Mentalizarse para adelgazar, en Sabadell y online sin efecto yo-yo (efecto rebote). Josep Guasch, psicoterapeuta, coach, consulta de coaching y psicoterapia (PNL, Hipnosis, Terapia Gestalt, Análisis Transaccional, Niño interior, Terapia de virus mentales) en Sabadell y Terrassa
Comer de forma compulsiva (atracón), picar entre horas, comer sin hambre o ser incapaz de seguir una dieta. Estas y otras conductas forman parte de una categoría de malestar muy habitual hoy en día. A veces la motivación para perder peso y conseguir una figura esbelta parece fallar. Otras veces, evitar el efecto yoyo parece casi imposible.
Lo paradójico es que la persona afectada intenta superarlo, una y otra vez. Hipnosis clínica, Ericksoniana, Tapping, Dinámica mental, PNL. Una dieta tras otra, desde las más clásicas, a las más nuevas, ¡incluso las más estrambóticas…!. El círculo es siempre el mismo… todo parece funcionar durante un tiempo hasta que….
¿Es, en realidad, tan difícil adelgazar?
¿Por qué cuesta tanto perder peso de un modo saludable?

La verdadera causa de la compulsión a comer suele estar oculta
Y no se trata de falta de conciencia, no. Hablamos de personas plenamente conscientes de los problemas de salud, imagen o incluso económicos y laborales. Personas para las que adelgazar se ha convertido en una prioridad.
Tampoco (y este es un estereotipo) hablamos de personas “débiles” o con “poca fuerza de voluntad”. ¡Que les expliquen las jornadas maratonianas, dietas famélicas, días de hambre por y para adelgazar”. Y claro, esta tensión, sostenida en el tiempo, acaba minando la moral y la voluntad de cualquiera.
Entonces… ¿qué es lo que no funciona o anda mal?
¿Existe, acaso, una dieta ideal para perder peso sin pasar hambre?
Suele existir una razón previa, una causa subyacente y esto requiere previamente mentalizarse para adelgazar
¿Cómo mentalizarse para adelgazar?
A menudo encuentro en estos intentos por adelgazar de un modo saludable y ponerse en forma, problemas adicionales de estrés, relaciones difíciles, ansiedad, baja autoestima. Otras veces una asertividad debilitada, o incluso depresión encubierta o manifiesta . Estas suelen ser causas que subyacen. Y hasta que no tratemos las causas, el desorden alimenticio se resistirá a desaparecer.
Existe, pues, una relación entre el trastorno de alimentación y un hambre de otro tipo, un hambre emocional. Y es esta hambre emocional la que impide adelgazar.
Adicciones y trastornos de alimentación, el secreto de la conducta
Para atender a este malestar, debemos comprender que el problema de fondo, no es la dieta. El problema real es ESE ALGO, que impide a la persona comer equilibradamente. Este es un planteamiento relativamente nuevo. Sitúa el problema del sobrepeso en un nivel distinto y, obviamente, el tratamiento de la obesidad en otro lugar.
¿Por qué motivo una persona plenamente consciente, competente y capaz,
no puede mantener una dieta para adelgazar a un nivel saludable?
Y Ese ALGO, que menciono tiene que ver con
una cuestión emocional de fondo.
Pero esa cuestión emocional no es algo que se solucione abordándola sólo desde la generalización de lo lingüístico. De hecho ya hace mucho que son populares refranes del tipo “las penas con pan son menos penas”.

Comer compulsivamente es un hábito adictivo.
El calibre de esa “pena”, es única en cada persona. Algunas las he sugerido al principio. Pero hasta que esto no se entienda ni se resuelva, individualmente, difícilmente podremos desactivar el mecanismo inconsciente que sostiene esa tensión y contradicciones internas.
Así pues, mentalizarse para adelgazar, requiere un tipo de trabajo que, aparentemente, nada tiene que ver con dietas para perder peso.
Alcanzar un peso ideal depende de nuestra salud emocional
Puede parecer paradójico pero no lo es tanto. Especialmente si contemplamos a la persona bajo un punto de vista holístico, es decir como un todo. La salud del cuerpo y el peso ideal, tienen que ver con la salud emocional. Y, para algunas personas, si no sabemos gestionar las emociones incómodas, no sabremos adelgazar.
Adelgazar con el modelo de la psicoterapia Gestalt.
Mentalizarse para adelgazar requiere estar abierto a otros abordajes. Y aunque el problema aparente es distinto, es necesario explorar el mundo de las emociones. El hambre emocional que subyace.
El abordaje psicoterapéutico cuenta con un modelo que, desde la psicoterapia Gestalt, hace unos (pocos) años se viene implementando con éxito en diferentes tipos de adicciones, químicas o no, y muy especialmente en los trastornos de alimentación por exceso.

El círculo vicioso de la adicción, también a la comida compulsiva.
Este modelo permite comprender “esa parte” que sabotea continuamente los esfuerzos de quien quiere mantener una vida saludable.
Evitar, negar o no saber gestionar nuestras emociones
nos puede conducir a la adicción a comer compulsivamente
Por supuesto, comprender el modelo no quiere decir solucionar la cuestión de fondo. Es muy distinto vivir a intelectualizar, y para alquimizar el conflicto típico (“una parte mía quiere llevar una vida saludable, pero otra se niega”) la comprensión intelectual es apenas la punta del iceberg. Incluso a veces, es más un impedimento que una ayuda.
Dificultades para adelgazar, el círculo vicioso de la adicción

Comer por sentirnos desbordados por el mundo emocional.
A grandes rasgos, este planteamiento sostiene que la comida desordenada, no es más que el síntoma. El síntoma de algo que no solo permanece oculto, sino que además se niega tras capas de anestesia, confusión, negación y resistencia. Por supuesto hablo de procesos internos inconscientes.
Y esto es así porque el placer inmediato es la mejor anestesia para el dolor profundo de todo tipo. Y ¡por supuesto!, comer es un placer que además está claramente vinculado al instinto de supervivencia.
Cuando la noria adictiva se instala, la comida funciona como analgésico del malestar, pero ese placer es efímero por los sentimientos de culpa, frustración y vergüenza asociados al consumo excesivo, la insatisfacción aumenta y volvemos al punto de partida.
Adelgazar y cuidar el diálogo interno

El secreto para conseguir tu peso ideal está en tu mente. Cuidar imágenes y diálogos internos.
Por otra parte, el malestar emocional que afecta a la persona, ¡¡no es el auténtico dolor original!!, sino que es el derivado de caer en el círculo vicioso.
Podemos entenderlo con un ejemplo, imaginemos que un hombre adulto “hecho y derecho” le tiene pánico a los perros caniche, esta fobia debe tener un origen, conocido o no, pero la vergüenza que emerge por reconocer esta fobia, no es el origen de la misma, es simplemente una capa emocional superficial, es lo que siente (más o menos conscientemente) acerca de lo que siente.
Lo que sentimos o pensamos acerca de lo que pensamos o sentimos (en cualquiera de las combinaciones posibles) no es más que una segunda capa que nos aleja de la experiencia primera, y a su vez funciona de tapadera acerca del problema original en el caso de las adicciones y la comida compulsiva.
El psicoterapeuta italiano Paolo Biaiocchi formuló el llamado modelo de “Niveles del Problema Complejo” que ha demostrado ser de gran eficacia para resolver los desórdenes alimenticios, es un modelo inspirado en la Psicoterapia Gestalt, pero compatible con una gran mayoría de modalidades de intervención.
Concluyendo, es necesario mentalizarse para adelgazar,
estar dispuesto a explorar el mundo interno.
Esta versión holística del ser humano nos acerca a soluciones más eficaces y permanentes que el solo uso de la «fuerza de voluntad».
Perder peso en el plano físico, tiene que ver con «soltar lastre» en el plano emocional. Adelgazar, tiene que ver con aligerar nuestra mochila emocional.
Es por esto que para recuperar la salud física, es necesario recuperar la salud emocional. Y, para ello, es necesario primero mentalizarse para adelgazar.
En mi blog desarrollo este tema junto con otras formas de abordar los trastornos de alimentación.

Distintos enfoques para un mismo problema
www.josepguasch.com
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Mentalizarse para adelgazar Sabadell y online, sin efecto yoyo (efecto rebote). Con hipnosis, psicoterapia y PNL. Josep Guasch, coaching y psicoterapia.

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