, pero camina despacio. El adjetivo “rápido” califica su identidad (sujeto), el adverbio “despacio” gradúa su comportamiento (verbo). Volvemos a lo referido anteriormente, no es lo mismo hacer el gandul que ser gandul.


Lenguaje y realidad en las capacidades.

Recordemos que las capacidades se refieren al cómo hacemos lo que hacemos. Es importante destacar aquí que el cómo se refiere a qué táctica o estrategia utilizamos para hacer algo. ¡O incluso para conseguir hacer algo! Un error habitual es el confundir el cómo referido a una cualidad. Por ejemplo:


– “¿Cómo trabaja?”
– “Trabaja bien y rápidamente.”

Aquí vemos que el cómo se refiere a un verbo (trabajar). Incluso tal y como vimos antes puede referirse a la identidad:

– “¿Cómo es tu amigo?”
– “Es muy divertido”

Es un error que he advertido en algunos estudiantes y practicantes de PNL. Por este motivo, aunque en la mayoría de formaciones, libros y cursos de PNL se refieren al cómo para hablar de capacidades yo prefiero utilizar otros términos. Por ejemplo, ¿Qué pasos utiliza? O ¿Qué estrategias?…para hacer X?

Veamos un ejemplo que, a su vez, engloba a los tres niveles.
“Cada mañana lo primero que hago es la cama, ordeno y limpio (conducta) mi habitación (entorno). Es verdad que es una disciplina que me supone un esfuerzo. Para conseguirlo, me recuerdo lo bien que me siento al entrar a mi habitación y verla limpia y ordenada (capacidad).

La estrategia que utiliza para hacerlo (el cómo) es recordarse a sí mismo lo bien que se sienta al….

El nivel neurológico de las capacidades, un punto de inflexión en psicoterapia y coaching.

Nuestro mapa mental de la realidad no es la realidad

La realidad no es nuestro mapa mental de la misma.

Las capacidades o habilidades son motivo de la mayoría de intervenciones en procesos de psicoterapia y coaching. En PNL se estudian y elaboran estrategias específicas. Por ejemplo hacer la distinción entre objetivo o proceso. Son los llamados metaprogramas, un eslabón entre las capacidades y las creencias.

El vínculo entre lenguaje y realidad, en las capacidades, lo podemos ver en la siguiente frase:

“Sólo con pensar en mojarme las manos, tocar los platos grasientos y la fatiga de estar de pie, se me pasan las ganas de fregar los platos.”

Ó:

“Me imagino la cocina limpia y reluciente y el olor a limpio para animarme a fregar los platos”

Veamos las dos estrategias distintas que revelan las dos frases.

 

Como me desmotivo a hacer algo.

La palabra inicial “sólo” de la primera frase ya empieza a ser indicativa. Lo que sigue no tiene desperdicio. “Pensar en mojarme las manos, tocar los platos y la fatiga…” Nos remite a un lenguaje estrictamente cinestésico, relacionado con sensaciones corporales. Si quieres saber más puedes ver el siguiente artículo: Despertar conciencia con pnl

Lenguaje y realidad interna

Motivarnos y desmotivarnos está a nuestro alcance… pero hay que saber hacerlo.

Es una estrategia… Además esta estrategia está relacionada con el proceso de fregar los platos, no con el resultado final. Es decir la persona mantiene en mente el tiempo que va a estar fregando los platos. La conclusión lógica es: “Si solamente con pensar (X) se me pasan las ganas”…. Implícito está el “Cuando lo haga puede ser terrible” (o algo así). Es una estrategia interna genial… ¡para desmotivarse!

Este es el “cómo” al que se refiere el nivel de las capacidades. Veamos ahora otro “cómo”.

Como puedo motivarme a hacer ese algo.

Veamos ahora como las distinciones de la pnl y el lenguaje, revelan otra realidad interna.

“Me imagino (Visual) la cocina limpia y reluciente (visual) y el olor a limpio (sensación) para…. ”

En este caso la estrategia se refiere a dos imágenes internas y una sensación olfativa. Pero además hay otra estrategia que es la definitiva. El proceso mental está vinculado al objetivo final, no al proceso.

Cuidado, no quiere esto decir que las representaciones visuales sean más motivadoras que las cinestésicas (sensación). Tampoco que el metaprograma objetivo sea más efectivo que el proceso. Simplemente utilizados de esta manera genera una predisposición u otra.


La clave está en cómo estructuramos nuestro pensar. En eso están implícitos:


El sistema representacional.
Las submodalidades. Podemos advertir, por ejemplo, la submodalidad reluciente como más intensa que, simplemente opaca en una imagen.
– La secuencia que utilizamos para vincular los diferentes ítems.
– Los metaprogramas.

Por supuesto que no hay estrategias mejores que otras. Todo depende del para qué las utilizamos. Por otra parte, cada estrategia interna es única en cada persona. De todos modos, te invito a reproducir en tu interior estas dos si vas a fregar los platos. Ya me dirás qué pasa.


El lenguaje y la realidad en el nivel de las capacidades.

Cómo sabemos o no hacer algo

Nuestras competencias indican lo que sabemos o no hacer.

Las palabras que utilizamos para referirnos a la actividad en este nivel tienen que ver con actividades internas. Por supuesto “me considero capaz o incapaz”, “pienso”, “creo”, “siento”. Verbos, la mayor parte de las veces inespecíficos, que apuntan a una capacidad o habilidad. Algunos ejemplos: «puedo escribir un verso», «tocar la guitarra», «componer una canción»… Es importante destacar que estos verbos inespecíficos llevan implícito el “ser capaz de”, por ejemplo “componer una canción”.

También algunas palabras que apuntan a cómo procesamos nuestra experiencia. Comunicamos lo mismo al decir:

Comprendo lo que dices (auditivo interno).
Veo lo que dices (visual interno).
Siento lo que dices (cinestésico interno).

Sin embargo con los diferentes predicados revelamos nuestro modo de procesarlo. Comprendo (auditivo interno) Veo (visual interno) y siento (cinestésico interno). Nuestra forma de hablar evidencia cómo procesamos con el lenguaje la realidad. Ser receptivos a esto puede facilitar tanto la comunicación como los procesos de psicoterapia y coaching.

Para ahondar algo más en esto último te remito de nuevo al artículo citado de El sistema representacional.

Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo.

www.josepguasch.com

 

Anterior artículo relacionado: PNL y Lenguaje en los niveles neurológicos. La programación neurolingüística en palabras.
Siguiente artículo relacionado: La matrix de nuestras creencias. ¿Es nuestra vida una gran mentira?

 

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Al cumplir los sesenta

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Al cumplir los sesenta. Un sendero de vida.

Al cumplir los sesenta, un sendero de vida. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach, consulta de coaching y psicoterapia, Sabadell, Terrassa y online. (PNL, Hipnosis, Psicoterapia Gestalt, Análisis Transaccional, Terapia del niño interior, Terapia por fatiga pandémica covid19)

“Para que exista la falta debe haber espera, un tiempo abierto,
algo por cumplirse, conjeturas.

O mejor: exigencias, un nivel de derecho.
La falta surge en la encrucijada del nivel de hecho.

Es a partir del «debe de haber» que algo puede faltar.”
(Oscar Massota)


Al cumplir los sesenta.

Al cumplir los sesenta años parece abrirse otra dimensión de la experiencia vital.

¿Qué se siente al cumplir los sesenta?. Esta es la pregunta que, a modo de felicitación, me soltó un conocido. Pues sí, hace poco los cumplí. Y a veces, cuando queremos compartir lo que sentimos, caemos en la trampa de explicaciones, justificaciones y demás. Pero si tengo que hablar de lo que siento es de nostalgia.

La nostalgia, para mí, es una tristeza referida a algo preexistente. A veces puede ser algo concreto (una persona, una casa, una ciudad…). Otras veces esa nostalgia se remite a algo impalpable, quizás intuido. Y es a este segundo aspecto de la nostalgia al que me refiero ahora.


¿Nostalgia de qué? y ¿a qué se refiere esta nostalgia al cumplir los sesenta?

No creo en las definiciones precisamente matemáticas al hablar del mundo emocional, por eso me extenderé un poco… O eso creo.

Al cumplir los sesenta… Nostalgia… ¿de qué?

Describo el concepto pulsión, tal y como lo describe Oscar Massota. Libro “El resguardo de la falta”, “Lecciones de introducción al psicoanálisis”:

“Esa fuerza (la pulsión) que nos impulsa a realizar una acción para satisfacer una tensión interna, no tiene objeto. A diferencia del instinto que sí tiene un algo o alguien hacia el que hacerlo para diluir la tensión”.

Y me parece especialmente metafórica el término “falta” elegido por Massota.

La participación mística, la fusión del yo con el "no-yo"

Existe un anhelo interno por formar parte de un algo mayor. Sea lo que sea que entendamos por ese «algo mayor»

Este sentimiento de hallarse en falta yo lo relaciono con el “sentimiento oceánico” descrito por Freud. Ese anhelo por volver al estado interno vivido en el seno de la madre, antes de nacer. También conocido como estado de “participación mística” por Jung:


“El sujeto no acierta a diferenciarse distintamente del objeto, vinculándose a él en virtud de una relación directa que podríamos llamar identidad parcial. Esta entidad se basa en una unidad a priori de objeto y sujeto».


Sin embargo al cumplir los sesenta, ¿Cuál es el vínculo con ese estado de beatitud interna?

De la inconsciencia inconsciente a la inconsciencia consciente, el tránsito a la madurez.

Antes de aparecer en este mundo éramos inconscientemente incompetentes. No sabíamos que no sabíamos. Ahí en la barriguita de mamá vivíamos y nos formábamos felices, sin preocupaciones. Probablemente algún sobresalto hormonal si tuvimos una madre especialmente estresada, pero era con lo que nos formábamos…. Ese estado de inconsciencia inconsciente, el sentimiento oceánico, la participación mística. Hay quien lo relaciona con el Edén bíblico de antes de la “caída”.

Y fue precisamente la caída, los primeros remolinos en el cuello uterino los que nos apartaron de ese estado. Y aparecimos aquí. Fue cuando abordamos el darnos cuenta que no sabíamos nada, empezamos a ser conscientemente incompetentes. Y creo que nunca deberíamos apartarnos de esta inocencia en el saber que no sabemos.

Los primeros momentos de madurez, incorporando la consciencia.

Pero ocurre que aprendemos cosas y, de algunas, en algunos momentos, nos hacemos conscientemente conscientes. Por ejemplo: cuando aprendo a conducir, me esfuerzo conscientemente en coordinar el embrague, cambio de marchas, freno y acelerador. Poco a poco esto se convierte en un automatismo y aprendemos a utilizarlo. Entonces mi competencia en conducir se hace inconsciente. O más bien dicho inconscientemente competente. No sé que sé.

Coaching generativo en Sabadell

De la incompetencia inconsciente a la competencia inconsciente.

Este juego en el aprendizaje de conductas y habilidades lo podemos contemplar desde otro nivel. El juego de la vida. Quizás las reglas no sean exactamente las mismas pero siempre me ha resonado.

Nunca dejamos de aprender y, en el mejor de los casos, andamos continuamente en ese ciclo de aprendizaje consciente. Todo esto hasta, creo, en el último tramo de la vida.


Al cumplir los sesenta, el tránsito del miedo al amor.


Creo firmemente que el siguiente paso en la evolución de la especie es el tránsito hacia el amor. Y creo que esto se hace más evidente con el paso de los años.

Al cumplir los sesenta se abre una nueva dimensión en la vida.

La aparente oscuridad lo es por el contraste con la luz.

Como he señalado antes, el nacimiento no fue precisamente algo plácido. Al nacer dejamos un estado de fluidez serena, indiferenciada, a otro ambiente frío, áspero. Empieza el darnos cuenta de lo que es “yo” y “no yo”. El proceso de la diferenciación. Pero sólo es el comienzo.

Y en ese comienzo aparece el miedo. Yo creo firmemente que es la primera emoción que conocemos, el miedo. La supervivencia está implicada durante el trauma del nacimiento.


A partir de este momento el ego se va formando y, con él, el aprendizaje consciente. También vamos aprendiendo a amar. Y es el amor, al principio por la madre y el padre, lo que nos va apartando del miedo. No en vano dicen que el opuesto del miedo es el amor. El amor une, el miedo separa.

 

El centro de la conciencia es el ego.

Esta frase es de Jung. Y este ego incipiente tiene la función de otorgar sentido, continuidad e identidad personal a través de la vida. Pero no es la totalidad de la psique. Jung denominó “sí-mismo” a ese centro que equilibra los aspectos conscientes e inconscientes de la psique. Trasladar el centro de gravedad, del ego al sí mismo es un momento necesario en el proceso de individuación.

Pero significa destronar al ego y su necesidad de control

El miedo vuelve a aparecer en este momento. Ya no hay control, y el tiempo se acaba. La percepción de finitud es cada vez más cierta.

Sin embargo, en la segunda mitad de la vida, la conciencia nos urge a volver la mirada a otro lugar para seguir encontrando sentido. El ego, en el mejor de los casos, debe rendirse a algo de orden superior. Llamémosle conciencia, sí-mismo, self, yo superior etc.

Y sigo citando a Jung:

“La primera mitad de la vida se dedica a formar un ego saludable, la segunda mitad se va hacia adentro y lo deja ir.”

Dejar ir al ego al cumplir los sesenta....

Dejar ir lo que ya no está en el orden principal de prioridades.

Dejar ir al ego (que tanto costó construir), nuestro “centro de control y poder” es una tarea difícil. Significa una rendición consciente a la Vida, a la segunda mitad de la vida pues según Jung:

“La segunda mitad de la vida, el atardecer, no debe estar gobernada por los mismos principios que rigieron el amanecer, pues no tendrán el mismo sentido que tuvieron antaño”.

Y, como dije antes, desprenderse del miedo al soltar el ego sólo es posible, creo, mediante el amor. Y sigo citando a Jung:

“Donde reina el amor, no hay voluntad de poder, y donde predomina el poder, falta el amor. El uno es la sombra del otro.” – Carl Jung

En este momento de la vida recomiendo, para quien no lo haya hecho aún, un trabajo de recapitulación. Una especie de biografía emocional con ánimo sanador. Hay muchas formas de hacerlo, para hacerlo individualmente (no siempre recomendable) adjunto un enlace a un texto inspirador. El camino tolteca de la recapitulación.

Psicoterapia transpersonal Sabadell

Recapitular y resignificar el sendero recorrido


Al cumplir los sesenta, «el peso del mundo es amor».

Al cumplir los sesenta, un poema de Allen Ginsberg vuelve una y otra vez a mi memoria: “Canción”. Es un poema al amor, pero no ese amor edulcorado y simplón. Dice así:

«El peso de este mundo
es el amor.
Debajo de la carga de la soledad,
debajo de la carga
de la insatisfacción
el peso,
el peso que cargamos
es amor.
¿Quién podría negarlo?
Toca al cuerpo en los sueños,
crea milagros en el pensamiento,
en la imaginación padece
hasta que logra concretarse en otro cuerpo
–y mira desde el corazón
ardiente en su pureza–
porque la carga de la vida
es el amor;
sin embargo llevamos la carga con fatiga,
por eso es que debemos descansar finalmente
en brazos del amor,
descansar en los brazos del amor.
Sin amor no hay descanso,
no se duerme sin sueños
de amor– Y aunque estés loco, obsesionado
con ángeles o máquinas,
el deseo final es el amor.


–Nunca es amargo,
y no sabe negarse,
no sabe contenerse aunque lo nieguen
es demasiado el peso.
–Y da sin esperar a cambio nada,
así como la idea nos es dada en soledad
en toda la excelencia de su exceso.
Los cuerpos tibios brillan juntos en lo oscuro,
la mano busca el centro de la carne,
la piel tiembla feliz
y el alma llega alegre al ojo
Sí, sí, esto es lo que quería,
es lo que siempre quise,
volver
al cuerpo
en que nací.»

Coaching generativo Sabadell

La belleza física tiene fecha de caducidad, ¿ocurre lo mismo con la esencia?

Es un bello modo de unir lo que finaliza con lo que comienza.

Recuerdo este poema de mi época de estudiante. A mí siempre me gustó lo marginal, lo repudiado, y más aún en mi juventud. Y Allen Ginsberg formó parte de esa generación contestataria de los años 50, la generación Beat.


La psicoterapia de las interacciones del Yo y la Valentía de amar.

Mi alma de adolescente que leía tardíamente esos versos (la España tardona de entonces), se sentía atraída por un no sé qué. Ahora, al cumplir los sesenta años, advierto desde qué lugar se escribió y a qué tipo de amor se refería.

Una percepción parecida surgió en mí al leer el libro de Gilligan “La Valentía de amar”. En su forma es la presentación de la “psicoterapia de las interacciones del yo”. En su estructura profunda rezuma esa “valentía de amar” del título.

Siento de un modo cada vez más intenso esa llamada del último tramo del trayecto. Desprenderse del ego (la fuente de la conciencia) para servir a eso que llamamos Vida que incluye, a título personal lo consciente y lo inconsciente. Y también la rendición consciente a lo colectivo.

En una formación que recibí, hace ya tiempo, se nos invitaba a visitar los últimos momentos de nuestra vida. En esos instantes, y mirando hacia atrás se nos invitaba a resonar la pregunta:

¿Ha sido una vida bien vivida?.

Al cumplir los sesenta... psicoterapia transpersonal en Sabadell

El amor, algo perdurable más allá de la transitoriedad del vínculo.

Ahora, al cumplir los sesenta, percibo la proximidad de esa pregunta cada vez más cerca. Y ese es el peso que siento del amor, ese saberlo y aceptarlo. Y reconsiderando la respuesta sentida, me ayuda a ser, cada vez más consciente. Creo que sí, que hasta ahora ha sido bien vivida, con mis locuras y mis rarezas, con mi rebeldía y mi dulzura. Con mis faltas y mis virtudes. Sé que no gusto a todo el mundo, tampoco lo pretendo. Y sé que me duele más no agradar a algunas personas que a otras. Pero ese es el precio de la diferencia. Y vuelven unas palabras de Jung a mi conciencia, ahora, en este momento:

«El amor verdadero establece siempre vínculos duraderos, responsables. Necesita libertad sólo para la elección, no para la realización.»

El amor, aparece antes de la posibilidad o no de realización. El poder realizarlo es la satisfacción del ego, pero esto viene (si es que viene) después. El «peso» del que habló Ginsberg es la irremediable insatisfacción, siempre o en algún momento. Sin embargo, lo primero perdura.


El gran místico y poeta sufí Rumi afirmó:

«Hay una gran vela en tu corazón,
lista para ser prendida.
Hay un vacío en tu alma,
listo para ser llenado.
Lo sientes, ¿verdad?
Sientes la separación
del Amado.
Invítale a que te llene,
abraza el fuego.
Y recuérdaselo a aquellos que te dicen lo contrario».

Al cumplir los sesenta, sentido y significado de vida.

La llama se define por su forma y por la oscuridad que la delimita.

Hasta el próximo artículo, recibe un cordial saludo.

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