Fantasías dirigidas en Gestalt Terapia, Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, psicoterapeuta, coach. Formación terapeutas Gestalt Sabadell
A propósito de las fantasías dirigidas en Gestalt terapia , me viene a la cabeza el poema de Clarence R. Wyle Jr.:

Vivimos sobre lo que escribimos acerca de la realidad, no en la realidad.
“Ni verdad, ni certeza. De ellas perjuré
en mi noviciado, tal como los jóvenes
deben abjurar del mundo al ser llamados a las órdenes sagradas.
“Sí… entonces…” sólo esto afirmo;
y mis éxitos como hermosas cadenas uniendo dudas gemelas, porque es vano pedir la justificación de lo que postulo,
o el sello de lo concreto en lo que demuestro.
Sin embargo se levantan puentes,
y los hombres ya no se arrastran en dos dimensiones.
Y tales triunfos proceden
no en pequeña medida, del poder de este juego,
jugado con las sombras tres veces atenuadas
que las cosas tienen sobre sus originales.
¡Qué frágil la varita, pero cuán profundo el hechizo!”
Clarence R. Wylie Jr.
Fantasías dirigidas en Gestalt terapia, el origen
“Las sombras tres veces atenuadas que las cosas tienen sobre sus originales” y desde estas sombras, que es nuestro mundo de apariencias, volver a los “originales” en el lenguaje del poeta, esos originales que aguardan en las zonas sombrías de nuestro “darnos cuenta”.
De la misma manera, en el seno materno, las vivencias de la madre se van trasladando al feto a través del flujo hormonal, químico y neurológico, de tal modo que ya desde que somos el embrión apenas engendrado, incorporamos esos impactos, y vamos siendo a la vez esos impactos, pues aún no tenemos construida un conciencia diferenciada yo/no-yo.
Así llegamos a este mundo, con las primigenias improntas adquiridas en el seno materno. Y, aunque recién llegados a este universo de luces hirientes y sonidos impactantes, vamos integrando más mandatos de todo tipo, a veces sutilmente, otras, a medida que crecemos, más explícitamente.

El bebé, cuando nace, y durante unos meses, no tiene una clara conciencia de lo que es yo y no/yo.
De este modo, vamos construyendo, sin darnos cuenta, nuestro sentido del yo. Vamos regresando del sueño y conquistando el estado de vigilia…. relegando las ondas cerebrales theta y alfa (asociadas a un estado de mayor relajación) a las beta….
Tan pronto como vamos despertando vamos, a continuación, durmiendo, simultáneamente, vamos y volvemos… De unas fantasías originales a otras fantasías dirigidas.
Paradójicamente, lo que vivimos como estado de vigilia pertenece, según muchas tradiciones terapéuticas, entre ellas la terapia Gestalt, al reino de las sombras. El “hechizo” según simboliza el poeta, los mandatos sociales y los impactos emocionales de todo tipo que recibimos desde que nacemos; incluso antes, durante el embarazo de la madre.
Y así empieza la historia…
Fantasías dirigidas en Gestalt terapia – Ejercicio preliminar – identificarse con un objeto
Es difícil, sin una experiencia genuina, trasladar en palabras lo que pertenece al ámbito de lo que (en palabras de Marshall Rosenberg) “está vivo”. Y más aún cuando se trata de reconciliar dos partes que lo están con la carga de su plena intensidad, fruto en muchos casos (yo diría que siempre aun cuando no lo parezca) de una biografía difícil -lo que anhelo (a veces incluso sin saberlo conscientemente) y lo que, en realidad, aparece-
Y es aquí donde las fantasías dirigidas sirven a un propósito difícil de explicar en palabras, por cuanto el hechizo empezó antes de que adquiriéramos las suficientes competencias lingüísticas para “etiquetar” lo que, insisto, “está vivo”.
Por eso, empezaremos de momento por lo fácil. Por fantasías dirigidas a diferenciar «yo» de «no yo». No sin antes advertir que aun cuando puedan parecer simples estos ejercicios iniciales, es conveniente profundizar en ellos. Y de este modo no pasar por alto sutilezas que más adelante pueden ser muy importantes.
Fantasías dirigidas en primera persona
En primer lugar, puedes empezar por observar a tu alrededor algo que te llame la atención. Cualquier objeto, un cuadro, lápiz, una planta, una ventana…. Lo que sea que te llame la atención, lo primero que venga o bien algo a lo que vuelvas reiteradamente…
En segundo lugar, y desde tu propia perspectiva, puedes empezar a preguntarte algo acerca de ese objeto.
Míralo atentamente, deja que sea objeto de tu mirada… ¿Cómo lo ves? ¿Cómo es?
Es probable que quieras tocarlo…. Tócalo… ¿Cómo es su tacto? Sumérgete en el tacto…. Observa cómo el tocarlo te influye…
Puedes probar a golpearlo para que emita un sonido, o si emite sonido por sí mismo presta atención a él… ¿es grave, agudo…? ¿Cómo suena…?
Probablemente quieras también olerlo o incluso saborearlo (según lo que sea por supuesto…)
Vuelve siempre a ti y a cómo el objeto impacta en ti….
Acaso quieras preguntarte… ¿Qué sé sobre eso…? O ¿Cuáles son sus características?
Sigue ahondando en el darte cuenta de eso como algo separado a ti, aun cuando pueda incluso emocionarte… algo separado de ti…
Fantasías dirigidas en segunda persona
A continuación, sumérgete en la experiencia de ser-ese–objeto… Las fantasías dirigidas en segunda persona te «sacan» (aparentemente) de ti mism @.
¿Cómo es ser como eso…? Y …¿De qué modo lo representas con tu cuerpo?
¿Qué sientes en él en general? ¿Sientes algo especial en alguna zona (tensión, relajación, temblor…)? Sumérgete más en tus sensaciones corporales…

Para descubrir las diferencias, hay que saber ver las similitudes.
¿Qué ves? ¿Cómo ves lo que ves? ¿Existe alguna imagen interna (además de lo que ves “afuera”) que emerja? Profundiza en lo que ves…
¿Qué escuchas? ¿Hay sonidos? ¿Cómo son? ¿Hay silencios entre los sonidos? ¿Tienen algún tipo de cadencia…? Si la tienen déjate llevar por ella…. ¿son sonidos estridentes, o armoniosos?
¿Cómo es tu vida siendo este objeto…?
Y, para finalizar, y en contacto con tus sensaciones corporales, con lo que ves y lo que escuchas…. ¿Aflora algo nuevo? ¿Un sentimiento? ¿Una canción, o una melodía?, ¿Nuevas imágenes o sonidos? ¿Un recuerdo? Puedes seguir esta cadena y ver hacia dónde te lleva….
Es posible que aparezcan, súbitamente, pensamientos automáticos…. ¿A qué te puede hacer despertar este pensamiento automático? ¿Una forma de comportarte? ¿Acaso una actitud enquistada…? Métete de lleno en lo que aparezca, sea lo que sea, deja que te lleve… EVITA LOS PENSAMIENTOS INTERPRETATIVOS… y justificativos… lo importante es lo que vives, la experiencia, no lo que explicas acerca de ella.
Y poco a poco, vas dejando de ser-ese-objeto para volver a tu experiencia en primera persona.
El por qué de las fantasías dirigidas en gestalt terapia
Esta, aparentemente loca fantasía inicial, tiene una explicación decentemente razonable… (o eso creo…). No jugamos a adivinar cómo se siente REALMENTE ese objeto, persona o incluso animal o vegetal que hayamos escogido. Este no es un curso de percepción extrasensorial; en el fondo, todo esto no es más que un alocado fantasear…. Pero en él aparecen proyecciones nuestras….
“Hay método en su locura”, es una de mis frases favoritas. Mi propuesta es la de atrevernos a descubrir el método que guía, secretamente, nuestras locuras.
¿Cuánto descubro de mí mismo cuando me disfrazo de otro?
Y para quien tema que esta locura no sea lo suficientemente sensata (que estará a pesar de todo en lo cierto…) añadir que forma parte del pensamiento budista el que podemos encontrar nuestra naturaleza interior, si mantenemos nuestra concentración en cualquier cosa… (sí, sí… cualquier cosa…)
Un ejemplo del trabajo con fantasías dirigidas en gestalt terapia
Una vez, durante mi proceso de formación, aleatoriamente (o eso creía) detuve mi atención en uno de esos topes que se fijan en el suelo para evitar que las puertas, al abrirse, golpeen la pared…
Adopté la postura corporal para asemejarme a ese tope… y poco a poco… una sensación de agobio y opresión iba boicoteando mi respiración y estado de ánimo… además de la necesaria postura corporal, también empecé a darme cuenta de lo forzado y excesivo de mi repliegue…
Un compañero de prácticas, al percibir mi agitación me preguntó:
¿Qué haces así?
Mi respuesta fue: “Protegerme para cuando se abra la puerta» Y emergió un temor casi visceral a que se abriera la puerta con imágenes de ser arrancado (como tope) del suelo y estrellarme en la pared.
Las fantasías dirigidas en gestalt terapia facilitan darnos cuenta de zonas internas sin el bloqueo de las resistencias.
Esa vivencia me ayudó a darme cuenta, con más intensidad, del miedo visceral que tenía en esa época al contacto real y auténtico con el otro. Mi excesivo protegerme, y cómo ello estaba encarcelando mi cuerpo y sentir…. por supuesto fruto de algunas vivencias difíciles, pero que me oprimían en mi realidad en ese momento.
Ese darme cuenta dramatizado radicalmente (y no solo “intelectualmente”) me ayudó a emprender un proceso personal para aceptar, en principio, suavizar después y, en parte sanar, esa parte mía dolida. Es por esto que insisto en que el conocimiento intelectual de “lo que nos ocurre”, pocas veces tiene el suficiente impacto para promover la transformación necesaria.
Fantasías dirigidas con la música

Música y danza pueden expresar lo que no se dice.
Esta es una de mis prácticas favoritas, ¿Te has descubierto a ti mism@, alguna vez, tarareando, es posible que casi obsesivamente, una canción o melodía?
¿Qué tal si, como experimento, empiezas a dejarte llevar por ella? (aconsejo por puro sentido común buscar un lugar apartado de miradas inquisitivas, sorprendidas o maravilladas….). Sé esa canción, identifícate plenamente con ella. Es decir, sigue cantando, tarareando, silbando o lo que sea…
No juzgues, no valores, no etiquetes ni interpretes… solo (que no es poco)… sé el sonido y sea lo que sea que aparezca (sentimientos, imágenes, recuerdos, palabras espontáneas, llanto, risas, sueños…) sigue siendo la canción…
Incluso, y esta es otra variante, puedes probar a hacerlo libremente, es decir, en un lugar tranquilo, y partiendo de una plena y relajada conciencia corporal. Empieza a entonar una melodía que aparezca por sí misma, déjate llevar por ella, suavemente al principio para dejarte impregnar tod@ por ella; sumérgete, sé un vehículo para la melodía…libérala de tu interior y déjate seducir y poseer (poseer ahora sí de un modo claro y directo, no desde las sombras…) por ella…
Y entonces, en algún momento, aparecerá tu “canción de poder”, o tu “canción medicina”… lo sabrás cuando llegue porque entonces, aunque no lo sepas, ya no te harás (a ti) la pregunta, serás la respuesta…
Hasta entonces, recibe un cordial saludo.
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Trabajo con fantasías dirigidas en gestalt terapia, Sabadell, Terrassa y online. Josep Guasch, coach, psicoterapeuta. Formación terapeutas Gestalt Sabadell