La causa de la procrastinación es diferente en cada persona.

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La causa de la procrastinación. ¿Por qué dejar para mañana?

La causa de la procrastinación. Postergar, dejar para mañana (o después), consulta en Sabadell, Terrassa y online.

Terapia para dejar de dejar para mañana o después

Cuando se acumulan las tareas podemos decidir evadirnos.

Para adentrarnos en la causa de la procrastinación (postergar), veamos una primera aproximación etimológica. Ésta nos lleva al latín, “procrastinare”. “Pro” (antes de) y “crastinum” (el día de mañana). También encontramos en griego el término akrasia . Este término, en griego antiguo se asoció a voluntad débil o descontrol. Sin embargo, más específicamente se define como un acto irracional. Es decir, conscientemente sabemos que queremos hacer X, pero hacemos Y.

Inicialmente la «acrasia» se refiere a la acción de hacer. Sin embargo, también puede referirse a decidir intenciones, deseos y opiniones. Aplazar una decisión, una intención o emitir una opinión.

Toda decisión implica una elección, Por lo tanto elegir algo y desechar (o aplazar) otro algo. Esto puede conducir a un estado interior de confusión. Y de aquí al dejar para después (o mañana) la elección. Esta es, pues, una primera aproximación (superficial aún) a la causa de la procrastinación.

Dejar para mañana y gestión de las emociones

La causa de la procrastinación tiene más que ver con una gestión deficiente de las emociones. No necesariamente hacemos o dejamos de hacer algo siempre por holgazanería. Esta teoría está sostenida por Timothy A. Pychyl y Paul Mason. En el libro, traducido al castellano como “La solución a la procrastinación” desarrollan esta hipótesis de trabajo.

Una lectura superficial de la causa de la procrastinación lo ha llevado al terreno de la gestión del tiempo. Y obviamente tiene repercusiones importantes en la economía de las tareas. Pero no es algo a solucionar con “técnicas” de “gestión del tiempo”. Esta es la aproximación del coaching. Por supuesto no quiere decir que no sea adecuada. Es, sencillamente una aproximación remediativa que pretende ser pragmática. A veces consigue el objetivo….pero no siempre.

Esta aproximación del coaching nos conduce a ocupar la mente en actividades productivas y planificadas. De esta manera, al tener un objetivo claro y el camino a emprender, las dudas no son tan perentorias. De un modo, entre cómico y cierto es lo que trasluce la frase:

Una mente ociosa es la antesala del infierno (o taller del diablo)

Tampoco es una maldición del carácter o un defecto que no pueda solucionarse.

El secreto, el verdadero secreto está en aprender a sostener las emociones. Y manejar nuestra actividad CON las emociones, no EN ellas y, obviamente menos NEGANDOLAS.


Dejar para mañana no es una maldición, el cerebro tiene sus prioridades.

El cerebro trabaja para nuestra supervivencia.

Nuestro cerebro tiene su propia agenda

Algo en lo que incido a menudo en consulta es qué hacemos con lo que nos pasa. Cuando enfrentamos una situación que nos incomoda podemos aceptarla (no resignarnos) o reaccionar con algún tipo de incomodidad. Ninguna de las dos opciones facilita una solución pragmática. Pero sí puntos de partida muy distintos.

Desde la primera posición podemos plantearnos medidas desde un estado de ecuanimidad. Sea cual sea la decisión no empeorará nuestro estado de ánimo. Y es más, partir de un estado interior más relajado siempre facilita la toma de decisiones. Y para entender la causa de la procrastinación, la información es importante.

Nuestro cerebro es un gran “currante”

Nuestro cerebro tiene una prioridad principal, coordinar nuestra supervivencia. Si pensáramos en la multitud de funciones vitales que dirige sin darnos cuenta seríamos conscientes de lo atareado que está. Y para hacerlo con máxima eficacia una de las tácticas que utiliza es ahorrar energía. Y para conseguirlo, recurre a lo conocido, lo que no exige un gran esfuerzo.

Esta no es una conducta que nos resulte extraña. Es normal que en situaciones de estrés, nos comportemos como estamos más acostumbrados a hacerlo. Aun cuando sea ineficiente.

Una causa de procrastinación tiene que ver con las prioridades de nuestro cerebro.

Nuestro cerebro cumple con muchas tareas.

Para superar esto debemos poner algo de conciencia pues estamos hablando de un hábito muy arraigado. Mel Robbins enfatizó el poder de las decisiones conscientes en su libro: «El poder de los cinco segundos”. Para esta autora la causa de la procrastinación está en el excesivo rumiar. No creo en que siempre sea este el origen del dejar para después. Sin embargo facilita una práctica que, en algunos casos, puede funcionar.

Postula la existencia de una ventana de 5 segundos entre la intención y la acción. Si podemos intervenir en esta ventana de 5 segundos, interrumpiremos el bucle del hábito. Y en este caso del dejar para después.

Para hacerlo propone, cuando surge la oportunidad de tomar una decisión, efectuar una cuenta regresiva. Sólo una cuenta atrás 5-4-3-2-1 y emprender la acción/decisión. Es un modo de evitar la parálisis por un excesivo análisis.

Sin embargo no existe solo una causa de la procrastinación. Veamos otro modo de entenderla.


La causa de la procrastinación y las estrategias de motivación.

Aquello que nos motiva difícilmente lo “dejaremos para mañana”. Esto parece una obviedad, y lo es en algunos casos… pero no en todos. Existen tres variables importantes que están en el origen de este dejar para después:

– OBJETIVO.
– TAREA.
– TIEMPO.


La causa de la procrastinación en el objetivo.

Para que nos motive, debe fundamentarse en valores personales. Es decir en aquello que consideramos importante. Los valores son la fuente de la motivación interna, la más genuina.

Cuando es algo que “debemos” hacer aun cuando no nos guste deberíamos buscar factores motivacionales externos. Dicho de otro modo qué beneficios conseguimos con el logro. También es posible focalizarnos en qué evitamos.

En la causa de la procrastinación, a menudo tenemos objetivos poco claros o motivadores. Es importante, para este paso, el tener objetivos claramente formulados, realistas y motivadores. Es lo que he apuntado al principio una aproximación de coaching.

He escrito varios artículos sobre la formulación de objetivos. Anexo enlace al último de la serie en el que puedes encontrar un vínculo al resto: Formulación de objetivos, coaching y recursos adicionales



Cuando dejamos para mañana por la tarea.

Diferenciar la meta del plan de acción.

A veces la procrastinación tiene que ver con el objetivo, a veces con las tareas.

En este contexto entiendo tarea como el proceso para conseguir un objetivo. No siempre la tarea es atractiva, aun cuando sí pueda serlo el objetivo. Al ir desplegando la tarea (presente) o antes de hacerlo (futuro) podemos desarrollar sentimientos de inseguridad. Aquí puede aparecer el vínculo procrastinación/baja autoestima /inseguridad. Es el diálogo interno del tipo “no soy capaz de”, “no lo haré bien”…. Incluso se puede entremezclar con el llamado síndrome del impostor.

Si bien falta de confianza y síndrome del impostor pueden ser causa de procrastinación, no son lo mismo. En la primera emerge una inseguridad para desplegar una tarea o conseguir un objetivo. Es normal la falta de confianza cuando empezamos algo que nunca antes habíamos hecho.

En el síndrome del impostor la persona es alguien alta o suficientemente cualificado para esa tarea u objetivo. Incluso pudiera ser alguien con experiencia más que suficiente…. Pero aún y así teme no estar a la altura o… ser “descubierto” como un fraude.

Otro elemento importante causa de procrastinación es la ansiedad. En el fondo de esta se instala un temor anticipatorio. Es decir, aún no hemos iniciado la tarea y ya nos ponemos en lo peor. En términos humorísticos el aforismo principal de la “Ley de Murphy”: “Si algo puede salir mal, saldrá mal (y además lo hará en el peor momento posible)”



Cuando la causa de la procrastinación es el factor tiempo:

Resumiendo mucho podemos entender el futuro en tres parámetros: Corto, medio y largo plazo. Como norma general, cuando nos planteamos un objetivo a largo plazo cuesta más mantener la motivación. Esta bien pudiera ser la causa de procrastinación en algunos casos: Objetivos temporalizados a largo plazo.

A veces la causa de la postergación está en el tiempo para conseguir el objetivo.

Es aconsejable, en objetivos a muy largo plazo, fraccionar las diferentes etapas.

Como norma general, cuando hablamos de formulación de objetivos, uno de los parámetros es la temporalización. Si quieres saber más sobre este concepto puedes ampliar en el siguiente artículo:

Formulación de objetivos con coaching y pnl.

La temporalización de un objetivo cumple una triple función:

En primer lugar: Focaliza la energía mental y emocional poniéndole unos límites.

En segundo lugar: Desmembrar un objetivo a largo plazo en etapas más cortas facilita la sensación de consecución. Cada etapa finalizada, y la sensación de logro (aun cuando sea parcial) incrementan la motivación. La motivación es uno de los motores que pueden frenar las causas de la procrastinación.

En tercer lugar: Constatar si vamos cumpliendo o no los plazos. Y, en su caso, los factores correctivos a aplicar.

En el siguiente artículo veremos la causa de la procrastinación según la estrategia que usemos para motivarnos. Lo veremos también con un ejemplo práctico.

 

Hasta entonces, recibe un cordial saludo,

www.josepguasch.com

Anterior artículo relacionado: Autosabotaje y procrastinación. Terapia para no dejar para después.

 

Es posible dejar de postergar.

 

La causa de la procrastinación. Postergar, dejar para después (o mañana), consulta en Sabadell, Terrassa y online.

Dejar para después no es un buen negocio

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Autosabotaje y procrastinación. Cuando dejar para después nos perjudica.

Autosabotaje y procrastinación. Terapia para dejar de dejar para después, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta; consulta de psicoterapia y coaching.

Autosabotaje y procrastinación,¿son lo mismo?

¿Nos saboteamos cuando postergamos lo que nos conviene hacer?

Dejar para después (para mañana, otro día etc.….) es una de las dificultades cada vez más habituales en consulta. Si quieres profundizar algo más puedes ver mi artículo anterior ¿Qué es procrastinar? . No se trata, no obstante, de una dificultad sencilla a la que podamos tratar de una única manera. En este artículo examinaremos una perspectiva el autosabotaje y la procrastinación. ¿Van de la mano? ¿Es real el autosabotaje? ¿Cómo se orienta la terapia en estos casos?



Autosabotaje y procrastinación según la psicoterapia humanista.

La psicoterapia humanista cree en la tendencia natural del psiquismo humano hacia la felicidad y la autorrealización. Sin embargo pueden existir algunas dificultades (ansiedad, depresión, adicciones, estrés….). Estas pueden entenderse como un modo poco creativo de ajustarse a la realidad.

Sin embargo el autosabotaje parece algo explícita e intencionalmente dirigido a perjudicar la autorrealización; y más aún si autosabotaje y procrastinación van de la mano. Cabe entonces preguntarse: ¿Existe una tendencia natural hacia la autodestrucción?

Freud aventuró algo cuando formuló la hipótesis de la pulsión de Tánatos. Tánatos, en la mitología griega, era el Dios de la muerte, pero una muerte suave, sin violencia. Es decir, el personaje mitológico mantiene un aparente isomorfismo con la tendencia al auto deterioro. Sin embargo, hoy en día, esta hipótesis está descartada, la incluyo como referencia por su peso histórico.

Entonces ¿por qué autosabotaje y procrastinación parecen ir de la mano? ¿Existe alguna causa distinta de la procrastinación?. Veremos como, actualmente, la terapia pone un especial énfasis en descubrir las necesidades no resueltas. Y cómo tienen un mayor peso las que tienen una mayor carga emocional.


Consciente y lo racional, inconsciente y lo emocional.

Autosabotaje y procrastinación terapia en Sabadell.

Cuando subconsciente y consciente colaboran conducta y actitud fluyen con naturalidad.

En nuestro interior existe un complejo entramado formado por distintas tendencias. Valores y necesidades, creencias y costumbres, aprendizajes y hábitos que no siempre conviven en armonía. Este entramado transcurre tanto a nivel consciente como inconsciente. Y no pocas veces se polarizan, unos intereses en la zona del “darnos cuenta” mientras otros permanecen agazapados. Pero todos tienen una carga emocional. La terapia, entonces, se focaliza en adquirir conciencia de lo inconsciente.

Nuestro consciente suele funcionar sobre la base de los ideales del yo. Lo racional. Pero en nuestra sombra (inconsciente) permanecen necesidades no resueltas, reivindicaciones no atendidas. Cuando estas necesidades no resueltas usurpan el poder interpretamos que aparecen el autosabotaje y la procrastinación.

La terapia para dejar de dejar para después, debe dejar de dejar para después los intereses del inconsciente.

Pero esta es la lectura exclusiva de nuestro consciente, no de la totalidad del psiquismo. Y lo interpretamos así por cuanto las decisiones tomadas desde el subconsciente tienen un profundo componente emocional.

A menudo tenemos un ideal en la cabeza y una necesidad en el inconsciente, con dinámicas y prioridades diferentes. Los publicistas saben bien que es el mundo emocional el motor de nuestras decisiones. Luego, estas decisiones, las justificaremos de un modo u otro a través de nuestras racionalizaciones.

Toda terapia con algo de visión holista debe tener presente ambos mundos. Lo inconsciente y lo consciente para poner conciencia en ambos. Y respetar ambas tendencias. En caso contrario, el aparente autosabotaje de la procrastinación seguirá apareciendo.


Dejamos para luego lo que no es urgente para el inconsciente.

Lo emocional, si además es inconsciente, tiene un poder asombroso. En realidad, autosabotaje y procrastinación no van dirigidos a la persona. Es más bien una dinámica que va del inconsciente al consciente. De lo emocional a lo racional. Veamos algunos ejemplos:

Siempre dejo para otro día empezar una dieta”:

Probablemente comer en exceso satisfaga otras necesidades. Estas pueden ser distraerme, relajarme… En alguna ocasión “engordar” para una mujer puede suponer un mecanismo de defensa. Muchas mujeres, tras haber padecido acoso por su atractivo físico decidieron, inconscientemente, engordar.

No digo lo que pienso aunque me perjudique”:

Si tengo miedo al “qué dirán” o a la opinión de alguien querido, es posible que no me exponga. Es evidente que existe un miedo que eclipsa una necesidad de seguridad.

Un clásico, el dejar para después que nos parece procrastinación y autosabotaje.

“Siempre pospongo empezar un proyecto”. Incluso este proyecto puede entusiasmarme pero…. Lo dejo para después. Aquí suele aparecer la excusa “no tengo tiempo”. Sin embargo, el factor tiempo es un criterio muy subjetivo. Por ejemplo, encargamos un mismo trabajo a tres personas distintas. A una le damos un plazo de una semana. A la otra de 4 días y la otra 2. Generalmente todas harán este trabajo en el plazo señalado.

Es aquí donde procrastinación y autosabotaje más parecen ir de la mano. Pero pueden subyacer otras necesidades enmascaradas. Si quiero seguridad y vivo este proyecto como un modo de exponerme, lo más fácil es no hacerlo. A veces a esto se le llama miedo al fracaso. Por supuesto, aquí existe también una creencia embutida. Generalmente del tipo “no soy bueno, capaz, merecedor….» Etc.

Pero también: puedo necesitar tranquilidad y si hago un buen trabajo sé que tendré más ofertas y exigencia. A esto, a veces, se le llama miedo al éxito.

El miedo, en muchas ocasiones, es un motivo encubierto que sustenta el aparente autosabotaje con procrastinación. En ocasiones este miedo nos lleva a pretender ser perfectos. Y, como esto es una utopía irrealizable, dejamos para después. Pero el después nunca llega porque el miedo sigue vivo. Y seguirá vivo mucho tiempo porque esta necesidad de perfección es ilusoria.

Así pues, qué hacer para evitar estas dinámicas.


Conciencia de nuestras necesidades, conscientes e inconscientes.

Intención positiva incluso cuando aplazamos decisiones y conductas deseables.

Incluso lo que nos perjudica tiene una buena intención.

En general existe un conflicto de necesidades. Unas tienen motivaciones conscientes/racionales; las otras inconscientes/emocionales. Mantener fuera de la conciencia este conflicto puede conducir a un desgaste innecesario.

¿Cómo puedo hacerme consciente de este mundo inconsciente y alinearlo con lo consciente?:


1º En primer lugar adquiriendo conciencia de las necesidades no satisfechas. Esto puede enfocarse bajo un punto de vista general, como un modo de autoconocimiento. O bien en cada caso específico de aparente procrastinación y autosabotaje.

2ª El mindfulness propone adquirir una mirada compasiva y amorosa a aquello que “calificamos” como defectos. Desde la óptica de la terapia Gestalt lo expresamos de otra manera.

«Una cosa es lo que me ocurre, otra qué hago con lo que me ocurre».

Soy consciente que puede parecer difícil adquirir esta mirada compasiva hacia algo que vivimos como procrastinación y autosabotaje. Pero la clave está en ser conscientes que esta es solamente nuestra etiqueta. No es la realidad.

La realidad es que existe una necesidad no satisfecha. Que pueda ser una prioridad o no para nuestro ego es una visión parcial de nuestra vivencia psíquica. Nuestro ego califica, etiqueta, juzga, separa…. Pero no es nuestra completud. Recuerdo una frase de Carl Gustav Jung:

“Prefiero ser un hombre completo a un hombre bueno”

Esto no quiere decir actuar fuera de la ética. Veremos a continuación cómo. Sin embargo, una visión inclusiva y de aceptación a nuestra realidad es necesaria si queremos avanzar como personas.

Muchas de estas necesidades tienen que ver, incluso, con necesidades no satisfechas de nuestro niño interior. Es decir, cuestiones no resueltas en nuestra infancia. Resumiendo: no es procrastinación por autosabotaje, es la reivindicación de una urgencia interior no resuelta.


Indagar más profundamente, conciencia y autoempatía.

Terapia para el autosabotaje y la procrastinación en Sabadell

Tener conciencia de las distintas tendencias en nuestro interior.

3º En tercer lugar la curiosidad empática nos lleva a indagar amorosamente.

¿Qué necesidades no satisfechas impulsan esta conducta o actitud? ¿Qué beneficios secundarios pretende para mí esto que mi ego califica como procrastinación y autosabotaje?

En ocasiones podemos recurrir a la imaginación para definir esa “parte” que no nos gusta. De hecho hay modalidades terapéuticas como el Sistema de la Familia Interna que trabaja sobre esta base. Algunas prácticas derivadas de la terapia gestalt propone el trabajo con la silla caliente. Stephen Gilligan habla de los “cuatro mantras”. La terapia con PNL habla de la intención positiva. Tras esta siempre hay una necesidad no resuelta con una fuerte carga emocional.

Evidentemente no es este el lugar para describir en profundidad estas prácticas. La idea de fondo es tomar conciencia de estas necesidades no resueltas.

En ocasiones están tan profundamente arraigadas que es necesario un proceso terapéutico. Esto suele ocurrir cuando estas necesidades están fundamentadas en heridas emocionales profundas no resueltas. Especialmente en la infancia.

Las necesidades no resueltas suelen estar en el corazón del aparente autosabotaje por procrastinación.


¿De qué otra forma puedo satisfacer esta necesidad? Finalmente la comprensión de otras formas creativas de satisfacer esa necesidad libera el bloqueo. Para este paso es necesario, en ocasiones, una dosis importante de curiosidad y paciencia.

Nuestra mentalidad occidental exige respuestas inmediatas, y no siempre estas aparecen. También es cierto que los modos creativos de conseguir satisfacer necesidades no resueltas no siempre son rápidos e inmediatos. Por ejemplo, es mucho más rápido distraerme y “relajarme” poniendo la tele. Pero es importante darnos cuenta que esto tiene importantes perjuicios secundarios…


Conclusión: Procrastinación y autosabotaje no van de la mano.

Autoempatía y autoconocimiento emocional.

Tener conciencia de nuestras emociones y necesidades.

Para finalizar indicar que no tiene por qué ser fácil emprender un proceso de estas características. En este artículo sólo señalo las líneas maestras. El cómo realizarlo, a veces, requiere un acompañamiento terapéutico. Y, por supuesto, en este artículo sólo he expuesto una cara de una dificultad que tiene muchas aristas. Si quieres puedo acompañarte de un modo personalizado y adecuado a tus características personales.

Un cordial saludo,



www.josepguasch.com

Anterior artículo relacionado: ¿Qué es la procrastinación? Dejar para después, mañana, otro momento.

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Dejar de procrastinar Sabadell

 

Autosabotaje y procrastinación, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Terapia para dejar de dejar para después. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach, consulta de psicoterapia y coaching.

 

Superar la procrastinación Sabadell

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¿Qué es la procrastinación? Dejar para otro día, después o mañana

Qué es la procrastinación, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta, consulta de coaching y psicoterapia (Hipnosis, PNL, , Terapia Gestalt, Niño interior, Análisis Transaccional,)

 

Hacer hoy lo necesario y no dejar para mañana

Mantenernos al día con el ahora.

Este es la primera de una serie de publicaciones en las que trataremos una de las dificultades más incomprendidas. Posponer, aplazar, postergar, dejar para después, mañana u otro día, es decir procrastinar. Es uno de los temas recurrentes, tanto en procesos de coaching como de psicoterapia. Creo que es necesario empezar por aclarar qué es la procrastinación. En sucesivos artículos ahondaré en tácticas para dejar de procrastinar. Siempre en el bien entendido que lo ideal para superar este tipo de dificultades es un proceso terapéutico personal.

 

Qué es la procrastinación

La RAE define el término procrastinar con dos sinónimos: diferir, aplazar. En el ámbito del coaching y la psicoterapia lo entendemos como postergar o posponer tareas o actividades. Es el clásico “dejar para otro día” o “dejar para mañana”. También puede entenderse como un modo de evadir responsabilidades.

Sin embargo, la respuesta a qué es la procrastinación no nos exime de cierta perplejidad.

El sentido común nos dice que dejar para después no nos libera del trabajo. Es más, a menudo empeora las cosas. Sin embargo casi todos vivimos la necesidad de dejar de procrastinar.

Creo que es importante aclarar que la respuesta a qué es la procrastinación se pueda dar en dos niveles. Primero el evidente que es el descrito algo más arriba. Pero si atendemos a las razones profundas encontraremos dos ámbitos distintos de respuesta.

En términos muy generales veamos que dicen el coaching y la psicoterapia.

Posponer, dejar para mañana, después… psicoterapia y coaching, dos respuestas distintas.

  • Para el primero es una especie de falta de claridad hacia donde poner el foco. También vinculado a una deficiente motivación. La solución, a grandes rasgos estaría en focalizarnos en objetivos claros, específicos y motivadores.
  • Para la psicoterapia, el típico dejar para después es un modo de evitar cierta incomodidad emocional. Muchas veces vinculado a una baja autoestima. Por lo tanto un miedo al fracaso. A veces incluso un miedo al éxito. En este sentido tiene cierto parentesco con el llamado síndrome del impostor.

Es muy importante, por lo tanto, tener claro que cada proceso es personal. No hay respuestas únicas infalibles. Por eso cada terapia debe ser personalizada. Esto enlaza con los postulados de la psicoterapia humanista y del coaching.

Qué es la postergación, mantenernos al día con el mañana

La procrastinación, el asesino furtivo

Tony Robbins respondió a la pregunta qué es la procrastinación de un modo contundente: “El asesino furtivo de la fuerza de proyectos y de la motivación”.

Sin embargo este posponer tareas no es algo extraño ni poco habitual. Veamos que el hecho de procrastinar ocupa un lugar, incluso, en la mitología.

¿Qué es la procrastinación? veamos por ejemplo en un proceso de duelo. Como Síndrome de Penélope se conoce un modo de “dejar para después”, durante un tiempo atribuido a la mujer. No aceptar una separación con la ilusión de volver a restablecerla. Incluso vivir en la fantasía de que la persona amada cambiará de carácter.

Esta forma de “diferir” aceptar una realidad está vinculada a la etapa de la negación en el duelo.

El mito de Penélope describe un modo de procrastinar vinculado a lo emocional, veamos el mito.

 

¿Qué es la procrastinación en el duelo? El mito de Penélope.

Ulises (Odiseo en el original de la mitología griega) fue un héroe de la mitología clásica famoso por sus hazañas. Es el principal protagonista de la Odisea de Homero. Esta narra cómo estuvo 20 años ausente de su hogar. Diez años luchando y diez años para volver. Su esposa Penélope le estuvo esperando durante todo este tiempo.

Pero ¿Qué tiene que ver esto con dejar de procrastinar?

Qué es la procrastinación en el duelo.

La negación de la pérdida en el duelo es un modo de procrastinar.

Entre tanta batalla y tempestad, Penélope aguardaba devotamente a su esposo, Ulises. Pero la espera no podía eternizarse, de esta forma adquirió un compromiso. Tejería el manto con el que amortajar a su esposo si, entre batalla y batalla, finalmente perecía. Al terminar de tejerlo, se consideraría libre de su atadura como esposa.

Pero Penélope, inconscientemente, urdió una respuesta a qué es la procrastinación. Tejía por la mañana y por la noche, secretamente, destejía lo realizado.

Esta es, simbólicamente, la respuesta de la negación, evasión, no aceptar una realidad. Como he dicho antes, bajo la perspectiva de la psicoterapia del duelo corresponde a la primera fase, la negación.

Desde algunos de los modelos que definen qué es la procrastinación tiene que ver con la indecisión. Veremos en artículos siguientes algunos de estos modelos.

 

La indecisión de Arjuna en el Bhagavad-Gita

Procrastinar es algo tan humano que aparecen alusiones incluso en las diferentes mitologías orientales.

Arjuna era un maestro de arqueros y, como buen guerrero, tuvo que enfrentar una decisión. Participar en una dura batalla entre dos ejércitos. Para resumir, él capitanearía las fuerzas del bien contra las fuerzas del mal… Sólo había un pequeño problema: Arjuna descubrió en las filas del enemigo a muchos parientes próximos.

Podemos entender qué es la procrastinación cuando enfrentamos un conflicto de valores opuestos. Es el caso de Arjuna que se sumió en la desesperación entre la lealtad a sus parientes y la fidelidad a sus valores.

Qué es la procrastinación por indecisión

Arjuna y la duda en el campo de batalla

Su indecisión, sin embargo, no le libera de matar (sin saberlo) a su hermanastro Karna. Pero a su vez, sufre la muerte de su hijo Abhimanyu en manos de su enemigo.

La conclusión de la metáfora es obvia. Procrastinar no nos libera de lo que espera al enfrentar la decisión. Incluso puede empeorar el resultado final.

Podemos responder a qué es la procrastinación desde distintos ángulos según el origen de esta. Pero básicamente debemos entender que no se trata de un problema de holgazanería. Procrastinar tiene más que ver con una deficiente gestión de las emociones.

 

Dejar para después y algunas emociones asociadas

En ocasiones evitamos tomar una decisión por miedo a lo nuevo. También por miedo al ridículo o al fracaso. Esto lo vincularía más a procesos de psicoterapia.

Por otro lado, podría aparecer el tan discutido miedo a salir de la zona de confort. Esto puede conducirnos al temido terreno de la indecisión y el desgaste que conlleva. Aquí el coaching aporta otro tipo de respuestas.

El miedo, en ocasiones, nos induce a postergar la acción o decisión.

El miedo a tomar una decisión puede paralizarnos.

El aburrimiento (a veces incluso el miedo al aburrimiento) puede alejarnos de emprender una acción. Por supuesto tiene que ver con la necesidad adulta de enfrentar, en ocasiones, la incomodidad. En estos casos, el dejar para después tiene más que ver con la tarea en sí. No tanto con el carácter de la persona. Esta sería otra respuesta a qué es la procrastinación.

Postergar, posponer…. muchas respuestas, tantas como personas

Otro perfil tiene que ver con la persona soñadora y poco realista. El entusiasmo aparece al principio con la expectativa del objetivo, generalmente un sueño grandioso. Sin embargo, la realidad del trabajo para conseguirlo nos pone en contacto con los límites. Bien sea límites personales, de medios o los intrínsecos al poco realismo del sueño. Entonces aparece la frustración con el desánimo asociado.

Podemos incluso responder a qué es la procrastinación como una consecuencia de una baja autoestima. El miedo suele ser el indicador más frecuente en este tipo de postergación de las tareas.

También puede existir una deficiente habilidad para organizarse. Algo típico en los perfiles creativos y soñadores que terminan por abrumarse. Aquí pondríamos el foco en la adquisición de capacidades en un proceso de coaching.

No soy amigo de categorías y etiquetas, sin embargo, en ocasiones pueden ser referentes que arrojen algo de luz. Por esto en el siguiente artículo exploraremos la respuesta a qué es la procrastinación desde una tipología muy utilizada. Esto nos ayudará a entender dónde estamos y, consecuentemente, cuál es la ruta para llegar donde queremos.

 

¿Qué es la procrastinación? Conclusión

Podemos aprender a dejar de postergar

La procrastinación es una bomba de relojería.

Es una tendencia muy humana pero no por ello poco peligrosa. Puede, no solamente hacer fracasar nuestros sueños, sino también el concepto de nosotros mismos. Algunos factores tienen que ver con la personalidad en sí y otros con el tipo de tarea.

En cualquier caso, es aconsejable un proceso personal para superar esta inercia a dejar para mañana, después o más tarde. Puede existir una respuesta académicamente correcta a qué es la procrastinación. Sin embargo los modos de enfrentarla son distintos en función de las peculiaridades de cada persona.

Si lo necesitas y puedo serte de ayuda siéntete libre para conectar conmigo.

 

Un cordial saludo,

 

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Dejar de procrastinar Sabadell

 

Qué es la procrastinación, consulta en Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta, consulta de coaching y psicoterapia (Ansiedad, acompañamiento y estrategias para adelgazar, hablar en público, dejar de fumar, autoestima, adicciones, etc…).